InuYasha Fan Fiction ❯ Epílogo de un Amor ❯ "Juntos en la Oscuridad" ( Chapter 5 )
[ T - Teen: Not suitable for readers under 13 ]
Disclaimer: “Tengo que declarar aunque no se por qué si ya todo el mundo lo sabe que no soy dueña de los personajes de Inuyasha, ellos le pertenecen a Rumiko Takahashi”
“..” hablando
-….- pensando
Capitulo 5. “Juntos en la Oscuridad”
Pronto llegaron a la cabaña de la anciana Kaede. Todos dormían placidamente. Intentando no hacer ruido para no despertar a nadie. Inuyasha tiernamente depositó a Kagome en una esquina junto al futon, sin dejar de contemplarla. Se admiraba de lo hermosa que se veía a la luz de la luna. Su piel tan clara y a la vez tan suave. Se veía tan frágil, sentía deseos de protegerla por siempre. Dar su vida por ella.
Sus labios rojos.... como deseaba probar el dulce néctar que emanaba de ellos. Tocar su delicada piel. Deseaba con toda su alma a esa niña. Pero eso no podía ser, ella jamás seria suya. No solo porque se había condenado a muerte al prometer y entregar su vida a Kikyou, sino porque él no tenia nada para ofrecerle.
-Mía, si tan solo ella pudiera serlo ..... Pero no es tan simple .... yo no tengo nada que ofrecerle .... Mi vida le pertenece a Kikyou- pensaba amargamente Inuyasha.
Inuyasha se sentía tan triste, la tenía tan cerca, quería decirle.... Pero ¿por qué sentía todo eso? ¿por qué ella despertaba todos esos sentimientos en él? ¿ Acaso Kagome era a quien realmente amaba?
De pronto comprendió todo, él amaba a Kagome, no sabía desde cuando, no sabía como, pero él la amaba, sabía que no podría vivir sin ella.
- Pero ¿y Kikyou? - se seguía atormentando Inuyasha.
Kikyou ya había quedado en su pasado, en un pasado que no había querido olvidar, tal vez porque ella había sido la primera persona con la que se sentía a gusto. La había querido, a su manera pero la había querido, pero ya no estaba seguro si lo que él había sentido por ella era amor. Sentía remordimiento, ella murió por él y él a cambio tenia que entregarle su vida.
- Demonios, mi suerte ya esta echada - suspiro secretamente Inuyasha.
Inuyasha se separó de Kagome y fue al otro lado de la habitación, buscando algo en medio de la oscuridad sin decir ni una sola palabra tratando de distraer aquellos pensamientos que lo único que conseguían era acongojar más su alma ya atormentada.
Kagome lo miró extrañada, preguntándose que estaría buscando con tanta insistencia en su mochila. Se le veía tan lindo, parecía un niño buscando un juguete o un dulce entre las bolsas del mercado, pero también se veía tan apuesto y tan atractivo. A veces podía ser tan tierno y tan protector que no se explicaba como era que otras veces podía ser tan insoportable, tan engreído, tan arrogante. Pero aun así ella lo amaba, él lo era todo para ella. Sabía que muy pronto tendrían que separase, y aunque ella quisiera quedarse a su lado por siempre, abandonándolo todo por él, lo mas seguro es que Kikyou venga a buscarlo para llevárselo una vez que la perla se encuentre nuevamente completa, ya que Naraku antes de morir hizo añicos el pedazo de la perla que tenia (y era uno muy grande).
- Después de completar la perla todo habrá acabado y ya no tendrá sentido mi estancia en esta época. ¿Por qué tuve que enamorarme de él? .... Él se irá con Kikyou, ella lo está esperando, es por eso que su espíritu sigue aquí en este mundo y se niega a descansar en paz - se dijo así misma Kagome, pensando que pronto perdería al amor de su vida.
Kagome se entristeció, sabia que no podía hacer nada, pero tampoco podía dejar de amarlo. Como deseaba estremecerse entre sus brazos, perderse en esa mirada tan tierna, tan cálida. No podía dejar de mirarlo, no podía dejar de desear ser ella la mujer que él amaba.
-Si tan solo el me amara ....... pero en que cambiaria las cosas .... seria peor, sería mas doloroso, no podría soportarlo. Él le pertenece a ella y yo pues ..... yo no soy mas que un obstáculo entre ellos -
Kagome empezó a sacudir su cabeza de un lado al otro, tratando de borrar todos esos pensamientos tan dolorosos de su mente. Tratando de aliviar su pena.
“¿qué te pasa?” Inuyasha pregunto notando que el animo de Kagome había decaído notablemente, incluso parecía que en cualquier momento empezaría a llorar.
“eh, nada ... ¿qué tanto estas buscando?” contestó Kagome nerviosamente tratando de desviar la conversación para que él no siguiera indagando y descubra la verdad de sus sentimientos.
“Algo para curarte esa herida.” dijo simplemente Inuyasha, tratando de sonar lo mas desinteresadamente posible.
“Ya te he dicho que no es nada.” replico Kagome cansada de decir siempre lo mismo, que acaso no le creía, no podía ver por él mismo que era simplemente un rasguño.
“Pero que terca eres Kagome!” respondió exasperadamente Inuyasha perdiendo la paciencia.
Kagome contestó irónicamente “De donde se me habrá pegado.”
“¿Qué quieres decir?”
Kagome dándose cuenta que Inuyasha había elevado su tono de voz lo reprendió. “ No hagas tanto escándalo que se van a despertar los demás.”
“Feh”
Inuyasha se acercó, tomando con sumo cuidado el brazo de Kagome tratando que la joven no sintiera dolor alguno. Este gesto hizo que ella se ruborizara. Estando tan cerca, él se siente embriagado con su aroma, ella lo embriaga, lo abruma y él solo vive por ella, esa niña tan dulce. Ella se estremece al contacto de su herida con el alcohol, él la tranquiliza con una sonrisa.
“Inuyasha” dijo tímidamente Kagome tratando de llamar su atención.
“¿qué ocurre Kagome?”
“Gracias”
Inuyasha no respondió, no era necesario, esa mirada tan tierna lo decía todo. Él se sentó al lado de la joven, tratando se brindarle calor con su presencia para que no pasara frió durante la noche y secretamente para poder disfrutar estando a su lado.
Kagome se sentía inmensamente feliz aunque sea por esta noche.
-------------------------------------