Card Captor Sakura Fan Fiction ❯ Simplemente... ¿amigos? ❯ Capítulo 6 ( Chapter 6 )

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Simplemente… ¿amigos?
Por Daulaci Serv
 
Conlos personajes de Card Captor Sakura, Por CLAMP.
 
 
CAPITULO 6
 
Eriol miraba por la ventanilla del avión admirando el panorama, en ese momento volaban por encima de las nubes y el sol las iluminaba con suavidad. Volteo la vista al interior en la sección de primera clase en un vuelo a Inglaterra y suspiró.
 
Que rápido había pasado el tiempo, no hacía mucho había hecho ese viaje en dirección contraria acompañado por el matrimonio Kaworu. Sonrió recordando las objeciones de estos al enterarse que viajarían en primera clase con él.
 
La señora Seri poco acostumbrada a que le sirvieran nunca pudo relajarse del todo. Su esposo sin embargo después de un rato se había resignado y había disfrutado del viaje.
 
Los extraño”, pensó suspirando de nuevo para mirar al exterior. Ahora que iba de regreso a Inglaterra a por su abuela se sintió un poco solo, pocas veces le sucedía esto y en los últimos años creyó haber dejado atrás esa sensación de nostalgia.
 
¿Sería acaso el hecho de haber vuelto a Japón después de tanto tiempo? Si, había regresado a casa, a su hogar. Al principio se había sentido deprimido, no había contado con que a pesar de lo joven que era al morir sus padres y de la larga ausencia los recuerdos invadirían su mente sin proponérselo siquiera.
 
Recuerdos del hogar perdido, los momentos, las sensaciones, el amor. Desde el momento en que puso un pie en la mansión, su mente había evocado toda clase de recuerdos, se había visto a si mismo corriendo de un lado a otro, las risas. Su madre peinándose frente al espejo, su padre detrás del escritorio firmando documentos; los momentos, la hora de la comida, las fiestas, sus padres bailando una pieza lenta…
 
-“¿…nunca querrías casarte? ¿Tener hijos?” -las preguntas de su amiga llenaron su mente. Ahora sabía la repuesta: Si, los querría. El quería algo como lo que habían tenido sus padres y algún día querría una familia.
 
-“Tomoyo” -sonrió Eriol, fue cuando ella apareció que la depresión abandono su corazón.
 
Eriol aún no comprendía del todo que era lo que sentía por la princesa de ojos amatista. Era su amiga por supuesto y él se aseguraría de que eso fuera así por siempre. Había algo en ella que no podía explicar, no solo la confianza absoluta que nació entre ellos desde el primer día sino algo más.
 
Conforme más la conocía, más había en ella que no sabía descifrar, como si Tomoyo guardara un gran secreto para el resto del mundo, algo que la alejaba de los demás. Era una chica preciosa, muy inteligente y sensible. Una chica tímida y temerosa con una fuerza interior que pocas veces sacaba a la luz.
 
Por qué a pesar de todo Tomoyo Daidouji era valiente, eso fue lo primero que pensó de ella al verla arrojarse para salvar a Canela. Después cuando la vio en el suelo sosteniendo al animalito y miró sus ojos preocupados sintió el deseo de protegerla, cuidar a esa niña empapada que permanecía en el suelo.
 
Y entonces había decidido tratarla con cuidado como a una hermana pequeña, aunque él no sabía a ciencia cierta como sería tratar a una hermana. Eriol Hiragizawa nunca había tratado una mujer de esa manera y las mujeres nunca le habían pedido ser tratadas así. Pero Tomoyo era diferente.
 
Conforme pasó el tiempo se dio cuenta que Tomoyo encerraba una enorme fragilidad, sus temores no eran tan absurdos si se pensaba en la forma en que su madre la había tratado. “¿Y si alguien la lastimara?” pensó Eriol apretando el puño inconscientemente. No, no quería imaginar lo que sucedería.
 
Eriol miró su puño y relajó la mano sorprendido por la intensidad de sus sentimientos. Era en esos momentos cuando no podía definir lo que le sucedía. Tomoyo era su amiga… ¡por todos los santos, si aún era una niña!
 
Eriol evocó su imagen, la misma de todos los días, con su uniforme escolar, la larga trenza con que sujetaba su cabello y los lentes. “Los lentes no”. Se recordó a si mismo, la había convencido de dejarlos. Eriol también recordó al tipo que se había acercado a ella, estaba molesto, muy molesto, no habían pasado ni 10 minutos de que le hubiera prometido que cuidaría de ella y ese tipo asqueroso con su mirada lasciva aparecía de la nada.
 
“Tomoyo” -pensó en lo difícil que había resultado dejarla, aunque no la había dejado sola.
 
- Flash Back -
 
-En el neceser de la señora deben ir todas sus medicinas -insistió la señora Seri, enumerando la lista de cosas que Eriol no debía olvidar para el viaje de regreso-. En una libretita roja anoté cada uno de los medicamentos y la hora en que debe tomarlos, no lo olvide.
 
-No lo haré, lo prometo -aseguró Eriol resignado a escuchar atentamente a la señora Seri. Si no lo hacía ella lo notaría. Volteó la mirada a Tomoyo y al señor Tarisume pidiendo ayuda, pero el hombre se encogió de hombros y siguió junto la chica, ambos apartados un par de pasos.
 
-Póngame atención,jovencito -ordenó la señora Seri.
 
-¡Lo hago!, ¡lo hago!-insistió el joven como si fuera un chiquillo de catorce años y ya adivinando lo que vendría si no le prestaba atención a la mujer. Escuchó las risillas ahogadas de Tomoyo quien escuchó su respuesta.
 
-Más le vale -señaló la mujer con el dedo-. Esto es importante, ¿en que estaba?... ah si, recuerde que su abuela debe ir bien abrigada, cuando salgan…
 
Eriol pudo ver a Tomoyo que le lanzaba una mirada de ánimoal mismo tiempo que trataba de no reírsenuevamente. Él debía estar molesto por eso pero le resultódivertido y le guiñó el ojo y rápidamente colocó una expresión seria a la señora Seri fingiendo que ponía atención, ya tenía mucha practica en eso.
 
Hacia un buen rato que habían llegado al aeropuerto, Eriol había registrado su equipaje y se habían dirigido a la sección VIP del lugar para esperar a que anunciaran su vuelo, fue entonces cuando llegó el temido momento en que la señora Seri enumeraría un sin fin de recomendaciones.
 
Eriol había creído ingenuamente que la presencia de Tomoyo serviría para que la señora Seri se abstuviera de tratarlo como a un puberto en su primer vuelo internacional, pero se regañóa si mismo al darse cuenta que la presencia de la chica no serviría de nada pues para su ama de llaves,ella era de confianza.
 
Tomoyo ya era una más de la familia, incluso había hablado de ella con su abuela y la mujer estaba ansiosa por conocerla.
 
-Espero que haya prestado atención a todo lo que he dicho -advirtió la señora Seri mirándolo con escepticismo.
 
-“Ya terminó” -pensó Eriol con alivio-. Claro que he puesto atención, no tendrá queja de , se lo aseguro.
 
-No te burles de mi jovencito, ahora mismo estoy tentada a repetir cada una de mis palabras…
 
-Vamos mujer, dale un respiro al muchacho, o no le dará tiempo de despedirse de todos nosotros -dijo el señor Tarisume y miró de reojo a Tomoyo.
 
-Está bien, está bien -aceptó la señora Seri-. Cuídate mucho Eriol y por favor...
 
-No me va a decir que no hable con extraños -se quejó Eriol con una sonrisa-. Me aburriré demasiado.
 
-Iba a decir -y bajóel tono de su voz-, que no coquetearás con cuanta mujer se te plantara en frente.
 
-No se si podré prometer eso, pero lo intentaré-declaró con una sonrisa desafiante que hizo suspirar a la pobre mujer.¡Era incorregible!
 
-Eres un caso perdido -dijo la señora Serigolpeando su mejilla con cariño y se hizo a un lado.
 
-Joven Eriol -habló el señor Tarisume-. Espero que tenga un viaje confortable y que llegue a salvo a su destino.
 
-Muchas gracias señor Tarisume -replicó Eriol imitando el tono formal del hombre-. Llamaré en cuanto llegue a Inglaterra.
 
-Se lo agradeceremos mucho -dijo y se colocó al lado de su esposa.
 
-Querida Tomoyo -dijo Eriol-. Espero que me extrañes aunque sea un poquito.
 
-Claro que te extrañaré, aunque no creo que puedas decir lo mismo.
 
-Te extrañaré también Tomoyo, no lo dudes, extrañaré nuestras conversaciones.
 
-¿Cuándo volverás?
 
-Pronto, espero. En cuanto mi abuela estélista para viajar.
 
-Ojalá que ella estébien, yo espero poder conocerla pronto.
 
-Ella también, te lo puedo asegurar.
 
-Espero gustarle -confesóTomoyo nerviosa-. Debe ser una mujer maravillosa. Por eso prometo conseguirle un hogar a Canela en estas vacaciones, Sakura me dijo que me ayudaría y entre las dos lo lograremos.
 
-No te apures Tomoyo, Canela es bienvenida todo el tiempo que sea necesario -aseguró Eriol y miró a la pareja bajo su servicio, quienes de inmediato asintieron corroborando lo dicho por él.
 
-Pero no quisiera que eso fuera una molestia para tu abuela, no quisiera que pensará que estoy abusando...
 
-Nada de eso -interrumpió Eriol-. A la abuela le gustara Canela y le gustarás tú.
 
-Gracias, como sea empezaré a buscar,después de todo eso fue parte del trato.
 
Eriol miró a Tomoyo con cuidado, sabía que ella cumpliría lo acordado, pero también sabía que cuando tuviera que desprenderse de Canela ella estaría triste y a él se le partiría el corazón de solo imaginar esa carita triste.
 
-Yo estaba pensando... -dijo movido por un impulso.
 
-¿Si?
 
-Había pensado cambiar nuestro arreglo y que Canela se quedara indefinidamente con nosotros o por lo menos hasta que pueda vivir contigo.
 
Hubo un minuto de silencio, la señora Seriemocionadale dio un codazo a su esposo, ambos trataban de no sonreír tontamente.
 
-¿Lo dices en serio?
 
-Yo jamás hablo de otra manera -dijo Eriol solemne. Aunque el resoplido que salió de la boca de la señora Seri decía lo contrario.
 
-Pero… ¿no será un problema…? -preguntó Tomoyo conteniendo la emoción y miró al matrimonio Kaworu quienes de inmediato negaron con la cabeza.
 
-Claro que no -dijo Eriol.
 
-Pero, tu abuela, ¿ella no…?
 
-Ya te dije que ella estará contenta-yaclaró-.Los británicos son cariñosos solamente con los perros y los caballos Tomoyo…-haciéndole sonreír-.Te aseguro que Canela encajará a la perfección con la abuela.Entonces¿qué me dices?
 
-¡Si!, ¡si! -exclamóTomoyo y lo abrazó con fuerza-. Eres maravilloso Eriol.
 
Eriol no estaba seguro si eso era cierto pero lo que era verdad era lo bien que se sentía en esos momento, hasta que notó a una figura que se detenía cerca de ellos. Un hombre vestido con un traje de corte impecable, antes de mirarlo a la cara supo de quien se trataba.
 
-Sobrino -saludó la voz arrastrando las palabras-. Que agradable sorpresa.
 
Tomoyo se volvió lentamente a la voz sintiendo un escalofrío recorrer su espalda. Se encontró con un hombre de baja estatura, un poco calvo, el cabello que le quedaba resaltaba por el color blando que le daban las canas. Tenía una mueca en los labios y una mirada arrogante.
 
-Había oído rumores de que habías vuelto a Japón, veo que son ciertos o, ¿acaso ya te marchas?
 
Eriol no esperaba encontrarse con su tío pronto, al menos no quería hacerlo hasta que su abuela estuviera instalada en Japón y él hubiera tenido tiempo para prepararse para el enfrentamiento. Él y su abogado por supuesto.
 
-Me voy, pero regreso pronto -respondió Eriol con frialdad, no se mostraría hipócrita con el hombre que en otro tiempo había hecho lo posible por despojarlo de su herencia.
 
-Lástima -replicó el hombre con evidente pesar cosa que provoco un jadeo de sorpresa en Tomoyo, nunca antes había conocido a alguien tan cínico-. Veo que todos los rumores sobre ti son ciertos -dijo el hombre mirando a Tomoyo-. Siempre acompañado por mujeres hermosas, aunque tal vez de dudosa reputación...
 
-La señorita-recalcó Eriol mientras daba un paso al frente como si la protegiera-, Daidouji es una muy buena amiga y no estamos solos, el señor Tarisume y su esposa, nos acompañan.
 
-A él sujeto,esto no pareció importarle y apenas dedicó una mirada despectiva a la pareja y de inmediato centro su atención en Tomoyo.
 
-¿Daidouji? -Preguntócon un brillo malicioso en sus ojos-. ¿Algún parentesco con Sonomi Daidouji, señorita?
 
-Es su madre -respondió Eriomolesto y confuso a la vezl.
 
-La hija de Sonomi Daidouji. No hay duda de eso -dijo mirándola de arriba abajo sonrojando a Tomoyo.
 
La señora Seri estuvo a punto de intervenir furiosa si no fuera porque el señor Tarisume la sostuvo del brazo, ese hombre perverso”, como ahora lo llamaba era mas que notable que trataba de provocar a Eriol de la manera mas incómoda posible.
 
Eriol molesto se colocó frente a Tomoyo protegiéndola de su mirada.
 
-Estáclaro que sabes buscar aliados -dijo Hironobu entre dientes-. Señorita, dígale a su madre que ShirouHironobu le manda saludos, estoy seguro que le dará gusto saberlo.
 
Eriol no entendió el porque de sus palabras pero miró fijamente a su tío, Hironobule sostuvo la mirada unos segundos hasta que se escuchópor el altavoz que tenía una llamada.
 
-Parece que me buscan. Hasta luego sobrino, no puedo decir que haya sido un placer volver a verte.
 
-El sentimiento es mutuo -replicó Eriol fríamente y espero a que el desapareciera entre la gente antes de mirar a Tomoyo-. ¿Qué quiso decir con eso?
 
-Mi mamá… -respondió nerviosa, sintiendo la garganta seca, no hubiera querido contarle sobre esto a Eriol-. Ella no tiene una buena opinión sobre tu… del señor Hironobu.
 
-¿Por qué? ¿Qué paso? -preguntó Eriol ansioso, intuía que había algo importante en su respuesta.
 
-Mamá dice que él quiso aprovecharse de ella, de su ignorancia en los negocios.
 
-Y tu madre cree que como es mi tío yo podría ser igual -concluyó Eriol comprendiendo al fin porque Tomoyo no quería que en su casa supieran que lo conocía, porque no quería que él llamara a su casa.
 
Él había pensado que todo era producto de la rigidez con que Sonomi Daidouji educaba a su hija y confiaba que algún día eso cambiara, pero ahora...
 
-Lo siento -susurró Tomoyo con tristeza y se apresuró a añadir-. Yo no creo que sea así, te conozco y se que eres una persona extraordinaria y que tú jamás... -dejó caer sus hombros-. Lo siento mucho.
 
Eriol la observó un minuto y suspirósonriendo ligeramente,por supuesto que lo sentía, ella no tenía la culpa de las ideas de su madre, hasta ahora había sido victima de ellas.
 
-Yo también lo siento -dijo al fin-. Ahora comprendo lo difícil que es para ti mantener nuestra amistad.
 
-No ha sido tan difícil -mintió ella negando con la cabeza mientras bajaba la mirada-. Además ha valido la pena.
 
-Tomoyo -dijo él tomando su barbilla para que lo mirara-. Te prometo hacer lo posible por ser merecedor de lo que me ofreces.
 
Tomoyo sonrió asintiendo y se abrazaron. El altavoz volvió a escucharse anunciando el vuelo de Eriol.
 
-Tengo que irme -suspiró Eriol-. Hablaremos más a fondo de esto cuando vuelva.
 
-Está bien, que tengas buen viaje y regresa pronto.
 
-Gracias -Eriol se volvió al matrimonio y se despidió de ellos-. Por favor cuiden de mi amiga -pidió Eriol-. Tomoyo cuida a este par, a veces ellos también necesitan que los vigilen.
 
-Joven Eriol -exclamó la señora Seri ofendida.
 
-Lo haré -prometió Tomoyo riendo.
 
- Fin Flash Back -
 
Eriol aún miraba por la ventanilla recordando esa sonrisa. Después pensó de nuevo en Hironobu ¿quién iba a pensar que también iba a causarle tantos problemas? ¿Quién iba a pensar que también iba a afectarlo de un modo tan personal?
 
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-Ya ha pasado una semana desde que Eriol se fue -suspiró Tomoyo sentada en la parte trasera del auto nuevo de Touya.
 
-Es cierto -dijo Sakura a su lado-. Que rápido se pasa el tiempo, parece que apenas ayer terminamos los exámenes. Parecía que le verano nunca llegaría.
 
-Si, lo sé.
 
-¿Cuándo regresará Hiragizawa?
 
-Quien sabe -respondió triste-. Se presentaron algunos imprevistos.
 
-¿Su abuela está bien?
 
-Si, eso parece. Aunque la señora Seri esta pensando ir para ayudar a Eriol -rió un poco-. Su esposo ha hecho hasta lo imposible para convencerla de no hacerlo, pero no creo que lo logre.
 
-La señora Seri me da miedo -confesó Sakura pensando en ella.
 
-No tienes por qué, cuando la conozcas la adoraras y ella a ti estoy segura.
 
-Si lo dices.
 
-De verdad que si, ¿me acompañarás mañana a la casa de las rosas?
 
-Si, a pesar de todo me muero por verla con mis propios ojos. ¿Crees que se molesten si me llevas contigo?
 
-No, yo les he hablado de ti y ellos también tienen curiosidad por conocerte -dijo provocando que su amiga se sonrojara-. Mira, ahí viene Touya, pasa tu adelante.
 
-¿Por qué yo? Fue tu idea lo de estas clases empieza tú.
 
-Es tu hermano y es su coche, tú primero -insistió Tomoyo.
 
Touya entró al auto en ese momento sentándose en el lugar del copiloto.
 
-Iremos a casa de Yukito -informó sin más-. ¿Quién será primero?
 
Tomoyo y Sakura se miraron antes de que la segunda contestara.
 
-¡Yo! -exclamó feliz.
 
Los siguiente minutos fueron los más tortuosos en la vida de Sakura, Touya dio un sin fin de instrucciones antes de dejarla encender el auto y de camino a casa de Yukito la regañó varias veces poniéndola al borde de la histeria.
 
“¡Frena!, ¡mira a tu izquierda!, ¡te estas saliendo del carril!, ¡cuidado con el perro!, ¡no hagas eso! Frenas bruscamente. ¡No! ¡A la derecha! ¡A la izquierda!
 
-Al fin llegamos -dijeron al unísono los hermanos.
 
Touya la miró con enfado y salió del auto sin decir nada más.
 
-Voy a matarlo -gruñó Sakura volviéndose a mirar a su amiga-. Voy a matarlo y luego lo enterraré en un patio baldío.
 
-¡Sakura! -exclamó Tomoyo escandalizada, aunque ya sabía que su amiga jamás se atrevería a hacer algo malo contra su hermano.
 
-Tomoyo por favor, toma mi lugar, seguro contigo no será tan malo, estoy al borde del colapso, si sigo así me traumatizaré y nunca volveré a manejar -se quejó dramáticamente.
 
-No te lo tomes tan apecho -la consoló Tomoyo-. Tu hermano te dice todo esto porque se preocupa.
 
-Ojalá no se preocupara tanto.
 
-Pero Sakura… ahí vienen.
 
-Cambia de lugar conmigo -rogó una vez más antes de que se abrieran las puertas.
 
-Hola Sakura, Tomoyo -saludó Yukito al entrar al auto.
 
Sakura no pudo responder, sorprendida como estaba al ver a Yukito sentado a su lado.
 
-Yo continuaré con las clases si no te molesta -dijo Yukito sonriendo ante la perplejidad de la chica.
 
-Hola Yukito -saludo tontamente y se recuperó de inmediato-. Claro que no me importa -y puso el auto en marcha.
 
Tomoyo sonreía y miró a Touya quien fingía ver hacia fuera.
 
La clase mejoró mucho igual que la alumna. Sakura perdió los nervios escuchando la dulce voz de Yukito.
 
-Ya no he visto a tu amigo, Tomoyo -preguntó Touya de repente.
 
-¿Qué? ¿Te refieres a Eriol? -Touya asintió, Tomoyo no se esperaba algo así, Touya no parecía notar lo que no le afectara-. Él… salió de viaje.
 
-Ya veo, ¿y tú madre que piensa de esa amistad?
 
-Ella, bueno... -Tomoyo bajó la vista avergonzada-. Ella no sabe.
 
-¿Por qué?
 
-Porque no tiene buena opinión de un tío de él, con el que hizo negocios y…
 
-No te atreves a decirle que lo conoces -adivinó él.
 
-Si.
 
-Algún día tendrás que decírselo.
 
-Lo sé.
 
-Ten cuidado Tomoyo -dijo con suavidad.
 
-¿De qué? -preguntó ella levantando la vista para mirarlo.
 
-Solo ten cuidado -Tomoyo asintió aunque no sabía bien como interpretar esas palabras.
 
¿De qué debía tener cuidado? ¿De Eriol? No, sabía que podía confiar en él. ¿De su madre? ¿Eso quería decir? ¿Debía decirle a su madre sobre Eriol? Se preguntó con angustia. No, todavía no, aún no hablaba con Eriol sobre lo que descubrió en el aeropuerto.
 
Primero quería que el comprendiera porque le había ocultado que su madre conocía a Shirou Hironobu, había estado preocupada por que Eriol estuviera enfadado con ella por ocultarle lo de su tío, pero el señor Tarisume la tranquilizó.
 
- Flash Back -
 
Había ido a la casa de las rosas al día siguiente de la partida de Eriol, la señora Seri insistió en invitarla a almorzar con ellos.
 
La mansión tenía un aspecto más hogareño desde que llegara la nueva servidumbre. Eriol había acertado respecto a que la señora Seri solo se portaría autoritaria al principio y las caras de preocupación de las chicas más jóvenes cambiaron a unas de alivio en poco tiempo.
 
Incluso empezaban a acostumbrarse a la presencia constante de Tomoyo y la trataban como una más de la familia imitando a la señora Seri. Cada vez que llegaba y hablaba por el intercomunicador la hacían entrar de inmediato.
 
Cuando llegó a la mansión se sintió un poco cohibida al ser la primera vez que fuera sabiendo que Eriol no estaría ahí, se preocupó un poco pero nadie pareció sorprenderse con su llegada.
 
-Buenos día señorita Tomoyo -saludóYurimeuna de las sirvientas mas jóvenes de la casa-. Llega usted temprano.
 
-Si, es temprano ¿qué más podía decir? -pensó pesarosa-.¿Qué aprovechó la primera oportunidad para salir? Cuándo la señora Toshime no podía verla.
 
-La señora Seri salió a hacer unas compras -explicóYurimeacompañándola a la sala-. Dijo que se sintiera cómoda y que podía esperarla en cualquier sitio de la casa.
 
-Gracias Yurime, entonces iré al jardín trasero con Canela.
 
-Como guste señorita, ¿se le ofrece algo más?
 
-No, así estoy bien.
 
Tomoyo se dirigió al jardín trasero,su lugar favorito de la casa. Ahí se encontró al señor Tarisume, quien parecía estar disfrutando de unos minutos de descanso.
 
-Buenos días señor Tarisume - Canela que estaba echada a sus pies corrió hacia Tomoyo al escucharla.
 
-Buenos días señorita Tomoyo -saludó el hombre poniéndose de pie de inmediato.
 
-Vuelva a sentarse por favor -pidió ella,el hombre dudo un momento antes de hacer una inclinación y espero a que ella se sentara antes de hacerlo él.
 
-La casa se siente diferente -comentó ella con nostalgia.
 
-Si, lo sé, es increíble como la ausencia de una persona puede notarse tanto, incluso en una casa como esta.
 
-Eriol es una persona muy activa.
 
-Yo me refería ala señora Seri -confesó el hombre con una ligerísimasonrisa.
 
Tomoyo jadeócon sorpresa al reconocer la broma, era la primera vez que el señor Tarisume se mostraba asícon ella.
 
-Por favor, no le diga a mi esposa que me escuchó decir eso.
 
-No se preocupe, no me atrevería.
 
Después de sonreírse mutuamente guardaron silencio unos minutos.
 
-Señor Tarisume, ¿cree que Eriol tarde mucho en regresar?
 
-Esperamos que no -respondió refiriéndosea su esposa y él-. Al joven Eriol le esperan muchas responsabilidades y necesitarátiempo para prepararse. Pero también necesita a la señora en casa para que le infunda fuerza.
 
-Eriiol debe hacerse cargo de la empresa de su padre algún día ¿verdad?
 
-En realidad no tiene necesidad -confesó el hombre-. Pero el joven Eriol quiere hacerse cargo de su legado y dirigirlo del mismo modo que lo hiciera su padre un día -había una nota de orgullo en sus palabras que Tomoyo noto de inmediato.
 
-¿Y su t...? ¿Y el señor Hironobuno dirige la compañía como debería?
 
-No es un hombre honorable -respondió tenso.
 
Tomoyo sabía que eso era lo único que se atrevería a decir sobre Hironobusin faltar a su carácter discreto y a la lealtad que lesdebía a sus patrones.
 
-¿Cree que debí decirle a Eriol sobre mi madre y Hironobu?-Tarisume solo asintió-. ¿Estará enojado conmigo?
 
-No, no estáenojado.
 
-Entonces… ¿desilusionado? -preguntó con angustia.
 
-Yo más bien diría que preocupado.
 
-¿Usted cree? No era mi intención, es solo que mi madre es... ella tiene sus ideas y yo...
 
-No tiene que explicarme nada.
 
-Pero yo quiero, no deseo que piensen mal de mi, no lo hice con mala intención, no quise mentirle.
 
-Nosotros sabemos que usted es una buena persona señorita Tomoyo -dijo solemne-. Usted es buena para el joven Eriol.
 
-¿Cómo?
 
-No es lo única que necesita a “alguien” en quien confiar.
 
-Pero... Eriol es... él tiene tantos amigos, tiene a Shaoran Li y a ustedes, a su abuela...
 
-Si, pero también necesita a alguien como usted.
 
-No entiendo...
 
-¡Tomoyo! -saludóla señora Seri acercándose a ellos-. Me dijeron que habías llegado, espero que no te hayas aburrido.
 
-No, el señor Tarisume me hahecho compañía -dijo abrazando a la señora.
 
-Me retiro -dijo el hombre con una inclinación y se marchó.
 
Tomoyo ya no sabría que era lo que había querido decir.
 
- Fin Flash Back -
 
-No entiendo -susurró Tomoyo.
 
-¿Decías? -preguntó Touya.
 
-No, nada -el auto se detuvo.
 
-Es tu turno Tomoyo -dijo Sakura suspirando.
 
-¿Te molesta si yo soy tu instructor? -preguntó Touya.
 
-No.
 
-¿Estás segura Tomoyo? -dijo Sakura desde su asiento-. Yukito es mejor maestro.
 
-Tomoyo será mejor alumna -replicó Touya bajándose del auto.
 
Tomoyo resultó ser mejor alumna que Sakura y Touya no perdió la paciencia con ella.
 
-Antes de regresar, practica como estacionar el auto -sugirió Touya.
 
-Está bien.
 
Sakura y Yukito mientras tanto platicaban animadamente hasta que el móvil de Yukito empezó a sonar.
 
-Disculpa -dijo él antes de contestar-. ¿Diga? ¡Ah! Hola ¿como estás?
 
El tono en la voz de Yukito cambió sutilmente cosa que notó Sakura. La forma en que conversaba era diferente de cualquiera que le hubiera oído. Antes de que eso pudiera alarmarla, Touya la distrajo.
 
-Sakura, ¿por qué no aprovechas para practicar como estacionar el auto, tu también?
 
Tomoyo lo miró sin decir palabra, era obvio que lo había hecho a propósito para distraer a su hermana pero, ¿por qué?
 
Continuará
 
Nota de autora: Hola a todos, espero que hayan disfrutado de este capítulo, se que dije que serían más largos y estoy trabajando en ello lo prometo. Creo que la amistad va evolucionando cada vez más ¿no es así? El tal Hironobu será un tremendo dolor de cabeza para Eriol, bueno ya es un dolor de cabeza. Como pudieron notar, las clases de manejo fueron un suplicio, de alguna forma descargue mi trauma cuando maneje por primera vez con mi papá al lado, solo que a diferencia de Sakura yo a la fecha no he podido volver a manejar :S Hasta pronto