Card Captor Sakura Fan Fiction ❯ Lecciones para dos ❯ Capítulo1 ( Chapter 1 )

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LECCIONES PARA DOS
Por Daulaci Serv
 
Basado en una novela de Jennifer Taylor
 
Conlos personajes de Card Captor Sakura, Por CLAMP.
 
 
CAPITULO 1
 
 
El sol entraba por la ventana de la gran habitación, decorada con delicadeza y feminidad dos características que definían a la chica que la ocupaba. En el centro se encontraba la cama que en esos momentos era ocupada por una maleta de tamaño mediano, en ella había algunas prendas y otras más caían depositadas por su dueña Tomoyo Daidouji.
 
La mirada de la hermosa joven de ojos azules y pelo plomizo que le daba cierto aire de dulzura e inocencia, con apenas 23 años, divisaban cada rincón, buscando si se le olvidaba algo. Era muy detallista y no querría a pesar del breve contenido de la maleta, que se le olvidara algo que consideraba indispensable, aunque los días que duraría en el extranjero serían unos pocos
 
En ese momento alguien toca a la puerta, sacando a la chica de sus pensamientos.
 
- Adelante.
 
- ¡Hola Tomoyo! -saludo una chica de cabello castaño y hermosos ojos verdes.
 
- ¡Hola Sakura! -dijo abrazando a la chica-. Por lo que puedo ver aún conservas esa enorme sonrisa. Creí que para este tiempo ya te habrías desencantado del matrimonio.
 
- ¡Claro que no! -decía la chica sonriendo mientras se sentaba en la cama junto a la maleta-. Me encontré con mi tía allá abajo y me dijo que estabas aquí. Así que es verdad, vas a ir a ver al abuelo a Brasil. -dijo mientras miraba la maleta.
 
- No me ha quedado de otra -decía Tomoyo en un suspiro.
 
- ¿De verdad crees poder lograr algo esta vez? -preguntó la joven no muy convencida de que su prima lograra algo con su abuelo.
 
- Será la última vez que lo intente -dijo Tomoyo con determinación- El abuelo no entiende que mi vida es el diseño, la moda, las pasarelas. Tú sabes que puso el grito en el cielo cuando empecé con el modelaje.
 
- Y vaya que así fue -hablando en tono burlón-. Si no fuera por tu mamá no se donde estaría ahora.
 
- Si ahora nos reímos de ello, pero entonces fue toda una conmoción. Por eso cuando las cosas se empezaron a poner tensas entre mi mamá y el abuelo por mi causa, preferí independizarme. Creo que si tuviera caso hasta me habría amenazado con desheredarme.
 
- No entiendo.
 
- Mi papá ya me había heredado una cantidad al cumplir los 18 años y me dará otra más una vez que me haya casado. Así que el dinero no es una motivación para mí. En realidad nunca lo ha sido.
 
- No entiendo porque se porta así el abuelo -frunciendo el rostro a manera de reproche.
 
- Claro que no, nunca tuviste al abuelo cerca. Por eso Touya y tú siempre fueron especiales para él. Aunque aún así tenía ciertas expectativas respecto a ustedes.
 
- Lo dices porque a Touya le ofreció un puesto importante en la empresa cuando termino la universidad.
 
- ¡Claro! Y a pesar de que Touya no aceptó incluso entonces sintió gran admiración por su carácter e iniciativa.
 
- Touya ama la medicina.
 
- Lo sé, y también tenía ciertas esperanzas en ti.
 
- ¡En mi! ¡En que ocupara un puesto en la compañía! -decía Sakura sorprendida.
 
- ¿Por qué no? Eres muy inteligente y capaz.
 
- ¿Y que lo hizo desistir? -pregunto Sakura intrigada.
 
- Que te casaste con un buen partido. Mi mamá dice que el abuelo menciono que el no te hubiera encontrado uno mejor.
 
- Si lo sé… Shaoran es maravilloso… -dijo Sakura mientras suspiraba recostándose en la cama, para después levantarse con rapidez-. Pero nos estamos desviando del tema ¿Por qué te mando llamar el abuelo? ¿Y porque a Brasil?
 
- Mamá dice que anunció que se iba a retirar a Brasil a explorar una mina de amatista. ¡Qué locura! -dijo Tomoyo mientas doblaba su ropa dentro de la maleta-. Y contestando a tu primera pregunta, no lo sé con exactitud. Mamá dice que quiere tener una seria conversación conmigo respecto a mi futuro y que me dará la oportunidad de opinar y exponer mis ideas y que si lo convenzo esta vez dejara que yo siga mi camino y tal vez hagamos las pases -esto último lo dijo con un tono de esperanza.
 
- Te veo muy animada.
 
- Y lo estoy, tú sabes que desde que dejé la casa para trabajar de modelo me convertí en la oveja negra de la familia, pero sólo así conseguiría el dinero para poder estudiar diseño.
 
- Pero tú mamá también te ayudó.
 
- Si lo sé, pero no podía dejar que me ayudara demasiado porque eso causaría fricciones entre ellos. Y aunque no diga nada yo se que ella no quiere contrariar al abuelo y desde que tú mamá murió la mía a hecho lo posible por no mortificarlo. Y yo hice todo lo contrario.
 
- El también te quería en la compañía -dijo Sakura empezando a comprender.
 
- Para él era algo lógico, ya que mamá se hace cargo de una buena parte del negocio y algún día yo haría lo mismo. Y ahora tengo la oportunidad de hacer las pases con él -Tomoyo se sentó en la cama junto a su prima.
 
- Hay algo que no me gusta Tomoyo -Sakura tomó la mano de su prima-. No se que es, pero algo esta muy mal. Todo es muy raro, y me preocupas. -terminó Sakura con una mirada triste.
 
- ¿Por qué lo dices? -preguntó Tomoyo sorprendida.
 
Shaoran opina lo mismo que yo -decía Sakura vacilando-. No… no crees, que es muy extraño que el abuelo quiera “hablar” -esto último lo dijo la chica haciendo un gesto con los dedos de las manos-. Sobre todo después de que se anunció en todos los medios tu supuesta boda con Yue Tsukishiro.
 
Yue Tsukishiro era un modelo internacional muy famoso, con más experiencia que Tomoyo en el mundo de la moda. Desde que Tomoyo empezó a cobrar cierto renombre se les había vinculado constantemente en las revistas y siempre se rumoró que había un romance entre ellos. Como la mayoría de las marcas los contrataban juntos, incluso en pasarela pues el físico y personalidad de ambos contrastaba y al mismo tiempo encajaba perfectamente, eran la pareja perfecta. Por lo tanto no era raro verlos juntos a menudo, tanto en lugares de trabajo como fuera de ellos.
 
- ¡Aaahh! -dijo Tomoyo suspirando de alivio-. ¿Era eso no? Realmente me habías preocupado.
 
- Vamos tienes que admitir que es raro. Además ni siquiera a mi me has dicho si es verdad o no.
 
- De momento no puedo aclararte nada, pues lo prometí. Pero si te diré, que el día que yo me case tú serás la primera en saberlo.
 
- Eso no tienes ni que decírmelo. Pero es que esta vez la prensa lo anuncia con tal confianza y con tanta seguridad. ¡Hasta fecha de la boda hay! Además han dicho que Yue pidió una solicitud de matrimonio.
 
- No te preocupes todo esto te lo aclararé en unas semanas.
 
- Esta bien, pero la verdad debo admitir que me muero de curiosidad. Todo esto es tan misterioso.
 
Tomoyo sonrió mientras pensaba. Y no te imaginas cuanto.
 
En ese momento Sonomi entro como un torbellino a la habitación.
 
- Cariño, hija. Tu abuelo a mandado un fax con unas instrucciones muy raras respecto a la forma en que debes llegar a la hacienda en Brasil.
 
- Esta bien, mamá; más tarde las leeré. Creo que primero terminaré mi equipaje.
 
- Pero Tomoyo, porque no le pediste a alguna de las chicas del servicio que te ayudara.
 
- No hay problema mamá, estoy acostumbrada a hacer mis propias cosas y no había porque molestarlas. No llevo gran cosa.
 
- Pero tal vez tu abuelo espera que te quedes algunos días más -dijo mientras analizaba el contenido de la maleta y el tamaño de esta.
 
- Aunque así fuera no puedo hacerlo tengo que regresar en menos de una semana.
 
Parecía que Sonomi quería preguntar algo pero se contuvo. Contempló en silencio a su hija mientras ella le sonreía.
 
- Es una lástima, pero no importa será en otra ocasión. Espero que Sakura quiera acompañarnos a comer.
 
- ¡Claro que si! Solo debo avisarle a Shaoran que no podré acompañarlo a él y le pediré que pase por mí después del trabajo. Así podré estar más tiempo con ustedes.
 
- Muy bien -dijo Sonomi entusiasta-. Pediré que pongan un cubierto más en la mesa -diciendo esto se marcho y dejo a las chicas solas.
 
- A ella tampoco le aclaraste nada respecto a la boda ¿verdad? -preguntó Sakura levantando una ceja.
 
- Le dije exactamente lo mismo que a ti.
 
- Y supongo que a mi tampoco me dirás porque tienes que regresar tan pronto.
 
- Eso es una sorpresa. Una muy buena y lo sabrán en su momento.
 
- Esta bien, iré haya abajo a hacer la llamada, mientras tanto te dejo para que termines tu equipaje.
 
- Gracias Sakura. Te veo abajo.
 
Tomoyo se quedó pensativa después de ver salir a su prima por la puerta. ¿y si Sakura tuviera razón? ¿Y si el abuelo piensa que se va casar y solo la busca para convencerla de que no lo haga? ¿si no hay realmente una reconciliación? Trató de apartar esos pensamientos negativos mientras seguía preparando su equipaje.
 
No puede ser. Ya antes la han asociado sentimentalmente con alguien y nunca paso nada. Es más solamente la han asociado con el famoso diseñador Pierre Carelli su mentor, el hombre que la descubrió y la llevó a radicar a Londres donde este tiene sus oficinas principales. Como se habían divertido los dos cuando salieron las primeras noticias. Sobre todo porque el podría ser su padre. Aunque Tomoyo realmente lo considera así. Ha sido tan bueno con ella protegiéndola y cuidando de su persona. Fue gracias a él que su carrera se fue hacia arriba casi de inmediato que llegará a Londres.
 
En cuanto a Yue. Eso es otra cosa. Yue siempre fue un gran amigo. Siempre tan serio y respetuoso; aunque tenga fama de playboy porque siempre se le asoció con mujeres muy hermosas. Hasta que llegó Tomoyo y únicamente se le vio con ella. Y eso en parte fue porque Yue se enamoró de una chica de la más alta sociedad londinense y lo que menos quería era que el padre de ella se opusiera a la relación argumentando que no quería que fueran el foco de atención de todos los medios de comunicación. Así que Tomoyo siempre lo ayudó a desviar la atención. Y todo había salido bien hasta que Yue le pidió matrimonio a la chica y fue más difícil engañar a todos, sobre todo cuando empezaron los preparativos. Así que simplemente dejaron que todos creyeran que iban a casarse. Para ella se convirtió en un pasatiempo divertido, pues solo la vinculaban con Yue y no tenía que estar desmintiendo tal o cual rumor. La prensa en ocasiones podía ser tan fastidiosa pero era necesaria en el mundo en el que se desenvolvía.
 
El único que sabía toda la verdad desde el principio fue Pierre Carelli. El no estaba de acuerdo, argumentando que el plan era muy egoísta para Tomoyo, pues alejaba a cualquiera que estuviera interesado por no arruinar la comedia. Pero Tomoyo lo convenció de que eso era lo que ella quería, pues en esos momentos no se sentía preparada para tener una relación y menos si iba ser el centro de atención de todos. Cuando pudiera gozar de una relación más intima sin el acoso de la prensa se daría tiempo para conocer a otras personas pero antes no.
 
Además no había razón para pensar mal del abuelo. Se había mantenido al margen todo este tiempo. Y al fin podrían hacer las pases justo a tiempo para el gran día en que los sueños de Tomoyo empezarían a cristalizarse.
 
Mientras pensaba esto Tomoyo sonreía. Terminó de cerrar la maleta y se dirigió a la puerta, a la mañana siguiente partiría.
 
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Al aterrizar el avión en la Ciudad de México Tomoyo empezó a sentir que perdía el valor, tal vez su prima Sakura tenía razón, había algo muy raro en las instrucciones que le había mandado su abuelo. Un agradable clima le envolvió el cuerpo al bajar a la pista de aterrizaje. Se puso los lentes obscuros y se dirigió hacia los edificios del aeropuerto, junto con media docena de pasajeros de primera clase.
 
Tomoyo ya podía ser considerada como una persona pública y reconocida de cierta importancia, pero a pasar de que al viajar ella siempre trataba de hacerlo con discreción esta vez se esforzó un poco más. Sobre todo se cuido de ocultar sus dos cualidades favoritas, Tomoyo nunca fue vanidosa pero sabia que su largo cabello negro y sus brillantes ojos amatistas siempre habían sido esenciales para darle una apariencia muy diferente al del resto de las modelos y por supuesto era lo que más llamaba la atención en ella. Así que contrario a su costumbre se recogió el cabello en un moño detrás de la nuca y sobre el se había colocado un sombrero muy femenino de hala ancha. Los lentes oscuros eran redondos y un poco grandes así que ayudaban a esconder sus facciones. Llevaba una falda de lino blanca que le llegaba arriba de las rodillas con una blusa de un color azul delicado.
 
Tal vez nadie la reconocería como la famosa modelo Tomoyo Daidoji. Pero la belleza y la seguridad con la que se desenvolvía era imposible ocultarlas. Y los hombres volteaban al verla pasar. En especial uno que en ese momento se dirigía hacia ella con paso decidido.
 
Mientras esperaba su equipaje, Tomoyo se preguntó donde estaba la persona que la recibiría como se menciono en las instrucciones. ¿Cómo la reconocería? O viceversa.
 
- ¿Señorita Daidouji?
 
La chica se volvió y se encontró con unos ojos azules impresionantes.
 
- Si -le dijo Tomoyo a un hombre alto y muy atractivo. Se sintió un poco nerviosa, aunque no entendía porque. Estaba acostumbrada a tratar con hombres de muy buen ver. Tenía que ser algo más.
 
El hombre únicamente le dio una carta, he hizo un ademán como esperando que la leyera. Un poco confusa Tomoyo la abrió. Era una carta de presentación de su abuelo donde le explicaba que este hombre en particular la llevaría en un avión privado hasta Brasil.
 
- Por favor, sígame -dijo el hombre sin esperar una respuesta de parte de Tomoyo dejándola sorprendida y sin la menor intención de ayudarle con su equipaje.
 
Continuará…
 
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NOTA: Esta es la primera vez que escribo un fic, y aunque una buena parte de él esta basado en la novela de Jennifer Taylor puse mucho de mi en ella. Espero les guste y puedan disfrutarla tanto como lo fue para mi escribirla.
 
Gracias a Crystal por el gran apoyo que he recibido de parte de ella. Sus historias siempre fueron una gran inspiración. Muchas gracias por ser mi amiga.
 
Gracias a Naiko Li, cuya opinión también ha sido muy importante para animarme a escribir esta historia.
 
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