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MAGIA EN GUERRA
CAPITULO 3: MISTERIOS SIN RESOLVER
AUTORA: fujikiri_death
E-MAIL: bonjovi_hall@hotmail.com

MISTERIOS SIN RESOLVER

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MADRID, ESPAÑA
- He reunido a los mejores antiguos generales, oficiales y pilotos a una junta de consejo. No espero hacer lo mejor, pero espero no fallarle a mi pueblo, es lo único que deseo, el bienestar de mi gente; por eso he tomado esta decisión, no quiero que empiece otra guerra, pero para lograrlo necesito empezar una yo mismo, para evitar esos conflictos. Pido a mis ancestros que me guíen por el camino correcto, por el mejor para brindarles honor, con el mismo con el que he tratado de vivir toda mi vida, con el que me enseñaron, y protegan a mi familia y a mi pueblo. Amén.
- Señor, ya está listo su equipaje y equipo.
- Louise, dime algo, ¿por qué nunca te veo fastidiado por tu trabajo?, perdoname si te lo digo, pero tengo curiosidad, si solo eres un sirviente, ¿y lo disfrutas?
- Cuando uno hace lo que le gusta hacer, todo se vuelve más fácil; y en su tiempo libre puede hacer alguna actividad extra. Todo depende de como tome su trabajo; aunque tenga el puesto de barrendero o sirviente como yo, o tenga el puesto de controlar todo el mundo, como usted; si no lo disfruta y si no le gusta, nunca va a poder estar a gusto con lo que hace.
- Tienes razón. - Lo mira con una sonrisa
- Con su permiso señor.
- ¿Sin embargo es lo que realmente quiero?. Padre mío, a tí, que te jure ya hace años no volver a pisar este reino, no soy digno de merecer el trono que reposó en tus manos; pérdoname, te lo ruego...
- Milliardo, es hora de partir... - Una segunda persona interviene en el momento justo, antes de que las lágrimas empiecen a salir de sus ojos.
- Sí. - Lo dice tratando de olvidar todo.
- ¿Te sucede algo? - Le pregunta esa chica de cabello largo, obscuro, tal como la noche, alta, delgada y de ojos azúles imponentes; blanca, su piel, muy blanca. Su cabello cae directamente a la cintura y le reposa como su corona. Su vestido blanco, sin tirantes, tal y como una reina debiera vestir.
- No es nada, estoy bien.
- ¿Estás seguro?
- Sí,..., ¿Stephanie?
- ¿Qué sucede Milliardo?
- Prómeteme que vas a estar a mi lado pase lo que pase, es que...-De sus ojos empiezan a brotar las lágrimas tan ansiadas por él, de una manera llena de ternura y al mismo tiempo de tristeza...
- Milliardo,... ¿qué sucede? ¿por qué...?
- Es que, no quería decirte esto, pero necesito decirtelo, ahora más que nada te necesito..., prometeme que vas a estar conmigo, prometemelo. - Diciéndolo con un sentimiento lleno de amargura y necesidad.
- Milliardo..., tu sabes que pase lo que pase nunca te dejaré solo; siempre estaré a tu lado para apoyarte, mi rey. ¿Sabes por qué?, yo creo que sí, en mi corazón hay un sentimiento por tí muy profundo y muy bello, te amo..., y creo que el sentimiento es reciproco...- Lo último diciéndolo con una risita burlona, realmente ella parece muy fría y dura, ha pasado por momentos muy duros, pero realmente es una persona muy dulce y muy inocente, que daría su vida por sus seres queridos. "- Conocí a una mujer que decía: "todo lo que hace el hombre es sonreír, ve a su espalda y verás la burla misma en persona",- ¿en serio?, si tus amigos pueden ser tan tontos para actuar tan obstinadamente. -Es curioso,... era tu madre- "
- Stephanie... muchas gracias, te amo. - Ahora las lágrimas fluyen más rápido, pero ahora van acompañadas de un sentimiento de alegría, de seguridad, de amor. - Milliardo y Noin habían pasado por el momento más bello de sus vidas, pero ambos sabían que ellos no eran los indicados para estar toda su vida juntos, se querían, pero era hora de reforzar su amor, darse un tiempo para pensar bien las cosas, y saber si realmente se querían; por eso se separaron. Noin siguió sirviendo al gobierno de la Nación Mundial, y acutualmente aún lo hace, en especial a Relena, también a Milliardo. Mientras que Milliardo conoció a Stephanie, una mujer en la que encontró el amor y una nueva amiga. Estaba muy enamorado de ella, y ella de él. Viendo, Stephanie, que sus acciones dieron resultado da la vuelta para retirarse de la oficina, sin decir nada abre la puerta, viéndo a su querido Milliardo, por una vez más...
- Muchas gracias, por dármela, gracias. - En los últimos años Milliardo se había convertido en una persona muy moral y espiritual, pedía a Dios por su familia y su pueblo, y por todas las personas que quería, ahora creía, algo que antes no hacía.
- Pero, Stephanie..., perdón, pero necesito llamar a los demás para informarles y organizar todo, hay algunos a los que no le he dicho.
- Esta bien, te comunicaré, espera un segundo y contestas aquí. -Sale hacia otra oficina para tomar el teléfono y marcar unos números.
- ¿Quién está en la línea?
- Está marcando a Trowa, Wufei, Heero, Duo y Quatre...
- Con todos...¬_¬
- No, recuerda que ya hablaste con Kowaru ^-^
- Claro...°_°
- ¡Que rayos quieres Zechs, que no ves que estoy ocupado!
- Esta bien, nos vemos.
- Lo siento..., era broma. - Lo dice riéndose desde el otro lado del sonido
- Hay Duo, tan tonto como siempre.
- ¡¡Qué??, ¡¿cómo te atreves!?. ¿Ahora habla el desaparecido?
- No estaba haciendo el desaparecido, estaba haciendo cosas productivas, no como otros...
- ¡Trowa! ¡Duo!, ¿pudieran calmarse un momento?
- Zechs, qué sucede?. - Dice Heero impaciente, después de la pequeña riña entre los antiguos pilotos de Deathscythe y Heavy arms.
- ¿Estás aquí Wufei?
- Sí, y no tengo mucho tiempo... - Con el típico tono "mírame y no me toques" que tiene Wufei.
- ¿Y Quatre?
- Jajaja, estoy aquí, no hubieras parado a Trowa y Duo, me estaba divirtiendo...
- ¿?
- ¿?
- Bueno, ¿y qué sucede?
- Los necesito aquí en lo más pronto que puedan venir, ya!.
- Lo dices como si eso fuera tan fácil, el trabajo en la colonias no es lo más fácil del mundo.
- No debes de preocuparte ahorita por eso Trowa, ahora te aseguro, es mucho más preocupante este asunto.
- ¿Y qué es?
- No nos adelantemos Heero, cuando estén aquí se los dire, pero los necesito a todos. ¿Pueden?
- Si, supongo que puedo viajar a la Tierra ahorita y llegaré pronto.
- Duo y yo ya estamo en Madrid, no necesitamos viajar mucho.
- Gracias a los tres.
- ¿Wufei? ¿Quatre?
- Si, ahí estaré. -Lo dice en un tono muy cortante y "ya quiero colgar la bocina"
- Milliardo... creo que nosotros no podemos
- ¿Yue y tú?
- Sí; tenemos algo muy importante que hacer aquí, en Japón, y no lo podemos posponer.
- Escuche que la seción más importante se había pospuesto para más tarde ¿no?
- Sí, pero... es otro asunto.
- ¿Y Yue?
- Ahorita no está aquí, pero yo se lo digo.
- ¿Esta bien si vamos a Japón?
- Sí, claro ¬_¬
- Por supuesto ¬_¬
- Sin ningún problema ¬_¬
- Perfectamente ¬_¬
- Yo estoy deacuerdo ¬_¬
- Muchas gracias =^.^=
- Esta bien, esto es muy importante, por favor, los necesito.

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JAPON, TOMOEDA

Todos estaban moviéndose mucho en esa mañana de domingo en la casa de Sakura, pensando, tratando de encontrar una solución al problema que ahora surgía; pero no sabían como hacerlo, era algo demasiado desesperante, especialmente para Sakura, quién estaba al borde de los gritos y lágrimas.
- Kero, ¿qué podemos hacer?
- Lo único que podemos hacer ahora es tratar de buscar una forma de alargar el tiempo de las cartas, en lo que encontramos una solución para esto.
- ¿Cuál?
- Touya, el mocoso, Yukito, Misuki, Clow, Yue, y todos los demás...
- ¿Te refieres a...?
- ¿Y Cómo vamos a hacer eso?, no sabemos dónde está nadie de ellos, ¿Sakura, Kero?
- Yo sé como contactar a Syaoran y Eriol, pero no sé si realmente los podré encontrar, hace mucho que no hablo con ninguno de ellos.
- En este caso nos ayudaría mucho la ayuda de Eriol, lo necesitamos.
- Tomoyo tiene razón, hay que encontrarlo y a todo en sí, de todos necesitamos ayuda.
- ¿Yukito y mi hermano?
- Incluso de ellos, tal vez Yukito sepa algo de Yue.
- Tal vez... Quatre...
- ¿Reberba Winner?
- Sí.
- No creo que nos ayude, no parece que le agrademos mucho.
- Ese es su problema, nosotros tenemos uno mucho más grande aquí.
- Pero Kero, él tiene razón en pensar así, de todos modos...
- No importa, tratalo de localizar Sakurita.
- Sí, pero, ¿mientras que hacemos con las cartas?
- No lo sé, solo si aportas energía mágica, pero entonces estarás muy débil para buscar a todos.
- Pue entonces será mejor empezar con Hiragisawa ¿no?
- Tomoyo tiene razón Kero, el nos puede ayudar con las cartas.
- ¿Y cómo podemos localizarlo?
- No lo sé. - Dice Sakura un poco desanimada, pero más preocupada, en eso, suena el teléfono de la casa de los Kinomoto.
- ¿Sí? Residencia Kinomoto. - Tomoyo contesta el teléfono.
- Disculpe, busco a Sakura Kinomoto. - Una voz varonil, dominante al otro lado de la bocina.
- Sí, ¿quién la busca?
- Eriol,... Eriol Hiragisawa. - Tomoyo casi se desmaya al escuchar el nombre de aquel jóven.
- ¡¡¡¡¿¿¿¿Qué????! !!!, ¿¡quién dijo que era!?. - Sakura y Kero se espantan al escuchar aquellos temibles y no muy acostumbrables gritos de Tomoyo.
- ¿Qué sucede Tomoyo? - Sakura le pregunta espantada
- ¿Daidouyi?, ¿eres tú Tomoyo?
- Eriol!!, ¡¿cómo, cuándo y por qué?!
- Jajaja, se ve que te ha sorprendido mi llamada ¿no?. Estoy en el aeropuerto de Tomoeda con algunas personas más y pues a la única persona que conosco de Japón es a Sakura y ustedes, por eso pensé que podrían recojerme del aeropuerto.
- ¡¡¡¿Qué?!!! ¿¡¡¡Quién!!!?. - Dicen Sakura y Kero al unísono, con los ojos en blanco.
- Eriol,... esperen,..., sí esta bien Eriol, vamos para haya. - Tomoyo cuelga la bocina mucho más calmada que los otros dos.
- Eriol está en Tomoeda.
- ¡Qué!, ¿enserio? ¡Increíble!. - Sakura está más que sorprendida.
- Está en el aeropuerto.
- Vamos, vamos a recogerlo.
- Ya ven, las cosas nos favorecen. - Dice Kero con mucho ánimo.
- Si, tienes razón. Dice Sakura con el mismo ánimo, o más.

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HONG KONG, CHINA.

- Esto no puede estar pasando.
- Si, es algo increíble, pero así es.
- ¿Cris-sun? ¿Por qué?. Ellos colaboraron con mucho con muchas dinastías del oriente y de China, incluyendo a la dinastía LEE.
- Algo que hay que saber, señora Lee, es que no todas las personas que se inician por el camino correcto, siempre lo siguen, lamentablemente no.
- Es muy raro, están retrasando mucho el ritual.
- Tal vez quieren reunír suficientes fuerzas, y magia para dar un golpe más duro.
- Tal vez, pero tal vez están buscando algo...
- Señores de La Suprema Elite Mágica, cuentan con todo el apoyo de la dinastía Lee, incondicionalmente, el de mi familia y el de la gran patriota de la magia.
- Muchas gracias, pero hay otro problema del cual se debe encargar antes de involucrarse en todo esto.
- ¿A qué se refiere?
- La dinastía Lee, no ha tenido líder por mucho tiempo, es tiempo que lo tenga, que haya alguien al mando y que la diriga.
- Sí, lo sé.
- Su hijo...
- ¿Syaoran?
- Así es...
- Pero el es todavía muy jóven...- Se le oye preocupada
- Está en edad para hacerlo. - El hombre con capa negra y con el emblema de la magia oriental en la parte del pecho, muy parecido a la sigla de clow, pero con diferentes caracteres.
- Además no puede dejar desprotegia a su familia, pasan cosas, que pueden causar un mayor daño, como lo que acaban de sufrir, debe otorgarsele el mando de Lee a Syaoran Lee. - Dice otro hombre muy parecido al anterior, pero a este se le oye mucho más calmado y sereno.
- Esta bien, ¿qué tiene que hacer mi hijo para ocupar el puesto?. - Se le oye un tono de resignación.
- No sufra, sabemos a la perfección que Syaoran Lee es un gran mago, con habilidades asombrosas y que se merece el puesto más que nadie.
- Tampoco podemos ser tan suaves, cuando a otros les ha costado todo.
- Se le hará un pequeño examen, muy sencillo creemos para él.
- Ahora ha muerto una de las personas a quien más quería. Ahora está muy resentido, pero en cuanto pase todo su dolor le informaré de todo esto.
- Muy bien, esperamos una buena respuesta.
- Sí, estamos a sus órdenes. La señora de los Lee, la madre luce un poco preocupada, sabe que en el reino de la magia se están dando muchos cambios, sabe que si Syaoran está al mando de una dinastía va a estar en mucho peligro, va a tener muchos enemigos, y va a estar en la mira de todos los males, como cualquier jefe de dinastía. No quiere eso para su hijo, pero sabe que ese era desde un principio el destino de Syaoran.
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TOKIO, JAPON

- ¿Así qué tenemos un asunto muy importante el cual no podemos posponer?, y ¿por qué yo no sé de dicho asunto? ¿Qué sucede, qué me ocultas?
- Nada.
- ¿por qué lo haces? no es justo
- ¿qué quieres que te diga?, ¿qué no tengo el valor suficiente para...?
- Quatre... lo siento, me comporté muy injusto.
- Yue..., la sesión,..., se mandó a otro lugar, dícen que debe ser ahí ya que es un lugar imparcial.
- ¿Dónde?
- Japón, Tomoeda. - Quatre no quería decir esto pero lo debía decir, el sabía que tenía que decirlo.
- ¿Tomoeda?. - Yue no siente nada, pero si siente esa angustia de su compañero, sabe que en ese lugar hay algo que le preocupa a Quatre.
- Si no quieres ir, no hay problema...
- ¡No! si quiero ir Yue... estoy bien. - Yue lo mira fijamente, no le cree absolutamente nada.
- Jajaja, estas mintiendo, lo sé, siempre he sabido cuando lo haces por qué nunca has aprendido a hacerlo. - Dice Yue en un sentido de burla.
- Pero tuve a buenos maestros. - Dice Quatre más calmado.
- ¿Qué sientes por Trowa?. - Yue trata de ir más a fondo, más a fondo de algo que aún no sabe qué es.
- ¿Por qué me preguntas eso?. - Quatre empieza a tomar un sentido más triste.
- Solo dímelo.
- Yo combatía a su lado, y le tomé un cariño muy grande, sí, tal vez lo llegé a amar.
- ¿Y por Relena?
- La señorita Relena, ... , siento un gran sentido de protección por ella, como si fuera la reencarnación de mi hermana.
- ¿Y por mí?. - A Quatre no solo le impresiona esta pregunta, si no siente un tremendo escalofrío que recorre todo su cuerpo, un temor inesplicable.
- Yo..., yo...
- Mira esto. - Yue lo interrumpe tomando un libro muy grueso de una de las esquinas del escritorio y abriéndolo en una de sus páginas, la cual tenía separada por un pedazo de hoja. Quatre mira bien, se trata de un libro muy antiguo de hombres ilustres; ve al extremo superior derecho, ve el nombre del hombre de la biografía; está apunto de perder el color, de estallar, de explotar llorando...
- ¿Por qué me muestras esto?
- Es él, ¿Es él quién te pregunta esas cosas en las noches?
- ¿Qué preguntas?. - Dice Quatre muy perturbado
- Eso, eso, ¿de qué tienes miedo Quatre? ¿Qué sientes por mí?
- No entiendo nada de lo que dices.
- ¿Qué sientes por mí?. - Dice Yue tratando de obligar a su compañero a contestar.
- No se de lo que hablas.
- Dilo.
- No lo sé.
- Dilo.
- ¡Ya basta!
- ¿De qué tienes miedo Quatre?. - Dice Yue más sereno y lento.
- De perderte. - Quatre trata de liberarse en sus palabras que solo le producen un tremendo llanto.
- ¿Por qué? No me voy a ir. - Yue trata de comprender.
- Jajaja, sí lo harás, te lo aseguro. - Dice Quatre riéndose en una forma burlona.
- No lo haré. ¿Quién es el? ¿Por qué le tienes tanto miedo?
- El es,... la persona más tirana que puedas imaginar.
- ¿Por qué? ¿Qué te hizo?
- A mí nada...
- ¿Nada?. - Lo dice con mucha intriga.
- No me hizo nada, lo que te hizo a tí...
- ¡¿Qué?!. - Yue se muestra más que interesado, había llegado al punto que quería llegar. Quatre se pone de pie, y camina hacia a él con cierta dificultad, se para a solo unos centímetros de él, desliza su mano hasta llegar a su mejilla y le da un leve beso en los labios, lo cual deja a Yue atónito, baja desliza su mano hacia arriba y pone su dedo índice en la cabeza de Yue...
- Él está aquí. - Señala su cabeza. Y luego desliza su mano hasta llegar a su pecho. - Está aquí. - Señala su pecho refiriéndose a su corazón.
- ¿Quatre qué?... - Yue sigue anonado por el beso que le dió el chico rubio.
- Hace 10 años conocí a un chico de cabello largo y blanco como la nieve; era un chico muy callado, no le gustaba hablar, ¡ah! pero le encantaba dormir, piloteaba un mobile suit y también protegía a una pequeña niña. Me hice un buen amigo de él y pronto supe lo que significaba para mí, después de esa tragedia.

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KIOTO, JAPON

- ¿Por qué no les has hablado?
- Creo que deben de tener mucho que hacer, Sakura está apunto de entrar a la Universidad...
- Precisamente por eso..., ¿no crees que te deban extrañar mucho?
- mmmmmm, mejor callate y ayúdame con esto
- Sabes, pienso ir a Tomoeda
- ¿Por qué?
- Yo si quiero visitarlos. Los Kinomoto, fueron mi familia por mucho tiempo y aún lo son...
- Yukito..., esta bien te acompaño. - Yukito pone una gran sonrisa al ver que su cometido había sido logrado. El no ha cambiado mucho, sigue con esa gran sonrisa que hace reesaltar su alegría, no se ha borrado de esos, sus ojos grisaceos, esa gran ternura y bondad; es cierto, ha crecido mucho desde la última vez, se va más maduro, pero no ha cambiado ese carácter tan infantil y noble de aquel jóven del cual Sakura se enamoró, y todos enrealidad lo quisimos,...
- Entonces...¿vas a tomar vacaciones?.
- No, no planeo quedarme hayá mucho tiempo, puedo ir en algún fin de semana. - Touya hace borrar esa cara de alegría de Yukito, por una de total resignación.
- ¿Por qué haces eso? ¿No te haría muy feliz ver a tu hermana y a tu padre otra vez?
- Yukito..., tu sabes que son las personas que más quiero, los amo, ¡son mi familia!. Pero creo que no podemos estar juntos todo el tiempo.
- Tal vez en eso tengas razón. - El chico ultrasobreprotector de Sakurita tampoco ha cambiado mucho, sigue con esa seriedad de siempre, en la que esconde sus verdaderos sentimientos, bondadosos, y llenos de amor. Se ve que se anhelo por estar atrás de Sakura todo el tiempo, cuídandola de "cualquiera" no se pudo completar y eso lo ha desepcionado mucho. Sus ojos representan ahora más profundidad y más misterio.
- Ah!, mira lo que te llego. - Touya le entrega a Yukito un sobre blanco, el cual estaba en la repisa de ese pequeño departamento.
- ¿Qué es?
- Yo que voy a saber, no esculco las cosas de los demás como "otros"
- ¡¿Qué!?, yo no..., bueno ¬_¬. - Yukito abre el sobre rapidamente, rompiéndo una de las orillas de este y sacándo de él una hoja blanca, la desdobla y empieza a leer:
- Dice que,..."Señor Tsukishiro Yukito. Le informamos que su petición de ingreso al Real Centro de Producción ha sido aceptada. El curriculo presentado por usted nos ha impresionado y sería un placer para nosotros el tenerlo aquí, brindandonos su maravilloso trabajo. Atentamente. lo directivos de la institución"
- Eh, bueno, eso es bueno ¿no?.
- ...-
- ¿Yukito...?. - Yukito estaba más que sorprendido, estaba más que feliz,...
- Esto es..., ¡una de las cosas más maravillosas que me ha pasado en mi vida!. - Dice saltando de la emoción.
- Bueno,..., ¿aún quieres ir a Tomoeda?. - Lo dice con una risilla burlona.
- Eh..., bueno..., creo que podemos posponer la visita un poco. - Lo dice con un tono de "rayos! ¿no hay otro remedio?".
- Bueno, es bueno que sientas lo que significa ejercer tu profesión SIN DISTRACCIONES.
- Eso no es nada justo...- Lo dice con una cara muy grasiosa de Yukito, propia de la resignación y el berrinche mismo. Touya y Yukito decidieron estudiar algo muy similar ambos. Mientras Touya estudiaba Fotografía Profesional, Yukito producción y grabación, podría ser una gran editor, la parte de edición era su rama; sus deseos más grandes era tomar parte como editor principal de alguna buena película. El como siempre lo había sido desde que estaba en la Preparatoria, es un chico muy responsable, muy maduro y comprensivo, por eso el éxito que siempre ha tenido y tiene.
- ¿Por qué no les hablas para dar la noticia y avisar que seguramente pronto estemos ahí?. - Yukito se queda anonado ante la propuesta de Touya,...
- ¡¿Qué?!.
- Pues si no quieres, no.
- No sí, claro, le hablaré a Sakura en cuanto organize todo esto.
- Bueno. - La amistad entre Touya y Yukito, no solo había crecido inmensamente, ahora eran casi como hermanos; desde que los dos se fueron a vivir solos, se habían acercado mucho más y compartido mucho más. Era una relación de verdaderos amigos. Sin duda Touya seguía queriendo a Yukito como antes, y Yukito a Touya...
- Touya, muchas gracias.

***********************************************************************< br /> TOMOEDA, JAPÓN

- No puedo creer que en cualquier momento podré volver a ver a Eriol, es increíble!
- Sí, demasiadas coincidencias, ¿no lo creen?
- Pero son buenas coincidencias, muy buenas.
- Clow siempre fue tan inoportuno.
- Oye Sakura, ¡¿no crees que Eriol ha de haber cambiado mucho en estos ya 8 años?!
- Tienes razón Tomoyo. Va a ser difícil identificarlo
- Hay no hay problema, ese tipo no cambiaba con gran facilidad con los años...
- ¡Pero Eriol sí!, y ¡¡¡no te salgas de esa bolsa que alguien te va a ver!!!.
- Sakura... - Un chico alto de gafas delgadas, cabello alborotado pero maduro y ojos sumamente estremecedores aparece en la escena detrás de Sakura, la cual permanece atónita.
- No puede ser...ee.., ee..., ¡¿Eriol?!
- ¡Clow!. - Kero se sale de la bolsa y todos precipitados, rapidamente lo meten de un empujón para que nadie lo vea, lo cual lo deja con terrible golpe.
- ¡Eriol, no puedo creerlo, que felicidad!.
- A mí también me llena de alegría el volverte a ver Sakura, Daidouji, cuanto tiempo..., y tú también Kerberos. - Dice llamando hacia el interior de la bolsa. El aeropuerto está lleno de gente, pero..., pareciera como si sólo estuvieran ellos, solo ello, como la última vez que estuvieron en ese aeropuerto, en esa sala. La cara de Sakura revela fácilmente la alegría que siente al encontrarse con su querido amigo, con su maestro. Era como sí, esos dos niño, esos pequeños cazadores, volvieran a esos grandes tiempos de risas y amistad, como los niños que antes eran...
- ¿Cómo ha estado señor Hiragisawa?
- Oh, por favor Daidouji, ¿qué te sucede? No me llames así, llevamos mucho tiempo de conocernos; no es correcto, somos amigos.
- Muchas gracias. - Tomoyo pone una de sus típicas pero linda sonrisa.
- Es toda una sorpresa verte aquí, no me lo esperaba.
- Sí, aunque también me sorprende verlos, fué un viaje repentino, sin previo aviso.
- Y sí que fué repentino, de repente Eriol dijo "¡A Japón!" y para acá venimos.
- ¡Hay gato negro, tu no has cambiado en nada!
- ¿¡Qué!? ¿¡gato negro!? ¡Cómo te atreves!
- ¿Que te pasa? Pensé que éramos amigos. - Kero pone una risita burlona combinada con cinismo, lo cual hace enojar más a Spinel de lo que ya está.
- ¡Hay y también viníste tú Nakuro, que bien!
- ¡Hola pequeña Sakura! ... aunque ya no estás tan pequeña...
- Jajaja ._.u
- Por cierto, ¿no vino Touya? Quiero darle una linda sorpresa!! n_n
- ¿Touya?, bueno, es que él..., ehh..., ¡Ah profesora Misuki! ¡no puedo creerlo!, usted también, que feliz me siento.
- Hola Sakura, me da tanto gusto el volverte a ver, te has convertido en toda una maestra; señorita Daidouji, que alegría volverla a ver.
- A mí también me alegra mucho verla señorita Misuki.
- Bueno Clow, tú no vienes a molestar a menos que haya algo de qué hablar ¿o no?
- ¡¡Kero!! ¡¿Cómo te atreves a decirle eso a Eriol?!
- ¿¡Qué!?
- Hay Kerberos, lamento decirles que tienes razón, hay algo sobre lo que quiero hablarles.
- ¿Pasa algo malo?
- Te lo diré pronto, no te preocupes.
- Yo también quiero consultarte algo, es sobre las cartas Sakura.
- Está bien, entonces lo discutiremos,...ehh... aunque no tenemos donde quedarnos, lo primero será buscar un hotel ó un lugar dónde nos podamos quedar.
- Ah! no te preocupes... Eriol, te puedes quedar en mi casa, es muy grande y estarán muy cómodos, se los prometo.
- Pero Tomoyo, no quiero causar ninguna molestia.
- Ah! no es nada n_n . - Una Tomoyo feliz, como siempre lo es.
- ¿Pero quién es esa chica Clow?
- ¡Hay! perdóname Maaya. Sakura, ella es Maaya Potter.
- Maaya, ella es Sakura Kinomoto, Tomoyo Daidouji y Kerberos.
- Mucho gusto en conocerlos, es un placer estar frente a usted señorita Kinomoto, me han contado que es una maestra de cartes realmente fuere y me emociona realmente el conocerla.
- Ja, ya la conociste y te vas a arrepentir. - Dice el entrometido de Kero, tratándo de molestar a Sakura.
- ¿!Qué dijiste¡?;... éjem... perdón... Muchas gracias, supongo que no eres de aquí, ¿eres de Inglaterra, verdad?.
- No, soy de Cánada.
- ¿De Cánada?
- Entraremos en detalles después; ¿por qué no vamos a mi casa?
- Sí, claro Tomoyo.
- Vamos

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TOKIO, JAPÓN

- Yue había quedado petrificado al escuchar a Quatre, no entendía de lo que le estaba hablando su acompañante y sin embargo sentía que le habían revelado un gran secreto, el secreto del cual había estado buscando por tanto tiempo...
- Yue... hace casi 5 años sufriste de un accidente, terrible, cualquiera, como séa,...
- ... - hubo silencio
- ¿Qué? - Yue había empezado a comprender, tanto que había cambiado esa expresión estupefacta que se había posado en su rostro para cambiar a su típica actitud seria, ahora sabía por que tantos secretos, tantos misterios ocultaba Quatre.
- Perdiste todos los recuerdos que tenías en ese momento... - Esa última frase marcó el final, Yue comprendía a la perfección todo, absolutamente todo se volvía más claro, de hecho sentía que todo lo que había buscado, lo había encontrado. Es por eso que las lágrimas empezaron a brotar de sus hermosos hojos azules, sin sollozos, sólo lagrimas, tal vez por pensar en una mentira, tal vez por saberlo... Quatre sólo alcanzó a ver como el abrigo largo de su compañero se despedía de él, al instante en el que Yue salió corriendo cuando al fin sus piernas le respondieron para hacerlo.
- ¡Yue espera!. - Quatre se quedó muy preocupado, pensativo, temeroso de que no hubiera hecho lo correcto, aunque en el fondo de su corazón sabía que sí.
- ¡No puede ser! ¡Todo lo que sé y he conocido se ha venido abajo! ¡¡Todo!!. - Las lagrimas caían sin cesar, no veía por dónde pasaba, sólo se dedicaba a correr, a alejarse a esconderse.
- Oyé Eriol ¿ no habría sido mejor ir en el coche de Tomoyo? Acaban de llegar y deben estar cansados.
- No te preocupes Sakura, él ir conversando y caminando con ustedes es mucho más gratificante que ir rápido en un coche.
- Sí tienes razón, de todas formas ya vamos a llegar y... - En ese momento ellos hiban doblando la esquina cuando derrepente...
- !Auuchh¡ - Alguien golpeó a Sakura, haciendola caer al suelo y botando la bolsa que llevaba en el brazo colgada. Cuando la persona con la que había tropezado se dió cuenta de lo ocurrido, rapidamente ayudó a Sakura a levantarse; no podía ver claramente, pero alcanzó a verla en el piso...
- Pe...perdón... lo siento mucho. - La tomó de un brazo y lentamente la levantó.
- No... no hay problema. - Mientras, dentro del bolso de Sakura... " esa prescencia es de..." - Kero replicó sorprendido
- Ya cuando pasó de darle vueltas la cabeza y abrió los ojos, para disculparse también, vió a sus acompañantes con ojos de haber visto a un fantasma, el chico se veía muy triste, por eso se apresuró a recojer el bolso de Sakura y dárselo, pero cuando volteó a verla, sólo noto su cara estupefacta al verlo. Yue sólo atinó a pedir nuevamente disculpas y retirarse de ese lugar, realmente no deseaba una conversación de cortesía con extraños, pero cuando estuvo al punto de empezar a apresurar el paso otra vez, Sakura por fin pudo articular palabra.
- ¡¡Yue!!. - El sólo quedó sorprendido de que esa chica supiera su nombre, y aún más en el momento en el que vió a una pequeño ser salir rapidamente del bolso de esa chica.
- ¡¡Yue, ¿¿realmente eres tú??!!. - Yue pensó en todas las personas, pero no recordaba a nadie como ellos, de pronto pensó en todo lo ocurrido en los últimos momentos.
- ¿Quienes son ustedes?

... continuara...

Notas de la autora:
¿Qué tal? Por fín pude acabar el 3° capítulo, pensé en hacerlo más largo que los otros dos, pero hasta el final lo pensé bien y preferí seguir la frase "calidad no cantidad", espero haberla cumplido. Ya se van enlazando más las cosas ¿no? espero no dejarlos esperando con ansias lo que sigue, pero tenía que cortarlo ahí, para dejarlo como telenovela, jajaja. Espero que les haya gustado, ya aparecieron más personajes, ya se saben muchas cosas, ya se volvieron a juntar Sakura, Eriol y los demás, y ahora se quedaron con Yue, bueno, procuraré irme más rápído; para cualquier sugerencia, duda, amenaza de muerte o cualquier cosa al correito, espero recivir muchos. Muchas gracias por su tiempo, son los mejores lectores, gracias.


Terminado el 28 de mayo del 2003 por fujikiri_death
correo de la autora: bonjovi_hall@hotmail.com