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Capítulo 13

Nueva vida, recuerdos duraderos

A Rin le pareció que había pasado muy poco tiempo desde que Folken la buscara en el bosque, ahora era de día y la aldea estaba muy cerca. Por alguna extraña razón no podía dejar de pensar en un día hacía muchos años cuando Sesshoumaru la puso al resguardo de la lluvia, era como si todos los recuerdos de su infancia despertaran de un largo sueño haciendo más difícil separarse de su Amo.

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Inuyasha estaba fuera de la cabaña intentando divisar la figura que estaba muy cerca. Fijaba los ojos en el camino, de pronto sus sentidos se percataron del olor a youkai que acompañaba a Rin. Al ver al pájaro azul que contrastaba con el resplandor del día Inuyasha sujetó su espada, inmediatamente liberó su mano de la empuñadura, desde el lomo del animal Rin lo saludaba efusivamente llamando su nombre a gritos.

Folken descendió con suavidad muy cerca de Inuyasha, que ahora estaba acompañado de Kagome y Kirara. Era una escena poco común, una humana surcando los cielos en un pájaro youkai.

Al verla Inuyasha pensó que parecía más un ser mágico que un simple ser humano, aferrada a su brazo Kagome vocalizó la curiosidad de ambos por la armadura de su amiga.

"Esa armadura?"

"No tengo idea..!"

Cuando Rin bajó de Folken empezó a caminar hacia ellos sonriente. En su forma humana el youkai permanecía muy cerca de ella. Mientras se acercaban Kagome vio la extraña mirada de Inuyasha, una mezcla de admiración, compasión y alegría.

"Oye, porque rayos tardaste tanto?"

"Ha ha gomen!"

Folken estaba detrás de Rin con una mirada cautelosa, era una escena casi humorística dadas las dimensiones de Folken, era imposible no verlo ya que era una criatura distinguida y hermosa. Inuyasha se detuvo un momento a verlo antes de hablar presa de recuerdos casi olvidados.

"Yo te conozco…Folken-sama eres tú?"

Los ojos del youkai se abrieron con asombro, reconocía a Inuyasha pero le pareció poco probable que el hanyou lo reconociera a él después de tantos años. Inuyasha se le acercó con una cálida e inusual expresión que Kagome no supo comprender.

"Si Amo, en serio me recuerda?"

"Pues claro, me llevabas a pasear cuando era niño, eres el guardián del castillo de mi padre!"

"Que buena memoria tiene jovencito!"

"Por supuesto como podría olvidarme de aquellos paseos. Okasan siempre se preocupaba que me fuera a caer. Es extraño pero el verte me trae muchos recuerdos de mi infancia"

"Amo Inuyasha no ha cambiado mucho, bueno quizás un poco mas alto y poderoso supongo"

"Pues claro soy invencible"

Junto a él Kagome torció los ojos, no importaba cuanto tiempo pasaba la seguridad y arrogancia de Inuyasha permanecía intacta. Los ojos del youkai recorrieron a Inuyasha hasta hacer contacto con Colmillo de Acero

"Colmillo de Acero!"

"Ajá que te parece?"

"No la había visto desde que su padre…"

Los ojos del yokai se apagaron y su voz era un murmullo. Rin se acercó y lo tomó de la mano. Folken levantó la vista y sonrió, Rin le habló entre dientes. Comprendía a la perfección lo que significaba ver el arma de su antiguo amo, después de tantos años.

"Folken…mira ella es Kagome y esta es Kirara"

Al estrechar la mano de Kagome la detalló rápidamente y se asombró del poder espiritual que emanaba de ella. La encantadora sonrisa de Kagome le recordó parte de su juventud y un sentimiento cálido lo envolvió momentáneamente.

"Es un gran honor Miko-sama"

"Lo mismo digo. Folken ellos son nuestros amigos!"

"A ver, no me diga. Esta bella dama es Sango la exterminadora y el usted debe ser monje Miroku. La princesa tiene razón"

Todos se miraron entre sí al ver que Rin se ruborizaba completamente. Con una sonrisa Kagome se dirigió a Folken.

"Cómo dices? La princesa?"

"Ahem! Folken no me digas así!"

Antes de que Folken o Rin pudieran contestar Miroku se apresuró a hablar comprendiendo perfectamente porque Rin era una princesa.

"Claro Kagome, Rin vive en un palacio con un príncipe es lógico que la llamen así. Ahora dígame Honorable Folken en que tiene razón la princesa?"

"Todos ustedes son muy poderosos ella estará bien cuidada!

"Folken!"

"Pero mi niña, yo he cuidado de ti siempre, necesito saber que estarás bien a partir de ahora. Sino hubiera sido por tí, Hakura jamás hubiera decidido tener a Kali a pesar de su edad!"

Rin dejó caer su cabeza escondiendo las lágrimas que arrasaban sus ojos. Separarse de Folken era doloroso y más cuando escuchaba tantas palabras que le apretaban el corazón haciéndola sentir débil y desvalida.

El youkai se acercó y la abrazó con ternura, cuando sus brazos la sujetaron Rin no pudo controlarse y empezó a llorar en silencio. Todos observaban en silencio sin atreverse a interrumpir lo que parecía una despedida entre padre e hija. Rin se calmó lentamente y se separó hasta encontrar los ojos violeta que la miraban con ternura.

"Estaré bien…por favor no olvides tu promesa de visitarme algún día!"

"No lo haré… quería conocer a los pequeños, donde están? Kali me hará muchas preguntas cuando regrese!"

Kagome estaba a punto de decir algo cuando los gritos infantiles la interrumpieron. Rin no tardó en darse la vuelta cuando estaba rodando por el suelo abrazada a los dos niños.

"Rin volviste muy rápido tal y como lo prometiste!"

"Están felices?"

"…pero no te vas a ir pronto o sí?!"

"Esta vez me quedaré muchísimo tiempo!"

"Siii!...pero Rin y esa armadura?"

"Te gusta?"

"Si te ves muy bonita te pareces a Sango cuando va a matar mounstros!"

"ha ha gracias. Fue un regalo, a lo mejor un día de estos mato algún mounstro!"

"Princesa esa armadura es para protegerla no para que se vaya a pelear!"

"Ya lo sé, no te pongas así!"

Los dos hermanos repararon en el youkai que los observaba con atención memorizando cada facción de sus infantiles y tiernos rostros. Ninguno decía nada, sus ojos abiertos a más no poder por la sorpresa.

"Hola pequeño, señorita!"

"Y tú quien eres? Yo soy Van un hanyou tu eres un youkai verdad que si?"

"Así es, mi nombre es Folken!"

"TU ERES FOLKEN-SAMA?"

"Si, no sabes el placer que me da conocerte pequeño y a usted señorita!"

Van se acercó a su hermana emocionado pero Keiko no decía nada estaba de pie junto a su padre con los ojos entrecerrados. Folken dejó escapar un resoplido divertido por la actitud de la pequeña hanyou al tiempo que se sentía halagado porque era obvio que Rin hablaba de él.

Ante la insistencia de Van Keiko se separó de su padre y con su pequeño hermano de la mano saludó al recién llegado.

"Tu eres como el papá de Rin verdad que sí? Eres su papá youkai!"

"Así es la princesa es como una hija para mí, por eso la acompañe hasta aquí. A decir verda tenía mucha curiosidad por conocerlos a todos ustedes. Especialmente a ustedes dos, ella siempre nos cuenta muchas cosas!"

"Eres muy fuerte tu aura es…nunca había visto una como la tuya!" - Miroku también había la poderosa aura del youkai y se acercó sonriente.

"Keiko tiene razón, tienes un poder magnífico!"

Folken cerró los ojos un momento ante los inesperados halagos y mención de su poderosa aura y por un instante recordó su juventud llena de aventuras y peleas en compañía de su antiguo Amo.

"Me siento halagado! La señorita además de los poderes espirituales de su madre tiene alguna herencia youkai?"

"Few! Que si no! Mira esto!"

Keiko extendió la mano derecha tal y como lo hacía Sesshoumaru, inmediatamente el resplandor de su insipiente látigo fue visible y Folken no pudo ocultar su admiración y sorpresa. Por el rabillo del ojo registró el movimiento de Van al levantarse, haciendo a su hermana a un lado con un empujón, se paró frente a Folken con una expresión vivaz que le resaltaba sus rasgos youkai.

"Eso no es nada mira esto, mi mano venenosa!"

"Vaya! Estoy sumamente impresionado!! Ustedes provienen de una familia de esencias poderosas, la sangre de su madre y su padre han creado seres especiales, con sangre fuerte y un corazón lleno de bondad y valor. Su abuelo estaría orgulloso de tener unos nietos tan formidables!"

Los dos niños miraban a su interlocutor con la boca abierta y prácticamente derretidos a sus pies, hablando los dos al mismo tiempo le hicieron una pregunta detrás de la otra sobre sus poderes. Junto a ellos Inuyasha y Kagome eran la viva imagen del orgullo paterno.

Inuyasha tenía una extraña sensación en la boca de su estómago, ver a Folken parecía devolverle parte de su infancia, de sus raíces pero sobre todo su esencia youkai. Verlo ahí conversando con sus hijos era como si los recuerdos de su infancia le llegaran de golpe, desempolvando una época hace mucho tiempo olvidada.

"Folken-sama usted conocía a mi abuela verdad que si?"

"Si pequeño porque?"

"Como era ella me puede decir, Onegai?"

Folken tomó a Van en brazos para hablarle de su abuela, el niño no dudó un segundo y se aferró al youkai como si lo conociera de toda la vida. Al verlos Inuyasha sintió una emoción que le recorrió la espalda ya que no tenía idea que su pequeño hijo tuviera curiosidad por saber de su madre.

"Tu abuela? Bueno ella era muy hermosa, como tu madre, era gentil, y le gustaba pasar largas horas en los jardines del castillo. En el castillo hay un árbol de sakura, al atardecer ella se sentaba bajo ese árbol a jugar con tu papá. Se querían mucho, tu padre siempre fue un buen niño"

"…Folken-sama muchas gracias!"

"Y eso porque?"

"Porque yo tenía muchos deseos de saber como era mi otra abuelita…mi papá casi nunca habla de ella, y mi abuelo me cuentas de él?!"

"Era un gran guerrero, fuerte, poderoso, casi invencible yo lo acompañé muchas veces al enfrentarse a sus enemigos era un gran amigo y fiel compañero!"

"Folken-sama que clase de youkai eres tu?"

"Ha ha soy un pájaro de las tierras del sur!"

"Cuéntame más de mis abuelitos, de mi papá y mi tío por favor!"

"Me encantaría pequeño pero debo regresar dejé a mi Kali sola!"

"P-pero…."

"Van!"

"Pero papá!...ah está bien. Volverás a visitarnos y entonces me contarás?"

"Es una promesa que debo cumplir!"

Folken depositó al pequeño con una triste expresión en el rostro, secretamente deseaba quedarse junto al hanyou y relatarle mil historias pero la imagen de su hija y la mirada melancólica de Rin le recordaron que era mejor irse pronto y así evitarle mas sufrimiento a su otra `hija'. Se despidió de todos afectuosamente y abrazó a Rin brevemente antes de soltarla le recordó que podía contar con su ayuda cuando la necesitara.

De pie en el suelo cerró los ojos mientras la transformación youkai lo hacía aún mas fascinante ante los ojos de Van, dominado por la emoción el gran pájaro de las tierras del sur se elevó ante la mirada estupefacta de todos. Rin tenía los ojos aguados y cerraba las manos en un puño sobre la armadura, Van le decía adiós agitando la mano y diciéndole a gritos que era un youkai magnífico.

Ninguno se atrevió a decirle nada a Rin, ella se quedó mirando el cielo mucho después que la figura alada se perdiera de vista. Estaba segura que Folken no podría cumplir su promesa de ir a visitarla, esa sería la última vez que vería a su segundo padre. Cuando sintió la mano de Van estrechando la suya salió de su ensueño y le dedicó la sonrisa más cálida que pudo.

"Estas muy triste Rin?"

"Van es que…ya no puedo volver al castillo!"

"Ahh! Creo que entiendo!"

"En serio?"

"Es que Otosan dice que mi hermano es un tonto porque anda buscando una esposa youkai y entonces tu no te puedes quedar porque esa señora no le gustan las mujeres humanas!"

"Exacto creo me quedaré aquí para siempre!"

"Eso es maravilloso estaremos juntos todos los días!"

"Ha ha ha eso es lo único bueno de todo esto!"

Caminaron juntos hasta la choza de Rin que se veía vacía sin Jaken. Al entrar Van le enseño las flores que el mismo había recogido. Verlo frente a ella tan feliz le dio nuevos ánimos, aunque internamente tenía deseos de llorar hasta que las lágrimas se llevaran su agonía.

Rin sonrió porque Van estaba emocionado por tenerla cerca. Quería tener esperanzas como el pequeño de que todo estaría bien aún cuando estuviera separada de Sesshoumaru.

Esa noche lloró hasta quedarse dormida, sospechaba que Inuyasha era el único que podía escucharla pero el hanyou nunca le dijo nada. Aquella fue la primera de muchas noches de melancolía y lágrimas. No podía dejar de pensar en Sesshoumaru en lo feliz que debía estar, las imágenes que su imaginación creaban de él con su `esposa' le provocaban nauseas y un agudo dolor en el pecho.

Rin cerró los ojos al comprender con insólita claridad, que en su vida todo siempre había sido de esa forma, agridulce. Sonrió complacida porque al menos por un tiempo había sido inmensamente feliz con Sesshoumaru y tenía los recuerdos para hacerle compañía.

Así fueron transcurriendo los días y las semanas de tranquilidad. Trataba de no pensar en lo mucho que extrañaba a Folken, Kali y a Jaken pero sobretodo al príncipe. De vez en cuando se escuchaba a sí misma balbucear la palabra princesa.

Durante un tiempo eso la mantuvo feliz y con esperanzas, pero todo empezó a complicarse la primera vez que se sintió enferma y débil. No le dijo nada a nadie porque estaba segura que era un mal pasajero por sentirse triste.

Sin embargo, los días se acumularon y también las molestias, siempre lo mismo, se sentía mareada y le venía un sudor frío que le bajaba por la frente. Al principio no le dio importancia porque realmente era un leve malestar pero cuando empezó a tener pesadillas que la despertaban a mitad de la noche, eso si la preocupó porque con cada pesadilla se sentía más débil, era como si sus energías y su cuerpo estuvieran cediendo a una imperceptible y lenta agonía.

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Nota del autor: No les puedo decir lo emocionada que estoy con todos los reviews y comentarios que he recibido por este fic. Muchísimas gracias y espero que este capitulo le guste.