Rurouni Kenshin Fan Fiction ❯ te vi venir ❯ te vi venir ( Chapter 1 )

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"TE VI VENIR"

Kenshin caminaba camino al dojo de Kaoru, regresaba de un viaje, el cual había emprendido junto a Saito, para que fuera en busca de un hombre que atentaba contra el gobierno, gracias a kami, pudieron apresar al sujeto, antes de que cometiera algún desorden en el gobierno.

Pero durante todo el tiempo que estuvo lejos, se dio cuenta de cuanto amaba a Kaoru, de lo mucho que la había extrañado, tanto, que creía que se le rompería el corazón, del solo hecho de pensar que podría perderla.

Por eso, ahora volvía con una certeza, le diría a Kaoru todo lo que sentía por ella, prefería morir mañana, sabiendo que había confesado sus sentimientos, a vivir toda una vida al lado de ella, sin poder dejar salir de su corazón todo lo que sentía por ella.

Pero algo le inquietaba.... eso era la duda de si ella le correspondería, aun sabiendo su pasado, todas las vidas que había robado con su espada, todo el dolor que había causado a las personas que compartían su vida con sus victimas.... ¿le aceptaría aun sabiendo su pasado?, ¿aun sabiendo qué él había matado a su propia esposa? ¿sabiendo que sus manos estaban teñidas por una invisible capa de muerte, sangre y dolor?. Si, es una capa invisible, pero que pesa, que envuelve su corazón de dolor, de arrepentimiento, de miedo.... miedo al pensar en como pagaría él sus pecados.

Aún ni siquiera te tengo y ya tengo miedo de perderte, amor qué rápido se me ha clavado qué dentro todo este dolor.

-Kenshin: "Kaoru dono, mi Kaoru, mi ángel, mi vida.... dame una señal, solo una señal, para saber si me quieres, si me correspondes, si estas dispuesta a juntar tu vida, tu pura alma, con este hombre que esta manchado de sangre de otros y de dolor, tan indigno de ti, pero tan egoísta de quererte junto a mi, yo te prometo que cuidare de ti, te defenderé de todo y de todos lo que quieran hacerte daño, daré mi vida por ti si es necesario.... volvería a matar por ti mi amor.... y si algo te sucediera, que te quitara de mi lado, si te arrebataran la vida, seria capas de ir al mismo infierno por ti, pero dame una señal, solo una señal para saber que estas dispuesta a amarme, no me importa que no lo hagas tanto como lo hago yo, me bastaría con que me dejaras dormir a tu lado, simplemente contemplándote, simplemente velar tus seños".

Es poco lo que te conozco y ya pongo todo el juego a tu favor no tengo miedo de apostarte, perderte sí me da pavor.

-Kenshin: esto es lo que sueño mi Kaoru, mi amor, sueño con llegar a ser tan egoísta, como para poder revelarte mis sentimientos, me refugio en la fantasía de mis sueños, en esos sueños, en los que me veo a tu lado, formando una familia, despertando a tu lado, contemplándote dormir, sin temor a que despiertes y me encuentres en tu cuarto, invadiendo tu privacidad, embriagándome de tu aroma a jazmín, contemplándote...

No me queda más refugio, que la fantasía no me queda más que hacer, que hacerte una poesía.

Kenshin había llegado al dojo, no había nadie en el, estaba vació, no había nadie, por mas que busco, no la encontró, no estaba....

Decidió salir a buscarla, no creía que estuviese muy lejos, después de todo ya era tarde.

Camino con prisa, ansioso por verla nuevamente, después de seis meces sin verla, sin escucharla, sin sentir su exquisito aroma, sentía que moría poco a poco, se sentía agonizar sin ella, sin su presencia, estaba en el borde de la desesperación, ni siquiera se había dado cuenta de donde estaba, asta que la vio...

Se quedo de pie, al resguardo de la sombra de un árbol, contemplándola, memorizando cada detalle de esa imagen....

Kaoru estaba a la orilla del río, bajo el resguardo de un sauce, de pie, apoyando una de sus suaves manos en el, contemplando el atardecer... luciérnagas volaban a su alrededor, como aquella vez, aquella vez que tanto le costo despedirse de ella, aquella vez que la vio llorar con amargura, por que él se iba.

-Kenshin: "llorabas por mi?, por mi?... es que acaso me amas?, tan siego he estado, que no me había dado cuenta?".

Los pensamientos de Kenshin pararon, en el momento que vio que de los ojos de Kaoru, salían cristalinas lagrimas, y sus labios se movían formulando una pregunta que pudo leer perfectamente, por lo que se acercó a Kaoru, silenciosamente, asta quedar a unos pasos de ella y le contesto su pregunta...

-Kenshin: aquí estoy Kaoru.....

Dijo casi en un susurro, que no paso inadvertido por Kaoru, quien se volteo instantáneamente, con la mirada confundida y sorprendida, que inevitablemente se fue llenando de lagrimas, que resbalaban por sus mejillas, sin control, pero ahora su rostro, estaba embellecido por una sonrisa, esa sonrisa que tanto amaba ver Kenshin, en el rostro de su ángel.

-Kaoru: Kenshin!!!

Kenshin corrió los pocos pasos que los distanciaban, y abrazo a Kaoru, con todas sus fuerzas, sin llegar a lastimarla, sintiendo como su abrazo era correspondido por Kaoru, sintiéndola reír de felicidad, sintiendo las lagrimas que derramaba, mojando su cuello, y su aroma embriagándolo. Kenshin se separo un poco de ella, para observar su rostro, lo cual no le permitió Kaoru, pues lo oculto, bajando la cabeza, apoyándola en su pecho, abrazándolo fuertemente, por lo que Kenshin, tomo suavemente el mentón de Kaoru, obligándole suavemente a mirarlo, pudiendo notar que las mejillas de Kaoru, estaban teñidas de un color carmesí, y sus hermosos ojos azules, más brillantes que nunca, que lo miraban temerosos, y Kenshin comprendía el por que, por que al igual que Kaoru, Kenshin temía que ese momento fuera un sueño, pero no era así, y la prueba era de que el estaba tocando a Kaoru, la podía sentir, y no se había desvanecido..... limpio con su pulgar el rastro de una lagrima en el rostro de Kaoru, mirándola fijamente a los ojos, perdiéndose en ese océano de aguas profundas y sin siquiera pensarlo, acerco su ostro al de ella, uniendo sus labios en una suave caricia, la cual por un segundo no fue correspondida, pero al pasar de los segundos, Kaoru comenzó a devolver el beso, apretando ligeramente los labios de Kenshin con los suyos, para luego entre abrir un poco su boca, dando acceso a la lengua de Kenshin, que comenzaba, tímidamente a rozar los labios de Kaoru, para luego hundirse en el cálido sabor de su coca, entrelazando sus lenguas, mezclando sus esencias.

Kenshin se separo lentamente de Kaoru, cuando sus pulmones le rogaban por un poco de oxigeno, y contemplo como Kaoru abría lentamente sus ojos, para toparse con los suyos, pudiendo notar que el carmesí de sus mejillas era ahora mas intenso.

-Kaoru: Kenshin....

Kenshin la callo, poniendo uno de sus dedos sobre los labios de Kaoru, para así poder hablar.

-Kenshin: Kaoru, yo.... te amo, eres la luz que ilumina mi vida, el ángel que me rescato de la soledad y dolor en el que me encontraba, eres la que hace que mi corazón palpite, eres la que me devolvió la vida y las ganas de vivir, por esto, y por que no concibo una vida sin ti, quería saber, si tu..... si tu aceptarías a este hombre, que no tiene nada para ofrecerte, más que un inmenso amor y protección, como esposo.... Kaoru Kamiya, aceptarías ser mi esposa?.

-Kaoru: Kenshin.... yo no necesito nada, solo que tu estés a mi lado, que me dejes compartir tu dolor.... tu debes saber que yo te amo, que seria capas de dejar todo, por estar a tu lado, lo único que necesitaba saber, era si me amabas, y eso me quedo claro con tus palabras y con el solo echo de verte a los ojos.... si Kenshin, quiero ser tu esposa y vivir junto a ti el resto de mi vida, compartiendo todos los momentos, buenos y malos, por que te amo, te amo, te amo....

Kenshin no la dejo continuar, al escuchar sus palabras, cargadas de amor y alegría, por saber que compartirían su vida juntos, todo su ser se lleno de una inmensa alegría y paz, no tenia palabras para explicar lo feliz que le hacia Kaoru, por lo que opto, por transmitírselo, en un nuevo abrazo y beso.

Porque te vi venir y no dudé te vi llegar, y te abracé y puse toda mi pasión para que te quedaras y luego te besé y me arriesgué con la verdad te acaricié y al fin abrí mi corazón para que tú pasaras. Mi amor te di sin condición para que te quedaras.

Kenshin y Kaoru, volvieron tomados de las manos asta el dojo y cuando se encontraban en la puerta Kenshin le hablo a Kaoru...

-Kenshin: aquí formaremos un hogar, una familia, viviremos en paz, refugiados en nuestro amor.

-Kaoru: no Kenshin, este ya era tu hogar, incluso antes de que llegaras.... era nuestro destino el estar juntos... por que yo te ame, desde la primera vez que te vi, y de ahí en adelante, mi amor fue creciendo cada vez más, por ti.

-Kenshin: Kaoru, mi Kaoru.... tanto tiempo temiendo revelarte mis sentimientos, por miedo a que me alejaras de tu lado, por miedo a lastimarte, sin saber que con mi silencio, te hacía más daño.... perdóname, perdóname por mi cobardía, por hacerte sufrir...

Kenshin no pudo terminar lo que le estaba diciendo a Kaoru, por que sin saber como, y para horror suyo, Kaoru había caído inconsciente al suelo, y al levantarla, en sus brazos, pudo notar que estaba mucho mas liviana que antes. Como era posible que no lo hubiese notado, al verla ahora inconsciente en sus brazos, se daba cuenta de lo demacrada que estaba, sin duda, no se había estado alimentando bien.

Entro con ella a la casa, y pudo notar que Yahiko corría a su encuentro, junto con Sanosuke, se notaba que estaban muy preocupados por Kaoru, por que a pesar de verla desmayada, sus caras se aliviaron al verlos.

Kenshin los saludo con una sonrisa, para luego pedirle a Sano que fuera c a buscar a Megumi, ya abría tiempo, para saludarlos y conversar de la misión, ahora lo único que le importaba, era saber que le pasaba a Kaoru, su Kaoru.

-Sanosuke: Kenshin, no será necesario que valla por Megumi, nosotros sabemos muy bien lo que tiene Kaoru, ve a recostarla a su futon, que yo te explico después.

Kenshin obedeció, ya que se veía que sano estaba muy seguro cuando se refería a la enfermedad de Kaoru, al llegar al cuarto de esta, la deposito suavemente en el futon, para después taparla y esperar que Sano le contara que es lo que tenia, sin separarse de ella.

-Sanosuke: veras Kenshin, lo que le pasa a Kaoru, es que esta sin fuerzas, ya que al tiempo de que tu te fuiste, Kaoru creyó que no volverías, y se sumió en una depresión, por lo cual apenas se alimentaba, y se la pasaba la mayor parte del tiempo aquí, en su habitación, llorando, Megumi nos dijo, que si Kaoru no se alimentaba, iba a terminar muriendo, por lo cual, nosotros nos encargábamos de obligarla a comer, pero aun así, muchas veces Kaoru, nos salía con que no tenia hambre y si la forzábamos a comer, al rato estaba vomitando, esto hace ya dos meces, y como veras, ella esta muy débil.

Kenshin estaba impresionado, no cabía en su cabeza que Kaoru aya estado tan mal por su culpa, su ángel, estaba sufriendo tanto como él, pero la diferencia, es que ella se había dejado morir, al pensar que él no volvería.

-Kenshin: no te preocupes Sano, yo me encargare de que, de ahora en adelante, Kaoru se alimente, no la dejare morir, no ahora que estamos juntos.

-Yahiko: nani?

-Kenshin: Kaoru y yo nos vamos a casar, en cuanto se ponga bien, organizaremos la boda, llego la hora de que seamos felices.

Después de que Sano y Yahiko se enteraron de la noticia, felicitaron a Kenshin y a una desmayada Kaoru, para luego retirarse, diciendo que era tarde y que mañana seria otro día.

Kenshin se quedo velando el sueño de Kaoru, esperando ansioso a que despertara, contemplando su rostro a la luz de la luna, que se escabullía por la ventana.

Los horas parecían eternas, esperaba a que Kaoru abriera sus ojos y le dijera que estaba bien, que no tenia por que preocuparse, pero le atormentaba pensar que justo ahora, que por fin había ganado la batalla, contra sus miedos, Kaoru pudiera morir, dejándolo con todo ese amor dentro de él, aprisionándole el corazón, asfixiándolo. En el momento que el miedo de perderla era más fuerte, sintió como Kaoru apretaba su mano débilmente y abría sus ojos, para dedicarle una hermosa sonrisa.

-Kaoru: es verdad, no fue un sueño, estas aquí, junto a mi.... temía que al despertar, tu ya no estuvieses a mi lado.

-Kenshin: estoy aquí koishi, y te juro que nunca más me apartare de tu lado, ya no seré nunca más un vagabundo, yo ya encontré mi hogar, y ese es aquí, junto a ti, o donde quiera que tu estés, por que ya nuca más me separare de ti, siempre estaré a tu lado, siempre.

Ahora esperaré algunos días para ver si lo que te di fue suficiente no sabes qué terror se siente la espera cada madrugada si tú ya no quisieras volver se perdería el sentido del amor por siempre no entendería ya este mundo me alejaría de la gente.

Los días fueron pasando rápidamente, y Kaoru ya estaba bien, se alimentaba normalmente y siempre andaba con una sonrisa en su rostro, la fecha de su boda con Kenshin se acercaba, y los días eran cada ves mas lindos, pues se acercaba el verano.

Kaoru se había encargado de los trajes ceremoniales de Kenshin y el suyo, para su boda, iba a ser una sencilla, solo con sus amigos mas cercanos, sin fiesta, solo la ceremonia. Ahora se encontraba mirando las estrellas, recargada en el pecho de Kenshin, sintiendo la cálida brisa sobre su rostro, moviendo sus cabellos, y el calor de Kenshin en su espalda, era tan acogedor sentarse en esa posición, con Kenshin abrazándola por la espalda, entrelazando sus brazos, sobre su abdomen, se sentía muy protegida y a gusto.

-Kaoru: no lo puedo creer Kenshin, mañana es nuestra boda, mañana se hará realidad mi sueño más preciado.

-Kenshin: y el mío Kaoru, mañana te convertirás en mi esposa, en mi mujer, en la futura madre de mis hijos.

Ante estas palabras, Kaoru no pudo evitar sonrojarse, pues supuso que de lo que realmente estaba hablando Kenshin, era de su noche de bodas, y no de la ceremonia en si, lo cual la puso nerviosa, pues ella no sabia nada del tema, aun así la idea de tener hijos con Kenshin, la hacia muy feliz, y quiso indagar un poco más sobre eso.

-Kaoru: Kenshin, dime... cuantos hijos te gustaría tener?

-Kenshin: pues... todos los que puedas darme, pero si solo me dieras uno, seria igual de feliz que con tres o diez hijos.

-Kaoru: y si no pudiera darte hijos?

Esa duda atormento a Kaoru, ella más que nadie, quería que Kenshin fuera feliz, pero si ella no podía darle hijos, estaría opacando la felicidad de Kenshin.

-Kenshin: si no pudieras darme hijos, seria feliz, con el solo echo de saber que te tengo a mi lado, por que tu eres lo único que necesito para ser feliz koishi, además, hay muchos niños que no tienen padres y por otro lado, te recuerdo que tenemos a Yahiko.

Ante este comentario Kaoru rió, era verdad lo que decía, pues su corazón había quedado tranquilo, pero lo que le hacia gracia era pensar en Yahiko como su hijo, cuando siempre lo vio como un hermano pequeño, sin embargo, la idea le agradaba y mucho.

Después de contemplar por un rato más las estrellas, decidieron ir a dormir, pues el día de mañana, seria muy agotador, y querían estar descansados, así que se dieron las buenas noches, junto con un tierno beso en los labios, para luego ir cada uno a sus respectivos cuartos.

Y el día tan esperado llegó, la ceremonia fue tal cual la habían planeado, sencilla y dentro del dojo, junto a sus amigos mas cercanos, los cuales estaban felices de verlos por fin juntos.

Tanto Kenshin como Kaoru se veían realmente bien, con sus trajes ceremoniales, Kenshin estaba completamente vestido de negro, resaltando el color de su pelo y ojos, que brillaban más violetas que nunca, Kaoru lucia un hermoso kimono ceremonial, en color azul, con estampados de jazmines en blanco, con el obi de este mismo color, el pelo lo llevaba recogido en un complicado peinado, que dejaba escurrir algunos mechones sobre su cara, dándole un toque simple, pero no menos elegante.

Después de compartir unos momentos con sus amigos, estos se retiraron, dejando a la feliz pareja a solas, para que pudieran consumar su matrimonio en tranquilos y en paz, llevándose a Yahiko y Sanosuke con ellos, quienes gracias a Tae accedieron, ya que les prometio comida gratis.

Cuando ya todos se hubieron ido, Kaoru tomo la mano de Kenshin y lo dirigió a su habitación, que ahora seria de los dos.

No me queda más refugio, que la fantasía no me queda más que hacer que hacerte una poesía.

Kenshin podía notar lo nerviosa que estaba Kaoru, pues sentía su mano temblar entre la suya, por lo que se dirigió a ella, tratando de calmarla.

-Kenshin: no tienes por que temer Kaoru, si no te sientes preparada para esto aun, yo esperare por ti, ahora estamos unidos y no nos podrán separar, ya somos marido y mujer.

-Kaoru: no tengo miedo Kenshin.... bueno, si un poco, pero más que nada, es nerviosismo, de no saber como actuar, de que no lo sepa hacer y de que ya no quieras estar casado conmigo.

-Kenshin: Kaoru, eso nunca va a pasar, yo nunca me arrepentiré de haberme casado contigo, por que te amo, y si esta noche no podemos consumar nuestra unión, no importara, pues tenemos toda una vida por delante.

-Kaoru: pero yo si quiero ser tuya Kenshin, quiero ser tu mujer, tanto en cuerpo como en alma... espérame un momento, me iré a sacar el maquillaje y me pondré algo mas cómodo, vuelvo enseguida...

Sin esperar respuesta, Kaoru salió de la habitación, dejando a Kenshin con la palabra en la boca.

Al llegar al baño, Kaoru se limpio la cara, para luego ponerse una yukata de seda azul, que le había regalado Megumi, como regalo de bodas, se soltó el cabello, de ese complicado moño, y lo dejo que cayera libre, por su espalda y hombros.

En tanto, Kenshin se cambiaba de su ropa ceremonial a una cómoda yukata blanca, para luego extender el futon y acomodar su ropa a un lado de la habitación.

Estaba en esto, cuando sintió a Kaoru entrar a la habitación, y cuando volteo a verla, se quedo sin palabras... Kaoru se veía realmente hermosa, con su cabello suelto enmarcando su cara ahora limpia de maquillaje, con su yukata azul, que hacía completa combinación, con los ojos de Kaoru, y que era tan fina, que se apegaba al cuerpo de ella, dejando notar cada curva de su cuerpo.

Kenshin noto, que Kaoru se estaba incomodando con su mirada, ya que sus mejillas estaban de color carmesí... como le gustaba verla así, tan inocente y pura, que se preguntaba si él era realmente digno de ella, pero aparto esos pensamientos, al recordar que ella se había casado con él, sabiendo todo acerca de él y de su pasado. Se paro lentamente, temiendo asustar a Kaoru con un movimiento brusco, se fue acercando poco a poco, asta estar a centímetros de su rostro, pudiendo sentir su agitada respiración, por el nerviosismo que la recorría, aun así, Kaoru tomo la iniciativa y le beso, enredando sus dedos en el cabello de Kenshin, tan rojo como la pasión que crecía dentro de él.

Kenshin al sentir los labios de Kaoru sobre los suyos, se dejo llevar e intensifico más el beso, haciéndolo más profundo, juntando sus lenguas en una danza de amor y pasión, para luego comenzar a acariciar la espalda de Kaoru, aun sobre la yukata, pero pudiendo sentir, claramente los pliegues y el calor de su piel, tentado por esta sensación, y queriendo sentir más de cerca, la piel de Kaoru, deslizó sus manos, asta el abdomen de Kaoru, desasiendo el nudo que sujetaba la yukata, aun besándola.

Kaoru podía sentir las manos de Kenshin recorriendo su espalda, mientras le besaba intensamente, por lo que ella respondía de igual modo al beso, mientras acariciaba el cuello y cabello de Kenshin, soltando este ultimo de su común coleta, dejándolo libre, para así poder enredar, más libremente, sus dedos en el, pero al sentir las manos de Kenshin, por dentro de su yukata, se tenso, y se volteo, dándole la espalda a Kenshin, por vergüenza de que la viera desnuda.

Kenshin no se alarmo ante esta situación, pues sabia que Kaoru era virgen y que nunca antes la había visto desnuda un hombre, y mucho menos acariciado, por lo que la abrazo, aun de espaldas a él, susurrándole en su oído, mientras le besaba el cuello y mordisqueaba su lóbulo.

-Kenshin: Kaoru, eres hermosa, no tienes nada de que avergonzarte, solo déjate llevar....

después de decir esto, Kenshin deslizó sus manos por los brazos de Kaoru, asta llegar al cuello de la yukata de esta, y así comenzar a bajarla lentamente, besando cada centímetro de piel que quedaba libre, de los hombros y cuello de Kaoru, arrancando leve suspiros de Kaoru, asta que finalmente, la yukata callo al suelo, dejando frente a los ojos de Kenshin, expuesto el hermoso cuerpo de Kaoru, la cual se apego al cuerpo de Kenshin, aun de espaldas, para encontrar el calor perdido.

Al sentirla, Kenshin, volvió a besar su cuello y a la ves, deslizó sus manos asta el vientre de Kaoru, acariciándolo y subiendo poco a poco asta sus pechos, los cuales acarició suavemente, sintiendo la suavidad de su piel, y queriendo ver, lo que sus manos acariciaban, la volteo, pudiendo contemplar sus perfectas curvas, por pocos segundos, ya que Kaoru, se aferraba nuevamente a su boca, besándolo deseosa, para luego dirigir su boca asta el cuello de Kenshin, abriendo la yukata de este poco a poco, sin desatarla, pero pudiendo besar, cada ves más piel de su pecho, delineando con su lengua, las cicatrices que encontraba en su camino, pero al sentir las carisias de Kenshin, la hacían temblar y creía que sus piernas no la sostendrían por más tiempo, así que se separo de él, para tenderse sobre el futon, invitándole a ir con ella.

Para Kenshin, la imagen de Kaoru tendida sobre el futon era como la de un ángel, su piel tan blanca, relucía a la luz de la luna, con sus brazos estirados hacia él, invitándolo a profanarla.

-Kaoru: Kenshin... ven

esa petición fue suficiente para él, quien deshizo el nudo de su yukata, dejándola caer al suelo, quedando completamente desnudo, al igual que Kaoru, para luego tenderse al lado de ella y comenzar a besarla entera, deteniéndose en sus pechos, los cuales beso y saboreo asta el cansancio, jugando con sus pezones, mordisqueándolos y besándolos, sacando gemidos placenteros de Kaoru, la cual acariciaba el cabello de Kenshin, mientras este le recorría con su boca.

Kenshin se gano sobre Kaoru, y abriendo las piernas de esta, delicadamente con una de sus manos, la coloco en posición, para penetrarla, a lo que Kaoru accedió sin protestar.

Kenshin comenzó a mover su sexo sobre el de Kaoru, sin penetrarla, solo preparándola para eso, a lo que Kaoru respondía con gemidos cada ves más fuertes.

-Kaoru: Kenshin.... onegai...

Kenshin entendió exactamente a que se refería Kaoru, por lo que lentamente comenzó a penetrarla, sintiendo la estrecha y húmeda cavidad que le recibía, pendiente de las reacciones de ella, ya que sabia que para las mujeres, la primera vez suele ser dolorosa, y su temor se hizo realidad, al sentir como traspasaba una fina barrera, provocando que Kaoru soltara un gemido de dolor y se aferrara a la espalda de él, por lo que se detuvo.

-Kenshin: Kaoru... estas bien..... te he hecho... daño?

Decía entrecortado, por el placer que lo embargaba, separándose un poco de ella, pero sin salir del interior de Kaoru, para poder verla a la cara, notando como las lagrimas salían de sus ojos.

-Kaoru: estoy bien Kenshin... es solo que me .....dolió un poco

-Kenshin: estas segura.... si quieres paramos aquí koishi.... lo que menos quiero es lastimarte

-Kaoru: no... ya esta pasando.... enserio... Megumi dice que esto es normal... onegai, no te detengas.

Kenshin hizo lo que Kaoru le pedía, pero decidió cambiar posición, así que sin salir de Kaoru, se volteo, quedando el de espaldas al futon y Kaoru sobre él, para luego sentarse, con Kaoru sobre su miembro, tomándola por las caderas y enseñándole a moverse, lentamente, para no causarle más dolor.

Kaoru se acostumbro, depuse de un rato a la sensación de Kenshin dentro de ella, para luego comenzar a moverse más rápidamente, asiendo que el roce de sus cuerpos fuera mayor, provocándole una sensación muy placentera, arrancando gemidos de placer de su garganta, haciendo que su cuerpo convulsionar y que cada fibra de su ser se tensara, para luego sentir como un liquido cálido la invadía y una gemido de placer por parte de Kenshin, quien la abrazaba contra su cuerpo, como queriendo fundirse con ella, quedándose así, asta que sus cuerpos se relajaron nuevamente, y Kenshin la atrajo con el esta el fotón, quedando ella sobre él.

-Kenshin: te amo Kaoru

Fue lo ultimo que escucho Kaoru, antes de quedarse profundamente dormida, aun con Kenshin dentro de ella.

Porque te vi venir y no dudé te vi llegar y te abracé y puse toda mi pasión para que te quedaras y luego te besé y me arriesgué con la verdad te acaricié y al fin abrí mi corazón para que tú pasaras.

Ahora Kenshin se encontraba observando a Yahiko jugar con su pequeño hijo Kenji de tres años, en el patio del dojo.

-Kaoru: se llevan muy bien, no te párese Kenshin?

-Kenshin: así es koishi, Yahiko quiere mucho a Kenji, es como si verdaderamente fueran hermanos.

-Kaoru: me pregunto como será su comportamiento con una pequeña niñita, ira a ser muy sobre protector?

-Kenshin: por que te preguntas eso Kaoru?

-Kaoru: pues... por que creo que el bebe que viene va a ser niñita, y no me gustaría que Yahiko o Kenji le espantaran a sus pretendientes.

Decía Kaoru, como quien ve llover, dándole la noticia a Kenshin, de que seria padre de nuevo.

A lo que Kenshin reacciono abrazando a Kaoru y besándola dulcemente en los labios.

-Kenshin: nunca imagine que podría llegar a ser tan feliz koishi, muchas gracias, por hacerme un hombre tan feliz.

-Kaoru: gracias a ti koishi, por compartir tu vida conmigo y darme esta hermosa familia.

Mi amor te di sin condición para que te quedaras. Mi amor te di sin condición para que te quedaras. Mi amor te di sin condición para que te quedaras