InuYasha Fan Fiction ❯ Epílogo de un Amor ❯ “El Pasado y el Futuro se Reencuentran” ( Chapter 11 )
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Disclaimer: “Tengo que declarar aunque no se por qué si ya todo el mundo lo sabe que no soy dueña de los personajes de Inuyasha, ellos le pertenecen a Rumiko Takahashi”
“....” hablando
-….- pensando
Capitulo 11.“El Pasado y el Futuro se Reencuentran”
Kagome corrió hasta que ya no pudo mas, apoyando su espalda en el árbol mas cercano, dejándose simplemente caer, lloró amargamente, tratando de expulsar todos esos sentimientos de tristeza, desesperanza que se habían apoderado de su ser, en busca de aliviar el dolor que encerraba en su alma.
Había huido de él, no quería que Inuyasha la viera llorar, no quería derramar mas lagrimas delante de él, no era justo, no quería verlo triste y menos por su culpa. Sabia que esto también era difícil para él, no era necesario hacerlo sentir responsable por los sentimientos que habían despertado en ella.
Sabia que sus acciones habían interrumpido el adiós y solo prolongado la agonía, muy pronto Inuyasha le diría adiós para siempre, el pensar en ello la hacia estremecerse. Resignarse era la mejor solución, pero su corazón se negaba a dejarlo ir, se negaba a seguir adelante sin él.
“No quiero escucharlo decir eso” se repetía una y otra vez entre sollozos, tratando de convencerse que de esa forma dolería menos pero sabiendo que seria inevitable. InuYasha jamás se marcharía sin decir adiós.
“Es inevitable, he sufrido tanto por él, he llorado tanto por él, aun así, nada se compara con este sufrimiento...... Al verlo partir mi corazón se partirá en pedazos y nada ni nadie los podrá volver a unir. Él se ira..... y mi vida se ira con él.”
Kagome trató de tranquilizarse, la cabeza le iba estallar de tanto que había estado llorando, sentía sus ojos hinchados y el cansancio se hacia notar.
Trato de levantarse, pero sintió como sus piernas se estremecían, se apoyo con una mano en el árbol tratando de sostener su peso en el, recostando su cabeza cerro sus ojos y suspiró. El dolor de cabeza se agudizaba mas a cada instante, haciendo imposible mantenerse de pie. Lo mejor era descansar y calmarse, aunque sea un poco ya que en el estado en que estaba no podría regresar.
Cerrando los ojos, nuevamente su mente la llevo hasta InuYasha. Era inevitable, jamás lo podría sacar de su mente y mucho menos de su corazón. El destino puede ser tan cruel a veces, pero tenia que ser fuerte y tratar de seguir adelante.
“Solo puedo hacer una cosa para tranquilizar mi ser, debo decirle que yo ... que yo lo amo ..... que siempre lo amaré, pase lo que pase yo lo seguiré amando y aunque se que nunca volverá, aun así lo seguiré esperando”
Ya un poco más tranquila y decidida a confesarle a InuYasha sus sentimientos decidió regresar, había llorado tanto que sus ojos estaban secos, ni una lagrima mas podría deslizarse por su mejilla.
“Al menos así no lloraré mas delante de él” una leve sonrisa se dibujo en sus labios.
Necesitaba ser fuerte en estos momentos, aunque resultaba mas fácil simplemente correr hacia el pozo, hacia su tiempo y dejar todo atrás, en el pasado, donde pertenecía y empezar de nuevo, buscando en los brazos de otro el consuelo que no podía hallar en los de InuYasha. Irse sin decir adiós, olvidando todo. Parecía la mejor solución, pero Kagome no podía, su corazón se negaba a dejar que InuYasha se convirtiera en un mero recuerdo.
Mientras caminaba, buscando el regreso hacia el hanyou que había robado su corazón, pensaba en como encarar esta situación tan cruel, reuniendo el valor necesario para confesar el secreto que siempre ha callado, sabiendo que aunque ella no lo haya dicho, sus acciones siempre lo han demostrado y que InuYasha siempre ha estado al tanto de sus sentimientos.
“Y aun así decidió irse con ella”
Por doloroso que fuera, esa era la verdad. InuYasha había elegido a Kikyou por encima de ella sabiendo lo que ella sentía por él.
“Tal vez nunca le importe”
Igual eso ya no tenia sentido, ya no tenia importancia, él la había elegido, después de todo Kikyou era el amor de su vida.
“Y yo solo soy ….. solo soy alguien mas”
-No, yo no soy una copia, no somos iguales, yo soy Kagome, no Kikyou porque insisten en compararnos, yo soy distinta-
Kagome sacudió con fuerza su cabeza, - nada tiene sentido, ¿por que estoy pensando en ella?- Frustrada siguió su camino, resignada a sus destino, luchar no tenia sentido, la decisión ya estaba tomada y ella no podía hacer nada.
Kagome se detuvo de pronto, una sensación escalofriante recorrió su cuerpo, esta sensación ya la había experimentado antes. Delante de ella se encontraba aquella mujer de mirada fría. Lo último que se esperaba era encontrarse con Kikyou nuevamente, pero a diferencia de otros encuentros Kagome no pudo evitar mirarla con rabia y cólera, después de todo ella era la causante de sus pesares. Esta vez no iba a dejar que aquella mujer tan despreciable se mofara nuevamente de ella. - ¿acaso había venido ha celebrar su triunfo? -
“¿Qué demonios quieres? “exigió Kagome con un tono de desprecio, la pobre ya estaba cansada de esta situación y estar en presencia de Kikyou y entablar una conversación amigable era lo ultimo en su lista de prioridades.
Esto no le sorprendió a Kikyou, después de todo había estado empujando la paciencia de la joven miko hasta limites insospechables y ya había empezado a preguntarse cuanto faltaba para que explotara.
“Veo Kagome que al fin estas creciendo” el sarcasmo se hacia notar en cada silaba, nuevamente Kikyou estaba jugando con las emociones de Kagome, testeando hasta que punto podía llegar, disfrutando la reacción de disgusto de la joven, que ante sus ojos no era mas que una simple niña, definitivamente este era un adjetivo que su reencarnación detestaba.
“La verdad que el papel de niña indefensa no te sentaba bien. “ Agrego con un tono de malicia, sonriendo al notar como Kagome trataba de mantener la calma o al menos disimularla.
La respuesta de la joven no se hizo esperar, aunque muy en el fondo Kagome esta tratando de luchar por mantener todas sus emociones bajo control.
“Respóndeme Kikyou ¿a qué has venido? .. No estoy de humor para escuchar tus comentarios irónicos.”
Kikyou no pudo esconder la mueca de desprecio que empezó a formarse en su rostro, no acostumbrada a tratar con Kagome de esta forma. La joven miko siempre se había visto insegura y hasta tímida en su presencia, siempre evitando el contacto directo con ella, como si tuviera miedo de enfrentarla. A pesar de sentir un poco de lastima por la joven, no podía echarse para atrás ahora, tenia que seguir adelante con su plan. InuYasha era todo para ella, ilusamente había dejado que Naraku los separara y les tendiera una trampa. Era tiempo de corregir los errores y hacer lo que se tiene que hacer para conseguir la felicidad.
“Pero que impaciente estas hoy .... relájate, solo vine a conversar, no creas que he venido ha desperdiciar nuevamente una flecha en ti, eso ya quedo en el pasado.” No era la mejor forma de aproximarse a su objetivo, pero era algo que debía hacer. -Esto es necesario- repitió Kikyou en su cabeza.
“¿Te estas burlando de mí?” preguntó Kagome, exasperadamente. Que tiene esta mujer que lo único que viene hacer es a destilar su veneno. Acaso no tiene otras cosas mas importantes que estar acá, como ir a robarle el alma a las jóvenes o tal vez molestar a Inuyasha, bueno eso definitivamente no era mejor. Al menos esta aquí y no con Inuyasha, suspiro Kagome.
“La verdad que burlarme de ti no me interesa, tengo mejores cosas que hacer como para perder mi tiempo contigo” interrumpió Kikyou.
“Di de una vez lo que has venido a decir.” y vete quiso agregar Kagome, pero no le pareció prudente, no queriendo una repetición de su ultimo encuentro. InuYasha no esta cerca para defenderme y yo estoy desarmada. En que estaba pensando para salir así
“Vine por algo que me pertenece” volvió a interrumpir Kikyou, quien se estaba impacientando de que la joven pareciera no prestarle atención, algo que definitivamente no tolerara una vez mas.
“Inuyasha no esta aquí” respondió sin pensar.
“Claro que no esta aquí niña estúpida, no vine por él, ¿crees que te pediría permiso para llevármelo? .... pero que bueno que te hayas dado cuenta que Inuyasha me pertenece.” rió Kikyou.
Kagome bajo la mirada avergonzada de haber admitido su derrota en voz alta. Al parecer no le basta con haber ganado sino que tiene que venir a restregármelo en la cara. No, no es correcto que piense así, InuYasha no es un objeto, ni mucho menos una posesión.
“Entrégame la perla.”
“¿disculpa?” Kagome la miro incrédula al escuchar semejante petición, pero como se atreve a pedir eso.
“No te pases de lista niña y entrégame la perla.” Replicó Kikyou algo irritada y perdiendo la paciencia, ya había perdido demasiado tiempo con esta absurda conversación.
“¿ y para que la quieres?”
Por que simplemente no se la entregaba, después de todo no tenia uso para la joven inexperta, seria un problema que la perla vuelva a caer en manos equivocadas, y definitivamente Kagome no podría protegerla de aquellos que la desean. La niña es tan ingenua que anda deambulado por el bosque sin un arma. No, lo mejor era llevarse la perla con ella y dejarla donde siempre debió estar, ya que purificarla estaba fuera de discusión. Inuyasha ya no se convertiría en humano.
“Primero, me pertenece. Segundo, eso a ti no te importa y Tercero, tú no tienes el suficiente poder como para unirla.” Purificarla tal vez pero unirla no, ya lo demostraste una vez.
“ya veo” respondió derrotada Kagome bajando la mirada sintiéndose una vez mas inferior a Kikyou.
“Deberías agradecerme que te estoy quitando un peso de encima, me la llevare conmigo al infierno, así no caerá en manos equivocadas.”
Molesta de que Kikyou insinuara que ella no era capaz de hacer algo bien arrojo los fragmentos a los pies de Kikyou, no sabia que la había motivado, ni siquiera lo había pensado, simplemente lo hizo, tal vez su deseo de humillarla como tantas veces ella lo había hecho.
“Si los quieres tómalos.” Agrego Kagome desafiantemente, después de todo ya no tenia nada que perder, ya había perdido lo mas importante en su vida, ya no quedaba mas nada y la perla solo era un recuerdo mas del intenso dolor que oprimía su pecho.
Kikyou los recogió esbozando una sonrisa de satisfacción, después de todo la reacción de Kagome le había resultado tan infantil, que hasta gracia le había hecho. La inmadurez de la joven no dejaba de sorprenderle o tal vez era otra cosa.
“Bien” dijo Kikyou volteándose y dándole la espalda a Kagome empiezando a marcharse dejándola a atrás no sin antes mencionar un par de cosas a la joven.
“Te voy a dar un consejo niña, aprovecha lo que resta del día de hoy hasta la tarde de mañana, porque ni bien caiga la noche lo vendré a buscar.”
Continuara ......
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