Rurouni Kenshin Fan Fiction ❯ Volviendo a sentir ❯ Epilogo ( Chapter 2 )
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No quiero violar ningún derecho del autor ni nada parecido, solo hacer un fanfic.
Volviendo a sentir
Epilogo
Por: Luna Sol Nocturno
Escucho los amortiguados pasos en el piso de arriba, como iban de la habitación que compartían hasta la del pequeño Hannya, se detenían y volvían a empezar, esta vez, siguiendo el camino que había trazado con los pétalos del cerezo.Epilogo
Por: Luna Sol Nocturno
Se giro sabiendo que el ultimo detalle que faltaba era ella adormilada entre las velas y los pétalos del agua.
-S-E-N-T-I-R-
Habían cambiado tanto en apenas un año.Ahora Aoshi venia lo más rápido que podía a casa para estar con ellos dos, las misiones de reconocimiento a las que aun asistía eran escasas, tenia una familia que le esperaba y que le echaba de menos si tardaba; ella había empezado a vestir los kimonos de los que tanto había renegado en su momento, ya no era una jovencita, era madre y esposa además de Okashira, debía mostrar un rango.
Sonrió al recordar; tras encontrarse de nuevo habían pasado varios meses juntos, amándose hasta el cansancio, solo ellos dos; había sido una forma muy intima de conocerse no solo físicamente sino también sus gustos o costumbres, a través de ello se empezaron a complementar, a saber como era el otro y la mejor forma de agradarle. Ella lo había hecho de forma rápida, le gustaba estar tranquilo, bien leyendo u observando o simplemente con los ojos cerrados y una mano rozando su piel desnuda, una caricia a modo de roce bastaba muchas veces para despertar su deseo...
Mientras se dedicaba a mostrarle todas las facetas que podía llegar a tener.
Pero hoy no mostraría ninguna, se limitaría a ser Misao.
Tras la fiesta celebrada por su boda era el momento de decirlo: Su primogénito nacería en primavera. Y así fue, el parto fue muy rápido y sencillo, su cuerpo al ser tan flexible apenas necesito cuidados tras el y se noto, unos simples ejercicios la devolvieron su figura, y la regalaron algo mas.
-S-E-N-T-I-R-
El débil chapoteo la indico que él ya estaba en el baño.-Te he extrañado koi-la envolvió desde atrás y la beso en la despejada nuca.
-Yo también.
-Hannya esta dormido.
-Lo sé. Aoshi.
El roce del muslo contra su miembro y la forma en que había susurrado su nombre le hizo recordar algo, hoy hacia cuatro meses que Hannya había nacido, la recomendación era tres meses sin ningún tipo de relación sexual para que la zona se recuperase al ser primeriza, pero ellos habían esperado un mes mas, por si acaso.
¡Hoy le podría hacer el amor a Misao!
La kunoichi sonrió y él la levanto por la cintura a modo de respuesta, Misao apoyo las manos en el borde de la bañera, siempre dándole la espalda pero con el rostro ladeado mientras se besaban. Sus dedos volvieron a deslizarse por la suave piel, dibujando formas y palabras que solo ellos conocían, los mensajes volaron y las expresiones no tardaron en afluir.
El antiguo Okashira envolvió los senos con las manos, ya habían florecido y ahora eran como frutas maduras, llenos de deliciosa comida para su hijo, los masajeo con suavidad, estirando tiernamente los pezones y disfrutando los respingos que provocaban sus acciones. Su boca empezó a descender con pellizcos por el costado de su koishi dispuesta a mimar ese lugar tan delicado.
La mujer tuvo que buscar apoyo en la rejilla de la ventana, hacia tanto que se reprimían para no hacerla daño en un descuido que era algo mareante, si entreabría los ojos podía ver como Aoshi la miraba expectante y gustoso, si por el contrario, los cerraba y se limitaba a sentir, él aceleraba el ritmo hasta hacerla gritar por las oleadas.
-Aoshi.
No pudo aguantar mas, la arrincono contra la pared y empezó a preparar la zona, la lengua era suave y flexible pero no su miembro, sintió que se tensaba ante el rudo contacto de sus dedos y suavizo las caricias, cuando ella le rodeo la pidió calma.
Pero Misao había aprendido, dejando resbalar los dedos alcanzo las sensibles bolsas de piel; él gimió apoyando la cabeza entre los omoplatos femeninos y apretó los dientes para no gritar de gozo al hundirse de nuevo en sus profundidades, como si fuese terreno virgen desde el principio la cubrió de caricias y besos al moverse.
Misao arqueo la espalda al sentir los dientes de Aoshi cerca de su cuello, eso cambio la posición lo justo para que ambos silbaran de placer contenido, sus uñas amenazaron con clavarse en la madera cuando el padre de su hijo la mordisqueo la oreja con susurros tan delirantes sobre la estrechez de su cuerpo que creyó imposible todo, entonces recordó sus ejercicios para después del parto.
Varias velas se apagaron al caer ambos en el agua, no estaban agotados y la causa había sido otra, Aoshi Shinomori acaba de sufrir uno de los sustos más brutales que había vivido nunca, cortesía de su pequeña esposa...
-¿Koi?
-Ssssh, disfruta.
Arrinconado contra la esquina jadeo al notar que los envolventes músculos lo cercaban de nuevo, era extraño pero muy agradable, como un masaje pero sin dejar de besarse, las caricias comenzaron de nuevo y el extraño jubilo que sintieron la primera vez se volvió a adueñar de ellos.
Antes de poder darse cuenta la sujeto por las caderas y la movió contra él; Misao trastabillo con el ritmo y dejo escapar una carcajada ante la impetuosidad de su anata.
-¿Por qué no complementar?-cuando el antiguo Okashira hablaba así no era señal de locura.
La joven mujer sabia bien a que se refería, a una lejana mañana en la que el respiro era algo impensable, y el placer algo tan vivido como sus manos en las caderas, sonrió enlazando los dedos y le beso en la mandíbula.
-Sí.
-S-E-N-T-I-R-
Misao suspiro por el alivio que representaban los labios de su hijo en el enrojecido pezón, mientras el pequeño Hannya se alimentaba Aoshi la beso largamente en el cuello, siempre ayudándola a sujetarlo desde atrás.-¿Qué te ocurre?
-Nada.
-¿Seguro?-inquirió curiosa, no era la primera vez que lo hacia.
-Sí
-¿Entonces por que solo lo haces al volver a casa?
-Por que es agradable sentirse de nuevo en casa koishi.