Saint Seiya Fan Fiction ❯ Armaduras y secretos ❯ Aflicciones y esperanzas ( Chapter 18 )
[ T - Teen: Not suitable for readers under 13 ]
CAPITULO 18 Aflicciones y esperanzas.
Ikki abrió los ojos y se levanto presuroso, se acerco a su hermano y vio preocupado que además del cuello lastimado tenia una gran herida en la cabeza fruto de los escombros que le cayeron encima. Al darse cuenta de que Shun respiraba levemente, quedo mas tranquilo aunque no despertara aun, no estaba muerto.
“Pero ella lo lastimo…” -susurraba Até al ver que en su primer intento de lastimar a June fue detenido por el ángel lo que le enfureció - “Ella intento matarlo y ahora huye… ¿Vas a dejarla ir?”
El fénix no era fácilmente influenciable, pero lo que le decía esa voz tenía que ver con su hermano, lo que más le importaba en la vida. Trato de sacudirse de esos pensamientos negativos que le incitaban a seguir sus deseos de venganza, ir tras June y hacerla pagar por el daño que le hizo a su hermano. Pero Ate no logro controlarlo ya que porque Hera lo llamo, furioso le dio una señal a Lete quien dejo a Hyoga por fin. Una vez que desaparecieron el cisne se levanto aturdido y comenzó a caminar totalmente desorientado, paso al lado de los hermanos sin reaccionar.
Ikki lo vio furioso -¿Qué sucedió? - Pregunto - ¡Tú estabas aquí, dímelo!
Hyoga no respondió porque no recordaba quien era, mucho menos lo sucedido en los últimos minutos. El fénix se enfureció ante la falta de respuesta de Hyoga y estuvo a punto de golpearlo pero su mirada vacía lo hizo recapacitar.
-¡Quédate aquí y no te muevas! - Le ordeno - Hyoga no respondió pero se quedo quieto.
Mientras Cagglio se alejo con Misha lo más rápido que pudo. Conforme se acercaba al barco anclado sintió la presencia de los ángeles no esperaba encontrarlos ahí y sin dudar hizo dormir a Misha de un golpe. Luego subió con toda tranquilidad, ya Teseo estaba ahí. Vigilaba a June quien estaba recargada sobre unas cajas y Touma a Marín a un lado de ella.
-Mi señor estará furioso contigo - dijo el ángel Teseo - ¿Por que te apartaste de Artemisa?
-¿Qué están haciendo aquí? - Replico ella mientras dejo a Misha al resguardo de la lluvia.
-Tu deber es estar a su lado - continuo Teseo - Solo existes para cuidar de su hermana y la dejaste indefensa ante Athenea. Eres una vergüenza.
-Pero ¿Por qué dices eso? Ella me ordeno que trajera a mi alumna...
En ese momento Odiseo llego con Artemisa, en cuanto la amazona le vio herida grito preocupada: ¡Su alteza!
De inmediato el ángel la detuvo bruscamente mirándola con rabia ella no le replico avergonzada por su culpa, obedeció en silencio mientras Artemisa se acercaba a Marín afligida, ignorando sus propias heridas. La diosa pregunto luego: ¿Por qué no esta aquí mi hermano?
Teseo se inclino ante ella -Mi señor se retiro, su padre le ordeno que acudiera de inmediato, no tuvo otra opción. Pero nos ordeno llevarla a un lugar donde este a salvo así como cuidar de sus amazonas y eso hemos hecho.
-¿Acaso también quisieron lastimarlas a ellas? - Se acerco a June y tomo su mano mientras pensaba: “¿Por eso explotaste tu cosmos… para defenderte?”
Teseo continuo: no se preocupe, llegue justo a tiempo para evitarlo, ahora dígame ¿A dónde desea ir?
Artemisa les respondió: ¡Donde sea, quiero irme de aquí ahora!
Odiseo le ordeno a Cagglio: Ya escuchaste amazona, apresúrate y aleja este barco de aquí.
Pronto se habían alejado lo suficiente como para que no fuera fácil alcanzarlos, el barco se movió más rápido que cualquier otra embarcación con ayuda de los ángeles.
Artemisa, se sentía enormemente derrotada, solo Cagglio parecía estar en una pieza, pero de todas Shaina era la más lastimada, tanto que se negaba a responderle. La amazona no tuvo fuerzas para resistirse a sus deseos de ir con su hermano porque también ella deseaba huir dolida y resentida con Milo porque la hirió. Shaina nunca creyó que el se enfrentara a ella con tal convicción y saña, era una faceta de el que no conocía en persona y que averiguo de la peor forma.
“Reacciona Shaina… por favor respondedme.”
Pero cuando no obtuvo respuesta se preocupo…. Ahora solo esperaba estar al lado de su hermano, ya que estaba segura de que el nunca la lastimaría.
-Debemos retirarnos - Dijo Odiseo sacándola de sus pensamientos - ¿Ya decidió a donde ir?
-A Delos… a casa - Respondió la diosa
-Entonces le daremos su mensaje a mi señor.
Una vez que los ángeles desaparecieron, Artemisa siguió tratando de que Shaina le respondiera pero solo obtuvo silencio. Cagglio la observaba también sin decir palabra, no quiso que saliera tan lastimada pero era necesario. La lluvia arrecio y se concentro en dirigirse hacia Delos.
Seiya volvió a preguntarle a Athenea que pasó, ella no respondió, solo alzo la mirada y observo que todos estaban preocupados y esperando su respuesta. Centro su mirada en Milo a quien Kanon por si solo ya no podía controlar.
-¡Suéltame! - Le gritaba Milo a Kanon - ¡Tengo que alcanzarla, voy a detenerla!
-¡Tranquilízate! -Grito Kanon y Aldebaran lo ayudo a controlar por lo agresivo que estaba.
Athenea dijo con voz firme y encendió sus cosmos: Milo de Escorpión, será mejor que te moderes ahora. Ya no podrás alcanzarla aunque lo intentes; es demasiado tarde, tranquilízate.
Ante esto el se detuvo y bajo su cabeza avergonzado, Athenea respiro profundo antes de seguir -Por favor, quiero que busquen a todos sus compañeros, necesitare hablar con todos los que habitan en el santuario. Algunos de ellos están heridos y necesitaran de su ayuda, búsquenlos y tráiganlos aquí.
Seiya se resistió un poco a la idea de dejarla pero ella le dijo: Ve, yo estaré bien es Shun quien te necesita ahora.
Al oírla mencionarlo salio al igual que la mayoría, una vez que se fueron Athenea reflexiono: “Esto será más difícil de lo que pensé…”
Aldebarán soltó a Milo, ante una señal de Athenea y el se sentó sobre una silla. Mientras Kanon recordaba con rabia a la chica acusándolo descaradamente y estaba furioso. Athenea lo miro al sentir su ira dijo: Kanon los sentimientos de venganza solo te traerán dolor. Siento no haberte escuchado antes, esto pudo evitarse.
-Ya no importa - Respondió el mientras salía - Si me disculpa iré a tomar un poco de aire fresco.
-Si importa - Dijo Athenea aunque el no la escucho - Es mi responsabilidad darme cuenta de las fuerzas exteriores que nos atacaban, también de las que les estaban influenciando.
-¿De que fuerzas habla? - Pregunto Aldebarán mientras encendía una lámpara.
Saori respondió -Lo sabrás en cuanto todos tus compañeros estén aquí, por ahora permíteme hablar a solas con Milo es necesario.
-Pero el esta muy inquieto.
-Si y yo se la razón, pero no te preocupes Aldebarán, el nunca me lastimaría ni permitiría que nadie me lastime, acaba de confírmalo.
Athenea espero a que Aldebarán ser retirara para hablar con Milo quien aun no se atrevía a moverse. Ella toco el hombro de Milo - Necesito una explicación a tu acciones ¿Por qué hiciste eso?
-Su alteza Athenea solo quise cumplir con mi deber… -Mientras hablaba Milo seguía esquivando su mirada avergonzado, tomando conciencia de lo que hizo. De su exagerada forma de actuar contra Shaina - Deseaba que ella cambiara su actitud y se detuviera estaba claramente trastornada. Pero después ya no pude detenerme… era como si una voz en mi cabeza me dijera que debía lastimarla y hacerla pagar por su traición a mi, no a… usted.
Una leve sonrisa se dibujo en el rostro de Athenea -No te preocupes ni niegues tus sentimientos, se que no querías lastimarla porque le amas ¿Verdad?
Milo lo acepto, su voz sonaba desgarrada cuando respondió - Lo siento su alteza yo… perdóneme. No me esta permitido amarla, mi obligación es solo ante usted. Al principio solo intentaba detenerla pero tuve celos… me cegué de celos, de rabia por no ser el primero en… - Se detuvo, no podía decir lo que pensaba.
-¿…Besarla? -Athenea termino su frase - Entonces viste lo que sucedió…con Seiya.
El acepto con la cabeza luego dijo: Solo quise cumplir con mi deber pero… me equivoque, realmente me equivoque.
-No solo tu Milo… -Aseguro Athenea - También yo cometí un grave error al juzgar a mi hermana y a Shaina, fui yo quien fallo como diosa y como hermana. Se que intentabas cumplir con tu obligación pero fuiste influenciado por tus propios sentimientos y alguien mas que estaba aquí.
-Nadie mas estaba aquí, fue todo mi error.
-No te culpes mas Milo, porque el error fue mío en primer lugar, ahora solo nos queda repararlo.
-“¿Cómo?” - Se pregunto Milo, porque ni el mismo podía perdonarse en ese momento.
Ikki cargaba a Shun camino a la enfermería cuando vio a Seiya acercarse.
-¡Oigan! -Grito -¿Están bien?
-No Seiya… debemos atender a mi hermano y creo que a Hyoga también - Lo señalo y vio que sangraba también de una herida en la cabeza además de la manera extraña en que actuaba.
-Vamos entonces…
Al llegar Ikki miro a Kanon recargado en el muro exterior sin importarle la lluvia de hecho todos comenzaban a reunirse afuera. Dejo a su hermano dentro y salio.
“Cagglio me lo advirtió y no lo creí.” Pensaba Kanon intranquilo. “Me utilizaron, pero ambas me las pagaran, así como esos dos. Ese par...”
-¿No me digas que estas arrepentido por lo que le hiciste a la amazona? - Le pregunto Ikki interrumpiéndolo.
-Si, vaya que me arrepiento -Replico Kanon - Porque no tuve intenciones de hacerle daño… sentía lastima por ella.
-¿Escuche bien Kanon? … ¿Tu sintiendo lastima?
-Ya no la sentiré mas - Lo vio furioso - Pero en cuanto la vea me cerciorare de acabar con ella y se exactamente donde se esconderán.
Ikki se asombro de la seguridad con que lo dijo -¿Y cómo lo sabes?
Kanon respondió: No es difícil imaginarlo. Esa diosa ira al único lugar que considera seguro… Delos y ahí la seguiré. Ahora déjame en paz.
-Esta bien voy a hacerlo - Ikki se sonrió, ante la idea de seguirlo. Se asomo a la enfermería; Shun yacía en una cama mientras Milo le vendaba la cabeza a Hyoga. Viéndolo bien, no parecía demasiado herido para que actuara así, pero no iba pensar en ello. Si Athenea estaba al lado de su hermano nada malo le pasaría en su ausencia. El por su parte vería si era verdad lo que Kanon dijo acerca de donde encontrarlas necesitaba una explicación por parte de June.
Aioria seguía arrodillado bajo la lluvia sin ánimos para levantarse cuando Mu lo encontró, su amigo de inmediato supo que no le importaba la herida que traía en la espalda, porque ni siquiera hacia el intento por detener la sangre, aunque no era de gravedad Mu lo miro preocupado y dijo: Levántate, tienes que atenderte esa herida, además Athenea te mando llamar.
El caballero de Leo obedeció a su amigo, en sus manos apretaba la mascara de Marín, caminaron en silencio al llegar el lugar estaba lleno.
-¿Cómo te encuentras Aioria? - Le pregunto Athenea al verlo entrar.
-He tenido peores heridas… No se preocupe.
-Marín se fue ¿Verdad Aioria? -Le pregunto con interés - Ella… Siguió a mi hermana ¿No es así?
-Si… - Le respondió casi en un susurro - Pero ya no era Marín otra vez, no actuaba como ella.
-¿A que te refieres? - Pregunto Aldebaran.
-Marín… - Dijo Aioria mientras aferraba la mascara en sus manos - Tenía una horrible mirada llena de odio hacia mí y a la vez vacía… Ella fue quien me hirió si, pero quiero creer que no era consiente de lo que hacia.
Los que estaban en el lugar lo veían sin saber que decir, todos conocían de su amor hacia ella y por como reaccionaba sabían lo duro que era para el ser herido por la persona que amaba.
Aioria siguió hablando - No quiero ni pensar en que mas me habría hecho si ese guerrero no hubiera aparecido para impedírselo, porque su alteza… yo no se lo hubiera impedido y por ello me lamento así no debe actuar un caballero a su servicio.
-Si lo se… - Contesto Athenea mientras veía de reojo a Hyoga quien intento levantarse pero Seiya lo controlo.
Aioria lo vio fijamente antes de decirle: Su alteza Hyoga tiene la misma mirada.
Todos voltearon a verlo asombrados mientras Athenea dijo: ¿Recuerdas que ella fue herida una vez al igual que Hyoga? Sus acciones de hoy son consecuencias de esas heridas.
-Envenenada… ¿No es así? Les envenenaron el alma, ese guerrero me lo dijo antes de llevársela. Que ella solo piensa en matarme y será así hasta que muera.
La diosa mostró gran tristeza en su voz al decir - Es cierto… los daimones fueron los responsables.
-¿Daimones? - Fue una pregunta que muchos en el lugar se hicieron.
Lejos de ahí los antes mencionados estaban celebrando su trabajo.
Neikea se rió - Fue divertido ver la cara de ese tipo cuando vio que su querida amazona lo hirió.
Ate dijo orgulloso -No… mucho mejor fue la sorpresa que se llevo el muchachito mientras lo ahorcaban… ese si que ni se la esperaba.
-Como tampoco esperabas que la amazona resultara tan fuerte… saliste herido ¿No es así? - Hera se burlo - Huiste como un cobarde.
Ate intentó golpearla inútilmente porque en cuanto alzo su mano contra ella la diosa lo hizo retorcerse de dolor.
-Déjala… murmuro Neikea - Ya sabes que no podemos lastimarla.
-Y si vuelven a intentarlo olviden nuestro trato. De igual forma estoy decepcionada de ti Neikea, tampoco lograste que ella lo matara ¿No es así? Estas perdiendo tu toque.
-Sin ese ángel entrometido lo habría logrado - Ella replico - El me ataco y luego impidió que ella lo lastimara.
-Pretextos, no son mas que pretextos - Interrumpió Hera - Espero que en realidad hayan roto su estúpido pacto de lo contrario ustedes solos tendrán que lidiar con Athenea. Más vale que se cercioren de ello.
-Ya lo sabemos - Dijo Oizis - No necesita repetirlo.
Hera la vio fijamente y la daimon paso saliva nerviosa - No me obliguen repetírselo. Por ahora aléjense del santuario, Athenea seguramente ya estará prevenida ante ustedes.
-Entonces ¿Cómo pretende que nos cercioremos de hacer bien nuestro trabajo? - Oizis pregunto.
-Artemisa… ella es mas influenciable cerciórense de que actué a mi favor - Dijo y desapareció.
Oizis suspiro cuando la diosa se fue - Eso estuvo cerca, ahora tenemos que seguir a Artemisa y a sus…
Até la interrumpió: No es necesario yo mismo me encargare de que a ella no se le ocurra reconciliarse con Athenea, tengo una cuenta pendiente con una amazona.
-En ese caso iré a ver que hace Lete - Dijo Horcos tomando una botella de vino.
Neikea se la arrebato para comenzar a tomarla ella misma y se burlo. Horcos tomo otra botella y se salio del lugar.
Mientras los otros discutían, Lete observaba con detenimiento las imágenes que se generaban en su cabeza, las memorias de Shiryu y Hyoga lo intrigaban, hacia mucho que no conocía a personas tan tenaces, además de fuertes, el que Hera le “pidiera hacer su trabajo lo asqueaba porque ninguno de ellos lo merecía.
-Oye Lete… -El golpe que le dio Horcos lo hizo despejarse - ¿Por qué no te tomas un trago conmigo?
El lo vio con sus ojos que parecían un oscuro abismo - Quieres tomar conmigo. ¿Por qué?
-Bueno… deberíamos estar celebrando nuestra libertad, pero Hera dice que no cumplimos con el trabajo que nos encargo y no me queda más que embriagarme para olvidar.
-Dichoso tu que puedes hacerlo, a mi no se me concedió esa gracia.
Horcos le dijo avergonzado - Oye perdona…
-Tan solo déjame solo.
Horcos se retiro mientras Lete continúo observando las memorias de los caballeros de bronce. “Ellos si que son afortunados.”
La lluvia se hizo más ligera conforme el barco se alejaba del santuario. Artemisa insistía en comunicarse con Shaina sin éxito - “Responde hija… se que te lastimaron mucho, me preocupo por ti” - Shaina siguió en silencio, ante la falta de respuesta, la diosa se tomo la libertad de controlar su cuerpo sin objeción alguna de Shaina. En ese momento June despertó y Artemisa se acerco preocupada - ¿Te encuentras bien June?
Cuando la diosa no obtuvo respuesta le quito la mascara -Ya no estamos en el santuario, puedes quitártela.
June replico -¿Por qué estoy aquí? Yo no quería irme…
-Te trajeron porque corrías peligro - Le interrumpió Artemisa - Esta no era la manera en que deseaba dejar el santuario, pero…
-¡Shun! Debo saber si esta bien o no - Ella se levanto y salio corriendo de la cabina del barco, pero al llegar al barandal se dio cuenta que no tenia idea de que dirección iban ni que tan lejos del santuario se encontraban ya.
Artemisa se acerco mientras la lluvia las bañaba - Así que te preocupas por él.
June contesto - Por favor… necesito saber si esta vivo o no, estaba malherido cuando llego ese extraño y…
-El era un ángel June y fue a ayudarte.
-¡No me importa quien era ni lo que fue a hacer allá, el me alejo de Shun! - La amazona grito desesperada.
-Ellos están a cargo de la protección de mi hermano, de mí y de ustedes.
-¡Pero yo no quiero su ayuda! ¡Yo quiero regresar al santuario, quiero…Ay!
Artemisa le apretó un brazo lastimándola y le dijo - Lo siento, pero no voy a permitir que regreses a averiguarlo. Me prometí no dejar que nadie las lastimara y lo haré aun en contra de tu voluntad. Así que entra ahora.
Cuando la obligo a entrar de nuevo la amazona noto que Marín dormía en otra pequeña litera y se acerco a ella preocupada - Marín… ¿A ella también la trajo contra de su voluntad?
-June, era preciso, Uhg… - Artemisa cayo arrodillada junto a ella cuando sus heridas comenzaron a sangrar cuantiosamente.
Cagglio se temió que le pasara algo y busco algo para vendarla - Ya no siga su alteza, Shaina esta herida y eso la debilita a usted también.
-¡Maldita seas Athenea! - La diosa parecía furiosa al mencionar a su hermana -Todas ustedes están sufriendo y ella es la culpable.
June se preocupó primero por sus palabras contra Athenea, luego porque noto que Cagglio no podía vendarla lo suficientemente rápido para detener la sangre de sus heridas, y se animo a decir - Permítame ayudarla.
Artemisa le pregunto extrañada: ¿Por qué haces esto? Acabo de alejarte de quien mas quieres, tú lo dijiste.
-Si… pero Shaina no me hizo ningún daño y es su cuerpo el que esta herido - Se dedico a apretar más los vendajes, luego le pregunto: ¿A donde iremos?
-A Delos ahí podremos recuperarnos y tal vez fortalecernos para lo que sigue.
June ya no tuvo el valor de preguntar que era lo que seguía, pero por notar la forma en que salieron era obvio que la diosa no iba a dejar las cosas tranquilas.
Athenea tampoco, pero ella no podía darse el lujo de dejar que la ira o cualquier otro resentimiento nublaran su razón. Ya cometió ese error ante su hermana e iba a repararlo… de no hacerlo se perderían mas vidas de las que estaba dispuesta a arriesgar. Por el momento tendría que decirles a todos que clase de enemigos enfrentarían, debía explicar como Marín fue atacada por un daimon e influenciado por este Aioria salio herido. Tenia la certeza de que Cagglio obligo a su alumna a mentir y por eso acuso a Kanon. Pero si Artemisa no se dio cuenta de esa mentira fue porque le concedió el privilegio de no leer su mente. De otra manera no habría sido posible que le engañaran. Además no esperaba lidiar otra vez con esos vengativos espíritus en ese momento, pero era claro que su padre no deseaba darle ventaja y con ello esperaba minar sus fuerzas. Pero si los daimones se especializaban en causar conflictos y provocaron que ella y su hermana se disgustaran ella les probaría que podía recuperar su confianza. Seria difícil si, más no imposible porque confiaba en Shaina ella era su esperanza.
-Disculpe… Athenea -Interrumpió Mu - Afuera están reunidos la mayoría.
-Pedí que se reunieran todos… ¿Alguien falta?
-Ikki no esta aquí - Replico Seiya -Fui a buscarlo pero no lo encuentro por ningún lado… tampoco a Kanon.
Athenea pensó: “No… ¡Seguro fueron tras ellas!” - Pero recupero la compostura, tenia que solucionar los problemas no lamentarse ante ellos.
Salió, ya la lluvia había cesado y ante todos lo atentos caballeros y aprendices Athenea explico sobre los daimones, el tipo de enemigos a quienes se enfrentarían. La diosa los organizo, les dio una serie de ordenes que debían cumplir si querían estar preparados.
Luego se retiro de nuevo a sus aposentos, ella misma debía prepararse, porque en ese momento las dudas comenzaban a afectarla, su esperanza estuvo centrada en Shaina en su fuerza de espíritu. Pero luego del daño que ella y Milo le causaron no era seguro que ella fuera capaz de controlar a su hermana, la estaba perdiendo y también perdía las posibilidades de salir victoriosa en la próxima batalla. De fallar todos los sacrificios anteriores serian en vano. Pero vio entonces que la armadura de su hermana aun estaba ahí… eso significaba que solo era una mas de sus rabietas y que volvería... Por desgracia tanto Ikki como Kanon se habían ido y no tuvo suerte al llamarlos, si ambos estaban deseoso de venganza solo esperaba que sus acciones no complicaran más la situación.
El barco avanzo rápidamente hacia la isla Delos, aun era de noche cuando Artemisa y las amazonas llegaron al lugar y de inmediato notaron la desolación que había en ella. El paso del tiempo era notable, y de las construcciones alrededor del templo de Artemisa solo quedaban unas cuantas columnas en pie, el resto había sido derrumbado. Ella vio todo con tristeza, no esperaba tal olvido hacia ella. June cargaba a Marín a sus espaldas y Cagglio ayudaba a Misha, todas iban detrás de Artemisa, June pudo notar que su semblante cambio en cuanto sintió la presencia de su hermano. Efectivamente Apolo las esperaba en los restos de su templo iluminado con cuantiosas antorchas.
-Hermana… has vuelto a casa - Le dijo extendiendo sus brazos en cuanto la vio.
Artemisa corrió hacia el y lo abrazo sin resistencia de Shaina, aunque instintivamente se estremeció al contacto de sus heridas.
-¡Artemisa, estas herida nuevamente! - Apolo la observo preocupado y noto sus heridas que aun no dejaban de sangrar - ¡Odiseo no la protegiste como te ordene!
El guerrero se inclino ante el esperando el castigo - Lo siento mi señor, yo…
Artemisa detuvo su mano - No le castigues, llego a justo a tiempo.
-¿Entonces que paso?
-Por ahora no quiero hablar de ello…ni recordarlo hermano. Solo abrázame por favor, lo necesito.
Apolo no se negó, supo que su hermana se sentía terriblemente mal y el haría lo posible por evitarle mas sufrimientos.
June trago saliva estaba frente a ese dios extraño rodeada de sus guerreros y de Cagglio. Además el que Marín no despertara solo aumentaba su temor.
Apolo le dijo a June mirándola fijamente - A menos que tengas intención de lastimar a mi hermana o desobedecerla no tienes por que temer. ¿Así que esta es la amazona que hirieron?
June iba a responder pero Cagglio lo hizo por ella -Si, señor fue…
-No estoy hablando contigo - La interrumpió Apolo y se dirigió otra vez a June - ¿Y la que parece tu amiga también fue herida?
-Es mi amiga, como lo parece pero no se porque aun no despierta - Recalco June mientras levantaba un poco más el cuerpo desmayado de Marín.
Apolo sonrió ante la respuesta - Ya tendrá oportunidad de recuperarse, adaptamos un refugio para ustedes, pueden retirarse de aquí.
Esa sonrisa era extraña y June no se movió hasta que Cagglio le toco un hombro - Vamos… no querrás verlo enojado.
-¿Por donde? - Pregunto entonces June.
-Síganme… permite ayudar - Dijo Icarus mientras tomaba en brazos de nueva cuenta a Marín.
Mientras caminaban June observaba a Marín y el lugar con detenimiento. Avanzaron un largo tramo en silencio cuando ella susurro - Esta es la terraza de los leones… vamos hacia el norte.
-Así es - Interrumpió Teseo - Veo que conoces un poco de este lugar.
June respondió -Mi maestro era un fanático de la geografía.
-Bien, entonces recordaras que al este de aquí se encuentras el lago sagrado y su refugio estará por más al norte aun, en la casa del lago…
Mientras June fingía escucharlo analizaba sus posibilidades de huir de ahí, y aunque no las tuviera de igual forma se arriesgaría. Debía actuar con calma para que no sospecharan de ella.
Apolo espero a que las amazonas se retiraran y le dijo a su hermana: Permite entonces que te ayude, tanto tú como la amazona deben estar sufriendo voy a sanarla.
Shaina sintió como el calido cosmos del dios cerraban sus heridas causándole un poco mas de dolor, recordándole quien las causo. Artemisa trato de reconfortarla - “Hija, el dolor se ira pronto.” -Shaina la escucho pero no estaba de acuerdo con ello, el dolor de saber que fue Milo quien le lastimo era lo insoportable aunque intentara negárselo.
-Estarás mejor ahora -Le sonrió Apolo -Ahora yo debo irme.
-¡No me quiero quedar sola! Acabamos de encontrarnos otra vez.- Ella lo abrazo con mas fuerza.
-Regresare en poco tiempo, pero por desgracia debo irme ahora nuestro padre me esta llamando. Ya imaginaras la razón.
Artemisa bajo la cabeza -Lo se…
-Pero no estarás sola, mis ángeles te cuidaran yo te prometo que regresare al amanecer, pero ahora descansa ¿De acuerdo? Y cambia tu ropa no soporto verte así, no estas vestida de la manera a la que corresponden a tu condición. Ve al lago sagrado y te arreglas en lo que vuelvo, tengo todo listo para ti - Ella le correspondió la sonrisa antes de seguir su consejo y verlo retirarse.
June vio con extrañes la delicadeza con que Icarus ayudo a Marín y la a acomodo en una cama improvisada. El interés con que la observaba era mucho, no percibió lo mismo en el otro ángel aunque fuera amable. Pero creyó que su resentimiento por alejarla de Shun sin saber si estaba bien o no, afectaban su razón.
-¿Ocupan algo mas? - Pregunto Icarus - Aunque creo que no olvidamos nada que haga cómoda su estadía aquí.
-Solo déjenos a solas para descansar - Cagglio respondió, pero en cuanto los ángeles se retiraron Cagglio dejo a Misha sin cuidado alguno en el suelo. La chica reacciono con un quejido.
-Oye… esta herida - Replico June.
-¡Que se aguante! - Le grito Cagglio a June jalándole de los cabellos - ¡Y tu ve por agua!
-Aquí tenemos agua…
Cagglio tiro de una patada el jarrón y se burlo - Ya no hay mas.
June iba a replicar pero tenia el pretexto perfecto para salir y planear su escape por lo que obedeció pensando. “Por fortuna no estaré aquí mucho tiempo”.
Cagglio espero a que se fuera para mirar fijamente a Misha quien estaba ya completamente despierta -Te advierto no te atrevas a causare problemas a su alteza diciendo lo que en verdad paso. Ni siquiera pensaras en lo que sucedió ayer en su presencia y evitaras todo contacto con ella para impedir que lea tu mente. Si su alteza se entera de que mentiste morirás de inmediato ¡Te lo advierto!
-No lo haré, te lo aseguro - La chica tembló ante esa mirada.
-Mas te vale - Cagglio se retiro - Voy a buscar a su alteza.
Cuando June regreso, miro a Misha que lloraba y supuso que era por el dolor después de todo estaba malherida por Kanon. Por su parte Misha, trato de disculparse con ella pero de solo pensar en la furia de su maestra se calló, si le decía a June la verdad Artemisa se enteraría y entonces si estaría en problemas.
-Voy a descansar, deberías hacer lo mismo - Murmuro June y le dio la espalda. Debía guardar fuerzas en lo que encontraba una oportunidad para huir.
Misha se cubrió con la manta tratando de acallar los sollozos sin éxito. Ella mintió y por eso hirieron a Artemisa; todo ese problema sucedió por su culpa. Su corazón le dolía, sabia que hizo mal. Pero la amenaza de su maestra le aterrorizaba, casi le mato esa tarde; pero si decía la verdad moriría porque Artemisa no le perdonara su error. De cualquier forma moriría y tenia miedo de eso.
En tanto Artemisa en el lago sagrado tomo su baño con sus aceites preferidos, se alegro que su hermano estuviera al pendiente de ella no olvido ningún detalle. Mientras se limpiaba las heridas intentó nuevamente hablar con Shaina.
“Respondedme…. Estoy muy preocupada por ti.”
“¿En verdad?” -Respondió ella al fin - “Porque es mi cuerpo el que esta herido no el suyo, cometí un gran error al atacarla…”
“¿Te arrepientes de desahogarte frente a mi hermana? Si yo admire que tuvieras el valor de hacerlo.”
Shaina replico: “¿Y de que me sirvió ese valor? Solo obtuve estas heridas… siempre la obedecí y nada me paso este es mi castigo.
“¡No Shaina, no! Mi hermana no merece que las defiendas tanto, no sigas haciéndolo.”
Shaina continuo con una mueca de sonrisa - “Si, mi castigo por desobedecer fue ser herida por quien mas me importa, por quien yo… yo amo…
La diosa lamento que Shaina definiera sus sentimientos en tan mal momento. Pero supo que en sus manos estaba la oportunidad perfecta para ganarse a la amazona de una vez por todas. De convertirla en su mejor aliada en lo que planeaba hacer. Así que utilizo recursos que le garantizaran su apoyo; la empatía y la comprensión.
“Lamento que Milo te hiriera defendiéndola de mi ataque. Pero te demostró que mi hermana y su responsabilidad hacia ella siempre será más importante que cualquier otra cosa, mas que la afecto que decía tenerte.”
Ella dijo: “Si… fui una idiota al pensar que ser su amiga era garantía para que no me lastimara.”
“Pero tu ya lo conocías, ¿No era eso lo que admirabas de el? Su lealtad y su rectitud…”
La amazona lo recordó y replico: “Eso fue lo me enseño a amarlo ¿Por qué tuve que enamorarme de el?”
Artemisa siguió utilizando sus sentimientos a su favor. “Hija… Parece que estas destinada a seguir a quien siempre estará fiel y devoto a ella, lo lamento mucho...”
“¿Por qué? - Shaina pregunto furiosa - ¿Por qué me hiciste creer que tenía una nueva oportunidad? Y luego me haces esto.”
“Shaina se que mi imprudencia causo todo el conflicto, pero deberás entender que…”
“Es que no fui mas que una marioneta a su servicio, una persona sin valor alguno, maldita seas…” -Shaina continuaba hablando.
“¡No me hables así! Recuerda que tú aceptaste este trato.”
La amazona golpeo el agua furiosa. “Maldita sea… ¡Maldita seas Athenea! A pesar de todo lo que hice por ella, de mi fidelidad… de seguirla siempre, en cuento pedí unas respuestas y te apoye Artemisa me hace esto.
La diosa no pudo estar mas complacida ella actuaba justo como esperaba: “Ella actuó así porque realmente nunca se preocupo por ustedes. Las acepto si, pero no por completo. Ahora te pregunto ¿Coincidirías conmigo en lo que decida de aquí en adelante? No tienes que responder ahora.”
Shaina se sumergió por completo en el lago mientras le respondía: “Artemisa a donde este su camino yo la seguiré… yo la apoyaré de ahora en adelante, puede disponer de mi para lo que sea necesario.
El sol salía cuando Cagglio llego al lago, ya Shaina había salido del agua estaba vestida. Pero ya no había nada de la amazona en ella en ese momento. Su expresión había cambiado, su cabello y ojos habían cambiado, Artemisa estaba al control absoluto de ella, la diosa le pregunto a la sorprendida Cagglio: ¿Y tus compañeras?
-Están en el refugio - Y señalo donde se encontraba el sitio.
-Iré con ellas, sígueme.
Ella se inclino a su paso complacida de que por fin su diosa actuara como antes de su encierro, sabia que debía ayudarla entonces a liberarse por completo entonces podrían continuar con su venganza. Cuando Artemisa llego al lugar June se sorprendió, ya no quedaba rastro alguno de Shaina, además esa ropa realmente le hacia ver como un ser divino, de una belleza que ignoraba que tuviera. Se sintió temerosa a su simple presencia.
-June, sabes que no debes temerme.
Estas palabras hicieron que Misha se pusiera a pensar en un bloque de piedras para que no sospechara de ella, tuvo la fortuna de que en ese momento Marín comenzó a reaccionar, June se acerco a ella justo antes de que Marín se levantara bruscamente.
-¡Maldito! Voy a matarlo - Grito y la amazona la detuvo con dificultades.
-Cálmate… ¿Que te pasa? - Pregunto June asombrada.
-¡Aioria… tengo que matarlo! Suéltame - Marín seguía intentado soltarse y Cagglio tuvo que ayudarle a controlarla mientras Marín seguía gritando que quería matarlo. Entonces Artemisa le golpeo fuertemente con su cosmos desmayándola otra vez, Misha la vio asombrada.
La diosa respondió - Era por su bien, no se en cuanto tiempo despertara pero será mejor que la aten, para impedir que se lastime yo regresare en un rato.
Cagglio acomodo a Marín en el lecho nuevamente, pero esta vez la amarro con ayuda de Misha. Al verla así June tuvo dudas en si irse o no. Pero sentía una enorme incertidumbre, solo esperaba que Hyoga no tratara de lastimar de nuevo a Shun en lo que ella encontraba el momento oportuno para marcharse de ahí.
La diosa salia en silencio mientras Shaina decía: “Otra vez… actúa como cuando fue herida antes de tu llegada.”
“Lo se… y eso no debe suceder así, yo la sane.”
-Mi señora… - Cagglio salio detrás de ella presurosa pero Artemisa la regreso.
-Permanece con ellas es una orden.
Cagglio se mordió los labios, estaba completamente furiosa de que la hiciera a un lado mas porque intuyo que la diosa sospechaba sobre lo sucedido a Marín.
En el Olimpo Hera esperaba a Apolo burlándose del rostro preocupado del dios, en cuanto llego le pregunto maliciosa: Dime… ¿Cómo esta tu hermana?
-No es asunto tuyo - La vio furiosa - ¿Por qué me obligaron a regresar antes?
-Porque no quiero que nos arriesgues a que ella descubra todo lo que planeamos.
-Lo que tú planeaste - dijo Apolo - Porque no cumpliste tu parte del trato.
Ella suspiro - Pero Apolo no te quejes, ya la tienes a tu lado…
-No soy estúpido me engañaste al decir que Artemisa no saldría lastimada y no fue así mi hermana llego malherida a Delos.
Hera se rió - Yo cumplí con mi parte, ella es la impulsiva no me culpes por sus tonterías.
Zeus entro al salón en ese momento y dijo - Me agrado que cumplieras tu palabra de no advertir a tu hermana. Solo por ello estoy dispuesto a darles otra oportunidad. Si nos apoyan en contra de Athenea claro.
-Ya me dijo que no lo hará, estará furiosa con Athenea pero aun así Artemisa no querrá ser controlarla para tu beneficio, ella desprecia ser controlada.
Hera lo vio furiosa - Estúpido, sabes lo que le pasara si la dejas hacer lo que le plazca, lo que tu padre le hará.
-Mas bien lo que tu le harás, de una vez te lo advierto, no intentes lastimarla otra vez Hera, de ninguna forma.
-No siempre estarás ahí para protegerla como hoy - Ella le respondió con una sonrisa - Además deberías agradecérmelo, sin mi ayuda no habrías podido fingir que llegabas justo a tiempo para su rescate y no vuelvas a entrometer a tus ángeles en mis asuntos, se que uno de ellos impidió que la amazona matara al guerrero de Athenea.
-Lo haré cada vez que “tus asuntos” afecten a mi hermana - Replico Apolo.
-Si, pero recuerda que sus amazonitas no le son del todo fiel, ellas se entrenaron defendiendo a Athenea y te estas arriesgando solo por complacerla llevándotelas junto con ella del santuario. ¿Estas seguro que no se pondrán en su contra cuando llegue el momento?
Apolo la vio fijamente antes de responder - De eso me encargare yo, ninguna de ella se pondrá en su contra.
-¿En serio te preocupas tanto por ella? - Pregunto Zeus con una sonrisa sarcástica.
-Mi preocupación es sincera no la finjo. Pero ahora que lo pienso… ¿Por qué tanta insistencia en que rompan el pacto?... ¿Acaso les temes padre?
Esas preguntas lo hicieron sentir la ira de Zeus, Apolo resistió el poderoso cosmos mientras lo veía desafiante y no sumiso como otras veces, al notar esto lo dejo en paz.
-Yo no les temo, las vencería aun si estuvieran unidas. Debo admitir que Atenea se fortaleció en los enfrentamientos que tuvo con mis hermanos y Artemisa se debilitó menos de lo que creí en su encierro, pero ellas cavarán sus propias tumbas si se enfrentan a mí. ¿La quieres muerta entonces?
Apolo respondió: No claro que no.
-Entonces no olvides que te estoy haciendo un favor al darle otra oportunidad a tu hermana. Vete antes de que cambie de opinión al respecto. Será mejor que la convenzas de que nos apoye, les conviene a ambos.
Apolo salio adolorido, pensando en como desquitar su coraje. Pero por ahora solo importaba estar al lado de su hermana. Artemisa tenia mucha razón en negarse a regresar a ese lugar… estaba podrido y hasta el mismo se había contagiado con su podredumbre.
Odiseo se levanto presuroso al ver llegar a Artemisa al lugar donde descansaban Teseo e Icarus hicieron una reverencia - Su alteza…
-¿Quien de ustedes fue por mi amazona? - Pregunto directamente - Me refiero a la que llego aun dormida aquí.
Los ángeles se miraron unos a los otros -Fui yo - Se adelanto Icarus.
Artemisa se acerco a el -Quiero que me respondas con la verdad ¿Ella intento matar a un guerrero de Athenea antes de que la trajeras? Responde.
El observo a sus compañeros antes de decir - Así es.
-¿Cómo actuaba Marín ante el?
-Parecía muy apegada a el… ni siquiera usaba su mascara en su presencia.
Artemisa respiro profundo mientras sostenía su cabeza - ¿Alguien… mas estaba ahí?
-¿Eh? - Icarus se sorprendió de la pregunta.
-¡Respondedme, dime si un daimon estaba ahí!- Icarus se contuvo, los otros ángeles le lanzaban sendas miradas penetrantes, pero era la diosa quien esperaba su respuesta y entre ambas opciones decidió no arriesgarse no podía mentirle a ella - Si, vi a Neikea, ella estaba ahí manipulándola.
-Neikea no… ella no puede estar libre - Artemisa susurro y regreso al refugio pensando -“Si lo que dice es cierto, eso significa que tal vez… cometí un error al salir bruscamente del santuario. Por el momento es mejor que este inconsciente mientras trato de ayudarla.”
Athenea también trataba de ayudar a Hyoga… quien permanecía inmóvil sentado en una cama. No había nadie en la habitación, ordeno que nadie mas que ella debían acompañar a Hyoga. Toco su cabeza con cuidado mientras concentraba su cosmos. Confiaba en poder traer de vuelta, todo lo que le fue arrebatado por Lete. Esperaba que el daimon su hubiera apiadado de el y no devorara sus memorias como solía hacerlo… y recuperarlas. Se concentro… y finalmente las encontró pero se topo con una gran sorpresa y cayo despedida por una enorme fuerza antes de que Lete apareciera frente a ella.
-Su alteza Athenea me sorprende. El hurgar en memorias ajenas no es correcto.
Ella se sentó y respondió: Tampoco lo es arrebatarlas. ¿Por qué hiciste eso? Teníamos un trato.
-Por desgracia suya Hera nos ofreció uno mejor - Respondió Lete mientras le extendía la mano para que se levantara - Y mi hermano acepto así que el trato que teníamos ha sido disuelto.
-Hera… así que esta tratando de complacer a mi padre y tú a ella arrebatándole toda su memoria a Hyoga.
-No se sus motivos y yo solo cumplo ordenes. Pero este caballero esta mejor así… creedme.
-No… el no se merece esto - Replico Athenea - Ha sufrido mucho no merece sufrir mas, devuelve su memoria… por favor.
-Entonces si sufrirá de gran culpabilidad.
-Culpabilidad ¿Por qué?
Lete le apretó la mano a la diosa y ella supo entonces lo sucedido esa tarde. - Ya le mostrare la razón, si le devuelvo su memoria se arriesga a que mi hermano lo utilice de nuevo y ya no podré ayudarlo. ¿Eso es lo que quiere para un joven que le ha servido toda su vida?... ¿Hacerlo sufrir mas?
Athenea quedo en silencio mientras observaba con detenimiento a Hyoga.
June no espero que Artemisa se alejaran lo suficiente, porque supo que no tendría otra oportunidad de poder salir de ahí sin que la notaran.
-Voy por agua - le dijo a Misha y tomo una jarra. Antes de salir le dio una ultima mirada a la amazona. “Lo siento Marín pero yo no voy a quedarme…” Pensó corrió lo más pronto que pudo, ahora ya sabia hacia donde dirigirse no le importaba que fuera una importante distancia a nado. Debía cerciorarse que Shun se encontraba bien y ahí no podía hacerlo, iría con el sin importarle lo que pudiera pasarle. Cagglio metida en sus propios pensamientos no le tomo importancia.
Mientras Apolo regreso justo a tiempo para ver a Odiseo golpear con fuerza a Icarus contra una columna derruida y luego contra otra.
-¿Y esto que significa? - Pregunto Apolo extrañado por al actitud del ángel.
-Le ofrezco mis disculpas mi señor, pero Icarus hablo de más antes su hermana, le dijo acerca de los daimones aparte de que no cumplió sus órdenes como era debido porque…
El dios lo interrumpió con ira - Eso ya lo se Odiseo, se que impidió que la amazona matara al guerrero de Athenea. Acércate Icarus - El ángel obedeció y se inclino ante el -¿Por que no cumpliste mis ordenes? Te dije que no intervinieras con los planes de Hera.
-Mi señor… usted sabe mejor que nadie que se hace cualquier cosa por evitarle sufrimientos a una hermana.
Apolo lo vio fijamente antes de responder: Icarus… tú sabes que ella no te recuerda. ¿Qué sentido tenia hacer eso?
-Ella se habría lamentado toda su vida luego de enterarse lo que hizo bajo la influencia de Neikea. Quise evitarle ese dolor, además que si eso sucedía ella no podría serle útil a su hermana.
-¡Pero has arruinado mis planes! - Grito furioso - Así mi hermana no querrá liberarse por completo si se entera de que yo sabía lo que pasaría.
El ángel se estremeció y respondió: Si considera que cometí un pecado… puede castigarme.
Apolo levanto su mano y lo golpeo con su cosmos, Icarus le dio el pretexto perfecto para desquitar su coraje, pero poco después se detuvo mientras pensaba: “Tal vez fue acertado, mi hermana no es libre por completo y hasta que no sea así es mejor actuar con cautela, aun puedo aprovechar esto a mi favor.”
-Por ahora vete - Le dijo Apolo al adolorido ángel - No vuelvas a cometa otro error.
Icarus hizo una reverencia ante el antes de desaparecer. Teseo y Odiseo lo vieron intrigados… su dios nunca antes había sido tan leve con un castigo.
-Vigílenlo - Les dijo - Que no vuelva a abrir la boca. Y también vigilen a las amazonas, quiero saber exactamente todos sus movimientos, me debo asegurar que no intenten traicionar a mi hermana.
En cuanto se fueron volteo hacia las sombras de ahí surgió una oscura silueta.
-Até….Supongo que Hera te envió porque no confía en mí.
-No, solo vine a terminar un trabajo - el daimon se acerco a el.
-Espero que no lastimes a mi hermana de lo contrario...
-Se lo que podría sucederme, pero no se preocupe - dijo - En estos momentos se acercan un enemigo mutuo.
-Un guerrero de Athenea… - Susurro Apolo entre dientes - Acabare con el antes de que pise esta isla.
-Espere, déjelo tocar tierra, si escucha mi plan le garantizo ambos quedaremos satisfechos con los resultados. Ya comencé a influir en el, bajo mi poder podremos hacer ver a su hermana que debe ir en contra de Athenea y eso nos conviene a ambos. Solo necesito que bloquee mi presencia ante ella.
Apolo lo escucho con una gran sonrisa en los labios luego respondió.
-Ve por el, yo llevare a mi hermana para que se testigo de ello.
Ate desapareció y en cuanto Ikki llego a la costa fue tras el. El fénix no estaba acostumbrado a los ataques de un daimon y poco pudo hacer para evitar caer bajo su influjo.
Artemisa estaba de vuelta en el refugio tratando de concentrar su cosmos para sanar a Marín. Le era difícil ya que Marín se convulsionaba del dolor. Entonces su hermano la detuvo. -Artemisa… ¿Qué intentas hacer?
-Ayudar a mi amazona ¿No es obvio hermano? - Le dijo furiosa.
-Pero tu cosmos no es suficiente, esta sellado y si lo intentas liberar puedes morir tu y tu amazona.
Ella se levanto furiosa y tiro el jarrón con agua y varias cosas mas en el lugar - ¡Es tan frustrante no poder ayudarlas!
Apolo la vio desahogarse esbozando una sonrisa.
-Calma hermanita
-¡Estoy calmada! Pero ya que llegaste espero una explicación de tu parte acerca de esto.
-¿Explicación de que?
-¿Por qué no me dijiste acerca de los daimones? El envenenamiento provocado por un daimon es más difícil de sanar si lo dejas pasar mucho tiempo. Marín tal vez ya no pueda sanar. De tener conocimiento de esto antes habría podido ayudarla como era debido, pero con mi anterior intento lo único que conseguí fue aplazar el daño.
-Hermana… yo no lo sabia ¿Recuerdas que te prometí averiguar quien hirió a tu amazona? Lo hice, pero mi padre me impidió avisarte, hablar contigo de cualquier forma a riesgo de lastimarte.
Artemisa lo seguía viendo asombrada -¿Y eso te impidió avisarme? No me digas que con tan débil amenaza estuviste bajo su control.
Apolo estaba avergonzado, su hermana era más valiente, pero aun así no quería arriesgarla y para ello mentiría de nuevo si era necesario -No solo por ello no te avise, Athenea me impedía verte ¿Qué no lo recuerdas? Lo hizo porque ella misma tiene culpa en esto.
-Pero si también uno de sus guerreros fue atacado…eso seria absurdo - Artemisa replico negando lo que oía.
Apolo continúo al notar duda en el rostro de su hermana - Fue para engañarte… Solo piensa, si uno de ellos fuera lastimado, no causaría sospechas. Y recuerda a tu otra amazona que casi murió ayer fue atacada por un caballero dorado cuando no tenia oportunidad de defenderse de el.
Misha contuvo el aliento cuando Apolo la señalo.
-No le mato porque hubo testigos Artemisa, piensa en ello. Athenea es nuestra enemiga créeme. Además, solo ella podría liberarlos, ya que fue quien les sello.
-Yo… Ya no se que pensar - La diosa estaba abrumada con todo lo sucedido y Apolo aprovechaba la situación.
Cagglio veía la escena ansiosa, al igual que Apolo le preocupaba la decisión de la diosa. Fue entonces que sintió mojados sus pies, cayó en cuenta de que June no estaba.
-¡Mi señora June va a escapar! - grito de pronto.
-¿De qué hablas? - Artemisa replico.
-Ella dijo que iría por agua y había más que suficiente aquí, se va a ir.
-Hay que buscarla, separémonos para encontrarla mas rápido - dijo Artemisa y dejo a su hermano esperando su respuesta. El sonrió mientras camino directamente hacia la costa norte de la isla.
Por su parte June esperaba que la dureza del entrenamiento al que se sometió desde niña, dieran frutos en ese momento y alcanzar las costas de Mykonos en poco tiempo. De ahí planeaba pasar por varias de las islas cícladas hasta llegar a cabo Sounion y correr por la costa hasta el santuario. Pero recién llego a la costa cuando vio una silueta conocida que le tranquilizo, Ikki estaba inmóvil en la arena e ignorando que Ate le influenciaba en ese momento se acerco a el.
-Ikki… me alegra verte. ¿Cómo esta Shun?
-No es… de tu incumbencia - Respondió mientras la veía con su rostro inexpresivo antes agarrarla del cuello y levantarla, la chica se asusto ante esto y no pudo reaccionar -Vine aquí por una explicación a lo que le hiciste a mi hermano.
June respondió como pudo: Yo no lo lastime, nunca lo...
-¡Yo vi como tenías el látigo en la mano y el cosmos que destruyo mi casa fue tuyo! Vas a decirme porque lastimaste a Shun antes de que te mate.
-Yo… - June no podía creer lo que pasaba, pero Ate estaba satisfecho de ensalzar la rabia de Ikki hacia ella.
-¡Habla! Dime ¿Por qué lo hiciste? - Tras decir esto Ikki la empujo y dio un salto atrás cuando un fuerte cosmos los ataco.
June cayo al suelo mientras Ikki miro Teseo quien movía la cabeza en señal de desaprobación.
Ikki replico: No te entrometas, tengo un asunto que arreglar con ella.
Teseo intento atacarlo pero el lo bloqueo y lo lanzo lejos de ahí, pero Teseo regreso rápidamente y esta vez Ikki sintió la agonía de un nuevo ataque ya que Ate le impedía moverse -¡Maldito!
-El maldito aquí eres tu - Replico Teseo - No tienes el derecho de pisar esta sagrada isla donde nacieron tanto mi señor Apolo como su hermana. Por ellos te cocinare para no quede nada de sangre en ti como para mancharla.
-Inténtalo -Ikki respondió pero en ese momento Apolo llego al lugar con sus cosmos lo dejo fuertemente lastimado.
Até se rió mientras con sus manos en la cabeza de Ikki, aumentaba la furia y el resentimiento que tenia hacia June.
Era el pago por herirlo; la preocupación de ella por Shun era la mejor forma de lastimarla. Y con ayuda de Apolo no tenía que preocuparse por ser descubierto por Artemisa ya que gran parte de sus habilidades estaban selladas aun y confiaba ciegamente en su hermano. No sospecharía en lo absoluto de las acciones de Até.
La diosa llego poco después preocupada - Hermano… ¿Que sucede aquí?
-Este maldito guerrero irrumpió en esta isla - Replico Apolo, vino a lastimar a tu amazona.
-“Ikki… ¿Por qué?” - Pensó Shaina asombrada y recordó que June menciono algo sobre que Shun estaba herido.
-¡Esperen! - Grito June - El solo quiere saber que paso con Shun, no tiene la intención de lastimarme.
Ikki se rió entonces de forma escandalosa - ¿Y que te hace creer que no es cierto? Si ese maldito no hubiera llegado ahora estarías muerta.
Tanto Artemisa como June se sorprendieron ante sus palabras.
Mientras Ikki se levanto con dificultad, no era por sus heridas sino que intentaba no ser controlado por Ate sin éxito. Las palabras que salían de su boca no eran las que intentaba decir. Pero se sentía como una marioneta ante la fuerte influencia del daimon. Reconoció que esa misma voz era quien lo influía desde la tarde anterior y la que le hizo ir hasta esa isla. Nunca antes hacia sido victima de un ataque de esa forma y eso lo desesperaba.
-Yo… estoy aquí para matarte… - continuo hablando - Tú lastimaste a mi hermano.
-No, yo no lo lastime…era Hyoga yo solo quise detenerlo - June replico - Explote mi cosmos porque…
-¡Así fue como lo hiciste!… cuando explotaste tu cosmos y no pudiste controlarlo lo remataste. ¡El pudo sobrevivir y lo mataste, mi hermano esta muerto por tu culpa! - Grito antes de abalanzarse sobre ella, esto no era precisamente lo que esperaba Ate, pero se alegro de que Apolo lo atacara con gran fuerza antes de que pudiera avanzar gran Pronto el cuerpo del fénix se deshizo en el aire mientras June caía de rodillas llorando.
-¡No! ¡Shun no puede estar muerto!
Artemisa se acerco a ella y le abrazo, entendía claramente lo que la amazona sentía porque ella misma perdió a quien amaba - June…
-No es cierto, es mentira… yo no lo quise lastimar es mentira. ¡Shun no esta muerto!
La diosa quería decirle que todo era un error, pero por lo que Shaina le explicaba de los hermanos, la actitud del fénix solo tenia sentido si Shun hubiera muerto. Artemisa obligo a June a levantarse y la acompaño de vuelta al refugio.
Apolo la siguió, después espero pacientemente a que Artemisa tranquilizara a su amazona, en cuanto salio su hermano le dijo -Athenea es nuestra enemiga esto lo comprueba.
-No se, tal vez ese caballero actuó por su cuenta...
Apolo de inmediato replico -¿Aun crees que ella lo permitiría tan fácilmente? Esto lo planeo, además, solo ella podría liberar a los daimones, porque fue quien los sello.
Al oír todo esto Artemisa se creyó burlada y odiaba eso tanto como saberse desprotegida lo empujo con fuerza antes de responder: Apolo… debo vengarlas, iré ahora mismo con Athenea.
El dios no se esperaba tan rápida reacción de su hermana -Espera ¿Cómo piensas hacer eso sin tener tu fuerza al máximo?
-¡No lo se! - Grito - Pero haré lo que pueda con mis propios medios sanare a Marín y…
-Y entonces ya no estarás aquí para cuando los daimones intenten envenenarla otra vez. Se que anhelas ayudarlas, pero hazme caso… Acepta el trato que te ofreció nuestro padre, no seas orgullosa hermanita.
-No, mi orgullo no es lo único que me impide aceptar su trato.
Apolo tomo su rostro entre sus manos mirándola fijamente - Pero si deseas vengarte de Athenea, tal vez la única forma sea haciéndole ese favor a nuestro padre. Dime ¿Realmente vale la pena seguir resistiéndose a sus mandatos?
Ella no supo que responder, su hermano tenia razón aun no podía olvidar que su padre fue culpable de su dolor… pero Athenea también la había decepcionado y lastimado. No solo a ella sino a sus hijas, las que juro cuidar en su lugar. Por fin dijo con seguridad - Athenea no me lastimara más vamos con nuestro padre.
Ante la inmovible seguridad de su hermana Apolo le sonrió le hizo muy feliz de la decisión.
-Pero antes solo te pediré un favor, ayúdame a sanar a Marín.
-Será un placer - Respondió Apolo y entro junto con ella al refugio.
Notas:
Siento la tardanza en actualizar pero mi pc se murió, un virus le contagio y tuve que formatear perdiendo todos mis archivos.
Pero aquí esta un nuevo capitulo espero les guste.