Saint Seiya Fan Fiction ❯ Ayoros ❯ Vacaciónes y la aparición de Jabú ( Chapter 7 )
VII. Vacaciones y la aparición de Jabú.
De regreso en Japón, Seiya le habÃa preparado el desayuno a todos sus visitantes. Aunque no tenÃa una apariencia que digamos… comestible, el desayuno del joven resultó bastante sabroso, dejándolos más que satisfechos a todos.
Acabado el desayuno, los cinco agarraron camino a la calle para pasear un rato por ahà (otros que nomás andan perdiendo el tiempo) y luego pasarse al internado donde visitarÃan rápidamente a Seika y en donde también habÃan quedado de encontrarse con Ikki y Shun.
El camino por la bulliciosa ciudad era algo realmente divertido, habÃa muchas cosas para ver, sobretodo por el panorama completamente opuesto al que diariamente Ayoros estaba acostumbrado en Grecia. No era, sin embargo la primera vez que el niño habÃa estado en Japón con Seiya, pues fue el mismo joven quien tuvo la primera oportunidad para sacar a Ayoros de vacaciones cuando este cumplió dos años (ya que si recordamos, el primer año lo cumplió en el Santuario); su tercer cumpleaños lo pasó con Shiryu en Cinco Picos; el cuarto le tocó a Shun que lo llevó en un crucero a Egipto (° x °¿?); el quinto, y como Ikki, con el pretexto de que esperarÃa a que el niño crecieran un poco más, se deslindó de llevárselo, (¿Quién dijo que debÃa ser niñera?) le tocó nuevamente a Seiya, y el sexto de nuevo fue para Shiryu… ¿Qué pasó con Hyoga?… Bueno, él habÃa andado medio ocupado y no habÃa podido salir de Siberia hasta entonces (ahora entendemos por qué se alegró tanto por la invitación de Shiryu, que ni se lo pensó dos veces), asà que, Hyoga jamás lo ha podido llevar a Siberia (y eso que era el más animado desde un principio).
Sin embargo, Ayoros ya conocÃa Siberia de arriba abajo: Hyoga le platicaba todo lo que era necesario saber de su tierra (bien, recordemos que un par de veces habÃa ido a visitar a Camus al Santuario y ahà también se encontraba con Ayoros cuando le tocaba clases con su maestro -ja-), de aquellas frÃas planicies y de la nieve que aunque era hermosa por su forma, también era muy peligrosa por su naturaleza.
Ayoros siempre le pidió a Hyoga que lo llevase, puesto que le gustaba mucho la nieve; y esto emocionó mucho al caballero del Cisne, que le juró hacerlo cuando acabara de arreglar todos los encargos que tenÃa de por medio… (¿Que qué tanto hacÃa Hyoga en Siberia?… bueno, allá creció y se llevaba bien con la gente… igual e iba y visitaba a su maestro Cris… ¡agh, por Dios! ¡¡Nunca revivà a los caballeros de plata!!… oh bueno, no sé que tan conveniente podrÃa ser… mmm, -malicia-… pero son muchos, ¿qué tal que no revivo a todos?, ay no, porque entonces Saori se verÃa bien elitista -¿bueno, y qué?-… ¿qué hacer?… ¡bueno, bueno, ya! Es hora de continuar con mi fan fic o para variar voy a empezar a divagar mucho. En fin, en dado caso de ser necesario, puedes esperar en cualquier momento un paréntesis cultural super especial. Por tu atención, muchas gracias).
Shiryu: …Pero por algo pasan las cosas, Hyoga. Mi maestro me ha enseñado que nunca debes forzar las situaciones, si algo debe suceder, tarde o temprano se hará efectivo…
Conversaba Shiryu con Hyoga, mientras esperaban a Seiya, quien a su vez esperaba a Shaina, quien se habÃa detenido en una heladerÃa a comprarle una nieve a Ayoros.
Los dos compañeros, se habÃan sentado en una banca que estaba justo frente de la tienda de helados y debajo de una riquÃsima sombra patrocinada por un enorme árbol de cerezo; Seiya por su lado, aunque al principio se quiso sentar con ellos, tuvo que acudir ante el llamado de Shaina, que le pidió no perdiera de vista al niño mientras ella ordenaba… a lo que Seiya respondió con gusto luego de recordar lo que le habÃa platicado Hyoga sobre el incidente en el aeropuerto (además de que tenÃa que pagar y luego ayudarle con los helados, porque también les iban a comprar a los otros dos... porque de seguro se les iba a antojar y ella no pensaba andarse regresando - si esta chica piensa en todo-)
Hyoga: (Recargado en la banca viendo hacia arriba) SÃ, claro…
Hyoga se volteó para ver a su amigo. Shiryu por su parte, no lo estaba viendo a él, mas bien parecÃa que le habÃa estado hablando mientras observaba a Seiya jugar con Ayoros, a obstruirle el camino al niño para que no pudiera pasar. El joven rubio se quedó un rato mirando a su compañero con curiosidad…
Hyoga: Oye… Shiryu…
Shiryu: (Sin verlo, muy divertido) ¿mmm?
Hyoga: …¿Alguna vez has pensado en casarte?
Shiryu, que muy sonriente veÃa a los otros dos jugar, desapareció lentamente su sonrisa para luego voltear, de la misma forma, a ver a Hyoga. Y se quedaron asà un rato, viéndose uno al otro con intriga.
Shiryu: Ehm… (inseguro) ¿Por qué preguntas algo asà Hyoga?
Hyoga: Bueno… ya no somos unos adolescentes ¿sabes?… Y la verdad es que… yo pienso, ya nos hemos acostumbrado mucho a una vida más "normal"… especialmente tú.
Shiryu: ¿Yo?
Hyoga: SÃ… es decir, tienes las tierras de tu maestro y las trabajas… además, eres el único de nosotros que tiene una pareja estable…
A esto, Shiryu se mostró especialmente curioso.
Shiryu: ¿Pareja?
Hyoga: Bueno… mira… es que… bien, empecemos uno por uno…
Y Hyoga volteó a ver a Seiya y luego pasó su mirada con Shaina (que yo creo que se veÃa muy linda con ropa común y corriente porque atraÃa muchas miradas)
Hyoga: Seiya, por ejemplo, esta como el perro de las ( y aquà hizo un énfasis especial) "tres tortas"… pero no parece tener prisa por tomar una decisión, o, esta muy tonto… pero lo que sà sé es que cuando se decida por una, las otras dos lo van a fulminar; asà que sabemos que el dÃa que firme su acta de matrimonio, estará, más bien, firmando su acta de defunción… Bueno, en fin; por otro lado, esta Ikki, que ya sabemos que después de esa muchacha que vivÃa con él en la Isla donde entrenó, no existe nadie más; vamos, ni siquiera Pandora… y eso ya es mucho decir…
Hyoga hizo una breve pausa para pensar en lo bruto que era Ikki por no pelar a una diosa, y más aún a una diosa guapa y poderosa que podrÃa destruirlos si quisiera pero que a final de cuentas todos sabÃan que se habÃa "vuelto buena" y que si regresó con ellos del Hades, fue para llevar una vida pacÃfica (en quien sabe dónde porque luego de su regreso nadie volvió a saber nada de ella).
Hyoga: (suspiro)… Shun, otro ejemplo… a pesar de verse tan frágil y menso, tiene bastante pegue con las muchachas… pero a mi no me engaña con eso de que Juhn es su "mejor amiga", bien que le gusta pero no quiere aceptarlo… Mmm, también estoy yo que… bueno… dejémoslo en que simplemente no he tenido suerte con ninguna…
Shiryu: (Interrumpiendo) ¿Qué hay de Irina?…
Paréntesis cultural: A que sà te acuerdas de Irina… era esa chica tierna y rubia que fue usada por la Diosa Eiris (la de la manzana de la discordia) como envase para tratar de derrotar a Atenea.
Fin del paréntesis cultural.
Hyoga: La trasladaron…
Shiryu: ¿Flare?
Paréntesis cultural: Si no te acuerdas de Flare es porque de plano… Por si las moscas, Flare es la hermana menor de Hilda y ambas aparecen durante la Saga de Asgard (que sólo existe en el anime).
Fin del paréntesis cultural.
Hyoga: Digamos que aún me siento culpable por lo que pasó en Asgard… asà que… (recordando) ¡Ah, pero no estamos hablando de mi!, era tu turno en mi lista: Tú y Shunrei, ¿qué pasa? Eres el único que, como ya habÃa comentado, lleva una relación estable.
Shiryu: … ¿Shunrei y Yo?
Hyoga observó como Shiryu se quedaba en silencio mientras que en su cara se reflejaba una enorme sorpresa… luego de unos instantes, Shiryu comenzó a reÃr con mucho desenfado y por lo tanto provocó una mirada de doble sorpresa por parte de Hyoga.
Shiryu: No Hyoga… ¿Cómo se te ocurren esas cosas?… Desde que llegué a China, Shunrei siempre ha sido mi compañera, sÃ, pero no de la forma que tú estas pensando.
Hyoga:… Te unes al club… ¡Otro que no se da cuenta!
Shiryu: Ella siempre ha estado ahà para apoyarme y cuidarme, asà que, bueno, se puede decir que sÃ, es mi pareja… pero Hyoga, las parejas no siempre son matrimonios o noviazgos… ¿entiendes lo que te digo?, hay sentimientos mucho más puros que eso…
Hyoga: ¿Eh?
Shiryu: Yo… siempre estaré a su lado, y seré su compañero, igual que ella lo ha sido para mi… pero de eso, a casarnos, no creo que sea una palabra que contemplemos en nuestro vocabulario.
Hyoga: …
Y mientras Shiryu trataba de explicarle a Hyoga lo de su "relación" con la tierna Shunrei (y que el otro no entendÃa porque no era nada filosófico como Shiryu), Shaina ya casi acababa de comprar los helados (supongamos que habÃa mucha gente ¿está bien?), y Seiya y Ayoros habÃan acabado viendo juguetes en el aparador de una tienda que estaba justo junto a la heladerÃa.
Los juguetes son objetos que jamás pasan desapercibidos ante la mirada curiosa de un niño (sea el que sea), además, Ayoros no veÃa de esos muy seguido (y la verdad es que tampoco les prestaba mucha atención con tanta bola de ocupaciones que tenÃa el niño), pero quien quita la oportunidad de contemplarlos un poco.
Seiya: (Viendo al niño pegado al vidrio del aparador) Oye Ayoros… ¿Cuál te gusta?
Ayoros: (volteando a ver a Seiya) ¿Eh?
Seiya: ¿Cuál juguete te gusta más?
Ayoros miró nuevamente los juguetes. Luego, se volteó con Seiya una vez más.
Ayoros: ¿Eh?
Seiya: …
El joven se hincó junto al niño y se puso a mirar también los diversos artÃculos, observado muy de cerca por Ayoros que como que no captaba la pregunta del santo de Pegaso.
Seiya: Mira, yo por ejemplo, escogerÃa un balón de fútbol… (viendo al niño) ¿Sabes jugar fútbol?
Ayoros: (movimiento negativo de la cabeza) …
Seiya: Claro… ya me figuraba algo asÃ…
Seiya comenzó a recapacitar sobre su pregunta, y se dio cuenta de que en realidad sà estaba muy difÃcil que el niño supiera algo, lo más mÃnimo, sobre el fútbol; trató de imaginarse a los santos dorados enseñándole a jugar a Ayoros… bueno, después de todo sà completaban el equipo de once (porque si quitamos a Ayoros, sà dan los once; además, también tienen a Kanon que podrÃa sustituir al viejo maestro porque a ese de una barrida lo mandaban a volar - y quien sabe, a lo mejor la estatura le ayudarÃa a hacer túneles espectaculares-… sÃ, Dohko podrÃa ser aguador)… ¿Pero contra quien jugarÃan?… si eran once… Bueno, siempre podÃan hacer equipos de cinco y el que sobraba que fuera árbitro (que seguramente serÃa Afrodita porque no iba a querer jugar de cualquier forma)… pero qué clase de equipo serÃan entonces, ¿quizá las primeras casas contra las últimas?… ¡¿te imaginas a Mu, Máscara de la muerte, Aldebarán, Saga y Kanon jugando contra Milo, Shura, Camus, Shaka y Ayoria?… ¡que divertido! Seguramente acabarÃan de las greñas porque son bien tramposos: Aldebarán de portero abarcarÃa toda la porterÃa y las posibilidades del gol serÃan mÃnimas; Mu usarÃa sus poderes psÃquicos para teleportar el balón hasta la porterÃa contraria, igual que Saga y Kanon que, o en su defecto, estos dos últimos desaparecerÃan el balón misteriosamente para que no pudiera entrar en su porterÃa, mandándolo a otra dimensión; e incluso Máscara de la muerte podrÃa mandarlo a las capas del espÃritu… ese equipo aplastarÃa al otro, porque a menos que poncharan o partieran en dos el balón, no habÃa mucho que pudieran hacer… bueno, a menos que Shaka abriera los ojos y les quitara el movimiento a los otros cinco…
Ayoros: ¿Seiya?
Seiya regresó rápidamente a la realidad luego de aquella imaginación que le habÃa dejado una enorme sonrisa burlona en la cara. Asà pues, volteó a ver al niño que lo miraba intrigado (primero le pone la curiosidad en frente y luego se le olvida que ahà la dejó).
Ayoros: (sonriendo) ¿Es divertido el fut… ¿qué?
Seiya: Fútbol… ¡sà que lo es!
Ayoros: (sonrisa muy grande) ¿y me enseñarás a jugar?
Seiya: ¡Ese es el espÃritu Ayoros! Claro que sÃ.
De repente, el grito escalofriante de "¡Seiya ven acá a ayudarme!" de Shaina hizo que el joven se parara de un brinco y sin pensarlo dos veces corriera directito a donde estaba la chica esperándolo con impaciencia… tanta fue su apuración que olvidó a Ayoros en frente del aparador viendo todavÃa los juguetes (hay tontos muchachitos descuidados).
Seiya ayudó entonces a Shaina con los helados. Viendo las maromas que hacÃa el joven para no tirar las bolas de helado de los tres conos que traÃa entre sus manos, Shiryu y Hyoga se levantaron para ayudarle (y de paso darle las gracias al descubrir que los helados eran para ellos); luego Shaina, con otros dos conos, los alcanzó…
Shiryu: (viendo a Shaina) Muchas gracias…
Shaina: SÃ, sÃ, no importa…
La chica comenzó a buscar al adorable niño para darle su helado… pero, como ya debes haberlo supuesto, no lo encontró.
Shaina: (viendo a los otros tres, especialmente al de pelos de chocolate) Seiya… ¿Dónde esta Ayoros?…
Seiya: ¡Agh!, ¡claro!, (volteando a la jugueterÃa) lo dejé viendo los…
♫ Ayoros no esta, Ayoros no esta, tara-ra-ra…♪
Seiya y Hyoga: ¡¡¡¡Santos de Atena!!!
Shiryu: No de nuevo…
Y luego de sentir un escalofrÃo, los tres voltearon a ver a Shaina que los veÃa con ojos de demonio, como si estuviera lista para ejecutar sus venenosÃsimos ataques sobre ellos.
Shaina: ¡¡se suponÃa que debÃas cuidarlo!!
Seiya: (preocupado) ¡Ya lo sé, lo siento, pero es que…
Shiryu: También fue nuestra culpa Seiya, debimos tener más cuidado...
Shaina: (moviéndose) ¡En lugar de compadecerse ayúdenme a buscarlo!
Y ahà van los tres, muy obedientes, tras de Shaina, buscando a Ayoros que nuevamente estaba "extraviado" (Hyoga, por supuesto, lo primero que hizo fue buscar entre los montones de grupos de personas, o "turistas", que pasaran por ahÃ).
En realidad no podÃa sentir nada, ni siquiera sabÃa lo que estaba haciendo o a dónde se dirigÃa, era como si estuviera dormido; aún asÃ, su cuerpo seguÃa moviéndose contra su voluntad… ¿pero a dónde iba?… no habÃa sonidos hipnóticos que lo motivaran, vamos, ni siquiera el olor de algo delicioso…
Ayoros no estaba consiente, tan sólo sentÃa el cuerpo muy adormilado y él pensaba que no se habÃa movido de lugar (cuando en realidad lo estaba haciendo); poco a poco empezaba a inundarle una sensación muy triste, y trataba de llorar pero no podÃa… luego, empezó a sentir frÃo y aunado a esto, miedo… mucho miedo… pero tampoco podÃa gritar o pedir ayuda, no podÃa hacer a su cuerpo reaccionar a su voluntad y empezaba a desesperarse… tan sólo podÃa esperar a ver qué pasarÃa…
Pero la acción no se hizo esperar mucho… de súbito, sintió un dolor muy agudo en su cabeza… acaso ¿lo habÃan golpeado con algo?… o él mismo se habrÃa pegado, porque primero fue un dolor en la frente que acabó con otro muy fuerte en la parte de atrás de la cabeza, acompañado por un sonido muy seco…
"¡Oye! ¿estás bien?"
¡Ah, una voz!… parecÃa la de un hombre joven… El frÃo comenzaba a desaparecer… luego, se dio cuenta de que alguien lo sostenÃa en brazos…
"Oye niño… ¡despierta! ¿puedes abrir los ojos?"
¿Abrir los ojos?… sÃ, ¿por qué no?
Ayoros abrió lentamente los ojos para encontrarse frente a frente con un muchacho de cabello castaño claro (casi miel) quien veÃa con alivio al chiquillo reponerse.
Estaba arrodillado, sosteniendo al niño entre sus brazos en algún lugar con el que Ayoros no estaba nada familiarizado… pero que, por los ruidos y hasta el aroma, se imaginó que estaba en algún jardÃn, o en su defecto, un lugar con árboles y aves…
Ayoros se puso de pie con un brinco muy enérgico y vio con cierta curiosidad al joven que lo habÃa encontrado.
Ayoros: (tambaleándose) ¿dónde…
… Pero no pasaron ni dos segundos cuando el pequeño se mareó y volvió a caer en brazos del chico; el niño no parecÃa herido; sin embargo, se veÃa agotado, y muy pálido.
Joven: (riendo) Tranquilo, no comas ansias, se ve que no estás bien.
Ayoros: Me da vueltas la cabeza…
Joven: Pobre, seguramente estás perdido… pero no te preocupes, te ayudaré a encontrar a tus papás.
Ayoros: (sonriendo) ¡en serio! ¿todos ellos?
Joven: (sin entender el comentario) Ehm, sÃ… a propósito, yo soy Jabú, mucho gusto…
Jabú, ¡sà Jabú! El mismo, no ha muerto y andaba de casualidad en Japón (creo que es una ENORME coincidencia).
Jabú: ¿Cuál es tu nombre?
Ayoros: (Sonriendo) …Ayo…
Hyoga: (interrumpiendo) ¡¡AYOROS!!
Jabú: ¿?
Hyoga llegó corriendo de quién sabe dónde, y no se detuvo hasta que estuvo hincado, frente a Jabú, y viendo al niño con una rara mezcla de alivio, felicidad, amargura e incluso odio (es que era la segunda vez que le ocurrÃa algo asÃ).
Jabú: (viendo con sorpresa al recién llegado) ¿Hyoga?
Y Hyoga prestó atención entonces a la persona que estaba con Ayoros.
Hyoga: ...¿Jabú?
Seiya: (acercándose) ¡Hyoga!
Shiryu: (Viendo a Jabú, llamando la atención de su compañero) Seiya...
Seiya: ¡Ayoros!... ¿Jabú?
Jabú: ¿Seiya, Shiryu?
Shiryu: (viendo a Hyoga, pidiendo explicación) Hyoga...
Seiya: (Lo mismo pero al niño) ¿Ayoros?
Ayoros: ¿Se sienten bien ustedes cuatro?
Y, a continuación, llegó Shaina quien, rápidamente, se hincó junto a los otros dos, tomó al niño en brazos y se volvió a levantar para hablarle con ternura. Hyoga y Jabú le siguieron y también se pusieron de pie.
Shaina: Ayoros ¿estás bien?
Ayoros: (TodavÃa medio desorientado) Creo que sÃ.
Hyoga: ¡¿Pero qué creÃas que hacÃas?! ¡Nos tenÃas muy preocupados!
Ayoros: Uhm... ¿Me perd�
Hyoga: T_T...
Seiya: (Viendo a Jabú) Hey, Jabú... hace mucho que no te veÃa.
Jabú: (Sin darle importancia al comentario) Dime Seiya, ¿ese niño es suyo?
Seiya: (parándose junto a Shaina, viendo a Ayoros y luego a Jabú) ¡Ah sÃ! Es nuestro...
Jabú: (Viendo a Seiya, Shaina y Ayoros sonreÃrle) ...
Shiryu: (Suspirando) Bueno, menos mal que está bien... (Viendo a Jabú) Muchas gracias... pero lo que me gustarÃa saber es dónde, o cómo lo encontraste...
Jabú: No lo sé, yo estaba aquà parado, y de repente sentà que algo chocaba con mis piernas. Cuando volteé, él estaba desmayado en el piso.
Ayoros: (rascándose la cabeza) Ah, eso explica mi dolor de cabeza...
Seiya: ¿Acaso no sabes cómo llegaste aquÃ, Ayoros?
Ayoros: (dudando)... N-o.
Jabú: De nuevo ese nombre... ¿Quién más se llamaba as�
Jabú se quedó meditando la respuesta a su propia pregunta; mientras, los demás lo veÃan sin saber si decirle, o burlarse primero y luego decirle.
Shaina mientras, bajó al niño al piso en vista de que ya se veÃa mejor (y yo creo que también porque ya se habÃa cansado de cargarlo, digo, ya no era un bebé...); aún asÃ, lo tomó de la mano para no irlo a perder de vista nuevamente.
Hyoga: Pista: ¿Recuerdas a "Ayoros, santo dorado de Sagitario"?... debes haber oÃdo hablara de él.
Jabú: (Recordando) ¡Es verdad! (Viendo a Seiya con recelo) ¿Le pusiste a tu hijo el nombre de ese sujeto?
Seiya: (Mala cara) No es mi hijo... (pensando) En ese caso serÃa hijo, más bien, de Saori...
Jabú: ¡¡¡ ·_· !!!
Shiryu: (entre dientes) Seiya, estas diciendo tonterÃas otra vez...
Seiya: Pues sà ¿no?... Zeus se lo regaló a ella...
Hyoga: Entonces, más bien, serÃa hijo de todos los santos dorados...
Jabú: ¡¡¡¡¡¡ 0_o !!!!!!
Shaina: (molesta, viendo a Ayoros) Tú no les hagas caso, dicen puras tonterÃas.
Ayoros: Bueno.
Seiya: (Aún pensando) No podrÃa ser hijo mÃo... no se parece a mÃ...
Hyoga: (pensando también) Ni a mÃ.
Shiryu: ¿Eso qué tiene que ver?
Y mientras los otros tres decÃan puras tonterÃas, como habÃa puntualizado Shaina con anterioridad, Jabú empezaba a desesperarle el hecho de tener muchas dudas y nadie que le explicara.
Seiya: (Chasqueando los dedos) ¡Se parece a Ayoria!
Hyoga: ¡Pues claro tonto, es su hermano!
Jabú: (arto) ¡Basta!
Ayoros: "m"
Seiya: ¡Mu!
Hyoga: ¡Milo!
Shiryu: ¿Máscara de la Muerte?
Jabú: ¡¿Qué?!
Hyoga y Seiya: ¡Perdiste!
Jabú: ...
Shaina: (Suspirando) ¿Cómo es posible que a estas alturas sigan comportándose como niños pequeños ustedes tres? Hay cosas más importantes que hacer ¿saben?
Shiryu: ¿Nunca jugaste "basta"?
Hyoga: (Sonriendo) ¡Es muy divertido!
Seiya: (palmeando a Shaina amistosamente en su espalda) ¡Vamos Shaina ¿dónde dejaste tu sentido del humor?!
Y ante la mirada aterrada de los otros tres jóvenes, Seiya habÃa acabado estampado en un árbol de lo que parecÃa ser un jardÃn público (eso explico los árboles y los pájaros).
Shaina: (tranquilizándose, como toda una dama) Jabú, dime una cosa.
Jabú: A ¿ja?
Shaina: ¿Qué estabas haciendo aquà cuando te encontraste a Ayoros?
La expresión de sorpresa (e incluso burla) que tuviera Jabú desapareció de súbito. HabÃa recordado algo importante y lo cual era el principal motivo por el que se encontraba en ese lugar...
Jabú: No sé si sea realmente importante para ustedes... Verán, he estado mucho tiempo alejado del combate... incluso, cumpliendo algunas mandas de la señorita Kido, de hecho por eso es que estoy aquà en Japón... pero, no quiero desviarme mucho: A lo que iba, es que sentÃa una energÃa algo extraña por los alrededores. Yo iba de paso cuando esto ocurrió, asà que decidà investigar... la extraña energÃa me guió hasta aquÃ... era una energÃa sin cosmos.