InuYasha Fan Fiction ❯ Confianza ❯ Descuidos ( Chapter 1 )
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"Confianza"
Primer Capítulo:
"Descuidos"
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Kagome se encontraba sumergida en sueños y fantasías, aunque, no dormía. Ella se imaginaba nuevamente, a sí misma, en su mundo ideal, soñando despierta, en un intento desesperado de escapar de la supuesta realidad que se mostraba delante de ella.
Era una noche fría, silenciosa. Ella había conseguido algo de tiempo, para recuperar aquellas fuerzas que le permitían, mirar a la cara a aquel ser que ella más amaba. Nada le era más doloroso que continuar a su lado, y nada le era más agradable tampoco.
Se encontraba sola, su familia había partido a visitar a sus parientes, mientras ella estaba en el pasado. Hace cautro días que estaba sola, pero no quería regresar a donde Inuyasha, al menos no todavía. El cansancio invadía su ser, el cansancio de fingir a cada momento, el cansancio de tener que soportar aquellas sonrisas que ella daba, con el solo objetivo de no preocupar a los demás. Pero todo le parecía en vano, no quería pretender nunca más...
Un sonido quebrante se escuhó. Su cuerpo enteró se estremeció, en un escalofrío alarmante. Calmó su nervios, su instinto, pensando que tan sólo debía ser su gato Buyo. Bajó las escaleras, manteniendo sus sentidos lo más alerta posible. "No hay nada de que preocuparse, no hay mounstros alrededor..." pensó la ingenua joven, ignorando la presencia de un ser, aún más peligroso que se encontraba en su propia casa.
Toda la casa se encontraba oscura, la débil luz de la luna, penetraba sin fuerza los ventanales. Kagome vió a Buyo en el sillón, por lo que se relajó, pensando que debía haber sido él quién ocasionó tal ruido. Se acercó lentamente para tomar a su gato, y acariciarlo tiernamente, agradecida de que no se trataba de nada más, pero estaba equivocada.
Una figura, se asomó detrás de ella, era la figura de un hombre. El se acercó a ella, tratando de no producir ningún sonido, pero la joven Miko, detectó su presencia. Miró detrás suyo, y pudo distinguir un hombre esbelto, vestido de negro, posiblemente un ladrón, sintió miedo, estaba sola, no tenía nada con qué defenderse, y los ojos de aquel hombre, lucían irritados, capaces de hacer cualquier cosa.
Kagome trató de huir, pero el hombre, la detuvo con sus brazos. La amenazó con un cuchillo para que no gritara, el terror se revelaba en los ojos de Kagome, haciendo de ellos, una nube de oscuridad, y obviamente, miedo.
Su cabeza gritaba en ayuda, mientras en su boca, sus dientes temblaban descontroladamente.
P de Kagome: INUYASHA!!!
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Ya habían pasado 4 días desde que Kagome dejó esta época, la extrañaba, extrañaba su olor. Ella había dicho que se quedaría tan sólo 2 días, pero no ha vuelto, Inuyasha estaba tanto enojado, como preocupado. El había deseado ir a buscala a su época, ya que no importaba cuantos SIENTATE!, recibiera, el no podía dormir tranquilo sin saber que estaba a salvo a su lado, pero sus compañeros estaban constantemente cerca, lo que le impedía, por su orgullo, admitir que la quería a su lado, que la necesitaba. Pero esta noche, ellos habían asistido a una clase de festival, por lo que podía ir en busqueda de su querida Kagome, estaba feliz de poder traerla de vuelta, o tan sólo de estar con ella. Aunque probablemente, ella debe estar dormida, pensó. Pero aún así debía sentir su olor, tenía que estar cerca de ella, o se volvería loco.
Bajó del antiguo árbol, en el que se había recostado, estaba todo muy tranquilo, las estrellas eran hermosas y numerosas, deseó poder compartir este momento, con Kagome.
Con su corazón contento, ya que pronto volvería a ver a Kagome nuevamente, se acercó al pozo, que era la conexion entre las dos épocas. El estaba agradecido de que el destino, le haya dado, la cosa que ahora, le era la más valiosa. Cruzó el pozo y al salir, todo estaba oscuro. Un aire frío corría alrededor, un mal presagio, pero como Inuyasha no solía pensar mucho en esas cosas, no le prestó atención.
Kagome, su Kagome, era todo lo que cabía en su mente en estos momentos, casi siempre era igual cuando ella se marchaba, él la extrañaba tanto en esos momentos, que le dedicaba la mayor parte de sus pensamientos.
Inuyasha se acercó lentamente a la casa, y escuchó unos ruidos extraños venir del primer piso, ¿acaso aún esta despierta Kagome?, decidió entrar por la puerta principal, para saber quien andaba por ahí. Su sentido del olfato, percibió la presencia de un hombre, uno que nunca antes había visto en la casa de la joven, todo le parecía muy extraño.
Abrió lentamente la puerta, todo era oscuro, la luz de la luna, infiltraba por las cortinas debilmente. No vió al hombre que olió, pero vio a Kagome.
Ella tendía en el piso, con las ropas casi arrancadas, sus ojos estaban vacíos, su cuerpo temblaba terriblemente.
Inuyasha sintió un dolor agudo en él, corrió hasta Kagome, la tomó en sus brazos y la sacudió. ¡¿QUE ES LO QUE TE PASO KAGOME?!, no había respuesta, ella se encontraba en un estado de shock.
Unos sonidos se escucharon afuera de la casa, Inuyasha se voltió sabiendo que quien los emitia, era el culpable de ésto... cualquiera que le haya hecho algo tan terrible, merecía morir.
Salió, y divisó al hombre que extrañamente, había dejado su olor en toda la casa, incluso en Kagome. De un salto, lo alcanzó, sus ojos estaban llenos de ira, todo lo que podía ver en su mente, era la dolorosa imagen de Kagome tendida en el piso, temblando de miedo, con sus ojos vacíos. Inuyasha no comprendía lo que había pasado, pero aún así, estaba lleno de furia rabia, no podía controlarse, no quería controlarse, Kagome había sido herida, terriblemente al parecer, el debía vengarla.
El hombre trataba de huir, pero ya era muy tarde, ahora Inuyasha se encontraba en frente suyo, conteniendo su sangre de bestia. Estiró uno de sus brazos, y de la forma más rápida y limpia posible, lo mató.
Inuyasha miró triste su mano llena de sangre. No demoró más, se dirigió a la casa y entró, Kagome estaba en la misma posición en la que él la había dejado, el sentía miedo de lo que le podía haber pasado, es más, las sospechas ya divagaban en su mente, de que no se trataba de un simple robo.
Kagome tenía la mente en blanco, aunque ahora, sus nervios se habían calmado, vió a Inuyasha acercandose, e instintivamente, se alejó.
Inuyasha la miraba tiernamente, ella estaba tan asustada, y el que le haya temido, lo hirió profundamente. Se acercó aún más a ella, lentamente, procurando no inspirarle más miedo.
"Kagome...No te haré daño", dijo el hanyou con una voz dulce y tranquilizadora.
Kagome se sentía segura, aún no había vuelto en sí, pero su cuerpo se relajó, percibiendo la presencia de Inuyasha, quien la protegía en todos los momentos que le era posible. Sus ojos se humedecieron. ¿Por que no estuviste aquí, para protegerme...? Pensó Kagome... Pero aún no podía pronunciar una palabra, por lo que se acercó al hanyou y lo abrazó fuertemente, no queriendo apartarse de él nunca más, ya que le daba confianza y seguridad.
Inuyasha la abrazó de vuelta, tampoco quería volver a soltarla, no quería dejar por ningún motivo, que algo así le sucediera nunca más. Sintió algo húmedo en su pecho, era Kagome, y lloraba. Le dañaba terriblemente el verla llorar, la apretó aún más contra su pecho, como si tratase de que fueran uno solo.
Kagome no sabía que hacer, todo lo que se le ocurría era llorar, la verdad es que necesitaba desahogarse en lágrimas.
Pasaron unos momentos en la misma posición, mientras las hirientes lágrimas de Kagome, cesaban, y ella, se quedaba dormida lentamente, en el fuerte y seguro abrazo de Inuyasha.
Él notó que estaba dormida, se veía tranquila, estaba contento ante ésto, pero... un maldita idea rondaba por su cabeza, una duda, un temor. La soltó suavemente, y la tomó en sus brazos, para llevarla hasta su cuarto.
En su cuarto, la luz llegaba más fuerte, e Inuyasha pudo notar lo destrozadas que estaban las ropas de Kagome... sintió como su temor crecía, era casi seguro de que su querida Kagome, había perdido algo muy valioso. La abrigó con unas ropas que encontró cerca, y la acostó en su cama, cubriendo tiernamente su cuerpo.
Inuyasha sentía dolor, ira hacia sí mismo... ¿Cómo dejé que ésto le pasara...? pensó el atormentado Inuyasha... No podía creer que, había descuidado de tal manera, de la persona, a la que él más quería proteger, a la persona que el más quería...
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Nailai: ^^ espero que les guste este primer capitulo y me dejen REVIEWS!!! =)....