InuYasha Fan Fiction ❯ Un principe enamorado ❯ Conquistar ( Chapter 25 )

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Capítulo 25

Conquistando a Rin

……………………… ……

Van caminaba delante de Sesshoumaru que sentía el estómago revuelto, pero al acercarse más al establo donde dormía A-UN se tranquilizó. El aroma de Rin flotaba en el aire.

Al entrar al establo, Van se apresuró hasta estar a pocos pasos del animal, que contemplaba la figura acurrucada a su lado profundamente dormida. Al escuchar que alguien se acercaba el dragón se volteó para ver quien venía a interrumpir su tiempo con Rin.

Expresando su incomodidad, sacudió la cola como si fuera un látigo y dio un sonoro bufido. Van se detuvo al escucharlo y Sesshoumaru se carcajeó en silencio al ver la actitud posesiva de la bestia. Sujetó a Van por el hombro y se dirigió al animal con tono pausado.

"A-UN solo queremos verla!"

El animal movió la cabeza y bajo la cola, Sesshoumaru avanzó hasta verla tendida en el piso, durmiendo como una niña, solo que frente a él mas bien tenía a una diosa de cabellos largos y piel de porcelana sumida en un sueño embellecedor. Van se acercó y arrodillándose le acarició el rostro evitando despertarla.

"Tío la dejamos dormir?"

"Hai!"

"Entonces me voy a desayunar, tu la cuidaras!"

Antes de que Sesshoumaru pudiera decir algo el niño lo dejó a solas con Rin y A-UN, que se continuó cercando a Rin protegiéndola como cuando era niña y esperaba por él. Conmovido por el despliegue de amor del animal, Sesshoumaru se sentó frente a ellos a esperar que Rin despertara.

Después que su amo la dejara sola la noche anterior, Rin lloró hasta que le ardieron los ojos, se sentía confundida y abrumada y había buscado consuelo durmiendo con su mascota youkai. Con A-UN se sentía segura y el calor del animal le daba noches de sueño profundo.

Toda la noche había soñado que ella y su amo eran marido y mujer, y en sus sueños veía a Sesshoumaru feliz y completamente entregado a ella. Eran imágenes maravillosas que deseaba se hicieran realidad pero después de anoche no estaba segura. Después de todo eran sólo sueños, ahora era de día y el sol la obligaba a abrir los ojos. Aún dormida, se tocó el hombro, se restregó los ojos y estiró sus brazos sobre la cabeza para levantarse. Frente a ella Sesshoumaru la observaba embelezado.

(Que hermosa es! Como no me di cuenta antes?...No importa, a partir de ahora todo será diferente y si todo sale bien hoy, pronto dormirá conmigo todas las noches y será a mí a quien vea cuando abra los ojos)

"Aww! Buenos días A-UN precioso! Dormí riquísimo…gracias!!" - como única respuesta el animal movió la cola como toda mascota que se emociona con las palabras amables de su dueño.

"Me alegro pequeña!"

Rin se mordió el labio al escuchar la voz de su amo y se volteó para verlo. Estaba recostado a la pared frente a ella, llevaba un kimono verde oscuro con adornos en las mangas de hilos dorados. Su melena sedosa y brillante le caía en mechones desordenados sobre los hombros, haciendo de él una visión matutina de amor.

"B-buenos días Amo!"

"Creí que habíamos acordado algo?"

"Ah?"

"Quiero que me llames por mi nombre princesa!"

"…"

Rin no pudo evitar sonrojarse la forma de decirle princesa le daba escalofríos y sus ojos estaban llenos de emoción. La princesa movió la cabeza para sacudir la paja de su cabello y luego buscó con la mirada su bastón, sonrió al ver que A-UN lo había usado como palillo de dientes.

"A-UN te comiste mi bastón!!"

El animal sólo movió ambas cabezas en dirección a Rin, con una carcajada a flor de piel abrazó al animal con ternura.

"No importa, me siento fuerte…debe ser por la sangre que me dieron…muchas gracias!"

Al escucharla Sesshoumaru se emocionó, luego se levantó y le ofreció su mano como apoyo.

"Es sólo sangre, ahora hay cosas más importantes y hermosas en mi vida…Me permites?!"

"…"

Rin alargó la mano sin pronunciar palabra, no pudo disimular su asombro y suspiró profundamente la mirada cálida de su amo le nublaba los pensamientos. Cuando la tuvo frente a frente, Sesshoumaru notó que aún tenía paja enredada en su cabello y con ternura se puso a limpiarla.

Disfrutó en silencio de la expresión de desconcierto y emoción de su protegida, que lo miraba con la boca entreabierta. Extasiado percibió el inmediato cambio en el aroma corporal de Rin.

Quitó cada paja con la más completa y absoluta calma, una vez que terminó, el youkai le acomodó los cabellos sueltos fuera de la frente y detrás de la oreja, haciendo que sus mejillas se tiñeran carmín por la agitación que aquel gesto tan simple y amoroso provocaba.

(Kami-sama ayúdame! Me está acariciando??? Es tan bello y amable, nunca se había comportado de esta forma, dijo que tenía cosas más importantes y hermosas en su vida…y si Kagome tiene razón?…ahh)

Sesshoumaru la sacó de su ensueño y torbellino de pensamientos cuando le preguntó si tenía hambre.

"Si un poco…pero primero tengo que revisar el agua de A-UN!"

"Lo tratas como a un mascota!"

"Ja ja creo que tienes razón…te molesta acaso?"

"Yo no dije eso, tu tratas a todos a tu alrededor con cariño y dulzura…a todos menos a mí!"

Rin se erizó al escucharlo y parpadeó abrumada y emocionada al mismo tiempo, le respondió torciendo los ojos como una niña mimada.

"Cada quien tiene lo que se merece!"

"Eso es verdad pero las cosas y las personas cambian…ven yo te ayudo con el agua de tu mascota!"

"…"

Rin lo observó poner agua fresca para el dragón y sintió un escalofrío en el cuello, la persona frente a era su amo, su esencia estaba intacta pero su mirada y actitud complaciente tenía el poder de mil soles juntos y la deslumbraba con la visión hecha realidad del youkai en sus sueños.

Cuando terminó con el agua Rin se aferró al brazo de Sesshoumaru y caminaron hasta el comedor en silencio. Por el rabillo del ojo Rin vio a varios sirvientes del castillo contemplarlos con una sonrisa de complicidad. Todos los que la conocían sabían que aquel momento era memorable y significaba la realización de un deseo que por mucho tiempo Rin anheló se hiciera realidad.

En el comedor no había nadie, una vez que la ayudó a sentarse Sesshoumaru la dejó para que pudiera pensar en paz. No habían pasado ni dos minutos cuando por la puerta aparecieron Kagome y Sukime sonriendo a más no poder.

"Hola princesa, no tuviste ningún problema para llegar hasta aquí verdad?"

Junto a Kagome, Sukime parecía una jovencita que quiere gritar a los cuatro vientos algo maravilloso y prohibido.

"Ja Ja! Muy graciosa Kagome! Para que sepas A-Un se comió mi bastón…fue maravilloso vinimos caminando juntos!!"

Rin cerraba los ojos como si soñara despierta y antes de que alguna de ellas le preguntara, les contó todo lo que había pasado hablando sin parar completamente exaltada.

Las dos mujeres la escucharon emocionadas dejándose llevar por la emoción de ver como Sesshoumaru y Rin se convertían en la pareja que estaban destinados a ser. Asegurándole que eran maravillosas noticias, Kagome y Sukime permanecieron junto a ella mientras se devoraba el desayuno.

………………

No había visto a Sesshoumaru desde el desayuno y ahora caminaba en dirección al patio del ala sur, quería ver a Van. Cruzó el puente lentamente y cuando llegó al patio se quedó a poca distancia de Kali y Van que jugaban muertos de la risa.

Sesshoumaru estaba de pie a la sombra de un árbol y los miraba con una sonrisa a medias ensimismado. Al verla llegar el youkai le dedicó una mirada intensa. Aquellos ojos ámbar le transmitían tanta emoción que casi no podía creer que fuera verdad.

Al notar su presencia Van y Kali la saludaron efusivamente, Rin les devolvió el saludo con un beso al aire. Iba a caminar hacía ellos cuando se distrajo con el recién llegado.

"Que pasa Jaken quieres hablar conmigo?"

"Cómo supiste que estaba aquí?"

"Eres muy ruidoso amigo!"

"Humph!!"

"Y bien que sucede?"

"Chiquilla…estás feliz?"

Rin lo miró extrañada ante la pregunta tan inusual y suponía que su amigo estaba preocupado por algo.

"Claro que estoy feliz, porque me lo preguntas?"

"No volverás a irte cierto?"

"Pero que disparates estás hablando?"

"No son disparates niña malcriada…es que pienso que como el Amo bonito y tu están peleando…"

"Yo no estoy peleando, él se lo buscó!"

"Pues no deberías ser tan dura con él, cualquiera se equivoca…acaso no te das cuenta que él ha cambiado?"

Rin bajó la mirada hasta el suelo porque sabía que Jaken tenía razón y se volvió a verlo con una tímida sonrisa.

"…si eso ya lo sé, ni que fuera tonta!! Pero tu crees que…tu sabes…él…ahem!...me quiera así, como a una mujer?"

El sapo torció la boca y suspiró aliviado de saber que nunca más tendría que separarse de Rin y luego la miró compadeciéndose de ella, por más que lo intentara el amor por Sesshoumaru le consumía el alma.

"Y dices que no eres tonta?? Rin tu eres una mujer desde hace mucho tiempo, y el amo bonito ya se dio cuenta de eso. Se nota por la forma como te mira…pobre amo lo que le espera contigo como su pareja!!!"

Rin no dejaba de sonreír con las palabras de Jaken pero torció la boca y levantó la ceja al escuchar las últimas palabras.

"Oye!!...su pareja, ay Jaken eso suena absolutamente estupendo"

Rin se agachó y besó a su amigo en la mejilla para luego empezar a caminar en dirección a Van. Fue recibida por uno de los acostumbrados abrazos del hanyou que la hicieron rodar por el suelo; inmediatamente Sesshoumaru estuvo frente a ella para ayudarla.

"Enano que haces? Su hombro!!"

"Lo siento tío es que se me olvidó!"

"Bebé eres muy fuerte y me encantan tus abrazos, pero necesito que no me derribes al menos hasta que me recupere"

"Claro, lo que tu digas Princesa Rin!"

Rin se ruborizó hasta las orejas cuando Van la llamó de esa forma, al aventurarse a ver a Sesshoumaru pudo ver que sonreía complacido. La princesa tosió nerviosa y se sacudió el kimono sin dejar de sonreír, sintió un nudo en el estómago cuando tuvo a Sesshoumaru hincado en una pierna junto a ella.

"En serio estás bien princesa?"

"s-si!"

"Enano la pudiste haber lastimado!"

"Sesshoumaru por favor en serio estoy bien, no lo regañes!"

El youkai se regocijó con la ternura en el tono de Rin que sin querer posaba su mano sobre él, buscando apoyo.

"Lo que tu digas Princesa, más cuidado la próxima enano!"

"Hai!"

Van le dio un beso a Rin y se incorporó con una sonrisa que iba de oreja a oreja y mirando a su tío de forma tal como si compartieran un secreto.

"Tío tu lo prometiste!"

"Por supuesto, me permites ayudarte Rin?"

Frente a ella Sesshoumaru le extendía la mano que Rin aceptó incrédula y sin apartar la mirada. Al ponerse de pie Sesshoumaru la atrajo hacia él rodeándola por la cintura. Al tenerla cara a cara, ante la excitación y emoción de Rin, simplemente le sonrió a medias y le susurró un imperceptible `hola princesa!'

Rin no le contestó sentía escalofríos por todo el cuerpo y sus manos le pedían a gritos aprovechar la cercanía y abrazar a Sesshoumaru, pero ella estaba demasiado nerviosa y excitada para prestar atención, más al escuchar el intercambio entre el youkai y Van.

"Así está bien pequeño?"

"Perfecto, si sigues así será pronto!"

"Se puede saber que les pasa a ustedes dos, pronto? Que significa eso?"

"Ay disculpa Rin pero eso es cosa de hombres!"

Al decir esto Van le cerró un ojo a Sesshoumaru que apretó los labios para no reír, indignada Rin miró primero al youkai y luego a Van, dentro de su cabeza las ideas de lo que aquellas palabras podían significar para ella daban giros interminables mientras incontrolablemente se emocionaba.

"Van como que cosa de hombres, que tramas? Van no te vayas sin decirme nada…VAN!!"

Pero el pequeño hanyou ya estaba lejos de ahí jugando con Kali. Cuando Sesshoumaru se hizo notar estrechándola por la cintura, Rin sintió que el corazón se le había detenido pero con la misma rapidez su latitos se volvieron erráticos de excitación. Estaban tan juntos que percibía la respiración pausada de su amo.

Se volvió lentamente para verlo maldiciéndose por ruborizarse otra vez, al hacer contacto visual Sesshoumaru tenía una expresión jovial que la enfureció porque estaba segura que se estaba burlando de ella. Tratando de ser ecuánime con la cara roja y en brazos de su amo, Rin le habló pausadamente.

"Um! Se puede saber que tramas…te estás burlando de mí, porque no me sueltas ya me ayudaste?!!!"

"No quiero, no me estoy burlando y como dijo Van eso es entre él y yo!"

"Humph! Suéltame!"

"Ya te dije que no quiero…sabes algo? Extraño a la dulce niña que me regalaba flores. La que abrazaba y me daba un beso antes de dormir"

"…"

(Pero que le pasa??...cuando me habla así me siento como en una nube, estamos tan juntos, sentir su mano sobre mi cintura es tan waa! Creo que me voy a desmayar…cosas de hombres??? Siiii!! Pero tengo que dejarme conquistar…tengo que ser fuerte aunque sea solo un día más o dos…lo amo tanto!!)

"Ya no soy una niña!"

"Si de eso ya me di cuenta!"

"…"

Los ojos de Sesshoumaru la escudriñaban en silencio y Rin sentía esa mirada como un fuego tórrido y maravilloso sobre la piel que desempolvaban imágenes de sus cuerpos desnudos, que tiempo atrás se habían formado en su mente.

Rin trataba débilmente de separarse, aunque lo que realmente deseaba era quedarse así, el ardor en su cuello le recordó todo lo que había pasado dándole fuerzas para rebelarse contra el impulso de abrazarlo.

"Rin no estás cómoda?"

"No!"

"Creo que no eres sincera!"

"Tu que sabes?"

"Tienes razón, pero crees que soy tan desagradable como para huir de mí?"

Rin abrió la boca en un sonoro suspiro, como podría pensar aquella criatura perfecta y hermosa que era desagradable. Inmediatamente comprendió que Sesshoumaru sabía perfectamente sus sentimientos y solo estaba tratando de provocarla.

"Yo…no eres desagradable. Pero si quisiera que me soltaras para ir a mi cuarto a descansar!"

"Eso no se va a poder!"

Exasperada por sentirse débil y completamente feliz en brazos de Sesshoumaru, la princesa estalló en una rabieta.

"Y que rayos se supone que vamos a hacer…quedarnos aquí parados toda la vida?"

Acariciando su espalda sutilmente y acercándose a ella Sesshoumaru la estrechó aún más antes de hablar.

"Si, esa es la idea que te quedes aquí conmigo para siempre, por el momento vamos a dar un paseo tu y yo solos!"

"U-un paseo a-adonde?"

"Es una sorpresa Princesa!"

"Sesshoumaru!!"

En ese instante sintió como se elevaban del suelo envueltos en una nube. Miró en dirección a Van que la despedía junto a Kali con una sonrisa y diciéndole adiós con la mano. Sesshoumaru aflojó su abrazo y Rin pudo acomodarse junto a él. Estaba tan feliz y confundida que sentía el cuerpo débil. Con una voz emocionada le preguntó a donde la llevaba.

"Ya casi llegamos, no seas impaciente Princesa!"

"Pero…está bien!"

Estando ahí junto a Sesshoumaru, el panorama de su vida tomaba un rumbo inesperado y sin soledad llevándose sus tristezas a un lugar inalcanzable que dejaba el camino libre para disfrutar del amor a plenitud. El era la única persona que había querido en su vida, y nunca más deseaba sentir el vacío que estar sin él significaba.

Después de un corto rato Sesshoumaru le dijo que habían llegado. Rin se quedó muda, frente a ella se extendía un enorme campo florido.

"Sesshoumaru es bellísimo!!"

"Te gusta?"

"Por supuesto!"

En el momento que estuvieron en el suelo Rin se apresuró a admirar el paisaje de colores frente a sus ojos. Entre tantas flores se veía relajada y feliz y complacido con el éxito de su sorpresa, el youkai se quedó observándola sentado en un gran tronco caído justo donde empezaba la floresta.

Lentamente regresaron a su mente el recuerdo de la noche del río, parecía tan lejana y no había pensado en eso en días, las imágenes de Rin desnuda hicieron que sus ojos se pasearan libremente por cada centímetro de su cuerpo. Se sentía como si hubiera abierto una fuente interminable de sensaciones por ella, que hasta ahora habían permanecido dormidas en una parte oscura y olvidada de su corazón.

Rin caminaba despacio entre las flores, recogiendo algunas de vez en cuando, tomó una blanca que hacía juego con las flores de su kimono rojo y se la puso detrás de la oreja. Se dio vuelta y empezó a caminar en dirección a su amo.

Al verla acercarse el príncipe concentró sus ojos en el movimiento armonioso de todo su cuerpo, mientras sus sentidos se llenaban con el intoxicante aroma de Rin. Una vez frente a él, alargó la mano y le entregó un ramillete de flores silvestres.

Sesshoumaru no tuvo que hacer ningún esfuerzo para sonreír, aquel ramillete representaba el principio de su reconciliación con Rin.

"Gracias por traerme!"

"Fue un placer!"

Rin se alejó de él con una risita, estaban tan acostumbrada a que la vigilara de lejos que le costaba un poco quedarse cerca de él. Pero ella no era tan ingenua y sabía que aquella actitud pretendía conquistarla y por más que ella tratara de resistirse, su amor por Sesshoumaru estaba demasiado arraigado en su corazón y su alma.

Pasó un rato hasta que el sol brillaba imponente en un cielo despejado y resplandeciente. Era la hora de comer y Rin comenzaba a sentir hambre pero no se atrevió a decir nada y siguió recordando su niñez, pero sobre todo su adolescencia; cuando soñaba que su Amo le declaraba su amor.

Recordando esas épocas de inocencia y llenas de ilusión, no se dio cuenta que Sesshoumaru estaba detrás suyo con otra sorpresa para darle.

El youkai se encontraba a la cabeza de un ejército de soldados de amor, dispuestos a hacer lo que fuera necesario para lograr la felicidad de Rin. Ahora que él sabía que entregarse a Rin, representaba su felicidad, aceptaba la ayuda de todos sin reservas. La felicidad de Rin era lo único que importaba, complacer todos y cada uno de sus deseos, hacerla sentir amada todos los días de su vida, esa era su nueva misión.

"Rin!"

Ella se sobresaltó al sonido de la voz y se volvió a mirarlo cayendo en cuenta que el hombro le pulsaba.

"Si dime?"

"Es hora de tu almuerzo!"

"Claro!"

Rin miró a su alrededor buscando algún árbol o planta que le sirviera de alimento, dejó las flores en el suelo y movió su cuerpo para empezar a caminar. No había nada a simple vista, pero si recorría el lugar seguramente encontraría algo.

Frente a ella Sesshoumaru no perdió ni uno solo de sus movimientos y con una mano le impidió avanzar. Tantos años de buscar comida por sí misma sin duda habían dejado huella. Todos esos años que la obligó a buscar sus alimentos eran una forma de darle independencia y ella lo había hecho sin chistar igual que ahora.

Pero en ese momento entre ellos todo era diferente, el youkai quería que ella fuera una princesa en todo el sentido de la palabra y ser él quien complaciera y atendiera todos y cada uno de sus necesidades y deseos.

Extrañada por su actitud Rin lo miró en busca de una explicación.

"Sucede algo malo?"

"Vas en sentido contrario!"

"Pero tu dijiste que…!"

Sesshoumaru la invitó a seguirlo con un ademán y después de dudar dos segundos Rin lo siguió sin comprender realmente lo que el príncipe pretendía. Caminaron tan solo unos cuantos pasos hasta llegar a un cerezo que daba una agradable sombra. Rin se quedó de una pieza al contemplar su almuerzo dispuesto sobre un mantel a forma de picnic.

La princesa se llevó el dedo índice hasta la boca, trataba de imaginar todo lo que Sesshoumaru y sus amigos habían hecho para que ella pudiera disfrutar de aquel detalle amoroso y cautivador. Al hablar sabía que irremediablemente tartamudeaba.

"P-pero esto es…es maravilloso…"

Rin se quedó un instante admirando todo y de pronto reflexionó que ese almuerzo estaba recién puesto y Sesshoumaru había estado con ella todo el tiempo. Sin poder esconder una sonrisa se volvió para hablar con el youkai que estaba atento a su reacción.

"Tuviste ayuda verdad? Porque estuvimos juntos en el campo todo el tiempo!"

El youkai torció la boca al escucharla decir `estuvimos' transformándolos en una pareja instantáneamente.

"Hai, es bueno tener youkais pájaros a tu servicio!"

"…mm Moru o Folken-sama?"

"Moru pero tu padre preparó la comida, le ganó a Sukime-sama, pero el próximo almuerzo o cena lo preparará ella…me hizo prometer. Por supuesto esto que ves aquí tiene un poco de todos, debes sentirte feliz de tener amigos tan dedicados!"

Rin tragó en silencio porque se podía imaginar a Sukime y Folken discutiendo por quien prepararía la comida y a todos sus amigos arreglando la cesta. La imagen de todos ayudando a Sesshoumaru a conquistarla le aguaba los ojos y le robaba la fluidez de palabras. Que el príncipe diera por sentado que esa era la primera de muchas cenas o almuerzos la hacía vibrar.

Movida por la curiosidad y la emoción Rin se sentó en el suelo y con voz temblorosa habló.

"Y esto tiene algo de ti?"

Sesshoumaru abrió los ojos feliz de poder contestarle con sinceridad.

"Yo soy el afortunado monstruo que tiene el placer de disfrutarlo contigo!"

"Tu no eres…discúlpame por haberte llamado monstruo opresivo y grosero"

"No tiene importancia…ahora quieres comer?"

"Si, apuesto que todo esta delicioso!"

Rin esperó que el youkai se acomodara para abrir la cesta y sacar la comida. Folken había preparado comida para ambos y Sesshoumaru disfrutó de aquel almuerzo como si fuera el primero del resto de su vida. Quería tener más días como ese y no podía esperar para poder abrazar y besar a Rin para demostrarle su amor.

Poniendo el plato a un lado Rin se sacudió las manos y se armó de valor para hablar con Sesshoumaru. Al verla Sesshoumaru tragó en silencio y se irguió esperando a ver que tenía que decirle, podía percibir sus latidos acelerados, pero sabía que era por nervios y no de emoción.

"Sesshoumaru puedo preguntarte algo?"

"Lo que sea!"

"Que recuerdas de cuando estabas envenenado?"

Sesshoumaru no le contestó de inmediato se quedó ordenando las imágenes que tenía en su mente.

"Verás, no es nada concreto, son solo como fragmentos de recuerdos. Recuerdo a…esa mujer y recuerdo la sensación de dolor en mi pecho, también a mi hermano y tengo destellos de una feroz guerrera con armadura y espada gritando a todo lo que daban sus pulmones..."

Rin se cubrió la boca para esconder una sonrisa, al escucharlo recordó ese momento de celos y rabia, que la llamara feroz guerrera le provocaba un cosquilleo en el estómago. Roja como su kimono, Rin le dijo entre risas que ella no era tan feroz.

"Yo no soy una feroz guerrera!"

"Pues según lo que me dijo Jaken no puedo creerte, dijo que peleaste como un demonio!"

"Ja ja ja en serio dijo eso?"

"Si…ahora podría preguntarte que fue lo que gritaste en ese momento?"

Rin no estaba segura si podía ponerse aún más roja pero por lo mucho que le ardían las mejillas comprobó que si. Se rascó el cuello nerviosa y después escupió las palabras fuera de su boca ante la fascinación de Sesshoumaru.

"…ahem! Yo le dije…déjalo tranquilo maldita!"

"Gracias!"

Aprovechando que habían abordado el tema de Sokoe, Rin respiró profundo y con una mirada de determinación quiso averiguar lo que la atormentaba.

"Sesshoumaru tu la amabas, se lo dijiste alguna vez?...te sentiste triste en algún momento cuando yo me fui?…y te pido que no me mientas para hacerme sentir bien, necesito saber!!"

Rin tenía las manos echas un puño sobre su regazo, a la expectativa de la respuesta de Sesshoumaru, que estaba anonadado con la franqueza de su protegida.

Las últimas dos palabras eran más una suplica comprendiendo que si no le hablaba con sinceridad en ese momento decisivo, Rin lo sabría. Se debatió tres segundos más y luego decidió hacer lo que ella tan fervientemente le pedía. Deslizó una mano sobre su kimono y levantó sus dorados ojos hasta encontrarse con Rin.

"Yo creía que la amaba y se lo dije, pero ahora…me doy cuenta que fui un iluso, porque yo le mentí y ni siquiera pude expresarle cariño mucho menos amor. Con su poder mental ella supo mis verdaderos sentimientos, estaba tan convencido que la sangre pura era mi felicidad que por esa obsesión casi te pierdo…Rin te extrañé todos los días que estuviste lejos de mí!!"

El sentimiento de tristeza que se colaba en las palabras de Sesshoumaru conmovió a Rin hasta la médula. Sentía pesar por Sokoe porque ella sabía la verdad y comprendía su deseo de venganza a la perfección.

Darse cuenta que la había extrañado era motivo de felicidad y éxtasis pero más que nada, se sentía recompensada de todo el sufrimiento y angustia que había tenido que soportar. Valía la pena solo para poder llegar a ese momento donde el amor de su vida le decía lo mucho que la había extrañado.

La sensibilidad que el youkai demostraba en ese momento le dieron una percepción muy distinta de él. Se lo imaginó a futuro, con sus hijos, tratándolos de manera firme pero tierna. Hijos con Sesshoumaru, eso si era un pensamiento celestial, sus bebés perritos como les decía Kagome.

Sesshoumaru se la quedó viendo esperando alguna clase de respuesta pero notó que Rin parecía perdida en una nube de pensamientos, suponía que eran agradables porque ella sonreía.

"Rin?"

"No estar cerca de ti fue una tortura y no quisiera tener que volver a pasar por eso, pero valió la pena!"

"…"

Cada vez que Sesshoumaru creía que sabía como era Rin en realidad, su protegida lo sorprendía con un despliegue de amor y devoción sin límites. La estaba conquistando pero se daba cuenta que al hacerlo caía irremediablemente ante los encantos de Rin enamorándose perdidamente de ella.

Presintiendo que Sesshoumaru quería decirle algo Rin tomó la iniciativa.

"Algo mas que quieras saber?"

"De hecho…las almas de esa mujer quedaron atrapadas en tu cuerpo un tiempo y soportaste un gran dolor, y lo hiciste sin pedir nada a cambio…yo te estaré eternamente agradecido por regresar Princesa!"

"No es para tanto, es que no podía dejar que ella se saliera con la suya, no la culpo pero…!"

Rin enmudeció al comprender que había hablado de más revelando el secreto del odio de Sokoe. Sesshoumaru frunció el ceño y se acercó a ella cerrando el espacio entre los dos. Sin pensarlo la tomó por ambos brazos exigiéndole una explicación a sus palabras, pero lo que Rin tenía que decirle era muy diferente de lo que él sospechaba.

"Rin que quisiste decir? Esa mujer te hizo algo más mientras sus almas estuvieron dentro de ti? CONTESTAME!!"

"…Sesshoumaru ella te odiaba desde antes…mataste a su pareja en una pelea, sucedió hace muchos años!"

"Nani?"

"Ella presenció todo a la distancia. Ella lo amaba y cuando se quedó sola se dejó envenenar por el odio. Nunca más se sintió feliz, su corazón estaba cegado por el dolor y la soledad. Tardó mucho tiempo en encontrarte pero cuando lo hizo se aseguró de llamar tu atención para que la hicieras su esposa!"

Rin arrastró las últimas palabras abatida, finalmente le había dicho a Sesshoumaru lo que sabía y eso liberaba un gran peso. Al ver la confusión en los ojos de su amo, se soltó de los brazos del youkai y se levantó intuyendo que el príncipe necesitaba tiempo a solas.

Sesshoumaru no se movió cuando ella se alejó de él, podía oler sus lágrimas pero las palabras golpeaban su cerebro como un potente y ensordecedor martillo.

……………

A nadie le había dicho lo que sabía de Sokoe, porque eran recuerdos tristes y eso la ponía melancólica y le quitaba la alegría de vivir. Tenía una noción clara del dolor de la youkai que guardaba en su corazón para nunca olvidar lo mucho que significaría tener el amor de Sesshoumaru para ella.

Caminó hasta el tronco caído y se dejó caer en el suelo, la memoria de Sokoe y la agonía por la que había pasado empañaban su presente, para aliviar su carga Rin lloró en silencio. No supo cuanto tiempo transcurrió hasta que Sesshoumaru estuvo de pie junto a ella.

"Rin!"

"…si?"

"Porque no me habías dicho nada?"

"…no sé, estas muy enojado conmigo?"

El príncipe estaba arrodillado frente a ella tratando de verla a los ojos.

"Enojado contigo, porque piensas eso?"

"No estás?"

"Por supuesto que no pequeña!"

Rin iba a decir algo pero la caricia sobre su mejilla la silenció, Sesshoumaru le limpiaba las lágrimas con cariño y ternura. Luego la atrajo hacia él en un abrazo inquietante y emotivo.

Sentía la cara caliente y temblaba de pies a cabeza mientras sentía la distancia entre ellos desaparecer. Tímidamente deslizó sus manos sobre los hombros de Sesshoumaru y con suavidad pegó su mejilla al pecho del youkai.

Las garras la tomaron por la cintura estrechándola. Ella no pudo verlo cuando cerró los ojos y sus labios se curvearon en una sonrisa; estaba demasiado asustada tratando de controlar la emoción de escuchar los latidos de su Príncipe resonando con los suyos.

Sesshoumaru ladeó la cabeza para poder hablarle al oído a sabiendas que Rin se exaltaría aún más.

"Yo no podría estar enojado contigo después de lo que hiciste por mí. Rin haremos esto de la pareja de enamorados un paso a la vez, quiero disfrutar lo que se siente enamorarse de la mujer más hermosa y especial que he tenido la suerte de conocer!"

En ese instante el mundo de Rin se detuvo, estaba en brazos del hombre que amaba con locura y él le estaba diciendo que quería disfrutar enamorarse de ella, diciéndole que era hermosa y especial. Ella, una humana, sin poderes, con sangre menos que pura y aún así sería su esposa, su compañera, la madre de sus hijos.

Ya no tenía dudas de que su amor fuera correspondido y aunque quería levantarse y gritar a lo que daban sus pulmones, la realización de su más grande deseo le robaban la movilidad y sabía que aunque lo intentara cualquier palabra se ahogaría en su garganta por la emoción. Solo pudo aferrarse a Sesshoumaru tratando de que él comprendiera lo mucho que eso significaba para ella.

En un rincón de su mente las palabras de llevar su amor un paso a la vez la tranquilizaba porque estaba consciente de lo inexperta que era. Se regocijó de saber que Sesshoumaru la comprendía y no le exigía ser la pareja perfecta de la noche a la mañana. La expectativa de aprender con él era más estimulante de lo que ella había imaginado.

(Al fin encontré la mujer que me hace vibrar y con la que puedo ser completamente sincero, no hay duda de que mi felicidad es con ella, los hijos que tenga me los dará Rin…)

Se quedaron así lo que pareció una eternidad, sin hablar, sin moverse. Solo abrazados entregados al momento de intimidad y amor que era el primer paso de su nueva vida. Una eternidad de amor y compañía. Cuando Sesshoumaru le preguntó si quería llevar flores al castillo Rin le dijo que sí y se separaron, ella no se atrevió a mirarlo a los ojos.

Se puso de pie y se alejó de él con la mirada fija en el suelo y escondiendo su rostro bajo el manto de su melena azabache. Después de un rato estuvo frente a él con la cesta y las manos llenas de flores.

"Lista!"

"Aja!"

Sesshoumaru se adelantó hasta ella y le quitó la cesta y las flores las puso en el suelo y le aseguró que sus poderes eran suficientes para llevar a los dos así como a su cargamento de flores. Rin se carcajeó como una niña y con naturalidad se acercó alargando los dedos, para tomar a Sesshoumaru de la mano; el instante que Sesshoumaru sintió la mano de Rin sobre la suya, no titubeó para entrelazar sus dedos.

"Vámonos ya, tengo hambre otra vez!"

"Como tu digas princesa!"

…………

Al acercarse al castillo Rin vio a sus amigos amontonados en uno de los balcones del palacio, eran Van, Kali, Jaken, Kagome, Sukime, Moru, Keiko y Folken. Todos hablaban entre sí y Rin solo pudo imaginar que estaban haciendo conjeturas de lo que había sido su paseo romántico.

Estaban tan enfrascados en la discusión que no los vieron, desde adentro del dormitorio Inuyasha fue el único que se percató que habían regresado.

"No entiendo cual es el alboroto, ya sabemos el mal gusto que tiene Rin!"

"Inuyasha no lo arruines!"

"Si papá queremos ver como regresan, apuesto que mi tío ya la besó!"

"VAN!!"

El pequeño soltó una carcajada ante la mirada asombrada de su madre y las risas de los demás. En el aire Sesshoumaru resoplaba al contemplar la escena mientras que Rin se movía inquieta junto a él.

"Bueno ya, ahí están podemos ir a comer?"

Todos se volvieron para ver a la pareja descendiendo suavemente en el patio principal, Van y Kali salieron corriendo pero Inuyasha los detuvo con un gruñido, el resto de los espectadores esperaron a escuchar lo que tenía que decir.

"Papá!!!"

"Todos al ala sur, excepto los ancianos y el sapo…!"

"Pero papá!"

"Déjenlos solos…es muy incómodo tratar de conquistar a alguien cuando siempre hay gente observando y esperando a ver que dices o haces, al ala sur. Folken se encargará de decirle a la princesa del mal gusto que cenaremos ahí!"

La más conmovida ante las palabras de Inuyasha era Kagome, era claro que muy a su forma él también deseaba que su hermano encontrara la felicidad con Rin. Eso sin contar que tenía razón al hablar de incomodidades para conquistar; solo tuvo que recordar las interrupciones de Shippou para tomar a Kali y a Van de la mano y encaminarse al ala sur.

"Ya escucharon vamos pequeños!"

Los niños se dejaron llevar al escuchar la determinación en la voz de Kagome, pero no sin antes expresar su incomodidad.

"Mamá esto apesta, yo quiero saber como le fue!"

"Le preguntas cuando estén solo tu y ella!"

"Okasan! Yo me refería a mi tío, nosotros tenemos un plan!"

Kagome soltó la risa y siguió caminando hasta llegar al ala sur, Inuyasha los seguía muy de cerca complacido por su despliegue de sabiduría y poder.

…………………

Una vez en tierra firme uno de los sirvientes tomó la cesta de flores y se retiró no sin antes lanzarles una sonrisa. Por el pasillo Folken y Sukime se acercaban a ellos con expresión feliz. Caminando a todo lo que daban sus pequeñas piernas se aproximaba Jaken.

"Hola Nana…Folken-sama, fuimos a un campo lleno de flores fue maravilloso, trajimos flores…gracias por la comida!"

"De nada Princesa!"

"Mi niña la pasaste bien?"

"Claro Nana fue…todo lo que había soñado!"

Un jadeante y viejo Jaken no pudo controlar su lengua y soltó las palabras sin pensar.

"Amo bonito que bueno que regresó…amo Sesshoumaru está sonriendo?!"

Sesshoumaru iba a lanzarle una patada cuando Rin se paró frente a él para evitar el golpe, le contestó a Jaken sin dejar de ver al príncipe.

"Jaken eres un indiscreto!"

Sesshoumaru torció aún más la boca y concentró su mirada en ella para obviar la de su mayordomo, el indiscreto renacuajo y la youkai sentimental. Así serían sus días hasta que todos se acostumbraran a la idea, miradas de asombro y quijadas abiertas a más no poder. No había duda que tener a Rin como su pareja le iba a cambiar la vida.

Antes de irse Rin le dio un beso en la mejilla y luego tomó el ramo entre sus manos.

"Todos están en el ala sur? Iré a verlos"

"Si mi niña, pero primero debes tomar un baño para refrescarte!"

"Claro, lo que tu digas Nana!"

Empezaron a caminar con Sukime aferrada al brazo de Rin y visiblemente conteniendo las ganas de matarla a preguntas. Ya iban un poco alejadas, cuando Rin se volteó y le sonrió a Sesshoumaru con los ojos como dos chispas y jugando coquetamente con un mechón entre sus dedos.

Jaken y Folken observaron la reacción del Príncipe que prácticamente babeaba.

"Príncipe todo salió bien?"

"Hai, esa niña es tan…!"

"Disculpe Amo pero ella es toda una mujer!"

"Si por suerte…Jaken, Folken, avísenme cuando vayan a cenar en el ala sur…ah y por cierto no los quiero ver de nuevo en los balcones espiando!"

Los dos youkais no dijeron nada audible, estaban asombrados con la jovialidad en la voz de su Amo, lo vieron alejarse en una actitud feliz.

"Bueno mi querido Jaken y eso solo fue le primer día, tenemos todo listo para mañana?"

"Hai!

Un rato después los gritos de emoción de una vieja sentimental se escucharon en casi todo el palacio. Al oírla Rin solo se consumió en el agua riendo a carcajadas.

……………………… …

Rin fue recibida por Inuyasha y Van que estaban sentados fuera de la casa. El niño la abrazó mientras entraban a la casa.

"Y como te fue?"

"Ahh muy bien Inuyasha, me llevó a un campo de flores mira!"

"Few! Flores!!"

Kagome recibió el ramo con una sonrisa y feliz de ver a su amiga tan emocionada. Para Keiko era solo el reflejo de lo que quería para sí misma, su propia historia de amor.

"Gracias Rin son hermosas!"

"Lo hubieras visto Kagome fue tan romántico y me dijo cosas maravillosas!"

Van tomó la mano de Rin y atrajo su atención.

"Mi tío se portó bien contigo?"

"Ah? Claro Bebé…um! Con que cosas de hombres?"

"Ja ja ja Rin no estás enojada o sí?"

"Por supuesto que no hay fue un día que nunca olvidaré!"

La cara de felicidad de Rin no pasó desapercibida para ninguno. Afuera Sesshoumaru escuchaba atento, mientras que se dejaba llevar por sus propios sentimientos de felicidad.

Adentro, Kagome sonreía emocionada por Rin, pero se distrajo cuando Van le jaló una de las mangas de su kimono púrpura bordado con detalles en blanco.

"Dime hijo?"

"Está muy feliz verdad?"

"Así es, ella quiere mucho a tu tío y se nota que la está conquistando muy bien…más le vale!"

"Mamá algún día yo voy a conquistar a alguien?"

"Si mi vida y estoy segura que lo harás muy bien!"

"Tu crees?"

"Claro, además de apuesto eres muy amable y sensible!"

"Ahh! Yo no soy un mounstro sin tacto como Otosan?"

"Ja ja ja no Van, no lo eres!"

A pocos pasos de ellos Inuyasha se levantó de suelo indignado.

"Oye enano a quien le dices mounstro sin tacto?"

"Papá!"

"Few…pero no lo repitas tanto, por cierto donde está el zorro tonto?"

En ese momento Shippou atravesaba la puerta lanzándole un pedazo de pan a Inuyasha en la cabeza. Salieron dándose empujones como dos niños y Rin se quedó sentada en silencio, recordando su memorable tarde de amor. Cuando Moru se le acercó hablándole entre dientes se rió.

"Hola Princesa te fue muy bien verdad, te gustó tu almuerzo?"

"Gracias amigo, fue como en mis sueños, me dijo que me había extrañado todos los días que estuve fuera y me dijo que quería disfrutar enamorarse de mí, nos abrazamos Moru!! Como una pareja…no es genial?"

"Si Rin es lo que mereces, estar feliz al lado de la persona que amas!"

"Moru y tu?"

"Ahh! Yo no sé…me da un poco de miedo enfrentarlo pero ella vale la pena, tengo el apoyo de Folken-sama"

"Waa! Que excelente noticia entonces comerás con nosotros?"

"Estás loca y que me rebane el amo en pedacitos!"

"Pero Moru..!"

"Discúlpame Florecita!"

El youkai se incorporó y fue hasta donde Kagome.

"Kagome-sama ya está todo listo!"

"Arigato Moru-chan. Cenarás con nosotros?"

"No creo que pueda, el amo Sesshoumaru no quiere que esté cerca de ella!"

"Yo hablaré con él!"

"Rin por favor, lo vas hacer enojar!"

"Ya veremos, iré a buscarlo. Tu quédate aquí!"

Moru se sintió como cuando eran niños y Rin le ordenaba transformarse para ir a buscar flores pero él se negaba. Kagome lo vió de reojo sentarse a esperar a su amiga con la esperanza reflejada en sus ojos.

Al girar para salir a buscarlo Rin se topó con un kimono negro que resaltaba la belleza de su Amo.

"Me buscabas?"

"Si, me permites un momento!"

"…"

Rin tiraba de él tomada de la mano completamente inconsciente de que lo estaba haciendo, Sesshoumaru sujetó suavemente la pequeña mano y sin decir nada la siguió hasta el otro cuarto; una vez que cerró la puerta Rin se arrodilló frente a él con expresión decidida.

"Moru nos acompañará en la cena!"

"Moru?...tu amiguito…el que tiene prohibido acercarse a ti?"

"Ese mismo, por favor no te opongas no se sentará junto a mí…y si, somos buenos amigos desde que éramos niños!"

"Con que amigos de la infancia? Y él nunca trató de…!"

Sesshoumaru alargó sus palabras mientras Rin se transformaba en una ejemplo vivo de indignación.

"Jamás!! Somos como hermanos…además él sabe muy bien que yo amo solo a una persona!"

Rin cerró los ojos al comprender que estaba exaltada y hablando sin pensar. La ardían las mejillas y tenía pulsaciones. Frente a ella Sesshoumaru se pasó la mano por el cabello y parpadeó encantado con la espontaneidad de Rin. Cuando él le pidió que abriera los ojos Rin le dedicó una gran sonrisa.

"Tu quieres que ese sujeto se quede a comer y yo me porte bien?"

"Ja ja ja…en serio te vas a portar bien?"

Como única respuesta Sesshoumaru levantó la ceja dejando escapar un leve gruñido. Rin se lanzó sobre él para abrazarlo, sin pensarlo dos veces el príncipe la rodeó por la cintura mientras ella se acomodaba entre sus piernas, con la cabeza apoyada en su hombro.

"Gracias Sesshoumaru!"

"De nada!"

Con la mano libre Sesshoumaru tomó un mechón de cabello y se lo llevó hasta la nariz aspirando el aroma a limpio que tenía.

"Me encanta tu cabello Rin es tan negro y sedoso!"

Mientras hablaba las garras se enredaban suavemente con los cabellos que caían sobre le hombro de Rin, ella se lo quedó viendo como hipnotizado jugando con su pelo sintiendo un escalofrío que le subía por la espalda hasta la nuca.

Al escuchar como Kagome los llamaba, ella hizo un movimiento para levantarse pero Sesshoumaru la detuvo con una mirada, ella lo miró con los ojos brillantes y una sonrisa.

"Si?"

"En serio fue como en tus sueños?"

"Mejor!!"

"…"

Sesshoumaru se levantó y una vez de pie la tomó de la mano y salieron de la habitación. Afuera Moru estaba sentado muy cerca de la puerta y al ver a Rin sonriente agradeció a los dioses que la princesa del castillo fuera como su hermana.

Fue una cena donde Rin y Sesshoumaru intercambiaron miradas comportándose como un par de enamorados que no desean ocultar sus sentimientos. Mientras comían Rin se sintió incómoda de que ninguno de sus amigos probara el alimento con tranquilidad solo por estar pendiente de ellos dos.

(Mejor sería que cenáramos los dos solos y yo sola porque él está aquí por mí, ni siquiera está comiendo…ay no! Y si le estoy trastornando su rutina…creo que mejor le digo que no es necesario que me acompañe a comer…pero y si se molesta porque cree que no quiero estar con él?)

Dejó de pensar en Sesshoumaru concentrándose en Moru que hablaba absorto con Keiko y sonrió porque le pareció que hacían una pareja hermosa, cuando notó que Sesshoumaru la miraba dejó que sus mejillas se tiñeran rosa por enésima vez ese día. Cuanto tiempo tendría que esperar para poder recibir las miradas de amor de su príncipe sin sonrojarse

(Ja ja ja me duelen las mejillas de tanto reírme…un paso a la vez! Que alivio, porque no tengo ni la más remota idea…oh por Kami y si quiere besarme?....waai! Tranquila Rin esto es lo que siempre has querido y soñado toda tu vida…)

Una vez que terminaron de cenar Sesshoumaru la vio acompañar a Van hasta su cama darle un beso y arroparlo. Se quedó esperándola y tomados de la mano salieron ante la mirada atónita de todos. De la noche a la mañana Sesshoumaru había pasado de ser un hombre frío y sin emoción a un príncipe enamorado.

Sesshoumaru la dejó en su cuarto y la despidió con un beso en la mejilla, Rin trató de conciliar el sueño pero le fue imposible, el youkai la vio salir de su cuarto y dirigirse al establo donde la encontró la mañana siguiente.

………

Nota del autor: Admito que fue muy largo y no se besaron, ya sé que me quieren matar pero…quería reflejar la forma como Sesshoumaru entiende y valora a Rin. El comprende que al entregarle su amor, su primer beso y su virginidad, ella le entrega algo muy preciado, puro y maravilloso de sí misma. Algo que ha estado intacto por 26 años esperando por él, obvio ellos tendrán sus noches salvajes de pasión ^^' pero cuando Sesshoumaru la trata con ternura la ayuda a sentirse bien con la realidad de su amor más que la ilusión en su cabeza, claro que se muere por besarla, pero a veces es mejor esperar que la persona con menos experiencia se libere de sus inseguridades y así los dos que disfrutan a plenitud. No apresurarla es su forma de decirle que la ama y a la vez deja que este sentimiento se asiente dentro de él.…pero no se preocupen, después de todo Sesshoumaru es un youkai y los demonios no necesitan mucho tiempo para asimilar las cosas ^.-

El review de Padilla fue muy concreto `ACTUALIZA ONEGAI' me hizo reír =P

Adri: Debes estar feliz este capitulo es xl

Victoria: Nunca me habían halagado tanto diciéndome maldita, thanks!!

Muchas gracias a todos por leer y tomarse el tiempo de escribirme reviews!!! ^o^ Los amo a todos

Próximo capítulo de fijo se besan =)