InuYasha Fan Fiction ❯ De Amigos y Amantes ❯ Presentimientos ( Chapter 6 )

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Capitulo VI: Presentimientos.
Kagome estaba acostada en una cama bastante cómoda para ser de un hospital. miraba por la ventana y buscaba un punto invisible en aquel atardecer. Observaba como el sol se ocultaba y la luna ya en lo alta la alumbraba con poca luz.
¿Que me sucede?- pensó ella, estaría enferma, ¿tendría alguna enfermedad terminal?
Su corazón se agito con preocupación, y si estaba destinada a morir. Que demonios, eso seria el colmo, morir después de haber encontrado al amor de su vida. Genial, semejante bendición había caído sobre ella.
Unas pocas lágrimas escaparon de sus ojos. Ella no quería morir.
Demonios- murmuro mientras le daba un golpe al colchón de la camilla, el suero que tenia conectado a su vena se movió un poco y sintió la aguja lastimarla.- ¿por que siempre tengo que pensar lo peor?- se pregunto a si misma. - puede ser otra cosa
El sonido de la puerta abriéndose la saco de sus pensamientos, clavando su mirada marrón sobre los ojos dorados de Inuyasha… el lucia un tanto despreocupado.
¿Estará feliz, porque puedo morirme?- pensó mientras se sacudía la cabeza.
Kagome- la llamo el chico tomándola de las manos, estaban frías, la piel estaba pálida. - seguro esta pensando lo peor- se dijo Inuyasha a si mismo sabiendo lo trágica que Kagome podía ser.
¿Cuantas veces te has desmayado?- pregunto con una seriedad impresionante
¿Que me sucede Inuyasha?- pregunto ella de inmediato- ¿me voy a morir?- pregunto
¿Cuantas veces te has desmayado?- pregunto el chico de nuevo
Unas cuatro veces- contesto Kagome.- ¿por que?- pregunto
¿Y como es posible que no me dijeras nada?- pregunto Inuyasha en un tono severo
Yo… yo no quería alarmarte- dijo Kagome bajando su mirada, su mirada se empaño un poco. Olor a lágrimas.
Por un demonio Kagome, no sabes el susto que me lleve al verte en el piso inconsciente- le reclamo Inuyasha.- pequeño demonio, tampoco me habías dicho que estabas embarazada- le confeso.
¿Embarazada?- pregunto la chica.
Si, tienes dos meses de embarazo- dijo Inuyasha sonriente mientras le daba un beso en la frente
¿Eso quiere decir que no me voy a morir?- pregunto
Claro que no- dijo Inuyasha- que trágica eres princesa- dijo el riendo.
Un bebe- susurro Kagome, prestándole poca atención a lo que su esposo había dicho- un bebe- dijo en voz alta sonriendo
Un diablillo- comento Inuyasha sobándole el plano estomago que en unos poco meses seria un bulto en donde su adorado hijo nacería.
Por amor a Dios Inuyasha, ni que fuera un engendro del demonio- dijo ella- será un angelito- le comento con mirada inocente
Igual que su madre- dijo el, mientras le tomaba el rostro con suma delicadeza y se disponía a besarla. Por Dios hacia ya unos cuatro días que no la tenia por completo y que no la escuchaba gritar su nombre en placer y satisfacción. Maldito trabajo, estaba apunto de dejar la empresa tirada y dedicarse a complacer a su esposa en todo lo que quisiera. le acaricio el labio inferior con la punta de su lengua, con sus ojos cerrados se dejo llevar por su instinto y lentamente su abrazando los carnosos labios rojos de Kagome mientras los masajeaba lentamente. Era simplemente exquisita.
Tuvo el placer de probarlos, acariciarlos y deleitarse con ellos y lentamente los fue abandonando.
Aquí no Inuyasha- dijo Kagome un tanto sonrojada. Adoraba cuando Kagome se ponía así, lucia tan inocente y tan débil. Que solo le daban ganas de besarla por más tiempo y de acunarla en sus brazos para protegerla de cualquier cosa.
¿Disculpen?- tocaron la puerta, había una figura femenina en la puerta.
Inuyasha para- dijo Kagome para prestarle atención a la enfermera que había hablado.
¿Que desea?- pregunto el un poco malhumorado, enfermera impertinente, como se atrevía a entrar en aquel momento, resoplo con enojo.
Solo vengo a entregarle los exámenes a la señora- dijo ella entrando sonriente dejando unos papeles sobre la mesa.
Gracias- dijo Kagome- Inuyasha pásame los papeles- le dijo Kagome, quería ver las pruebas que confirmaban su embarazo.
Un bebe- pensó ella, estaba tan feliz, un hijo fruto del amor entre Inuyasha y ella. Que más podía pedirle a Dios.
Inuyasha ¿como quieres que se llame el bebe?- pregunto Kagome mientras leía los papeles.
No se- contesto el- supongo como yo- dijo orgullo- valiente, apuesto, inteligente
Malgeniado, amargado, llorón, cascarrabias- dijo Kagome continuando lo que Inuyasha decía
Kagome- dijo mirándola seriamente.
¿que?- pregunto ella pretendiendo ser inocente.
nada- dijo el sonriendo, solo opto por apoderarse de los labios de su esposa. como la amaba, por dios se iba a volver loco si esa noche no la hacia suya.
-.-
Quiero que en la cita de chequeo de Kagome, la secuestres- dijo Bankotsu mientras miraba, por una gran ventana que daba hacia las afueras de la ciudad de Kyoto. Había encontrado toda la información necesaria sobre Kagome e Inuyasha. En donde vivían, el número de teléfono, lo que hacían y lo que comían. Además de otras cosas.
Señor- dijo el sirviente- ¿que pasara con Taisho?- pregunto
Eso no te incumbe, solo secuéstrala y me la traes a esta oficina- le gritó. El empleado salio sin decir palabra alguna. Solo pedía a Kami para que tuviera compasión por esa alma tan negra que tenia su patrón. Ya recordaba a ver hecho lo mismo en Alemania cuando viajaron. El amo Bankotsu le había sido infiel a la señorita Kagome y cuando se entero que la otra estaba embarazada la mato para no dejar rastros de su infidelidad.
Quizás el solo era un simple empleado, pero era humano también y de todas las personas que había matado y debía matar a la última que quiera hacerlo era a la Kagome. Era demasiado buena, ya varias veces le había salvado el pellejo y arrebatado su asqueroso destino de las sucias y negras manos de Bankotsu, casi muere bajo el poder de ese monstruo… ella era un ángel y el… el mismísimo diablo.
-.-
Inuyasha bajame ya- dijo Kagome mientras con su piernas empujaba la puerta de la casa.
No- dijo el entre besos- hoy planeo hacerte el amor hasta que se acabe el mundo- dijo el
Estas loco- contesto ella riendo- bajame ya.
No- repitió el joven- ¿que prendas tienes puestas?- pregunto
Las rojas- dijo ella, pues tenía una camisa roja de tiras gruesas que llegaba hasta su cadera y terminaba en encajes, tenía una falda rosada de final ancho y zapatillas de bailarina.
Perfecto, y esos lazos de las zapatillas me están dando una idea- dijo Inuyasha mientras pasaba su gran mano por la pierna de Kagome y la dejaba sobre el trasero de la joven para apretarle levemente y arrebatarle un gemido de la boca.
Eso me lo cobro- dijo Kagome mientras sonreía con malicia y conducía a Inuyasha dentro de la pieza para que viera que no solo ella gritaría de placer, si no el también…quizás hasta mas que ella.
Dejo a Kagome parada delante de el y tomo su rostro con delicadeza, para lentamente pasar su lengua por el borde de los labios de la chica y después introducirla en su boca. La beso con lentitud, ya tenia un par de días de no hacerlo así. Era imposible, ella era arrebatadoramente hermosa y el solo hecho de saber que era su esposa lo hacia perder la cabeza y miles de pensamientos de lo que le haría esa noche llenaban su cabeza, convirtiéndolo en un animal salvaje.
Pero debía controlar sus instintos y hacerlo lento, para disfrutarlo mas que nunca.
Agarro el labio inferior de Kagome, y lo succiono por unos segundos, hasta que ella rió.
Inuyasha- dijo la chica.- es hora de dormir-
Pero Kagome- dijo Inuyasha en forma de protesta el quería hacerle el amor y ella parecía querer llevar la contraria, demonios. las mujeres son un enredo quien las entiende.
mira Inu- dijo Kagome en tono conciliador- después del desmayo de y de tantos exámenes me siento un poco débil, no creo poder rendirte en la cama- dijo ella con un brillo de maldad en sus ojos mientras esta vez era Inuyasha quien se ruborizaba.
De acuerdo- dijo el- pero mañana si- le advirtió.
Mañana nos podemos quedar todo el día en la cama haciendo el amor si quieres- dijo ella riendo- ahora quiero que hablemos de otra cosa.- dijo sonriente.
¿De que quiere hablar mi princesa?- pregunto Inuyasha besándola lentamente.
De cómo se llamara nuestro hijo, porque va a ser un niño - dijo ella.
No, yo quiero una niña- dijo Inuyasha- así puedo ser un padre sobre protector- dijo sonriendo.
Cerró sus ojos y sonrió, ellos ya habían tenido esa conversación antes… mucho antes…
Kagome!!-gritaba un chico desde lo lejos. El partido de fútbol femenino había terminado, el equipo de la Escuela Internacional Japonesa había ganado las finales, e Inuyasha buscaba a Kagome entre el gentío para abrazarla.
Inuyasha!- grito la chica, pero parecía no encontrado.- Inuyasha!!
Aquí estoy!-dijo el- acercándose, por fin había visto un espacio, por donde colarse para llegar a Kagome.
¿En donde diablo estabas metido?- le pregunto la chica furiosa-
Buscándote, cabeza hueca- dijo el arrugando el entrecejo.
Grosero-dijo la chica dándole la cara para durar unos minutos mirándose fijamente.
Felicitaciones mi pequeña amargada- dijo el abrazándola fuertemente
Ella ablando las facciones y se dejo relajar por el perfume que tenia Inuyasha ese día, era tan varonil.
Gracias- dijo ella- ¿viste el ultimo gol?- preguntó, no pensé que lo fuera hacer- confeso.
Pues yo tampoco, con lo tonta que eres, y con la mala puntería que posees- dijo el burlándose.
Eres un idiota!-le grito Kagome, para alejarse a paso rápido y fuerte del lugar. Estaba que lo mataba ahí mismo por ser tan insensible e idiota. Como se le ocurría decir eso y para colmo otra pelea más. Últimamente se ofendían mucho con cosas estupidas. Esa última semana de clase había sido muy dura, ya no podía seguir peleando con Inuyasha de esa manera.
Solo sintió como alguien la tomaba de la cadera y la levantaban en forma nupcial.
Que demonios- dijo ella- Inuyasha bajame- le exigió.
Deja de ser gruñona- le dijo mirándola fijamente- te tengo una sorpresa y te la quiero dar ahora.-
Pues no quiero tu sorpresa- dijo ella- me importa muy poco lo que me tengas que dar o decir- le grito pegándole en el pecho.- estoy cansada de tus comentarios mezquinos, de tus burlas y ofensas. Me alegro de tener que marcharme de aquí en una semana y no ver tu horrenda cara nunca mas- Kagome estaba roja, sus labios temblaban y sus ojos se humedecieron rápidamente hasta el punto en donde sus lagrimas ya corrían por su rostro.
Inuyasha solo guardo silencio y le miro la apariencia. Se iba era cierto y el, en vez de darle los mejores días de su estancia en Japón la trataba mal y la ofendía, había que ser idiota como el para hacerle algo así a su mejor amiga.
El viento soplo y revolvió sus cabellos bruscamente, después todo quedo en silencio. El pecho de Kagome se movía rápidamente en forma de agitación. Dio un paso atrás y se puso en marcha. Iba con su cabeza baja, algo totalmente extraño en ella. Pero no alcanzo a alejarse ni un metro cuando los brazos de Inuyasha la tenían rodeada por la cintura y hombros.
Nunca-dijo el, su voz estaba quebrada- nunca mas vuelvas a decir eso, o juro que te corto la lengua- le amenazo.
Solo déjame ir- le pidió Kagome ahogando un sollozo.-
¿Dejarte ir?-le grito el dándole la vuelta rápidamente- ¿como demonios quieres que te deje ir si eres lo mas preciado que tengo en este miserable país?-le pregunto.
Ella solo guardo silencio y bajo un poco mas su cabeza, odiaba que Inuyasha la viera llorar.
Mírame-le exigió- te vas Kagome, te marchas de Japón para toda tu vida y yo me quedo aquí solo. eres la única amiga en que puedo confiar, a la que mas quiero, no tendré a quien molestar ni proteger cuando te vayas ¿y tu crees que te ofendo y peleo contigo por gusto?- le pregunto sujetándola fuertemente de los hombros.
Por Kami, Kagome sabe Dios en cuanto tiempo te veré de nuevo, me estoy muriendo porque no podré verte más. Me duele saber que no estarás a la vuelta de la esquina y que no tendré a nadie a quien abrazar antes de irme a casa a dormir!- inuysha estaba temblando de la rabia, y el viento seguía soplando con brusquedad.
Tienes a Kikio- le dijo Kagome fríamente- te dará un hijo-le recordó.
Al diablo con Kikio!- le grito Inuyasha mas fuerte- ella no me ama, solo fue diversión que termino mal. Creedme que si ella no hubiera quedado embarazada no estaríamos juntos- le dijo
Igual da, ya te acostaste con ella, tienes a la mujer que te dará lo mas hermoso que un ser humano puede crear y aprenderás a amarla y a quererla y así saldré de tu vida para siempre- dijo Kagome, su voz le mostraba a Inuyasha resignación.
¿Eso crees?- pregunto Inuyasha dolido
Si, Kikio siempre fue lo que deseaste ahora que ya la tienes serás feliz, sin una gruñona como yo dándote problemas todos los días.-los ojos de Inuyasha se dilataron ante lo que Kagome estaba diciendo.
Ya hemos crecido Inuyasha, tu no eres el niño de antes y yo…pues como tu dices soy una niña en cuerpo de adolescente pero de madurez no tengo un cabello- ella reprimió una sonrisa, lo que decía era cierto… tanto se había guardado Kagome, tantas cosas le había dicho hasta el punto de hacerla reventar de ira.
Tu serás padre en unos cuanto meses y yo ya no estaré aquí para verte la cara de felicidad cuando tu hijo nazca.-Kagome se quedaba sin aire.- y simplemente no me quiero ir de aquí con un mal recuerdo tuyo Inu-dijo para sonreír falsamente.
Inu-pensó Inuyasha…-Inu- no lo soporto y la abrazo fuertemente, tan fuerte que podía sentir la sangre de Kagome correr por sus venas y su corazón palpitar muy cerca del de el. Era doloso verla partir, solo una semana para estar juntos y ellos pensaban acabar su amistad por culpa de una pelea. Aunque debía reconocerlo el había sido duro con Kagome, pero el hecho que ella se fuera tan lejos lo enfermaba y lo enojaba porque simplemente no podía hacer nada para evitarlo.
Perdón-dijo Inuyasha finalmente
Eh?-pregunto Kagome asombrada-
Perdóname princesa, no te quise lastimar, pero no puedo retenerte aquí a mi lado y el saber que no podré verte mas me da coraje y rabia.-le confeso.
Inu- Kagome susurro.
Me gusta cuando me llamas así- dijo el riendo.-
¿Te acuerdas de la discusión que tuvimos antes del banquete deportivo?- pregunto Kagome mientras se acomodaba en el pecho de Inuyasha y este le sobaba la espalda.
Claro preciosa- dijo el tiernamente- fue la peor discusión que tuvimos, me dolió tanto verte así- dijo el
Yo no te quería dejar, esa noche llore como nunca- dijo ella.
Yo también llore- confeso el-
¿Tu?- pregunto ella sorprendida
Claro- dijo Inuyasha- te ibas llorar era lo menos que podía hacer, estaba lleno de impotencia y de tristeza, varias veces pensé en poner una bomba en el aeropuerto para que estallara y te quedaras en Japón conmigo- dijo el riendo.
Los ojos de Kagome brillaron con inocencia,- tanto me querías?- pregunto
No solo te quería- dijo el- te amaba, estaba obsesionado contigo, ¿sabes porque me gustaba tanto Kikio?- le pregunto
Porque es hermosa, Kikio es una mujer despampanante y muy amable aunque no nos caímos muy bien nunca se porto mal conmigo- le dijo.
en parte tienes razón, pero Kikio tenia un parecido muy grande contigo- le comento- la forma de caminar, sus cabellos, la piel, el color de ojos- dijo Inuyasha- yo me acosté con Kikio pensando en que eras tu- le confeso
¿Tu me estas tomando el pelo?- le pregunto Kagome.
No, princesa, lo único que yo buscaba en las mujeres era alguien que se pareciera lo suficiente a ti, para pensar que tu estabas conmigo- le dijo.
Pero…- Kagome guardo silencio.
Cuando me entere que me mudaría a Inglaterra porque nuestros padres planeaban en unir los imperios, me alegre tanto que me emborrache ese día- dijo riéndose.
Ya entiendo porque sango me llamo asustada a las cuatro de la mañana para decirme que hablara contigo- dijo ella sonriendo
Lo ves Kagome- dijo Inuyasha para darle leves besos- todos sabían que la única mujer que me podía controlar eras tu, porque mi amor por ti me cegaba y me dejaba como un cachorro indefenso.- le hizo saber.
Eras una caja de sorpresas Inuyasha- dijo Kagome
Tú también lo eras, algunas veces pensé que te gustaba estar con hombres porque eras machorra, pero eras más mujer que cualquier otra persona. Cuando me hiciste creer que te quedabas en la biblioteca para ayudar a Kaguya con su tarea de biología, y fue para mi fiesta sorpresa- dijo el.
Hablando de fiestas- dijo Kagome- lo que paso después de esa pelea fue lo mejor de mi vida- dijo sonriendo.
¿Ah si?- pregunto Inuyasha quien con un movimiento rápido la dejo bajo su cuerpo y le acariciaba el cuello con sus labios.
Bueno, además de tenerte aquí conmigo- dijo ella riendo ante las cosquillas que sentía con el roce de la boca de Inuyasha.
El solo rió y la beso hasta dejarla mareada de tanto amor.
Kagome-la llamo una chica
Sango ayúdame con el vestido por favor- le dijo la chica que se cambiaba en el salón de química del quinto piso del colegio.
Ya el banquete empezó- dijo sango, dándole los últimos toques para arreglar la parte de atrás.- hay una fiesta también
¿En verdad?- pregunto Kagome.
Si, la fiesta la organizo Inuyasha- le hizo saber sango
¿Y por que el?, pensé que los encargados de las fiestas eran los del grupo de Kanna- dijo Kagome.
Si, pero Inuyasha esta tan deprimido porque te vas, que decidido hacerse cargo de todo-dijo sango
Inuyasha es tan tierno- le comento Kagome- le voy a extrañar tanto.
Kagome-la llamo sango-¿tu no sientes nada por mi hermano?- pregunto
Claro que siento, Inuyasha es un joven muy tierno y el mejor de los amigos, algo terco y amargado pero eso no es nada comparado con el gran corazón que tiene- dijo sonriente.
Lo digo en el sentido de verlo como algo mas que un amigo- dijo sango
Kagome guardo silencio y trago saliva- ¿algo mas que amigos?-pensó
Bueno chicas, cual es la demora- dijo Kanna desde la puerta.
Ya bajamos- dijo Kagome, la campana salva a cualquiera.
Tienes al pobre de Inuyasha esperando, esta como león enjaulado, baja ya mujer-dijo la chica.
Se va a volverloco- comento Kagome riendo. Además de amargado y terco, impaciente. Hombres.
En nombre de todos los dioses Kagome, ¿por que te demoraste tanto?-pregunto Inuyasha tomándola de la mano para conducirla a la entrada del salón.
Es que tenia problemas con el vestido- dijo la chica.
Inuyasha la miro de reojo.- te ves hermosa-le confeso.
Gracias-dijo Kagome apenada- tu también te ves bien- dijo sonriente
Yo siempre me veo bien-dijo Inuyasha con tono arrogante
Presumido-susurro ella
Te escuche, pequeño diablo- le contesto Inuyasha riendo.
Ella solo agarro fuertemente su mano, le dolía de nuevo el pecho, el nudo de lágrimas y sequedad se formaba rápidamente en su garganta. Como decirle adiós, como decirle, hasta un entonces…
Quiero que esta noche sea para nosotros dos-dijo Inuyasha- planeo que la pases bien, sin peleas-dijo el
De acuerdo- contesto Kagome- aunque eso es lo que mas voy a extrañar de ti-dijo ella sonriendo
Inuyasha la miro con dulzura.- “si te gusta debes decirle”- recordó las palabras de sango la noche anterior. -feh!-se dijo a si mismo, el no gustaba de Kagome, solo era su mejor amiga, podría tratar así a cualquiera si el quisiera.
Pero… no podía ni quería, Kagome era demasiado preciada.
Vamos a bailar- dijo ella-
Kagome sabesque odio las baladas- le reprocho Inuyasha
Pues te aguantas, nunca he bailado contigo una balada y hoy lo haremos-le dijo ella arrugando el entrecejo.
De acuerdo- dijo el- pero si te piso no me culpes-
Creedme que no sentiré tus pisadas.- le dijo ella.
La llevo al centro de la pista y le envolvió su cintura lentamente con su musculoso brazo. la atrajo hacia su cuerpo de un solo Girón y dejo que la cabeza de Kagome descasaran en su pecho.
Vaya romeo, no bailas tan mal como dices- dijo Kagome riéndose.
Auch-dijo ella cuando sintió que Inuyasha le pisaba el pie.
Telo dije- contesto el sonriendo.
Lo hiciste apropósito- dijo ella.
El solo rió- sabes Kagome, eres una niña muy linda, enojada o contenta te vez hermosa- dijo el
Gracias-susurro Kagome, había algo en las palabras de Inuyasha que la hicieron temblar y ahora podía escuchar el corazón de Inuyasha palpitando con rapidez.
Levanto su mirada, y lo miro fijamente a los ojos, un brillo de tristeza los recorrió opacando el dorado de sus ojos.
Seria muy lindo, si tu bebe hereda tu ojos-dijo ella sonriendo mientras le acariciaba el rostro con una mano.
Si, yo espero que sea una niña- dijo el sonriente
¿Y por que una niña?- pregunto
Para llamarla Kagome- dijo el
Los ojos de la pelinegro se humedecieron y oculto su rostro en el pecho del chico.
no llores- dijo el mientras le acariciaba los cabellos- tengo que sujetarme a cosas pequeñas para que tu recuerdo no se vaya totalmente, que mejor forma de recordarte que nombrando a mi hija después de ti- dijo el
Pero Inuyasha- a Kagome se le escapo un hipo entre los sollozos.
Mira, si es niño lo llamare como a mi padre, Inutaisho, pero si el niña le pondré tu nombre- dijo el
Ella sonrió y la velada continúo…
Princesa- la llamo Inuyasha
Dime- le contesto ella.
Cuando nazca nuestro hijo nos iremos de Japón- le dijo
¿Por que?- pregunto Kagome
Solo quiero que nos vayamos, nosotros seguimos siendo dueños de los imperios en toda Europa, regresaremos.- dijo el
De acuerdo- contesto ella aun sin entender, pero algo muy dentro de corazón le decía que algo andaba mal, quizás ese mal presentimiento también lo tenia Inuyasha.