Harry Potter - Series Fan Fiction ❯ Severus Snape y el Renacer de los Hollows ❯ Un Prólogo Para Caminos Separados ( Chapter 1 )
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Aclaración: Harry Potter y todo su universo le pertenece a J.K. Rowling, al autora original del libro. Sólo mis personajes originales son de mi propiedad, pero eso a nadie le interesa ;) Este es un trabajo de fans para fans...
Capítulo 1 - Un Prólogo Para Caminos Separados
“Así que, aquí es donde se termina todo” - dijo la joven de brillante cabello rubio, con una expresión de preocupación en su rostro. El sonido de cientos de Inferi se podía escuchar no lejos de donde ellos se encontraban.
“Esto no se ve bien” - dijo el joven al lado de ella, quien también tenía sus cabellos de un rubio casi blanquecino. Giró su cabeza y se dirigió al muchacho alto que se encontraba detrás de él. “Sólo somos tres de nosotros para enfrentarlos, Su Alteza”.
El joven de delgado rostro pálido y cabello negro que se encontraba detrás se quedó en silencio por unos cuantos segundos, mordiendo nerviosamente el dedo pulgar de su mano izquierda. Las voces y alaridos de los Inferi eran aterrorizadores, y ellos se encontraban ya demasiado exhaustos.
“Muy bien. ¡Harry, sigue adelante!” - ordenó, mientras empujaba a Harry para que continuara su camino, corriendo a través de las mazmorras de Hogwarts para escapar a la horrible invasión del castillo.
Harry alcanzó a darse vuelta con sorpresa y miró directamente a los ojos del joven. El chico era un poco más de un año menor que él, aunque se veía mucho más maduro, vestido como estaba con las vestimentas color rojo oscuro y negro de la familia real de los Hollows. Su cabello negro caía en pequeños mechones frente a su pálido rostro, su mejilla derecha sangraba por una herida recibida en combate, y sus ojos increíblemente negros miraban a Harry con determinación.
“Pero... ¿qué es lo que van a hacer? ¡Son demasiados!” - protestó Harry.
“Los Inferi son criaturas de magia antigua, Harry. Nosotros nos haremos cargo de ellos” - respondió el muchacho.
“¡No! ¡Los van a aniquilar!”
El chico de cabello negro sonrió levemente, con una expresión casi irónica. Aún cuando sus ojos eran tan oscuros, conservaban en el fondo la alegría y energía propia de sus jóvenes años.
“Eso ya lo hemos decidido, Harry. Desde el momento en que nos unimos a tu causa...”
“¡¡NO QUIERO QUE NINGUNO DE USTEDES SE SACRIFIQUE POR MI CULPA!!” - gritó Harry con rabia. “¡Estoy harto de toda esta gente muriendo por mí, para protegerme! ¡No necesito esa clase de sacrificio, no lo quiero!”
“Es la decisión de nuestro príncipe protegerte, Harry, y nosotros haremos lo que nuestro príncipe ordene” - dijo la chica de cabellos rubios, tratando de calmarlo y hacerlo entrar en razón.
“Nosotros seguiremos las órdenes de nuestro príncipe aún si nos llevan a la muerte. Ese es el destino de un Hollow” - continuó el muchacho rubio.
Harry los miró con profunda tristeza. Podía ver que los tres adolescentes estaban completamente decididos a morir protegiéndolo si era necesario.
“¿Por qué... por qué haces esto, Edvard? No tienes que hacerlo... no es necesario...”
Tras unos cuantos segundos de silencio, el muchacho de cabello negro finalmente respondió.
“Mi padre hizo una promesa hace mucho tiempo, Harry, y me ha sido traspasada ahora, como su hijo. Yo voy a protegerte, Harry Potter, hasta el día en que Voldemort sea finalmente derrotado” - dijo con seriedad el joven príncipe de los Hollows.
“¡Tu padre le hizo esa promesa a Dumbledore, tú no tienes por qué...!”
El sonido de masas sangrientas de carne y alaridos feroces llegó desde una mazmorra cercana. Los dos jóvenes de cabellos dorados corrieron a sus posiciones a la entrada del corredor donde se encontraban y se prepararon para enfrentar a los muertos vivientes.
“¡Ya están aquí! ¡Vete, Harry!” - gritó el Príncipe, mientras corría al lado de sus compañeros, invocando ya con sus manos la magia antigua que le había sido traspasada como un miembro del pueblo escondido de los Hollows.
“¡Crearemos un escudo mágico para ti! ¡Resistirá mientras nosotros estemos con vida!” - dijo la muchacha.
“¡Por favor, Harry! ¡Acepta la decisión del Príncipe y vete! ¡No tienes mucho tiempo!” - gritó con desesperación el muchacho de cabello rubio.
Harry dudó por un instante; no quería salir corriendo y dejar atrás a los tres jóvenes abandonados a su suerte, enfrentados a una muerte segura; pero algo dentro de él, dentro de su alma lo forzaba a caminar lentamente alejándose de ellos y continuar su camino a través de las mazmorras, para encontrar un destino que era sólo suyo. Antes de entrar en otro corredor, se dio vuelta y vio a los tres Hollows liberando una barrera de magia, creando una pared sólida de energía para bloquear la entrada del corredor.
Cuando finalmente escuchó las voces de los Inferi acercándose al escudo, incapacitados de atravesarlo, súbitamente se dio cuenta que debía correr, escapar rápidamente y encontrarse con sus amigos, con Ron y Hermione, con su Ginny y los restantes miembros de la Orden, todos ellos esperando que pudiese escapar de Hogwarts con vida para finalmente enfrentar a Voldemort.
Sus últimas palabras para el trío antes de marcharse no pudieron ser escuchadas; los gritos de los Inferi eran demasiado fuertes y los sonidos de una batalla inminente llenaban la mazmorra. Sin embargo, el joven príncipe conocido como Edvard Hollow giró su cabeza un poco y sonrió con seguridad. Harry también sonrió un poco. El pálido joven se parecía tanto a su padre, el hombre que él siempre creyó era un traidor, aquél que por una serie de eventos había ocasionado la muerte de sus padres, que casi llegaba a ser molesto. Pero al mismo tiempo, era tan diferente; la nobleza de las lejanas tierras donde había sido criado y la familia real que lo nombró heredero al trono corría por sus venas, como el miembro más joven de la familia Hollow.
Y entonces, Harry entendió el significado de todas las cosas que habían ocurrido y su propia misión desde el día en que Voldemort lo escogió por casualidad como su adversario. Con su varita firme y preparada en su mano derecha, giró rápidamente y se adentró en el siguiente corredor, listo para pelear, dejando atrás el brillo de una magia muy antigua, el sonido de los horrores que él mismo debía detener de raíz, y los secretos revelados por un adolescente como él, un príncipe que vino de muy lejos para ayudar a su gente, y que a cambio encontró su propio destino.