InuYasha Fan Fiction ❯ Dr. Mounstro ❯ Buenas amigas ( Chapter 3 )
Capítulo 3
Mejores amigas
Cuando Rin abrió la puerta segura que eran Kagome e Inuyasha las dos amigas se abrazaron emocionadas. De pie junto a ellas Inuyasha las miraba con una sonrisa; le agradaba Rin porque era divertida y agradable.
Disfrutaron de un ameno almuerzo al aire libre en compañía de Deborah, Folken y Koro. Estando juntas Rin se dio cuenta lo mucho que había extrañado a su amiga lo que reforzaba aún más su decisión de quedarse en Tokio.
Después del almuerzo disfrutaron de la agradable vista del enorme jardín. Pasearon juntas por entre los árboles, recordando sus juegos infantiles. Cuando el viaje de recuerdos empezó a hacerle un nudo en la garganta a Rin por la memoria de su madre, Kagome la tomó por el brazo asegurándole que se divertirían mucho cuando fueran de compras.
Al regresar con los demás Inuyasha le estaba comentando al doctor Ikegami que las dejaría en el centro comercial porque tenía que hacer varias cosas con Sesshoumaru.
"Tu hermano está en Tokio que sorpresa"
"Si Folken-sama, regresó para terminar sus estudios. Finalmente será doctor"
"Que bueno!"
"Creo que está muy emocionado"
"Y dime se casó?"
"Lo pospusieron, él desea concentrarse en los estudios y ella
trabaja en Boston. Se casarán cuando él termine"
"Sooka"
Intrigada por el vago recuerdo que tenía de Sesshoumaru, Rin le preguntó a Inuyasha por él.
"Yo recuerdo su rostro vagamente pero estoy segura que era muy serio"
"Sigue igual ese sujeto nunca sonríe"
No comentaron nada más, en cambio se despidieron de Folken, Deborah y Koro. Inuyasha que las dejó en un centro comercial, prometiéndoles buscarlas 4 horas más tarde. Rin y Kagome hablaban tan exaltadas que prácticamente ignoraron a Inuyasha dejándolo con la palabra en la boca. Inuyasha no dijo nada dio media vuelta y se alejó complacido de ver a Kagome tan radiante.
///////////////////
Rin estaba de pie admirando el centro comercial, Tokio era tan distinto a San Francisco que por un momento se sintió felizmente abrumada, Kagome la sacó de su embelesamiento sacudiendo la mano frente a sus ojos.
"Rin despierta, por donde empezamos?"
"Por donde tu quieras!"
"umm….debería comprarme un traje nuevo, si no hubiera sido por ese tipo!" - al recordar el encuentro del aeropuerto Rin apretaba los dientes
"Cual tipo? De que hablas Rin te pasó algo?"
"Ay nada, que mientras esperaba el vuelo para venir un idiota mal educado me regó el café en mi traje blanco!"
"En serio, aquel que te queda precioso?"
"Si ese mismo, lo que más rabia me da es que el muy grosero me dijo torpe.
Grr!!"
Kagome se quedó viendo a su amiga apretar los dientes y cerrar las manos en un puño de la misma forma como cuando su hermano la hacía rabiar. Con una sonrisa se dispuso a averiguar más de aquel encuentro.
"Rin, parece que el grosero ese te hizo enojar mucho!"
"Uy sí lo hubieras visto todo arrogante, dijo que todo había sido mi culpa, que yo era una despistada, puedes creerlo?"
"Pero Rin, SI eres una despistada!"
"KAGOME!!"
"Ay está bien...mmm y era guapo por lo menos?"
"Guapo? Quién?"
"El grosero?"
"Ja ja no me fijé, era alto!"
"Lo ves? Sí eres una despistada, ese tipo te regó el café, te hace rabiar y lo único que te acuerdas es que era alto!"
"Ja ja ja Kagome…no necesito otro novio suficiente con Van!"
"Pero Rin hace cuanto no sales con nadie?" - Al escuchar a su amiga hablar de su inexistente vida sentimental Rin hizo una mueca sacando la lengua, torció los ojos y se aclaró la garganta para hablar mientras su amiga la miraba de reojo.
"Ahem! Ahem!...Kagome-chan yo Ikegami Rin vine a Tokyo a estudiar historia" - Rin sujetaba su mano sobre el pecho solemnemente mientras hacía cara de seriedad
"Ajá"
"Srta. Higurashi mejor olvídese de buscarme novio y vamos de compras!"
"Siiii!!"
Rin tomó a Kagome por el brazo y se encaminó a la tienda de cosméticos frente a ellas. En un rincón de su mente trató de encontrar el rostro del hombre del aeropuerto pero fue inútil, solo recordaba que era alto y olía rico. Eso la hizo rabiar porque entonces era cierto que era una distraída.
Pasaron una tarde de compras maravillosa, conversando, riendo y comentando de los planes que ambas tenían, lo más importante para Kagome era terminar sus estudios de Psicología y tener una boda de ensueño con el amor de su vida.
Para Rin estar disfrutando de ese momento junto a su amiga era más que suficiente. Kagome le comentaba que cada día que pasaba se enamoraba más de Inuyasha y disfrutaba de su posesiva forma de ser como una maravillosa y adictiva droga de felicidad.
Rin la escuchaba con atención sonriendo, para ella Inuayasha y Kagome eran el ejemplo supremo del amor que dura para toda la vida. Secretamente albergaba la esperanza de poder encontrar algo remotamente parecido para ella.
Pero aquel anhelo era una diminuta llama que luchaba por no extinguirse al chocar contra su solitaria realidad. Cuando Kagome le comentó que Sesshoumaru estaba con ellos Rin encontró una razón para distraerse y no pensar en que tenía más de dos años de estar sola.
"Desde cuando está aquí?"
"Hace unos días Inuyasha está entretenido con su hermano mayor"
"Ja ja ja que bueno que se lleven bien"
"Son taaaan parecidos…argg pero a veces no los soporto son muy arrogantes, especialmente Sesshoumaru, se cree guapísimo"
"Y lo es?"
"Pues sí, se parece mucho a Inuyasha!"
"Que linda…habló la futura señora Youkai!"
"Ha ha!"
Fue una tarde maravillosa y relajada. Cuando Inuyasha llegó a buscarlas resopló divertido ante la escena frente a él. Las dos estaban tomando té y comiendo postre rodeadas por un mar de bolsas. Después un rato se dirigieron a casa de Rin, donde los esperaban para cenar.
////////////////
Cuando Inuyasha y Kagome entraron al apartamento, Sesshoumaru estaba esperándolos en la cocina. Quería avisarle a su cuñada que llamaría a Susan.
"No hay problema no tenías que esperarnos para eso!"
"Yo pagaré la llamada!"
"Sesshoumaru eso ya lo sé, eres bienvenido no tienes……gracias por avisarme le daré el recibo a Inuyasha cuando llegue!" - Kagome le sonrió, su cuñado era tan ecuánime que hasta una cosa tan simple como una llamada internacional se transformaba en una especie de ritual.
"Entonces insecto ya terminaste?" - Inuyasha le hablaba a su hermano masticando un pedazo de pan y con una soda en la mano.
"Si imbécil ya todo esta listo ahora solo falta la mudanza, me ayudarás?"
"Ahhh….si!"
Kagome no se molestó en pedirles que no se trataran de esa forma, era como si de alguna forma llamarse insecto, animal o imbécil era su manera de demostrar afecto.
"Sesshoumaru ya sabes quien será tu roommate?"
"Aún no"
"Y no te preocupa?"
"Porque habría de hacerlo?"
"Bueno como tu…quiero decir…"
"Acaso me crees incapaz de soportar un roommate mi estimada Kagome?"
"Ha! No lo dice por eso infeliz mas bien es el roommate el que debería preocuparse quien te va a aguantar a ti!" - Inuyasha hizo caso omiso de la mirada de hielo de su hermano y se dejó caer pesadamente en el sillón con una revista en la mano. Kagome buscaba la manera de no ponerse roja, porque las palabras de Inuyasha era exactamente lo que ella pensaba.
"Ja ja ja Inuyasha no le digas eso a tu hermano. No eres insoportable, solo muy callado y tienes razón porque te vas a preocupar por un compañero de cuarto si te la vas a pasar estudiando?!"
"Um!"
Kagome le sonrió suavemente y se compadeció del compañero de cuarto de su cuñado. Estaba segura que el pobre se iba a sentir como un ser miserable y solitario, viviendo junto a aquel ácido prospecto de doctor.
Sesshoumaru observó a su cuñada un instante, Kagome era una agradable y hermosa mujer que por alguna razón estaba enamorada perdidamente de su descerebrado hermano y eso la hacía digna de su afecto. Además, aparte de Susan era la única que parecía tratarlo con sincera amabilidad.
Una vez que Kagome se sentó en la mesa a revisar las compras de ese día, Sesshoumaru se puso a pensar en el dichoso compañero de cuarto pero apartó esa incómoda idea y tomó el teléfono para comunicarse con su prometida que seguramente estaría esperando su llamada.
"Hola Susan!"
"Sesshoumaru hola! Cómo está todo, aún estás donde tu hermano?"
"Estoy bien gracias y si aún estoy con el torpe. En cuanto me mude nos comunicamos…"
"Sucede algo?"
"Voy a tener un roommate después de todo!"
"Y que con eso? No me dijiste que ibas a estar demasiado ocupado?"
"Así es pero hubiera deseado vivir solo!"
"Entonces busca un apartamento!"
"Ya lo hice y los que me gustaron están demasiado lejos!"
"Entonces no tienes opción!"
"Eso creo!"
"Será hombre o mujer?"
"Cuál es la diferencia, acaso estás celosa?"
"Soy tu prometida, creo que se me permite una dosis de preocupación. Estás en Japón y yo en Boston!"
"Tu preocupación es innecesaria. Nos vamos a casar!"
"Por supuesto discúlpame, confío en ti darling!"
"…"
Sesshoumaru hizo un gesto con la boca y balbuceó algo muy parecido a un `ok'. Quería sinceramente a Susan pero detestaba que le dijera darling, sin embargo, ese era el sobrenombre de cariño menos empalagoso que toleraba.
Continuaron hablando de cómo estaban y finalmente se despidieron con la promesa de comunicarse una vez que estuviera instalado en el dormitorio. Haciendo como si no escuchara Kagome no perdió ni una sola palabra y le pareció divertido comprobar que su cuñado estaba preocupado por el roommate.
Se quedó pensativa un momento, Susan no le caía del todo mal pero le parecía que tenía una personalidad demasiado práctica e independiente. Para Kagome Sesshoumaru y Susan eran más bien una pareja de compañeros de trabajo y no de novios.
Según Inuyasha, Susan era insípida y demasiado seria para su hermano. Era justo decir que Inuyasha no estaba feliz ni emocionado de que su hermano la hubiera escogido como su esposa.
El ácido prospecto de doctor se sentó en silencio junto a Kagome que organizaba unos paquetes y doblaba unas cuantas bolsas como ensimismada. Sin quererlo analizó las palabras de Susan. No había contemplado la posibilidad de tener una roommate y eso presentaba otra serie de incomodidades. Suspiró sintiéndose abrumado, se conformaría con que su compañero de cuarto fuera callado indiferente de si era hombre o mujer.
/////
Y en Boston…
Susan apoyó la cabeza en la almohada y se quedó un instante pensativa. Extrañaba a Sesshoumaru pero también amaba su trabajo como abogada en una de las mejores firmas legales de Boston.
Era hermosa, una rubia de ojos azules, delgada, elegante y poseedora de una presencia regia. Sabía que sus atributos físicos, seguridad en sí misma e independencia eran parte de las cualidades por las que Sesshoumaru Youkai había decidido hacerla su esposa. Ella comprendía su manera de ser ecuánime y enfocada a un éxito rotundo en la vida. No había duda en su mente que eran tal para cual.
Por un momento se sintió algo desanimada por haber pospuesto su matrimonio pero la verdad era que su carrera estaba en ascenso. Todo su arduo trabajo era finalmente reconocido y respetado por sus superiores y eso la emocionaba lo suficiente para poner la vida matrimonial en segundo plano.
Comprendía a la perfección a Sesshoumaru y se sentía muy enamorada. Apartó sus dudas porque estaba consciente que su prometido era de una moral intachable. Sesshoumaru Youkai era fiel y cumplía sus promesas contra viento y marea. Estaba segura que iba a estar tan ocupado convirtiéndose en doctor que probablemente pasaría todos sus ratos libres con Inuyasha o en la biblioteca.
Satisfecha se acomodó en su cama dio un rápido vistazo al lugar donde hasta hacía cuatro días dormía Sesshoumaru, abrazó la almohada y se quedó dormida profundamente.
/////
Nota del autor: Que les pareció la prometida?? Tuve tantos comentarios sobre eso que me inspiró a darle un papel más fuerte que el que originalmente tenía preparado para esta atractiva rubia. No podía darle una prometida fea verdad que no?
*Zetus suspira feliz jamás imagino que este fic fuera a tener tan buena acogida. Muchas gracias a todos por sus reviews!!*