InuYasha Fan Fiction ❯ Un principe enamorado ❯ Experimentando ( Chapter 6 )
Capítulo 6
Experimentando
Fuera de la cabaña era una mañana muy soleada. Rin, Keiko y Van estaban algo alejados riéndose a carcajadas bajo un árbol. Inuyasha los observaba mientras que Shippou se encontraba a poca distancia y lo miraba con los ojos entrecerrados por el sol. Se acercó adonde estaba su hermano que al verlo le salió al encuentro con cara de aburrimiento.
"Que demonios quieres? Ella esta bien!"
"Ya lo sé...no tengo que darte explicaciones"
"Few! Porque no te largas y dejas que se quede, viste a los niños?"
"Si desde cuando tienen esos poderes?"
" Hace tan solo un par de años lo sabrías si vinieras más a menudo, como ella!"
"No empieces!"
"Si bueno ya que lo sabes crees que puedas enseñarles a controlar esas habilidades, como comprenderás no son mi fuerte y la única que parece saber algo es Rin"
"Rin?"
"Pasa horas con el bebe venenoso diciéndole que visualice el veneno fluyendo...lo que sea que eso signifique!"
"Veneno fluyen..!"
"Jaken!"
"Lo siento Amo!"
"Que le dice a la pequeña?"
"Que las garras son extensiones de su mano...oye que tienes? estás más paliducho que de costumbre, sino te conociera diría que estás enfermo!"
"No me pasa nada, cierra la boca quieres?"
"Entonces hablarás con ellos?"
"Lo pensaré!"
"Infeliz!!"
"Lo mismo digo!"
Inuyasha sonreía, no lo admitía con frecuencia pero una parte dentro de él siempre deseó una relación con el único hermano que tenía, y esta repentina estadía de Sesshoumaru lo puso feliz.
Sin embargo después de unos minutos a su lado su expresión se oscureció. Por el rabillo del ojo, vió como Shippou miraba fijamente a su hermano con una expresión sombría. Comprendió que el aroma extraño que su hermano llevaba encima también era percibido por el kitsune.
Inuyasha se fijó nuevamente en el joven youkai que miraba a Rin, lo vió incorporarse lentamente de donde estaba y caminar en dirección a Rin y Van.
El hanyou casi no tuvo tiempo de esquivar la llamarada azul, Sesshoumaru se quedó inmóvil al ver el suelo junto a sus pies ardiendo, la expresión en su rostro era de total incrédulidad.
"Que demonios te pasa zorro?"
"Maldito traidor...!"
"De que hablas?"
La respuesta de Shippou fue lanzar una mirada fugaz hacia Rin, que reía con Van, el youkai ignoró la intensidad de los ojos del kitsune y no dijo nada, junto a él Inuyasha tenía los brazos cruzados sobre el pecho y la mirada perdida, se volteó hacia Kagome y le sonrió a medias, nuevamente dirigió su atención a su hermano.
"Cuando piensas decirle?"
"Decirle que?"
"Por favor no tengo tiempo para jugar, igual que Shippou puedo oler rastros de las hembras youkai con las que has tenido contacto. Estas en busca de una pareja"
"Y eso que tiene de malo?"
"Nada para ti, pero que pasará con ella?"
"....Aún no lo sabe!"
"Maldito cobarde! después de tantos años la dejarás sola, desechándola como si nada, me das asco!"
"Tu no eres el único que puede tener una familia"
Inuyasha miró a su hermano conmovido, sus palabras lo hicieron darse cuenta de la angustia que sentía producto de su soledad, por un momento sintió compasión y valoró mucho más su propia familia.
"Como sea, pero el precio que piensas pagar es muy alto, sobre todo para Rin, deberías decirle cuanto antes!"
"Hai!"
"Siempre supe que eras un miserable pero jamás pensé que la abandonarías a su suerte, no a ella!"
Sesshoumaru no sabía como ni cuando iba a decirle, pero su hermano tenía razón. Rin tenía derecho a saber que estaba buscando una pareja para formar una familia y que ya no podría vivir con él. Las palabras de Inuyasha resonaban como una cruel sentencia, el precio a pagar era muy alto, perdería a Rin para siempre para tener la familia que tanto deseaba.
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Pensaba en la forma como decirle a Rin cuando la voz de Jaken lo distrajo.
"Amo Sesshoumaru!!"
Al levantar la vista vió como Rin sujetaba su mano como si le doliera, con su habitual velocidad llegó hasta ella primero que cualquiera cuando Rin lo vio junto a ella se puso pálida y escondió las manos en su espalda. Junto a ella Van estaba con una expresión asustada y sosteniendo una pequeña caja de color blanco, el pequeño se notaba inquieto y sonreía forzadamente viendo a Rin.
Cuando Sesshoumaru trató de tomar las manos de Rin y ella se negó un gruñido escapó de sus labios, la sujetó con firmeza y con un gesto le indicó que le enseñara los brazos ella misma. Asustada por la expresión furiosa de su amo lentamente movió los brazos para que Sesshoumaru los pudiera ver.
Rin tenía un rasguño en el antebrazo de color verde y Sesshoumaru reconoció el color de su propio veneno entendiendo porque su sobrino se revolvía nervioso y supuso que había sido una herida accidental mientras jugaban.
"Oye enano ten más cuidado!"
"Lo siento Tío, pero ya la voy a curar mi mamá me enseñó como hacerlo"
En cuestión de unos segundos Rin ya no tenía veneno tan solo una marca en su brazo completamente limpia Van sello su curación dándole un beso en la mejilla.
"Arigato bebé!"
"Siempre eres mi mejor paciente!"
"QUE DIJISTE ENANO? La cortaste a propósito?"
"No...bueno es que!"
"No es para tanto!"
"Rin por favor quiero que el `Bebé' me explique!"
Al escuchar que Sesshoumaru vociferaba Inuyasha se apresuró a estar junto a él con ojos amenazadores y dispuesto a partirle la cara.
"Que demonios pasa, Sesshoumaru porque le hablas así a Van?"
"Este cachorrito tuyo está experimentando con Rin!"
"VAN?"
"Otosan yo..."
Rin se levantó tranquilamente y tomó a Van de la mano protegiéndolo con su cuerpo, los dos hombres frente a ella eran la personificación de la furia y buscó las palabras indicadas para evitar un problema, resopló y desechó la idea, que Van y ella `experimentaran' con el tóxico veneno no podía ser explicado de forma inocente.
"Van yo les explico,....mmm experimentamos con....veneno!"
".....QUE?"
Los dos hermanos vociferaban al unísono dejando ver un destello escarlata en los ojos ámbar. Inuyasha hizo un movimiento para tomar a Van, pero Rin se apartó justo a tiempo tomando al pequeño en brazos, la agilidad con que esquivó el movimiento dejó a Sesshoumaru convertido en piedra por un instante. Su protegida se detuvo a una distancia considerable, apoyaba una rodilla y una mano en el suelo mientras que con la otra dejaba a Van a su lado. Con una sonrisa se sacudió el kimono y le hablaba a Van en voz queda.
Kagome observaba la escena desde la cabaña y sonreía. Podía adivinar la expresión incrédula de su cuñado ante la destreza de Rin. No importaba cuantas veces la viera siempre le parecía sorprendente porque era claro que ella poseía una destreza digna de admirar. Detrás de su hermano que no decía ni una sola palabra Inuyasha soltó una risita burlona.
"Tsk! deben ser todos esos años de ver tantas peleas no te parece? Es muy rápida para ser niña! Oi Van ya verás cuando te agarre y Rin...ah olvídalo eres peor que el bebé venenoso, solo tengan más cuidado; no vayas a lastimarla enano!"
Rin y Van se reían felices por su aparente triunfo. Al verla sonreír Sesshoumaru recordó la vez que la vió golpeada y sin poder hablar, su protegida afrontaba los problemas con mucha naturalidad y calma. Dejó esa imagen a un lado para concentrarse en su presente tarea de reclamarle por ser tan descuidada. Se acercó lentamente a los dos.
"Lo ves Bebé podemos seguir experimentado!"
"Nada de eso te lo prohíbo!"
Sesshoumaru estaba frente a ella con una expresión mitad enojo mitad admiración. Miró a su sobrino de reojo con expresión tranquila y le prometió ayudarle a controlar el veneno, se volvió para darle una mirada a su sobrina que escuchaba con atención la promesa.
Van no pudo ocultar su felicidad y sonreía mostrando sus pequeños colmillos, sujetó la mano de Rin un segundo antes de tirar del kimono blanco exigiendo atención
"Arigato tío!"
Sesshoumaru simplemente le puso la mano sobre la cabeza sin dejar de mirar a Rin. Segundos más tarde ambos cachorros sonreían felices ante la promesa de aprender a controlar sus poderes.
"Y ahora...Rin?"
"Ajá?"
"Puedes explicarme porque arriesgas tu vida de esa forma?"
"No es para tanto!"
"Eres humana y ese veneno es muy potente que no lo entiendes?"
"Solo usamos pequeñas cantidades cada vez, necesita practicar!"
"Que practique solo, ya me encargaré que no necesite mas de tus servicios de conejillo de indias....grr! y ahora por favor déjame ver tus 'otros experimentos'!"
"Mmm....esta bien!"
Rin se levantó ambas mangas exponiendo sus brazos, había por lo menos 10 marcas totalmente cicatrizadas. Sesshoumaru dejó escapar un suspiro de enojo, pero se dedicó a inspeccionar las marcas tomando lo pequeños brazos entre sus manos. No se dió cuenta pero atraía a Rin hacia él hasta cerrar el espacio entre ellos en una actitud totalmente posesiva.
"Debería llevarte de vuelta al castillo por ser tan descuidada!"
"No es tan malo, todas han cicatrizado sin problema!"
Su rostro estaba tan cerca que no pudo evitar mirarla fijamente y disfrutar de su delicioso y delicado aroma, las imágenes de anoche empezaban a aparecer otra vez haciendo que se sintiera extraño, más aún al sentir el roce del cuerpo contra el suyo.
"Estas bien supongo, pero por favor no más experimentos!"
"Sesshoumaru-sama le va a enseñar?"
"Así es!!"
"Que bueno es. Muchas gracias!"
"...Rin dime? donde aprendiste a moverte de esa forma?"
"mmmm! eso? … no es gran cosa, comparada a todos los demás soy muy torpe"
"No digas eso, eres muy rápida y además protegiste al mocoso!"
"Muchas gracias Amo, si usted lo dice para mi es un cumplido!"
"Quien te enseñó?"
"Hakura-sama, también aprendí algunas cosas con su hermano y todos los demás. Como dije no es la gran cosa, pero creo que puedo mantenerme con vida o esconderme rápido"
"Ya veo... puedo preguntar si aprendiste algo de mí?"
Rin lo miró como si no entendiera las palabras que acababa de escuchar y con el ceño fruncido y una expresión de dolor musitó su respuesta.
"Sesshoumaru…es la persona más fuerte que conozco...me enseñó compasión al usar esa maravillosa espada…yo sé que fue una prueba y todo eso pero igual me salvó, a su lado aprendí que para ser feliz hay que ser fuerte"
Sesshoumaru no encontró las palabras para contestarle, podía percibir la total sinceridad con que Rin hablaba conmoviéndolo hasta lo más profundo de su duro corazón. Su dulce voz se apagó hasta convertirse en un murmullo, y tenía una expresión triste. Era obvio que ella se encontraba al borde de las lágrimas pero no pudo estar seguro porque se alejaba de él en dirección al río.
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