Fan Fiction ❯ Sendero De Luna Roja ❯ Ilusiones ( Chapter 2 )
Caminamos hacia Termina, eran aproximadamente 6 horas a pie. Descansamos un poco en nuestra diligencia y decidimos sentarnos a almorzar aun lado del sendero, Leena había preparado unos deliciosos bocadillos, realmente adoraba tener un día de campo como siempre con ella y Poshul como cuando niños, sin embargo aun esa sensación extraña no me dejaba de rondar y esto me hacia un poco infeliz, pues no me dejaba.
-Serge, ¿crees que llegaremos a recordar este día?- Me dijo Leena viendo una mariposa dorada que volaba apresurada.
La mire fijamente pero ella aun tenia sus ojos en la delicada mariposa, ¿qué acaso no me había preguntado lo mismo antes? Me pregunte.
Empecé a sentir un ligero mareo que me obligo a mirar al suelo, cuando alce la mirada de nuevo hacia Leena vi con una borrosa visión que no era ella, sino la chica cabello rubio trenzado y chaleco escarlata, que en ese instante, no podía ver su cara pues como Leena veía la mariposa pero rompió el silencio.
-Nos volveremos a encontrar en otro tiempo...cuando tu seas tu y yo sea yo.......- Dijo misteriosamente.
Sacudí ligeramente mi cabeza pues esas palabras me hacían sentir nostálgico, nuevamente y con temor a que la ilusión se hubiese esfumado como flama apagada. Pose mis ojos otra vez en la chica. Me sorprendí al observar que ahora era la arlequín de antes, el reflejo de la chica de la trenza. Esta vez volvió su rostro asía mi, y me miro directamente a los ojos. Puede ver que sus ojos rojos me miraban con una tristeza que invadía cada parte de mi, como la nostalgia por la otra mujer. Ya no tenia ese rostro burlón y pícaro. De repente me pregunto...
-Monsieur Linx...........Zi uzted, tuviera que elegir entre ezte mundo o moi......que ezcogeria?.....
-¡Serge!- oí que alguien me gritaba a lo lejos, pero yo estaba sumergido en un mar de pensamientos "¿A que se refería a otro tiempo para volvernos a encontrar?, ¿Por qué tenia que escoger entre ella y el mundo? ¿Linx?...."
-¿Serge estas bien?- sentí que me sacudían por lo cual volví en si, Leena estaba frente a mi con cara preocupada.
-Leena yo.......no se que paso- Me trate de levantar pero aun mi cabeza parecía no estar en su lugar, Leena me sujeto para no ir de nuevo al suelo.
-Realmente me preocupas, desde aquel día has estado muy raro- Ella suspiro.
-Muy bien, será mejor que volvamos al camino, no quiero que la noche nos sorprenda ya que traerá consigo a los animales salvajes- Leena empezó a recoger nuestras cosas.
-No querrás encontrarte con un enorme gato. ¿No es así Serge?-
Un terrible escalofrió recorrió mi cuerpo cuando ella hizo ese comentario. Yo que había sido atacado cuando niño por una pantera, y aun no lo había superado por completo.
-Será mejor que sigamos- Dije fríamente.
-O vamos no te enojes jijijiji- Leena me dio unas palmadas y camino como si nada hubiera pasado.
Para mi las ilusiones que habían tenido lugar en esos momentos no habían pasado desapercibidos, al contrario, todo era mas real que la primera vez, ¿acaso esto iría creciendo hasta el punto de volverme loco? ¿qué podía yo hacer?. Y entonces recordé que una vez Lisa la amiga de Leena me comento de una adivina que vivía en Termina, tal vez ella podría ayudarme........
Ya anochecía cuando por fin llegamos a la ciudadela de Termina, nos dirigimos con Lisa ya que ella nos daría hospedaje todo el tiempo que nos quedáramos. Como siempre Lisa molestaba a Leena sobre nuestro "noviazgo", yo nunca he pensado nada al respecto aunque en Arni siempre comentan cosas similares.
A la mañana siguiente Leena estaba emocionada por el concierto del susodicho Nikki, que tendría lugar en la bahía de Termina por la noche en el festival. Me dirigí a Lisa mientras tomábamos el desayuno.
-Lisa, una vez me contaste sobre una adivina,¿te acuerdas?- comente.
-Mmmmm.. no me...aaa ya!- dijo de repente.
-¿qué una adivina?¿para que quieres a una adivina Serge?- Leena me miraba como diciendo "aun sigues con tu extraño comportamiento".
- La adivina que te dije se fue hace unos días no se adonde..,...- Tal vez Lisa vio en mi rostro mucha desilusión por que continuo diciendo:
-......eee , pero Serge no te preocupes jejeje hablaba mucho con un hombre que vive al final de la calle de atrás , tal vez el sepa donde fue o si volverá- Me sonrió alegre por darme una esperanza.
Después salimos de compras o al menos era a lo que ellas iban, pues yo me aburría mortalmente, hubiera preferido quedarme con el padre de Lisa a cuidar la tienda. La gente se empujaba una a otra por los puestos que había a causa del festival y aproveche para escabullirme, no creo que notasen mi ausencia pues estaban muy concentradas en sus compras.
Caminaba viendo las cosas que vendían sin mucho interés; pero en el puesto que se encontraba ya casi al final y escondido en una de las muchas calles de Termina, observe que tenían un extraño cuaderno con portada de cuero y broche en que lo mantenía cerrado, me acerque para tomarlo en mis manos, me producían una extraña sensación, como las ilusiones que había tenido, era realmente desconcertante, pues ese objeto no era producto de mi imaginación sino algo palpable.
-Interesante cuaderno ¿no?- Me dijo el comerciante al cual no me había molestado en ver.
-No hallaras ninguno igual, me llego directamente de Marbule-Me dijo. Era obvio que deseaba que le comprara ese libro.
-¿Me permite abrirlo?- Le pregunte.
-Claro adelante..-
La hojee rápidamente, solo paginas en blanco, pero al parecer venían unas palabras escritas, al inicio....
¿En el principio, que sucedió realmente?
¿Cuándo los engranajes del tiempo comenzaron a moverse?
De las profundidades del tiempo, lejos y ausente, ahora es casi imposible dar la respuesta......
Pero seguramente, en esos días,
Amamos a muchas cosas,
y odiamos a muchos otros....
para lastimar, y ser lastimados...
Oímos las risas que viajaban como el viento a través del cielo azul, aunque.....
Ese poema movió algo en mi ¿quién lo habría escrito?.... Al parecer, el nombre había sido borrado pues en la parte inferior derecha había una mancha negra.
Lo compre sin dudarlo aunque me costo un poco caro. Tal vez este frágil cuaderno tenia algo que ver con mis visiones, o al menos eso pensaba. Me decidí ir a buscar al señor que conocía a la adivina.
No podía darme por vencido.