Dragon Ball/Z/GT Fan Fiction ❯ Cursed ❯ Chapter 11

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Cursed
 
Capitulo 11
 
Said, woman, take it slow
And things will be just fine
You and I'll just use a little patience
Said, sugar, take the time
'Cause the lights are shining bright
You and I've got what it takes
To make it, we won't fake it,
I'll never break it
'cause I can't take it
Patience. Guns N' Roses 1988
 
Se oían soldados ir y venir, gritándose cosas unos a otros.
Su mente no estaba funcionando como debería. No se sentía en propio cuerpo. Pero de repente todo lentamente vuelve a ser normal.
Siente que a su alrededor un líquido es drenado y abre los ojos.
Una esclava que se encontraba en la habitación le alcanza una toalla con que cubrir su desnudez y se arrodilla.
Esclava: su alteza
Bulma agarra la toalla
Bulma: cuanto tiempo estuve aquí?
Esclava: 4 días
Termina de colocar la toalla alrededor de su cuerpo, sale del tanque de regeneración y empieza a secarse.
Primero el pelo y después el resto de su cuerpo.
Bulma: donde esta mi ropa.
La esclava le acerca un traje azul marino sin mangas, ceñido al cuerpo, guantes del mismo color, botas grises y una armadura blanca.
Parecía que Bulma aún no recordaba porqué estaba en un tanque. Terminó de vestirse. Se acercó a la puerta y en el instante en que presionó el botón para que esta se abriera recordaba lo que sucedió.
 
VEGETA!!
 
Bulma: quién nos trajo hasta aquí?!!Donde esta Vegeta?!! (La realidad de su recuerdo la volvió de tranquila y descuidada a histérica)
Sirviente: el príncipe se encuentra en sus aposentos sanando.
Bulma: Y por qué no está en un tanque de regeneración?!
Sirviente: porque antes que se desmayara le informaron que había un malfuncionamiento con los otros tanques y que el único que funcionaba era este y él decidió cedérselo a usted, y si me permite el atrevimiento, (levanta la mirada buscando una aprobación por parte de Bulma) el príncipe necesitaba más del tanque que usted.
Al oír esto Bulma de inmediato sale de la habitación en busca de Vegeta.
 
En que demonios estabas pensando Vegeta? Por que no está él en un tanque!! Por qué me cubrió? Por qué diablos ese idiota recibió ese impacto por mi?
 
Todas estas preguntas rondaban en la confundida cabeza de Bulma. Estaba tan acelerada que olvidó preguntar donde se encontraban los aposentos de imbécil príncipe.
 
KUSO!! Donde diablos están sus aposentos?!!
 
De casualidad vio a un soldado que pasaba y de inmediato fue hacia él.
Bulma: soldado!! En dónde se encuentran los aposentos del Príncipe Vegeta?!
Solado: en el sector oeste de la nave su alteza.
De inmediato Bulma se dirige hacia el sector oeste de la nave.
 
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Cada vez que se acercaba más al sector este veía mas guardias vigilando. Ninguno le preguntó a donde se dirigía. Ninguno que apreciase su vida lo haría.
En un de los pasillos de ese inmenso laberinto vio al General Nappa hacer guardia frente a una de las puertas.
 
Esa debe ser la habitación de Vegeta.
 
Se acerca apresuradamente y ve a Nappa que no se mueve de enfrente de las puertas.
Bulma: muévete
Nappa: con todo respeto su alteza, Soy el tutor y entrenador del Príncipe y es mi deber el proteger por su bienestar y el médico dio órdenes estrictas de no molestar al príncipe bajo ningún motivo.
La estupidez de aquel soldado estaba enervando a Bulma.
Bulma: Nappa te sugiero que muevas tu inmenso trasero si no quieres convertirte en polvo estelar. (Lo dice con una voz tan letalmente tranquila)
Sin dudarlo un segundo Nappa se hace a un lado.
Bulma: mejor. Ahora puedes retirarte, yo cuidaré príncipe.
Nappa pone un puño en el pecho izquierdo en señal de respeto.
Nappa: mi lady. (Se da vuelta y se retira)
 
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Bulma ingresa a la habitación sin golpear. Ese lugar se encontraba en tinieblas. Al avanzar más en la habitación pudo notar un pequeño reflector a lo lejos que se encontraba a lado de una cama.
 
Ahí está.
 
El lugar era enorme. Tardó 2 minutos en llegar al otro extremo de la habitación.
Se acerca lentamente al borde de la cama e inspecciona a la persona que se encuentra en ella.
Se encontraba dormido.
No estaba tapado, lo único que tenía puesto eran unos boxers brindando un amplio panorama de su lastimado cuerpo.
Tenía moretones de la cabeza los pies. Cicatrices por todo su torso. Cicatrices que lo definían y lo hicieron el guerreo que ahora es. Atrayendo a Bulma aún más.
Una herida en particular llamó su atención. Se encontraba a lo lago de una mejilla. Queriendo tener una mejor vista Bulma se sienta a su lado en la cama y acaricia la herida.
 
Incluso es más apuesto cuando tiene esta expresión de paz en su rostro. Casiangelical.
 
Se sonríe a sí misma.
En ese instante Vegeta abre lentamente los ojos. Bulma se asusta y rápidamente quita su mano de su rostro pero el la atrapa antes de que la aparte de él completamente. No suelta la mano de Bulma.
Al ver que todo esfuerzo de zafarse sería en vano Bulma se rinde. Su sonrisa se vuelve en un rostro serio.
Vegeta: que haces aquí mujer?
Bulma: viendo si aún no morías, pero para mí desgracia aún no….
Vegeta solo le sonríe.
Bulma no soporta más la intriga y decide aclarar sus dudas de una vez
Bulma: Vegeta, por que hiciste eso, porqué fuiste a Ushisei porqué recibiste el impacto por mi?
Vegeta: porque no podía permitir que te suceda algo malo.
Bulma: (se sorprende por su respuesta) por que?
Vegeta: (no queriendo responder cambia de tema) porque si no estas aquí quien construirá las benditas cámaras de gravedad… Además mujer!! En que demonios pensabas cuando saliste de esa manera a una misión tan peligrosa??!!
Bulma recordó porqué había estado tan enojada y soltó su mano de la de Vegeta.
Bulma: acaso no recuerdas que me llamaste cualquiera!! Aún no puede creer que me llamaras así..
Vegeta: (se sienta en la cama y vuelve a sostener su mano) lo siento…
 
Lo siento
Lo siento
Lo siento
 
Su disculpa hacía eco en la cabeza de Bulma.
 
Vegeta: es que no me pude controlar estaba tan celo---
No termina su oración. Se dio cuenta de lo que estuvo a punto de decir
Bulma se sorprende. Sonríe. Él por primera vez estaba admitiendo que sentía algo por ella. Bueno, casi admitiendo. Eso era suficiente para ella.
Bulma: no debiste recibir ese impacto por mi y tampoco cederme el único tanque de regeneración que sobraba.
Vegeta: yo sano muy bien sin la ayuda de nada, además tú eres más débil y necesitabas más de el que yo.
Bulma sabía que eso no era cierto pero decidió dejar el tema así. Ya no quería discutir.
Al costado de la cama donde se encontraba el reflector vio una pequeña vasija con agua que contenía un pañuelo.
Decidió de alguna manera agradecerle el favor. Introdujo una mano en la vasija, agarró el pañuelo y lo estrujó dejándolo húmedo.
Bulma: al menos deja que te limpie las heridas.
Vegeta no dijo nada y sólo cerró los ojos.
Comenzó por su torso, en el se encontraban la mayor parte de los moretones. Enjuagó el pañuelo y lo volvió a frotar por su cuerpo. Lugo fue subiendo a sus pectorales, sus brazos, su cuello hasta que finalmente llegó a su rostro.
Al pasar el pañuelo por su rostro lo hacía de una manera aún más delicada, lo hacía con sumo cuidado. Una herida en sus labios hizo que le preste especial atención. No queriendo tocarla con el pañuelo lo hizo son sus dedos.
Al sentir que suaves dedos rozaban la superficie de sus labios Vegeta abrió los ojos de par en par. Sostiene la mano que acaricia sus labios y la lame suavemente, eróticamente.
Ambos se miraron. Sus miradas se enlazaron en un momento que parecía eterno.
Vegeta se acerca a ella, aparta un mechón de cabello de su frente.
Bulma se sonroja.
Y es ahí cuando sucede algo que ella nunca se hubiese imaginado.
En un abrir y cerrar de ojos sus labios se encontraban presionados a los de Vegeta.
Él la estaba besando.
Primero suavemente, como pidiendo aceptación. Al cabo de uno segundos ella empezó a responderle. Al sentir su respuesta Vegeta la besó con más deseo y demanda.
Paró un momento para dejar a Bulma recobrar el aire.
De nuevo ella se sonroja. Eso sólo hacía que ella se convierta en algo más frágil y delicado para él.
Se acerca a ella y al acuesta en la cama. La besa de nuevo. Esta vez el beso es más fuerte, con más pasión, una pasión que se había retenido desde ya hace tiempo.
Bulma rompe el beso por unos instantes para mirarlo
Bulma: Vegeta, no creo que debamos, aún estás herido y yo no quiero que te lastimes
Vegeta la silencia poniendo un dedo sobre sus labios.
Vegeta: yo lo quiero, lo necesito
Sorprendida ante esta repentina confesión, Bulma coloca sus brazos alrededor del cuello de Vegeta para traerlo mas hacia ella. Este último movimiento realmente sorprendió al príncipe saiyajin.
Sintiéndose aún más motivado a ir por más baja lentamente de sus labios a su mentón, a su cuello, huele la deliciosa esencia femenina que desprende de ella.
 
Perfecta
 
 
Es ahí cuando decide que tenía mucha ropa puesta. La levanta lentamente y empieza a desvestirla. Bulma estaba sorprendida. No sabía como actuar en una situación así. Vegeta sólo la miró y entendió lo que pasaba.
Vegeta: tranquila……
Bulma sólo asintió con la cabeza y levantó los brazos para facilitarle el trabajo.
Lentamente la armadura que llevaba puesta se deslizaba hacia arriba. Una vez que esta salió la armadura Vegeta se ocupó de descartar el traje de batalla que llevaba puesto.
 
Hermosa
 
Él había olvidado que ella se veía aún más hermosa sin toda esa tonta ropa que llevaba encima. La atrajo con fuerza hacia él y la recostó de nuevo en la cama.
Una vez ahí retomó su asalto al cuerpo de Bulma, devorándola con hambrientos besos desde se boca bajado por la garganta hasta llegar los senos.
La única barrera que impedía el contacto entre su lengua y la tierna piel era el sostén que Bulma llevaba puesto.
Lentamente trajo sus manos al los hombros de Bulma con intención de bajar ambas tiras del sostén. Lo hizo muy delicada y lentamente. Luego desprendió el seguro que se encontraba en la parte frontal del mismo.
Bulma sólo respiraba agitadamente. Se escuchaban débiles gemidos que escapaban de su boca. Eso lo excitaba más
 
Aún más hermosa.
 
Una vez que se deshizo de lo que impedía pudo tener a la vista lo que tanto anhelaba. Con hambre se dirigió su boca hacia un seno, lamiéndolo y mordisqueándolo suavemente haciendo que este se vuelva erecto. Ahora los gemidos de Bulma se volvían más y más fuertes.
Con una mano masajeaba el otro seno y luego aplicó el mismo tratamiento a los dos.
Los gemidos y el comportamiento inexperto de Bulma hicieron que su ya latente erección se vuelva más dolorosa, controlándose con todas sus fuerzas para no apresurar las cosas.
No quería hacerlo. Quería que ella confíe en él. Decidió tomarse su tiempo. Quería que ella fuese completamente suya, en cuerpo y alma.
Terminó con los senos y bajó al estómago. Lo lamió en forma de círculos alrededor del ombligo.
Luego bajaba lentamente hasta llegar a la parte más privada. Al sentirlo ahí Bulma se contrajo completamente. Estaba temblando de miedo.
Bulma: N------
Vegeta: Shh, no quiero lastimarte, solo complacerte
Bulma trato de recomponerse pero le costaba mucho trabajo. Nunca había estado así con alguien. No sabía como actuar. Cerró fuertemente los ojos esperando lo que siguiese con miedo.
Los abrió en par cuando sintió que sus bragas habían sido destrozadas de un solo mordisco por Vegeta. Tenía un trozo de ellas en la boca.
Se animó a mirar en los lujuriosos ojos del príncipe saiyajin. Puro deseo es lo que vio en ellos.
Cerró los ojos de nuevo.
Vegeta sonreía maliciosamente y se acercaba a su ya húmeda entrada. Con su lengua empezó a explorar su interior. Las paredes se contraían ante la presencia de su lengua.
En ese momento los brazos de Bulma se encontraban estrujando los negros cabellos de Vegeta. Gemía de una manera descontrolada, casi salvaje.
Su cola se había revelado y se movía furiosa entre las sábanas.
Vegeta continuaba con su dulce tortura. Sentía que ella estaba a punto de llegar al clímax y se detuvo justo antes de que lo hiciera.
Con su lengua lamió toda la esencia de Bulma.
Bulma sólo se sorprendió de que se haya detenido y gruño en desaprobación.
Vegeta quería que cuando alcancen el mayor placer lo hagan juntos.
Se acerca a ella y la besa haciendo que pruebe su propio sabor.
Nada de lo que sucedió anteriormente la había preparado para lo que venía a continuación.
De alguna manera Vegeta ya había perdido los boxers que llevaba puesto y estaba listo para el siguiente paso. Lentamente separaba sus piernas.
El terror se volvió a apoderar de Bulma y temblaba.
Vegeta se colocó encima de ella y la volvió a besar.
Sabía lo que pasaba por su cabeza en ese mismo instante.
Vegeta: me detendré si eso quieres.
Ella sólo cerró los ojos y se aferró a Vegeta.
Bulma: no, no te detengas.
La besó de nuevo.
Los volvió a abrir cuando sintió que el espacio vacío entre sus piernas era ocupado lentamente.
Vegeta sintió que había llegado a la barrera y de un rápido movimiento la traspaso.
El grito de dolor de Bulma hacía que le duelan las orejas incluso a ella.
Una lágrima solitaria vagaba en su mejilla.
Vegeta se quedó un momento sin hacer movimiento alguno esperando que ella se ajuste a su tamaño. La mira y ve sus ojos llorosos.
Vegeta: te estoy lastimando, quieres que me detenga?
Tenía una clara preocupación en su tono de voz.
Bulma se aferra aún más fuerte a él.
Bulma: n-no, termina lo que has empezado.
Vegeta sólo la mira y siente aún más deseos por ella.
Esta pequeña mujer valía la pena todo su tiempo y energía, valía toda su vida.
Permaneció dentro de ella inmóvil unos instantes.
Una vez que creyó que ella estaba lista empezó a moverse. Sus empujones eran lentos pero poderosos. A la par de cada empujón se escuchaban fuertes gemidos de la boca de Bulma. También se escuchaban leves gruñidos por parte de Vegeta. Cada gemido que salía avergonzaba al anterior ya que cada vez eran más fuertes.
Sentía un inmenso dolor, pero a la vez este dolor estaba enmascarado de un indescriptible placer.
La cola de Vegeta se movía frenética tras de él buscando hacer contacto con algo. Encontró la cola de Bulma. De inmediato ambas se entrelazaron con fuerza.
Vegeta seguía bombeando dentro de Bulma, pero ahora había incrementado un poco la velocidad.
Las piernas de ella fuertemente enredadas por su cintura y los gemidos que emita lo alentaban a aumentar su velocidad.
Bulma sólo se sostenía con fuerza por su cuello. Le dejó hacer todo el trabajo.
 
Es tan inexperta, tan tímida, tan hermosa. Nunca creí que alguna vez pudiera apreciar eso en una mujer.
Es virgen, No como ninguna con la cual haya estado antes.
 
Ambos sintieron que el orgasmo se aproximaba y Vegeta decidió incrementar aún más la velocidad.
Él no le estaba dando un respiro, sabía que no se echaría atrás y tampoco lo haría ella
Bulma no sabía en dónde sostenerse así que se aferró con más fuerza al cuello de su amante.
Con un último grito que superó a todos los demás las esencias de ambos cuerpos tocaron instantáneamente las sábanas.
Había llegado un poderoso orgasmo que había dejado a ambos exhaustos. Vegeta aún se encontraba dentro de ella cuando una idea le vino en mente.
 
Tú serás mía para siempre. Serás Mi mujer
 
Se acerca de nuevo a sus labios y la besa como si no hubiese tomado agua en días.
Bulma ya se encontraba muy cansada para responderle. Ella sólo le sonrió.
Vegeta rodó a su lado y la trajo hacia él.
Tenía su rostro frente al de ella. Le apartó un mechón de pelo de su adorable cara.
Nunca había estado más hermosa. Él nunca había sido más perfecto.
La miró por un momento. El sueño ya se había apoderado de ella pero su cola seguía firmemente amarrada a la de él.
Sonrió de nuevo. Nunca permitiría que esa mujer se aparte de su lado. Lo había decidido ahora.
Lentamente todo su entorno fue oscureciéndose dejándolo a él también a merced del sueño.
 
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