Saint Seiya Fan Fiction ❯ Armaduras y secretos ❯ Ese nuevo y extraño cosmos ( Chapter 9 )
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Bien, aquà esta un nuevo capitulo. Valió la pena mis horas de desvelo, y pude terminarlo a poco más de la semana que el anterior. Además que trato de ser mas organizada en mis apuntes, también en la forma en que escribo. Ahora si señalo los cambios de escenario. Sorry… b. en realidad no me fijaba que debÃa poner mas espacio entre los párrafos y algunas separaciones para marcarlos. Eso ya esta arreglado y gracias por tus comentarios.
Bueno espero que les guste este capitulo.
CAPITULO 9: ESE NUEVO Y EXTRAÑO COSMOS
Cuando Seiya llego a su casa, Seika lo recibió con una gran sonrisa y una rica cena. Aunque en realidad no tenÃa tanta hambre, comió lo que su hermana le hizo solo porque ella estaba emocionada por su regreso y no querÃa hacerla sentir mal. La veÃa frente a el y no lo creÃa, le era difÃcil acostumbrarse a su presencia a pesar de que siempre anhelo estar con ella nuevamente, aun le parecÃa un sueño haberla encontrado. Pero en ese momento no podÃa concentrarse en lo que su hermana le platicaba. Lo que Shaina le dijo lo puso a pensar. El siempre se peleaba con ella porque en cierta forma también se acostumbro a ello. Se admitÃa que lo que le dijo en la enfermerÃa fue demasiado duro y que la respuesta de ella no pudo ser mejor.
“¿En que momento cambio tanto?...” Pensó.
-Seiya…
“Ella no estaba asà antes de irse al amazonas”
-¡Seiya, te estoy hablando!
-Ah, perdón no te escuchaba.
Ella lo vio fijamente -Ya lo note… te preguntaba como sigue tu maestra.
-Igual… al menos eso me dicen, que esta igual que cuando recién la hirieron.
-No te preocupes, pronto estará bien - Le dijo mientras tomaba sus manos.
-Eso espero Seika.
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Mientras tanto Shiryu cuidaba de Hyoga y reflexionaba en su apresurada salida de los cinco picos. Aunque consideraba correcto el regresar al Santuario por lo que sucedió. No dejaba de pensar que dejo sola a Shunrei sin darle más explicaciones que un apresurado mensaje. Eso fue una cobardÃa de su parte, pero es que seguro estaba que de verla de frente a el ya no tendrÃa fuerzas para irse. Ya no lograba soportar ver las lágrimas de Shunrei, la última ocasión en que se fue a una batalla ella quedo destrozada, ni hablar que incluso fue blanco inocente en esa guerra. Ella era muy sensible, se preocupaba por el… lo amaba y el nuevamente la dejaba sola. Se prometió a si mismo que tan pronto se cercioraba que todo estuviera bien, regresarÃa lo antes posible a China. Sus pensamientos se interrumpieron al escuchar la voz de Shaina al lado.
-Disculpa… ¿PodrÃa pedirte un favor?
Shiryu se levanto de la silla sorprendido - si dime.
-Necesito ir por unas cosas, no tardare. ¿PodrÃas cuidar también de MarÃn por un rato? Esta dormida, pero no quiero molestar a Milo, el sueño lo venció y la verdad creo le vendrÃa bien dormir un poco.
-Esta, bien puedo hacerlo.
-Gracias- Dijo Shaina y salio de la habitación.
Shiryu la observo mientras se iba, seguÃa creyendo que estaba diferente.
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Shaina se apresuro lo mas posible, recolecto las hierbas que conformaban el remedio que tantas veces utilizo para sus heridas, desde sus años de entrenamiento y también luego de cada fallida batalla con Seiya. Excepto claro, cuando lo protegió del ataque de Aioria. Esa vez estaba tan herida que no pudo utilizarlo, cuando reacciono descubrió que Cassios ya la cuidaba.
-Esa vez tarde mucho sanar...a pesar de sus cuidados.
“¿El era tu alumno?”
-Si, otro mas que se sacrifico por el.
“Olvida eso ahora, concéntrate en sanar a MarÃn”
-Esta bien - Murmuro mientras subÃa una montaña cercana al santuario. En una pequeña saliente, unas flores diminutas brillaban bajo la luz de la luna.
-Flor de medianoche... te encontré.
Al regresar ninguno de los dos noto su nerviosismo, enfrascados uno en sus pensamientos, porque Shiryu emocionalmente estaba en China. Mientras Milo seguÃa dormido sobre los libros en su escritorio. Ella tomo un pequeño recipiente y preparo como por inercia un emplaste con las hierbas, una vez lista tomo la pequeña flor.
“Es increÃble como algo tan pequeño y hermoso sea tan letal.”
“Solo utiliza un par de pétalos.”
“Espero que esto funcione…”
“Lo hará, confÃa en mi.”
Le quito la mascara a MarÃn, coloco el emplaste sobre la herida lo que la despertó al sentir frÃo.
-Toma esto - Le dijo y puso el par de pétalos en su boca. MarÃn obedeció, no tenia fuerzas para negarse y al tragarlos reacciono convulsionándose, intento gritar, pero ella se lo impidió, cubrió su boca y la sostuvo con dificultad para que no se moviera -Lo siento, es por tu bien.
El ruido despertó a Milo -¿Que sucede?
Shaina respondió apresuradamente -Nada… solo que intento levantarse. Pero ya la controle…
-Muy bien, cuÃdala - Respondió mientras se espanto el sueño y siguió leyendo. Confiaba en que podÃa cuidarla, después de todo MarÃn reaccionaba de esa forma cada cierto tiempo. Mientras Shaina la controlo hasta que MarÃn se calmo poco a poco. Abrió los ojos y observo a Shaina, para ella fue solo como despertar de un sueño.
-¿Shaina?
-No te levantes, estarás bien pronto.
MarÃn se asombro de verla ahÃ, Shaina estaba distinta - ¿por que me ayudas?
-No te preocupes, solo recuerda que ahora ya no solo tienes la protección de Athenea. Duerme y mañana estarás mucho mejor.
MarÃn se sentÃa muy débil como para replicar, y Shaina extrañamente la tranquilizaba y le daba confianza aunque no entendió por completo lo que dijo. Obedeció mientras Shaina le coloco de vuelta su mascara y luego volvió a sentarse a su lado.
“Tu también descansa Shaina… has hecho un buen trabajo”
“Espero no escucharte en la mañana”
“Te aseguro que será asÃ… esta vez será tu quien me buscara…”
“Arrogante”… pensó Shaina. Pero admitió que ayudar a MarÃn fue un buen gesto de su parte antes de caer dormida. Pero eso si, tenÃa que preguntarle a Cagglio como demonios sabÃa que eso iba a funcionar.
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En la mañana Ikki llego a la enfermerÃa y cruzo un par de palabras con Milo antes de ir con Shiryu.
-Vaya, no creà verte aquà Ikki.
-Tengo que cuidar a mi hermano… bueno más bien acompañarlo, ahora no se siente muy bien que digamos.
-Me lo imagino… aprecia mucho a Hyoga.
Ikki dijo entonces: Creo que será bueno que hablemos todos ahora que estamos aquÃ.
-Eso seria excelente.
Ikki salio - No será una charla amena. No te emociones tanto.
Shiryu sonrió ante los comentarios de Ikki - Espera solo le aviso a Milo y te alcanzo.
-Por mi esta bien - dijo Milo desde la puerta- gracias por tu ayuda.
Cuando Shiryu se fue y se cercioro de que Hyoga estaba tranquilo fue con MarÃn y Shaina. Esta última no estaba, solo encontró a MarÃn profundamente dormida. Se veÃa realmente apacible y se acerco en silencio para no despertarla y se asombro de los resultados. Ella dormÃa tranquilamente, la reviso y noto que la fiebre habÃa cedido, se pregunto el como era eso posible pero entonces vio que Shaina le puso a MarÃn un extraño emplaste en la herida. Reviso el cuenco donde preparo el emplaste y grito: ¡¿Como hizo esto?!
MarÃn reacciono en ese momento.
-No dejas dormir….
Seika llego en ese momento -¡MarÃn!
La amazona se levanto con algo de dificultades. ¿Por qué se asombran? Dormà mucho ¿o que?
Milo se acero a revisarla luego replico -No se que hizo Shaina pero dio resultado. ¿Cómo te sientes MarÃn?
Ella se reviso -Pues… me siento algo adolorida pero nada del otro mundo.
-Me alegro mucho - dijo Seika - Esto lo tiene que saber mi hermano.
-Oye espera -Pero la chica ya habÃa salido de la enfermerÃa.
-Milo… ¿Y Aioria?
-Espera, ya le avisare.
Pero Milo se quedo sin saber que hacer por un momento, todos sus ayudantes se fueron, asà que no podrÃa irse.
Su alumno Jost llego en ese momento.
-Los siento maestro me quede dormido y…
-Llegaste en el momento justo, necesito que lleves un recado.
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Shaina en esos momentos se acercaba a la improvisada cabaña de Cagglio y Misha. La primera calentaba algo en una olla.
-Hola, ¿gustas café?
-No, quiero que me digas como sabias que eso iba a funcionar.
Cagglio replico - No lo sabia, solo dije que valÃa la pena intentarlo.
Shaina se le acerco y la levanto - Tu dijiste que lo usara porque valÃa la pena hacerlo.
-Si funciono… entonces ¿por que te enfadas?
Shaina la soltó, decÃa la verdad - Cagglio… dime quien te enseño a preparar esa formula.
-Mi maestra… mi madre… y mi diosa, Artemisa.
-¡Entonces tu sabias que Artemisa estaba en esa armadura! - volvió a levantarla furiosa.
-Claro, lo supe todo el tiempo. Es mi trabajo cuidarla.
Shaina se contuvo las ganas de golpearla, porque sabÃa que de nada le valÃa ya, le habÃan atraÃdo a una trampa y ella cayo, ahora esa diosa estaba dentro de su cabeza y cuerpo y ya no podÃa deshacerse de ella.
-¿Por que te resistes? Ella es una diosa, tienes todas la de perder.
-¡Aunque asà sea, no lo acepto! ¡Nunca lo aceptare!- dijo mientras se alejaba de Cagglio, no querÃa destrozarla, descargar su furia en ella, porque después de todo la culpa era solo suya por crédula.
Misha se acercaba en esos momentos, estaba llena de sudor y polvo, a todas luces estuvo entrenando - Shaina! Me da gusto verte.
-Ahora no me molestes - Le dijo y le dio un empujón mientras regresaba furiosa a la enfermerÃa.
-¿Y a esta que le pasa maestra?
-Nada... ¿Y eso que te levantaste temprano a entrenar?
-Tuve ganas… - Respondió mientras sacaba una toalla de la cabaña
-Ojala y asà sea siempre, últimamente holgazaneaste mucho.
-Ya no sucederá maestra, se lo prometo.
-Puedo saber la razón del cambio.
-Nop. Me voy a bañar.
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Seika busco a su hermano, el le habÃa dicho que estarÃa con sus amigos en la cabaña, platicando. Corrió lo más rápido que pudo, para decirle lo que pasaba.
-…Asà que Hyoga estuvo actuando algo sospechoso últimamente - dijo Shiryu.
Ikki respondió -Si, hacia muchas preguntas y parecÃa observar siempre cada movimiento que hacÃamos.
-Yo no lo note - dijo Shun.
-Tú eres demasiado confiado, hermano. Pero el actuaba distinto y no creo que haya sido algo malo. Solo que metió las narices donde no debÃa.
-ْ¿Crees que descubrió algo?
-Por que otra razón los lastimarÃan, yo creo que MarÃn fue solo victima inocente en esto.
Seiya se rió - Estas loco, también dirás que tenia algo que ver con Hyoga.
-¿quien dijo eso?- Pregunto Shiryu
-Lo escuche por ahÃ…
-De entre todas las personas es de quien menos creà que podÃas repetir un chisme como este. ¿Acaso no respetas ni a tu maestra? - le reclamo Shiryu.
-Dije que suena tan absurda como la teorÃa de Ikki.
-Hay cosas que no deberÃas repetir…. Además ¿Tienes una idea mejor?
Seiya bajo su cabeza avergonzado - No… no s eme ocurre nada.
-Pues entonces….cállate - dijo Ikki - porque solo abres la boca para decir tonterÃas.
-Hey, calmados - dijo Shun, alguien se acerca.
Seika abrió la puerta, algo agitada - Es MarÃn…
-¿Que pasa con MarÃn?
-Ya despertó, esta mucho mejor.
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Aioria seguÃa preocupado y se paseaba intranquilo por su templo. El no poder ver a MarÃn lo intranquilizaba y se sentÃa culpable. Ella muchas veces le dijo que algo extraño sucedÃa en el Santuario y el no decÃa nada. No quiso preocuparla, no quiso involucrarla en lo que estaba por suceder y se arrepentÃa de eso. Debió confiar en MarÃn, tal vez de esa forma ella estarÃa a salvo ahora.
Yutte llego en ese momento todo agitado.
¿Que haces aquÃ? DeberÃas estar entrenando.
-Lo se.... es solo que.... -El niño tomo una gran bocanada de aire y luego grito: ¡Jost me dijo que le dijeraqueMarin estarecuperaday quiere verlo!
Aioria abrió grandes los ojos - ¿Que dijiste?
El niño intento decir de nuevo todo, pero ya Aioria salÃa de su casa en ese momento.
-Vaya... si me entendió...
Recorrió el camino hasta la enfermerÃa a toda velocidad. Nunca antes habÃa recibido una noticia más alentadora.
-MarÃn… estas bien -Dijo Aioria en cuanto entro a la habitación y la vio recuperada. No pudo ocultar que estaba feliz por ello. Milo lo vio e intento detenerlo, pero el ya estaba al lado de MarÃn abrazándola con fuerza.
Ella grito: ¡Oye suéltame!
Aioria reacciono sorprendido - Creà que…
-Me apretaste muy fuerte y me lastimaste. ¿Como no iba a gritar?
El caballero dorado sonrió al escuchar esto y volvió a abrazarla esta vez tratando de no lastimarla. MarÃn también enredo sus brazos alrededor de el y apoyo su cabeza en su pecho. A pesar de la frÃa armadura sintió su calidez y la agradable sensación de estar protegida. Pero también se sintió culpable de haber sospechado de el, el no podÃa hacerle daño. De eso estaba segura ahora.
-Aioria olvida que los demás estamos aquà cuando esta con MarÃn - dijo Shaka - Lamentable…
-Es cierto, ¿Por qué estás aqu� - Pregunto Milo aun no lograba acostumbrarse a sus sigilosas apariciones.
-Athenea solicita la presencia tuya, de inmediato.
El pasó saliva nervioso, era raro ver al caballero de virgo fuera de su casa zodiacal y encima solo para decirle que acudiera con Atenea, ella sospechaba algo de lo que sucedÃa. O realmente sabia lo que pasaba.
-Anda, no debes hacerla esperar.
- Aioria…
-Me quedare aquà un rato.
-Imagine que dirÃas eso - Replico Shaka - Esta bien.
Mientras salieron de la habitación seguidos por Shaka. Milo solo pensó en su trabajo. En todos los libros y apuntes que llenaban su escritorio. De poco le sirvieron, tuvo que llegar Shaina y curarla de la noche a la mañana, era un golpe a su orgullo, pero ella sabÃa algo más y debÃa averiguar que era. Tal vez lo averiguarÃa después de hablar con Athenea.
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Aioria soltó lentamente a MarÃn -En verdad estoy feliz de que te sientas mejor.
-Si, pero apesto… no se por que… - Se reviso avergonzada de ello - Ah, es ese emplaste, huele horrible, tengo que lavarme.
-¿Te traigo agua?
-Por favor.
Aioria lleno una jarra con agua y acerco un cuenco.
-¿Ocupas ayuda?
-Puedo hacerlo sola - Respondió - ¿EsperarÃas afuera?
El salio mientras ella se desvestÃa y limpiaba su herida. Se asombro al verla, estaba casi cerrada, nunca antes habÃa tenido una recuperación asÃ. Y lo extraño es que Shaina la curo.
-Aioria… ¿Cuando regreso Shaina? - Pregunto mientas se vestÃa nuevamente
-Hace un par de dÃas, justo después de que te hirieron- Respondió detrás de la cortina.
-Dos dÃas…. “Entonces estuve dos dÃas en esa pesadilla” Pensó, se toco la herida y luego su cabeza, tratando de recordar… Aioria… luego Hyoga…
-¡¿Y Hyoga?! ¿Esta el bien?
A el no le agrado mucho las ansias con que pregunto por el, pero le respondió -No muy bien. Actúa extraño y alega que quien los ataco fue Shun. Asà como tu… tu decÃas que yo trate de matarte.
MarÃn se sobresalto - Esa noche ya no se lo que vi. Recuerdo verte furioso y atacarnos a ambos.
-Yo nunca harÃa eso…
-¡Pero eso fue lo que vi!
-¡Es algo absurdo! - Replico y abrió las cortinas. MarÃn se asombro al verlo, el estaba realmente desesperado, se le acerco, y mucho - Yo no podrÃa hacerte daño nunca.
-¿Como puedo estar segura? - Respondió nerviosa con su cercanÃa.
-Por que yo…
-¡MarÃn, alégrate, mi hermano no tardara en venir a verte! - Grito emocionada Seika, la hermana de Seiya, aunque bastante cansada - Ahora esta algo ocupado, pero no tardara.
Aioria se levanto algo frustrado, mientras la chica se acercaba a MarÃn ignorante de lo que interrumpió.
- ¿Te ayudo en algo? ¿Quieres comer?
-Estoy bien… es mejor que descanses tu.
-Será mejor que me vaya… - Dijo Aioria - Vendré luego.
-Si… - Respondió mientras Seika trataba de preguntarle tantas cosas. Pero ella solo recordaba esa noche… ese quien la ataco no era el. Si, por un instante vio su verdadero aspecto. Era de alguien sin rostro, luego de Aioria. Iba a averiguar que pasaba, pero la chica no la dejaba levantarse, debÃa hablar con Hyoga. Tal vez el sabrÃa mejor las cosas, si es cierto que el vio a Shun atacarlos, entonces no estaban tan equivocados.
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Milo veÃa desesperado a la puerta de la enfermerÃa. No tenia idea de lo que hizo Shaina, pero esa mezcla de hierbas si que dio resultado. MarÃn estaba tan mejorada que insistÃa en salir, pero el no la dejaba. Lo mas extraño era que Athenea solo le pregunto si el la curo y al decirle la verdad le dijo que se retirara. El quiso obtener respuestas y quedo igual. Todo era muy raro algo sucedÃa y nadie parecÃa que fuera a decirle lo que pasaba. Mientras la noticia de que MarÃn estaba recuperada se esparcÃa por el Santuario el no dejaba de pensar en lo que eso significaba. Vio a Shaina ya de regreso a la enfermerÃa.
Pero casi llegaba cuando Milo la intercepto.
-¿Que fue lo que realmente hiciste Shaina? - Le pregunto Milo muy furioso.
-¿A que te refieres?
-Y utilizaste algo mas que de lo que hay en el plato. ¿Que es? Trate de rehacer la formula pero no me salio.
Shaina replico: Ese remedio lo utilizamos todo el tiempo. Aunque es solo que se necesita que una amazona lo haga.
Milo la vio extrañado mientras ella continuo y entraba al lugar.
-¿Y el Dragón?
-Dijo que irÃa a descansar, pero al parecer hay reunión de caballeros de bronce o algo asÃ. No me cambies la conversación ¿que tiene de especial tu formula?
-Te dije que es una vieja receta de las amazonas, y tiene una mezcla exacta y preparación especial. Deja que te ayude.
Milo lo medito un momento -Esta bien, pero si tiene una reacción adversa, mas vale que encuentres una buena explicación.
Shaina entro en silencio, nunca creyó que ese remedio fuera tan especial hasta ahora. Aunque tampoco le dijo que utilizo los pétalos de esa venenosa flor. Esa seria un poco difÃcil de explicar. Pero en cuanto ayudara a Hyoga podrÃa preguntarle lo que paso, no tuvo oportunidad de hablar con MarÃn pero la conversación de las diosas solo le dejo mas intrigada. Athenea fue bastante confusa respecto a lo sucedido, ella quiso averiguar más sobre hace dos noches.
Por su parte Milo también tenia sus dudas sobre como trabajaba el remedio de Shaina, el era cuidadoso al extremo al preparar formulas, no habÃa remedio que no conociera.
Lo primero que Shaina hizo fue revisar la preparación de Milo. Se dio cuenta que faltaba un poco de uno de los ingredientes mientras que habÃa de mas de otros. Asà que ella misma preparo una nueva mezcla cuidadosamente. Milo la vio con recelo todo el tiempo.
-Ahora si esta lista - dijo - ¿Me permites?
Milo la condujo hasta con Hyoga. Pero en ese momento su alumno entro a verlo.
-Maestro ya termine los ejercicios, ¿que más debo hacer hoy?
-Vuelve al rato... estoy ocupado.
-Usted siempre dice que el entrenamiento esta primero.
-Jost, mira... esto es importante
-¿Mas que entrenar?
Milo casi sonrió al oÃr al niño, tenia razón no podÃa descuidar a su alumno, perderÃa mucho si dejaba al niño vagar por ahà y luego seria difÃcil encausarlo de nuevo -Shaina ahora vuelvo, no me tardo.
Ella asintió con la cabeza y entro a la habitación, nuevamente sitio ese dolor de cabeza, que precedÃa a la presencia de Artemisa. Al parecer ella no querÃa que avanzara. Olvido el dolor de cabeza debÃa ayudar a Hyoga. Pero en cuanto entro a la habitación, cayó desmayada. Poco después se levanto como sin nada, camino lentamente hacia Hyoga no fue sino hasta que vio de cerca a Hyoga. Pudo ver el miedo en la mirada de el.
“Entiendo al caballero de Escorpión quien dijo que nunca habÃa visto algo asÃ, las conozco, se quien lastima el cosmos de los caballeros de era forma.” “No imagino porque estas tan herido, pero tal ves deberÃa dejarte asÃ, o acabar con tu sufrimiento ahora mismo”
“¡No te atrevas Artemisa!” “¡A el también tienes que ayudarlo!”
-“¿Por que habrÃa de hacerlo?”
-“Al ayudo a MarÃn, de no ser por el, ella hubiera muerto.”
-“¿En verdad?”
-“No puedo mentirte. Si no me permites ayudarlo… entonces nunca te dejare utilizar más mi cuerpo.”
“¿En serio?”
“Yo nunca bromeo.”
“Esta bien, lo ayudare. Asà veras que mis intenciones son buenas”
-Hyoga.... puedo ayudarte - Le dijo y se acerco mas a el.
El la vio fijamente y se alejo lento de ella - Tu no eres Shaina ¿quien eres?
-Vaya eres perceptivo Caballero de Athenea. Logras ver mi verdadera forma. Soy alguien que puede ayudarte.
-No... Tu vienes a matarme ¿Verdad?
-Al contrario, quiero ayudarte en agradecimiento por ayudar tú a mi hija, a una de mis amazonas. Pero debes confiar en mÃ, para que pueda curarte.
-Confiar en ti.... ¿Por qué? no te conozco.
-Deberás confiar en esta desconocida. Mira de querer hacerte daño, me bastaba con dejarte asÃ. Pero tú te arriesgaste para dejar escapar a mi hija de quien los ataco. También te ayudo porque impedir que sanes al igual que MarÃn es egoÃsta y mi otra hija jamás me aceptara. Ni hablar de que Athenea se enfadarÃa. Por eso te ayudare no me gusta deber favores a un hombre.
Hyoga la miraba dudoso y temeroso - MarÃn... ella escapo... me alegro, ese cosmos era muy poderoso...
-Si y yo puedo ayudarte, tu me hiciste un favor y podrás estar seguro que yo Artemisa no olvido a los que ayudan a mis amazonas, ellas son mis hijas y quienes ayudan a mis hijas serán recompensados. Ahora dime caballero, ¿aceptas mi ayuda?
Hyoga la vio fijamente -Esta... esta bien.
Ella se acerco a Hyoga -No voy a mentirte, esto arderá como nunca. Recordaras todo el dolor que tu alma alberga y será doloroso no solo en cuerpo pero también en alma.
En cuanto le coloco el emplaste en la herida abierta más grande que traÃa, no hubo reacción alguna. Entonces le dio el par de pétalos y cuando los trago casi la tiro de espaldas con su reacción, ella se sentó sobre el para controlarlo.
Hyoga en verdad sufrÃa, pero lo sostuvo mientras encendió sus cosmos. “El es realmente muy fuerte, seguro otro de los campeones de Athenea.” “Es increÃble también lo que fue lastimado”
Pero Seiya llego en ese momento y al ver lo que pasaba la jalo de los hombros.
-¡¿Que demonios crees que haces?!
“¿Que hace el aquÃ?” pensó Shaina, pero Artemisa no le hizo caso, Hyoga siguió convulsionándose y debÃa contenerlo, para que no se lastimara.
-¡Déjalo en paz! - Seiya quito su brazo con un golpe.
-¡Quita tus manos de encima Caballero de Athenea! Artemisa estaba harta de la intromisión, con movimiento de su mano lo lanzo contra el muro mas lejano y lo mantuvo inmovilizado ahÃ, solo con sus cosmos. Seiya sintió el poderoso cosmos oprimir su cuerpo mientras ella con su otra mano en el pecho de Hyoga seguÃa controlándolo, calmándolo.
Hyoga recupero ligeramente el conocimiento. Ese extraño cosmos era calido, muy parecido al de Athenea cuando ella los curo tras varias de sus difÃciles batallas, a veces arrebatándoselos a la muerte misma. ¿Pero quien era ella? ¿Por que lo curaba, ella y no Athenea.... por que se sentÃa tan cansado?
Se tranquilizo poco a poco, Artemisa /Shaina pudo soltarlo cuando Hyoga quedo profundamente dormido
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Athenea sintió ese cosmos, asà como el par de los caballeros dorados que se encontraban frente a ella. Nadie en el Santuario pudo dejar de sentirlo.
-Ya despertó… Shaka, Canon busquen a Shaina y la traen a mi presencia de inmediato.
-Si su alteza.
Mientras ellos salÃan se sentó nerviosa en su trono. Su corazón se acelero y sabia bien porque. Eso era lo que esperaba que sucediera, después de todo ella misma procuro que asà fuera. Pero no tenia idea de cómo regresarÃa su hermana, ni de las consecuencias que esto acarrearÃa.
En las afueras del Santuario una silueta se rió -Mi señor estará feliz de saber esto - susurro y se alejo de ahÃ.