Saint Seiya Fan Fiction ❯ Armaduras y secretos ❯ Para sanar un alma resentida ( Chapter 19 )

Capitulo 19 - Para sanar un alma resentida.

 

Seiya vigilaba el sueño de Shun quien parecía tranquilo. Era cierto hasta ese momento, en sus sueños se vio caminando en compañía de June. La brisa le movía su rubio cabello de forma espectacular. Le sonrió y ella le devolvió la sonrisa antes de besarlo otra vez con suavidad.

“Sabes a sal…” Pensó cerrando los ojos. “¿Pero por que lloras?”

-Porque estas muerto… Susurro June antes de desaparecer, quiso gritar pero ningún sonido salio de su boca y se despertó tratando de jalar aire desesperado.

De inmediato Seiya se levanto de la silla, preocupado -¿Estas bien? - Pregunto.

Shun no respondió, solo le miro asustado.

-Deberías tomar un poco de agua - Le dijo, Shun recupero el aliento y tomo agua a sorbos, la garganta realmente le dolía bastante. Seiya dejo el vaso a un lado y pregunto -¿Qué paso ayer Shun?

Shun se levanto - ¿Dónde esta June? Tengo que verla.

-Se fue con Artemisa - Respondió mientras lo detenía - Pero tu debes descansar.

-Ella no pudo irse, no quería irse, me lo dijo antes de que Hyoga… ¿Dónde esta el?

-Athenea esta con el, no te preocupes solo tiene heridas leves, tu fuiste el mas lastimado de todos, descansa.

-No quiero descansar - Intento hacerlo a un lado - Necesito encontrar a June porque…

En ese momento Ikki entro apresurado a la habitación tenia graves quemaduras.

-¿Qué te paso Ikki? Preguntaron tanto Seiya como Shun al verlo.

Ikki no hablo, solo abrazo fuertemente a su hermano y tanto Seiya como Shun se sorprendieron de la sorpresiva muestra de cariño del fénix hacia su hermano.

Shun se sonrió antes de decir - Hermano…Suéltame estas herido y yo debo ir a buscar a June ella…

-Ella destruyo nuestra casa Shun… ¿Por qué lo hizo?, ¿Fue para salvarte de Hyoga?

Shun se sorprendió ante la pregunta tan directa.

-Responde - Insistió Ikki.

Seiya lo interrumpió - Espera ¿De que hablas? Hyoga nunca se atrevería lastimarlo…

Shun no respondió, después de todo ni siquiera el mismo creyó en su momento que Hyoga fuera capaz de lastimarlo. Solo asintió con la cabeza, ese movimiento fue suficiente para que Ikki confirmara su pregunta y fuera directo hacia la siguiente habitación, si imaginar la presencia de Lete.

-¡Espera hermano…! - Dijo Shun sin que Ikki le hiciera caso, camino hasta habitación donde descansaba Hyoga pero Shaka les cortó el camino -No deben entrar.

-No te entrometas, tengo que ver a Hyoga.

-Athenea esta con el y pidió que nadie la interrumpiera… nadie.

-¿Vas a impedírmelo? -Interrumpió Ikki y se preparo para golpearlo.

 

Mientras Athenea separo su vista de Hyoga antes de mirar fijamente a Lete quien aun le ofrecía su mano para que se levantara, acepto su ayuda demostrándole que confiaba en el.

-¿Cuál es su respuesta? - Preguntó Lete - No tengo mucho tiempo.

La diosa una vez de pie se acerco a Hyoga - Es cierto que Hyoga ha sufrido mucho. Pero asimismo me ha demostrado que es una persona muy fuerte y ha salido adelante de todos los problemas que se le han presentado y confió en que el superara este trance, lo hará como otras veces.

-Habla con seguridad… ¿Y que hay con la culpa que sentirá?

-Si sientes culpa es porque te importan los sentimientos y el bienestar de los demás. Es dolorosa pero al igual te hace crecer. Y cada persona decide lo que hace con ella, de Hyoga dependerá el seguir atada a ella o ver hacia adelante.

Lete supo que era una buena respuesta e hizo lo prometido, devolverle a Hyoga sus recuerdos. Conforme esto sucedía, el cisne comenzó a vivirlos de nuevo y desde la muerte de su madre hasta lo sucedido el día anterior. De sus ojos azules surgieron lágrimas antes de caer desmayado, la avalancha de recuerdos fue demasiado fuerte. Athenea se tranquilizo a pesar de esto porque supo que estaría bien

-Es todo lo que puedo hacer por el - dijo Lete - Cuídele.

Athenea le pregunto -¿Por qué hiciste eso?

-Ordenes de Hera su alteza. No podía desobedecerle.

-Me refiero a robar su memoria por completo, pudiste solo borrar su memoria inmediata y habría sido más difícil notar que tu y tus hermanos tuvieron que ver en esto, sus planes habrían tenido éxito.

Lete sonrió débilmente - Se dio cuenta ¿Verdad? Fue exagerado pero efectivo, pago el favor que me hizo tiempo atrás.

-¿Favor…? Pero te aprisioné junto a tus hermanos, deberías odiarme por ello.

-Ese encierro fue para mí… un alivio. - Dijo el en voz baja - Por desgracia no puedo decir lo mismo por mis hermanos porque cuando Hera llego de inmediato tomaron su oferta y de nuevo me arrastraron en un conflicto que no me agrada. Si ella se enfurece conmigo tal vez pueda hacerme el favor de destruirme por completo.

Athenea lo miro compasiva, siendo él un daimon con la habilidad de borrar la memoria de cualquiera que lo desee no puede olvidar nada. Su poder era al mismo tiempo su maldición.

-Debo irme ya… Pero antes debo decirle que también he tomado las memorias de otro de sus guerreros. Uno que vive lejos de aquí.

-Shiryu… - Ella comprendió porque luego de lo sucedido el no se apresuro a ir como otra veces - ¿Le hiciste a Shiryu lo mismo que a Hyoga?

-En su caso solo tome ciertos recuerdos, los suficientes para cumplí el deseo de una jovencita a quien todos los conflictos en que su alteza se ha visto envuelta han afectado enorme y directamente. Y que desesperada pidió que el permaneciera a su lado.

Athenea dijo mientras Lete se alejo: Espera, te pido que se los devuelvas.

Lete se alzo de hombros - Me temo que esa decisión ya no es suya solamente y será su trabajo convencerla. Si lo logra le devolveré la memoria con gusto, pero recuerde que si lo hago lo habrá privado de la oportunidad de vivir una vida tranquila. Se que el es uno de sus mejores guerreros… ¿Puede usted prescindir de el para permitirle ser feliz?

Mientras Athenea reflexionaba sobre esto Neikea surgió de improviso desde las sombras. Furiosa lanzo a Lete contra un muro antes de caminar hacia la diosa. Oizis apareció después y también Horcos, este último desapareció llevándose a Lete de ahí dejando solo a ellas frente a la diosa. Athenea no mostró miedo… no les temía porque en ella no tenían influencia pero no permitiría que atacaran nuevamente a Hyoga.

-Largo tiempo sin verla… su alteza - Dijo con desprecio Neikea.

-Por desgracia suya no podemos decir que nos alegra verle - Añadió Oizis con una sonrisa burlona.

 

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En cuanto Artemisa entro al refugio observo de nueva cuenta a las amazonas. Especialmente a June y Marín, Shaina le hizo notar que a diferencia de Cagglio ellas no estaban ahí por su voluntad y le pidió dejarlas ir. La diosa sabía que era lo correcto pero eso no impedía que se sintiera mal por dejarlas ir.

Apolo interrumpió sus pensamientos - Permíteme entonces sanar a tu amazona antes de ir con nuestro padre.

-De acuerdo- La diosa sonrió con tristeza - Porque no quiero que ellas me odien más de lo que ya deben hacerlo.

-¿Cómo puedes decir eso? Si has sacrificado mucho por ellas.

Artemisa replico -Para Marín no soy más que una extraña y no estoy segura que quiera quedarse aquí una vez que despierte. Y June… al enseñarle a liberar todo su cosmos solo logre alejarla, más que unirla a mí ya ves que sucedió. Les dejare regresar al santuario.

-Artemisa…es arriesgado dejarlas ir, Athenea podría… - Se detuvo antes de revelar el engaño que le hizo tanto a su hermana como a June - Tal vez se vuelvan en tu contra.

-En realidad nunca me han jurado lealtad y si desean seguir a mi hermana, entonces que así sea.

-Apolo replico - Pero hermana piensa bien esto.

-No trates de convencerme, Shaina y yo estamos de acuerdo y no nos harás cambiar de opinión. Hablare con ellas en cuanto sanes a Marín.

-De acuerdo, pronto estarán bien no te preocupes.

-Eso lo se… Y gracias por tu preocupación, realmente eres el único en quien puedo confiar - Le sonrió a su hermano antes de entrar al refugio.

Estas palabras lo hicieron sentir mal porque no era sincero con ella. Apolo se preocupo, su hermana no actuaba como lo esperaba, tampoco le agrado la referencia a Shaina, porque no aprobaba que su hermana tuviera que acordar con la amazona lo que iba a hacer. Pero no iba a dejar que sus esfuerzos se fueran a la basura e ideo un plan que podría dar resultado. Se alegraba en ese momento de que ninguno de ellos podía leer la mente del otro gracias a un trato que ambos hicieron cuando niños, le era muy útil que no lo descubriera, pero también le mantenía en la incertidumbre de no saber en que pensaba.

En cuanto entro al refugio y se acerco a Marín sintió en la fuerte mirada de Cagglio que ella estaba preocupada y supo que Misha su alumna era la razón. Cagglio sonrió nerviosa y Apolo le indico que guardaría su secreto, le ayudaría aunque nunca le agrado esa amazona ni la forma en que siempre estaba junto a su hermana. Pero Artemisa confiaba en ella y debía soportarla ya que en esos momentos le convenía a sus planes. Así que en cuanto termino de sanar a Marín salio del lugar y se dirigió a su hermana.

-Pronto estará bien Artemisa - Dijo tocándole su hombro y salieron del lugar alejaron varios metros.

-Gracias, solo esperare a que despierte Marín y me despediré de ellas, ya luego hablaremos con mi padre.

-¿Sigues preocupada?

Artemisa guardo silencio unos segundos y luego pregunto -¿Crees que mi padre cumpla su palabra si logramos acabar con Athenea?

-Debe hacerlo, el no puede romper ninguno de sus tratos.

-Ya lo ha hecho otras veces, lo sabes bien - Dijo Artemisa.

Apolo le respondió -Ya hablamos de eso, solo el puede ayudarte ahora.

-Lo se… susurro - Pero no puedo evitar pensar que ahora nuevamente seré una mas de sus marionetas y lo odio.

Apolo pasó saliva, el la manejaba en ese momento y sabia que se enfadaría. Pero había prometido protegerla e iba hacerlo, la protegería de todos y contra todos, incluso de si misma.

 

Marín reacciono, pero la amazona se notaba desorientada al despertar, luego pregunto -¿Donde estamos?

-En Delos - Respondió June.

Marín se levanto presurosa - ¿Delos? Pero… ¿Cómo es que estoy aquí…?

Cagglio interrumpió - Te trajo tu ángel guardián luego que intentaste matar a tu… novio.

Esa respuesta hizo enfadar a Marín - No te burles de mí ¿De que diablos estas hablando?

-¿Diablos? - Cagglio parecía divertida por la situación - No es una definición muy acertada de un daimon como el que te ataco, pero si muy cercana. Misha también fue herida.

-¿A que te refieres con todo esto?

June respondió: Fuiste influenciada por un daimon e intentaste matar a Aioria.

-Todo mientras Artemisa confirmaba que el ataque de Kanon a Misha fue intencional - Interrumpió Cagglio.

Marín la miro incrédula - ¿Ella lo confirmo?

-Con sus propias palabras y frente a mi y Athenea.

-Estas mintiendo - Replico Marín y Misha se puso nerviosa, para su fortuna Cagglio enfrento a Marín furiosa.

-Deja de defender a tus antiguos compañeros porque no lo merecen. De haber mentido tanto Athenea como su alteza se habrían dado cuenta. Por ello discutieron y su alteza fue gravemente herida por uno de ellos.

-¿En verdad le lastimaron June…? - Marín seguía incrédula.

-Ayer tenía heridas muy profundas que no paraban de sangrar - Dijo June - Tu sabes quien puede hacer eso.

-Milo no pudo lastimar a Shaina… - Marín se quedo en una pieza - Conocía que eran amigos muy buenos amigos.

-Piensa lo que quieras - Cagglio se alzo de hombros y le dio la espalda.

June respondió llorosa: Es verdad, creo que por ello Shaina esta tan cambiada. La influencia de Artemisa en ella es mayor que nunca, la domina por completo y ella lo permite.

Al ver fijamente a June, Marín supo que algo muy grave le había sucedido también a la amazona, su rostro tenía la huella de que había llorado bastante.

-June parece que lloraste… ¿Qué te sucedió? - Se acerco a la amazona preocupada.

Ella le respondió abrazándola - Lo mate…

-¿Qué dijiste June, a quien?

June grito desesperada -Mate a Shun… ¡Yo lo mate! Quería salvarlo, pero en vez de eso lo mate…

Marín no pudo creer lo que escucho - Dime lo que sucedió.

-Hyoga… No se porque pero Hyoga estaba ahorcando a Shun… trate de impedirlo y explote mi cosmos tratando de salvarlo, pero eso fue lo que en realidad lo mato. Me lo dijo Ikki, el me dijo que eso lo mato.

-¿Cuándo paso esto? Marín estaba preocupada.

Cagglio interrumpió: Ayer, todo paso casi al mismo tiempo, el que tú atacaras a tu noviecillo, el que June explotara su cosmos y el que su alteza discutiera con su hermana saliendo luego del santuario… herida.

-Si Artemisa esta herida es porque tiene la culpa de todo - Murmuro June -Shun estaría vivo si no le hubiera hecho caso… Maldita embustera.

Cagglio iba a reclamarle pero Artemisa quien entro momentos antes le escucho y dijo - Repite eso que dijiste.

June respondió -Que es una maldita embustera, me convenció para seguir su entrenamiento y yo creí que así podía proteger a Shun. Por su culpa paso todo esto… ¡Le odio!

-Yo no las entrene con tanta ferocidad para esto - Grito furiosa Artemisa - Sino para que fueran más fuertes y capaces de derrotar a sus atacantes; para que…

-Por culpa de su maldito entrenamiento es que Shun murió - Interrumpió June - ¡Es su maldita culpa!

-¡Ya me hartaste, esta vez te mato! - Grito Cagglio e intento golpearla pero Marín detuvo su mano.

-Le pones un dedo encima y te las veras conmigo - Marín hablaba en serio.

Misha vio a todas a su alrededor discutiendo; Marín contenía a Cagglio, June estaba enojada y Shaina, o mas bien Artemisa permanecía realmente furiosa, la amazona salio desesperada mientras pensaba -“¡Basta por favor basta! ¡Todo esto es mi culpa, es mi culpa!” No quería descubrir a su maestra, tampoco ver todo lo que su mentira había provocado y solo atino en huir.

Artemisa se detuvo unos momentos mientras Misha salio corriendo porque escucho sus pensamientos pero al ver que Cagglio estaba a punto a encender su cosmos y lastimar a Marín le dejo ir.

Pero no fue necesario que Cagglio quitara a Marín; June abatida le dijo -Deja que me mate Marín, merezco morir…Ya sin Shun...

-June… Basta en desear la muerte - Interrumpió la diosa - No te la concederé, porque es tu dolor es lo que te hace hablarme así.

Cagglio se burlo - Eres patética… Ni siquiera tienes al valor para acabar con tu propia vida. Su alteza desperdicio sus esfuerzos contigo…

Marín la miro sorprendida - June, reacciona, eres muy joven para pensar en morir.

-Ya no tengo razones para vivir - dijo la chica - Ya no…

-Si se quiere morir ¡Pues que se muera! - Interrumpió Cagglio.

-¡Calla Cagglio! - Dijo Artemisa y la amazona obedeció - Mira June te queda la venganza y estas en todo tu derecho.

June replico - No… no me atrevería. Además eso no lo habría querido Shun, de ninguna manera lo habría querido.

-Tampoco le habría hecho muy feliz saber que acabaste con tu vida - Dijo Artemisa - Así que piensa yo te puedo ayudar a acabar con la persona que te obligo a usar tu cosmos.

-¿Como les dices eso Shaina? - Interrumpió Marín -Parece que tu corazón esta tan podrido y vació como el de Artemisa.

La amazona recibió una bofetada de la diosa, pero Marín se mantuvo erguida.

-Será mejor que se larguen antes de que regrese. Solo recuerden que la próxima vez que estén en peligro no estaré ahí para defenderlas si ocupan mi ayuda, espero que no la necesiten. - Dijo Artemisa y salio del refugio seguida por Cagglio. June no se atrevió a decir palabra pero salió seguida por Marín.

 

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Athenea miro fijamente a Neikea y esta se sonrió antes de decir - Vaya… veo que no confía tanto en sus guerreros como antes, no hay ninguno aquí mas que ese, a quien ya atacamos. ¿Acaso teme por ellos?

-No es desconfianza lo que me hizo impedirles la entrada, sino que quiero respuestas y si cualquiera de ellos estuvieran aquí, estarían acabadas antes de que las obtenga.

-¿Y que le hace pensar que se las daremos? - pregunto Oizis.

-Porque tengo el poder y la voluntad de encerrarlas de nuevo.

Ambas se burlaron, pero fue Neikea quien respondió - Quisiera verla intentarlo ahora… una vez logro someternos, pero ahora no podrá porque contamos con protección.

-Se que Hera les ofreció un buen trato, lo que me hace apiadarme de ustedes porque solo los utiliza.

Cuando escucho esto Oizis grito furiosa: Lete se lo dijo ¿No es así? ¡Pues no necesitábamos de su lastima entonces ni ahora maldita! No volverá a encerrarnos alegando piedad, ni a controlarnos.

-Al contrario esta vez seremos testigos y participes de su destrucción - Añadió Neikea - Pagara por poner a Lete en nuestra contra. Sabrá lo que es tener a su familia en contra suya.

Athenea replico -Creí que ya se habían encargado de eso. Pero si se atreven a amenazar es porque saben que puedo recuperar la confianza de mi hermana. Hicieron mucho daño, les ruego que se detengan antes de que deba castigarles.

-Ahora soy yo quien le tiene lástima. ¿Recuperar la confianza de Artemisa? - Neikea se burlo - Ella es muy rencorosa y no lo lograra. Ahora esta rodeada de enemigos y no podrá hacer mucho cuando le llegue la hora.

En ese momento tanto Ikki como Seiya y Shaka entraron a la habitación, Seiya trataba de detener inútilmente a Ikki, hasta que el se detuvo por si solo.

-Ese tipo de cosmos… lo he sentido antes - Dijo Ikki aun si poder verlas.

Athenea preocupada dijo - Ustedes no deberían entrar aquí…

-Saori… ¿Estas bien? - Le pregunto Seiya al sentir a las daimones cerca.

-¿De quienes son esas malignas presencias? - Pregunto Shun.

-Daimones… - Dijo Shaka detrás de el - Se atrevieron a regresar.

-Esto será divertido - Dijo Neikea y se lanzo contra Ikki.

Athenea quiso advertirle que Neikea estaba a punto de atacarle pero fue demasiado tarde. Ella introdujo sus manos a la cabeza de Ikki tratando de manipularlo, el fénix apretó los puños y sus dientes mientras caían de rodillas, era doloroso lo que Neikea hacia y mucho. El ataque de Até fue similar al que sufría ahora.

-¿Qué te sucede hermano? - Pregunto Shun preocupado.

-Ah, esto será muy fácil - Se burlo Neikea - Será divertido ver como ataca a sus compañeros y….

Pero de pronto ella se fue de espaldas tan sorprendida que se hizo visible para todos. Ikki respirando agitado le miro y le dijo: Así que de esta manera trabajan… entran a nuestro cerebro y lo manejan. Eres fuerte pero el que manipulo antes que tu, lo es mas. Por lo tanto no puedes hacerme daño.

Neikea preocupada intento contraatacar desapareciendo otra vez pero Ikki estaba preparado y se lo impidió de manera muy efectiva, ella se creyó en ventaja por desaparecer pero se confió demasiado.

-Ahora ya no podrás manejarme - Dijo Ikki.

-Eres arrogante Ikki - dijo Shaka observando la reacción de Ikki - Pero no tanto como este simple espíritu que no existe sin ayuda de las personas.

-Y ustedes no son más que un montón de inútiles mortales - dijo Oizis mientras aparecía detrás de Shaka, e introducía sus manos en su cabeza, el caballero dorado se detuvo en seco y ella se burlo - No lo lograron vencernos antes y no lo lograran ahora.

Pero luego Shaka encendió su cosmos y ella retiro sus manos como si le quemaran, de inmediato supo que no podía controlarlo, lo que la hizo preocuparse -¿Cómo es posible…?

-Tu también eres una ilusa al creer que puedes manipulara a todos a tu voluntad. Tales influjos no funcionan en mi daimon - Dijo antes de atacarla. Oizis grito al sentir la enorme fuerza de Shaka en carne propia… Ella no había sido lastimada antes y asustada volteo a ver a su hermana antes de desaparecer dijo: Lo siento me voy.

“Esta ya huyo… la muy cobarde” - Pensó Neikea y supo que cometió un gran error al ir sin Até. Su hermana no era tan fuerte como el.

-Pronto estarán acabados - dijo antes de desvanecerse.

Tanto Seiya como Shun quedaron sin saber por completo que sucedió.

-Una amenaza hueca - Dijo Shaka - Luego de cerciorarse que ya no estaban ahí.

-Pero posible si ellos obtienen más poder - Dijo Athenea - Conforme ataquen a mas personas su poder aumentara, ellos pueden destruir una cuidad entera si se lo proponen y si no les detenemos.

-Recuerde que ellos son tan poderosos como cada persona les permita ser - dijo Shaka - Cierto que es difícil librarse de su influencia, los hechos de ayer lo demuestran. Pero en ello trabajaremos su alteza. Confió en que todos puedan lograrlo

-Muy bien - Respondió Athenea -Me retiro, ha sido una larga noche y Hyoga despertara en cualquier momento. Cuando eso suceda espero que sepan comprenderlo. Especialmente tu Ikki, recuerda que han pasado por muchas cosas juntos.

Seiya pregunto -¿Recupero su memoria?

-Si… Seiya, el despertara y tendrá que remediar su error… Athenea asintió y se retiro visiblemente preocupada, todos quedaron en silencio por unos minutos esperando que Hyoga reaccionara.

Shun se acerco a su amigo, preocupado. El ver lo que sucedió con su hermano le hizo entender la pesadilla que vivió el día anterior.

 

 

 

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Mientras tanto Shunrei estaba tan feliz que hasta ganas tenia de cantar. El día anterior transcurrió rápido y fue el más feliz de su vida. Aunque al principio se sintió mal por haberlo hecho olvidar literalmente toda su niñez ahora estaba convencida que hizo lo necesario para conservarlo a su lado. Ya no sentía esa inquietud de que en cualquier momento se iría a una nueva guerra y la angustia de esperar si regresaba o no. Ya no, ahora estaba tranquila y solo por ello valió la pena lo que hizo. Era un sueño hecho realidad un sueño que disfrutaría al máximo.

Shiryu le grito desde afuera.

-¿Ya estas lista para ir al pueblo? Se hace tarde.

-Si - dijo mientras cubría con una manta la caja de la armadura del dragón y puso unas cuantas cosas mas sobre ella, para esconderla ya no le vería mas, ya no se preocuparía más. A partir de ese momento seria parte de un pasado que ella no iba a recordarle.

Salio de la cabaña y se apretó a su brazo; Shiryu sonrió mientras enfilaban hacia el pueblo pero su sonrisa no era tan grande como la de Shunrei.

 

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Zeus observaba en silencio a su esposa Hera mientras ella se vestía. Se sonrió lo cual era poco usual en el, desde que sus hijos renacieron, pero su esposa le hacia olvidar por momentos tales problemas mientras yacían juntos. Era hermosa, apasionada e inteligente… demasiado inteligente, tanto que representaba un riesgo hacia el, pero era el peligro lo que le atraía de ella.

Por fin Hera pareció darse cuenta de que la miraba y le pregunto -Supongo que estas contento porque han roto su pacto amor.

-Así es… - dijo Zeus.

Hera se acerco y lo beso suavemente en los labios -Pero esa sonrisa me dice que estas feliz por algo mas.

-Satisfacción, después de todo no parecía que funcionara tu loco plan.

-Pero funciono, y parece que tu hija esta lista para hablar.

-Ve y dile a Apolo que quiero hablar a solas con el - dijo luego de acariciar su mejilla.

-Claro, con gusto - Hera ser retiro con una enorme sonrisa en los labios. Los momentos que recién vivió le servirían para resistir las ganas de ahorcar a Artemisa.

 

Los hermanos esperaban mientras tanto en los restos del templo de Hera a medio camino a la cima del monte Kynthos. Desde que salio del refugio Artemisa no hablo con su hermano. Apolo quien escucho toda la discusión con las amazonas estaba furioso. Esas amazonas no merecían su ayuda ni la preocupación de su hermana.

Artemisa por su parte estaba triste por dejarlas ir, pero sabía que era lo mejor. Observo el lugar y se sonrió al ver que el templo de Hera estaba destruido al igual que el suyo al menos no era la única olvidada.

“¿Por qué esperamos en este lugar? - Pregunto Shaina - “Pensé que iríamos a…”

“¿Al Olimpo? No Shaina, por desgracia no puedo entrar ahí, mientras no posea mi verdadero cuerpo, no puedo y tampoco lo quiero” - Le respondió Artemisa.

“¿Entonces como hablara con su padre?”

“A través de Hera…”

-Ya llego - dijo Apolo separándola de sus pensamientos.

-¿Alguien me busca? - Dijo Hera apareciendo de pronto y mirándoles con desprecio.

Apolo le regreso la mirada con el mismo odio mientras Hera se acerco y rodeo a Shaina - Así que esta es la amazona que tuvo la suerte de liberarte Artemisa.

Shaina no pudo evitar los escalofríos que sintió ante esa mirada penetrante, pero se controlo.

-No fue suerte - Replico Artemisa - Sino que Shaina es poderosa por si sola, una excelente persona también.

La diosa dijo - Como sea… Apolo tu padre desea hablar contigo a solas.

-Iré luego, ahora debo estar con mi hermana.

-Ahora… - La voz de Hera indicaba que hablaba en serio y Apolo desapareció visiblemente molesto. Una vez que el se fue Hera se dirigió a ella - Bueno dime a que has venido.

-Mi padre me hizo una oferta, decidí aceptarla. Pero para ello necesito armaduras para mis hijas.

-Vaya quieres armaduras… ¿No será que deseas levantarte otra vez en contra de tu padre?

-Solo por protección, mis hijas las necesitan de lo contrario ¿Como esperas que se enfrenten con Athenea? Ella esta en total ventaja. Además doy mi palabra que no las utilizaran en contra suya.

Hera dijo: Olvídalo, el trato es ayudarle primero, solo así obtendrás beneficios a cambio.

-Pues no pienso asistirle en contra de Athenea si no me las concede a cambio.

-Artemisa, me temo que no estas en condiciones de negociar. No te creas indispensable… ¿Olvidas que eres menos que nada ahora que estas atada a un cuerpo mortal? - Hera la insulto.

-Y tú olvidas que no tengo la obligación de ayudarlo. Puedo quedarme sin armaduras cierto y mantenerme al margen de su juego de poder. Entonces veré desde aquí como acaban con ustedes, y lo disfrutare al máximo, porque me doy cuenta Hera que ustedes ocupan más de mi ayuda, que yo de la suya. De lo contrario mi padre no me habría ofrecido este trato.

Hera la miro preocupada, sus planes podrían ir abajo si Artemisa no les apoyaba contra Athenea por algo tan simple como unas piezas de metal. Pero no quería ceder ante Artemisa, no ante esa caprichosa.

-Eso nunca… Artemisa, no te necesitamos - Replico Hera.

Artemisa iba a insultar a Hera cuando Apolo regreso y ella se acerco a su hermano -Se atrevió a negarme las armaduras.

-No te preocupes, tendrás las armaduras - Replico Apolo.

-¿En serio? - Ella se alegro al escucharla y abrazo a su hermano.

Hera se enfureció al escucharla, su esposo se las concedió, siempre le daba lo que quería a Artemisa -La próxima vez no te saldrás tan fácilmente con la tuya.

-Eso dices siempre - Replico Artemisa sin voltear a verla.

Hera la miro furiosa y la amenazo - Si no mueres frente a Athenea yo misma te acabare con mis propias manos maldita bastarda.

-Eso si yo lo permito - Replico Apolo.

Hera desapareció mientras Apolo apretaba más fuerte a su hermana, feliz de poder ayudarla. Artemisa por su parte se alegraba de conseguir lo que necesitaba

 

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Los minutos pasaron muy lentos y en cuanto Hyoga comenzó a despertar Ikki se acerco a el y lo levanto de la camisa furioso -Tengo que ajustar algunas cuentas contigo.

-Espera hermano - dijo Shun - Oíste lo que dijo Athenea.

-Que hay que comprenderlo… le oí, no se como puedes decir eso.

-El también fue una victima - dijo Seiya.

-Victima o no, por su debilidad mi hermano casi muere… - Luego bajo a Hyoga avergonzado - Aunque yo casi asesine a una chica inocente buscando venganza.

-¿Te refieres a June? - Shun miro a su hermano fijamente.

Ikki bajo la cabeza antes de responder -¿Sabes que pensé lo peor al verla junto a ti retirando el látigo de tu cuello? Me enfurecí y desee castigarla por lo que creí había hecho, casi lo hago… Ese daimon también logro manipularme, instigándome a tomar venganza. Mientras ese daimon tenia sus manos en mi cabeza controlaba mi cuerpo y mis palabras por lo que herí a June diciéndole que ella fue al culpable de tu muerte. Tuve que hacer algo drástico antes de hacerle mas daño ya sea con mis palabras o mis acciones.

-¿Por que estas quemado? - Pregunto Seiya.

-Porque preferí morir antes de seguir controlado por ese maldito. Y por eso Hyoga, no tienes excusa, si fueras lo suficientemente fuerte habría resistido a ese daimon.

-Tienes razón Ikki - Dijo Hyoga avergonzado - No tengo excusa, porque es que ese espíritu, daimon o lo que sea utilizo justo mi mayor temor para manejarme y se lo permití. Cometí un gran error.

-Pero Hyoga… - Le dijo Shun - Escuchaste a Ikki, incluso para el fue difícil.

-Pero yo no pude lograrlo. Estaba dentro de una pesadilla y sentía que debía acabar con ella para salir de ahí, pero por desgracia no lastimaba al ser de mi pesadilla sino a ti… y me temo que también a June. Lo siento Shun… ella trataba de ayudarte y yo se lo impedía, sino hubiera explotado su cosmos estarías muerto, te habría matado.

Ikki dijo - Pero yo le culpe y de no ser por ese otro guerrero le habría matado…

-Entonces la intervención de ese ángel fue oportuna, creo que hizo bien en llevársela - dijo Seiya.

-¿De que ángel hablan? - Pregunto Shun ya desesperado - ¿Acaso el se llevo a June?, ¡Por favor díganme donde esta ella!

Todos lo miraron sin atreverse de decirle la verdad hasta que Shaka dijo - Esta lejos en Delos, pero no te preocupes Artemisa no le lastimara ella les aprecia bastante.

-Pero… - Shun estaba temeroso por ella luego de lo que escucho y miro.

-Ten confianza, de que ella regresara sana y salva, Athenea se encargara de ello - Le dijo Shaka con una sonrisa - Pero ahora todos ustedes deben aprender a resistir los daimones. Solo es cuestión de conocimiento propio y fuerza interior.

-Lo sucedido ayer no pasara de nuevo - Dijo Hyoga.

-Lo se… - Dijo Shun con una sonrisa - Confió en ti, en que la próxima vez que te topes con ese daimon resistirás su influencia, no te preocupes.

-Perdóname Shun, por mi culpa…

-No quiero escuchar más de culpas y miedos, a ninguno de ustedes - dijo Shaka y ninguno tuvo ánimos de replicar.

 

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June y Marín caminaron hasta donde el barco que les llevo estaba atracado, June comenzó a desamarrar el barco y Marín dijo entonces - Lo siento June pero hasta aquí llego.

-¿Qué dices, no me vas a acompañar?

-Mi decisión estaba tomada aun antes de que me trajeran.

-¿Por qué? - June pregunto asombrada - ¿Vas a traicionar a Athenea?

Marín le dijo - No, claro que no. Shaina debe estar muy dolida si lo que paso ayer fue verdad, por ello permite que Artemisa la controle. Y no es bueno que además de todo se sienta abandonada por nosotras.

-Ella estará bien.

-No… ella necesita de una amiga ahora más que nunca, debo estar aquí para recordarle que la tiene. Y también para que no olvide lo que es correcto.

June quedo en silencio mientras dejo la última cuerda que le faltaba por soltar -Creo que tienes razón… eso nunca debemos olvidarlo. Creo que… yo también debo recordarlo. Aunque ya no tenga nada porque regresar al santuario, sigo teniendo obligaciones ante Athenea.

Marín sonrió y luego se apresuraron en atar el barco otra vez antes de regresar al refugio.

 

“¿Acaso no piensan irse? Debo hablar con Misha o ella echara todo a perder” - Pensó Cagglio al verlas regresar y se inquieto, así que fue en busca de su alumna.

Misha permanecía en silencio sentada sobre las gradas del derruido estadio. La idea de que todo ese caos fuera su culpa la hacia sentir muy mal. Pero mas odiaba su cobardía y su ineptitud mientras recordaba el momento en que fue herida por Kanon. Todo se pudo evitar siendo más fuerte.

Cagglio le pregunto por fin: ¿Así que aquí te escondes Misha?

La chica respondió sin mirarla siquiera - Dijo que debía evitar a su alteza. Eso es lo que hago.

-Tampoco seas tan babosa - Cagglio grito - Si la evitas por completo ella sospechara que Kanon no quiso matarte…

Misha volteo furiosa y pregunto - ¿Qué le hizo para que le odie tanto?

-¿Qué dices tonta? - Cagglio la miro enojada

-Pregunte ¿Que le hizo Kanon para que quisiera vengarse de él a través de mí? Es verdad que el se dedico a insultarme cada vez que me veía pero me advirtió que usted iba a hacerme daño. Casi me mata ayer pero antes de eso me defendió de esos espíritus que aparecieron. El no puede ser para nada la persona que me describió y quiero que me diga que le hizo para que le odie así.

-Nada que importe ahora - Replico Cagglio mientras apretaba el puño - Solo fue para sacar a su alteza de ahí. Y te aseguro que el te hirió porque a mi no puede lastimarme

-¡Si claro! - Grito Misha - ¿A costa mía se va a vengar de usted? Eso ya no lo creo.

Cagglio iba a golpearla pero se sorprendió al ver que Misha no trato de protegerse como otras veces sino que la miro resentida. Ella siempre pensó que la controlaba muy bien, porque siempre se creyó lo que le decía. Pero ahora resultaba que Misha no era tan ilusa como parecía y ese era un peligro. Solo que ahora no podía deshacerse de ella ya que resultaría de lo mas sospechoso.

-Es obvio que no me crees. Pero el y yo tenemos asuntos que arreglar y que el pacto que su alteza tenía con Athenea me lo impedía. Ahora ya puedo encargarme el. Pero a ti ni se te ocurra mencionar esto a su alteza o ella…

-Me matara… o si no lo hará usted -Respondió la chica con ironía mientras regresaba al refugio - No necesita repetírmelo.

Después de esto a Cagglio se fue. “No te preocupes yo misma acabare contigo Misha, también tu Kanon pagaras lo que me hiciste.”

 

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Athenea se concentro en llamar a su hermana. Todos en el santuario estaban ocupados preparándose para el próximo ataque, ella misma tenía que hacer algo. Cerró los ojos y encendió sus cosmos, esperando alcanzar a Shaina y a su hermana.

Shaina sentía el calor del sol en su piel a acercarse de nuevo a donde descansaban las amazonas pero le dio escalofríos, tuvo una terrible sensación de soledad.

“No te sientes a gusto aquí ¿Verdad?” - Le dijo Artemisa a Shaina - “Tampoco yo y eso que debería ser mi hogar.”

“Entonces… ¿Por qué acepto venir aquí con su hermano?

“No quiero hablar de eso…”

Shaina le dijo entonces - “Mira allá, Marín y June no se fueron, esa es una buena noticia”

“Eso espero Shaina” - No dijo más porque sintió la presencia de un cosmos muy familiar. “Athenea…”

“Hermana…”- Susurro Artemisa.

“Artemisa… escúchame.” - Escucho entonces la voz de Athenea en su cabeza - “Necesitamos hablar.”

“Déjame en paz Athenea… no tenemos nada de que hablar.”

“Por favor Artemisa hermana, hubo una serie de malentendidos…”

“¿Malentendidos?, ¿Le llamas malentendidos a cambiar mi ley a tu antojo y permitir que tus guerreros lastimaran a mis hijas?, ¿Y a todo lo demás que me has hecho?”

“Eso son precisamente los malentendidos, provocados por los daimones.”

“¡No me mientas, tu los liberaste y armaste toda esa farsa! En realidad no querías verme libre ¿verdad? Por ello fueron tantas mentiras y por ello aun mantienes mi armadura bajo tu custodia.”

“Porque tu misma no querías verla mas ¿Recuerdas? Pero escúchame Artemisa, deseaban sepáranos y que rompiéramos nuestro alianza porque de esta forma ambas somos vulnerables, mantuvimos nuestro pacto por mucho tiempo ¿Puedes empeñarte mas por conservarlo?

“No vuelvas a acusarme de falta de esfuerzo.”

“Perdón… eso fue una falsa acusación, pero aun deseo conservarlo. “Artemisa por favor, estoy dispuesta a cualquier cosa con tal de que me escuches.”

Esas palabras la hicieron detenerse. “¿Cualquier cosa?”

“Si… habrá muchas vidas en riesgo si dejamos terminar este trato.

“Entonces envía mi armadura, con aquellos que me lastimaron, una vez que la tenga en mi poder y castigue a los culpables. Escuchare tu propuesta ahora déjanos en paz.”

“Tienes dudas…” - Artemisa le dijo a Shaina al percibir su silencio luego que el cosmos de Athenea desapareció - “Era pedir demasiado después de todo. Pero ya te explique mis razones para esto, es necesario para mis planes ¿Acaso estas arrepentida de tu decisión?”

“No…Artemisa estoy a su servicio.”

“Ten confianza en mi, le daremos a Athenea, y a todos los que se la merecen una muy merecida lección.”

 

 

Artemisa llego con las amazonas con una enorme sonrisa en su rostro - Es un hermoso día ¿No?

Marín y June asintieron con la cabeza mientras se extrañaron de la actitud de la diosa quien se dirigió a Misha. -¿Te sientes con fuerza como para entrenar?

-Su alteza preferiría entrenar sola, ayer no hice lo que debería y no quiero que vuelva suceder algo así - Respondió Misha mientras veía a su maestra - Es lo mejor que puedo hacer por mi.

Artemisa replico - Creo que tienes razón, ve y entrena lo mas fuerte que puedas ya luego veré tu progreso.

-Lo haré pero antes… ¿Puedo comer algo? Tengo hambre.

La diosa soltó una carcajada - Buena idea, afuera hay fruta y agua. Coman mientras hablo con Marín… ella tiene varias preguntas que hacerme y yo también.

Cagglio fue la ultima en salir y le dirigió una terrible mirad a Marín, no ocultaba su aversión hacia ella

-¿De que deseas hablar conmigo?

-No con Artemisa, sino con Shaina.

-Lo imaginaba - Artemisa respondió - Pero no habrá mucha diferencia.

La amazona la miro con detenimiento a Shaina. Había cambiado de ropa y su cabello de color pero su rostro mantenía sus expresiones.

-¿Por qué le permites esto?

-Es porque ambas llegamos a un buen acuerdo - Dijo Shaina.

-¿Y ese acuerdo implica ir en contra de Athenea?

-Si… eso esta incluido en nuestro arreglo, pero dime la verdad Marín ¿Por qué te quedaste sino estas de acuerdo con ello?

Marín no respondió.

-Ya veo, trataras de convencerme de regresar.

-Así es, porque no debes olvidar que le juraste lealtad a Athenea, Shaina.

Shaina respondió - Ella misma me orillo a esto, ahora que sufra las consecuencias. Además la mayor parte mi desgracias fueron por su culpa. Ella cambio la ley de la mascara ¿Sabias?

-Eso oí… ¿Pero en que la cambio que te afecto tanto?

-Nunca debemos someternos a un hombre… ni permitir que vea nuestro rostro. Si lo hace… debemos matarlo o de lo contrario…

-Amarlo - Termino Marín.

-No de lo contrario morir… así era la ley antes de la intervención de Athenea. Para Artemisa nos cuidaba como una madre, podríamos tener todos los privilegios si lográbamos cumplir sus leyes, comete un error y sufre las consecuencias. Pero Artemisa nos daba la oportunidad de redimirnos de esta forma.

Marín se respiro profundo antes de responder - ¿Eso es todo?

-¡Si, lo es todo! - Grito Shaina - ¿Qué no te das cuenta que la ley como Athenea nos la dijo se contradice? Primero nos exige castidad, luego nos obliga a estar detrás de un hombre si eres incapaz de matarlo. Nos ordena justo lo que nos esta prohibido.

-Es mejor que la muerte, es algo piadoso - Replico Marín.

-¿Piadoso? -Shaina se rió - Yo habría preferido la muerte eso, es una tortura.

-¿Por qué Shaina? - Pregunto Marín. - ¿Por qué tienes tanto miedo de admitir que eres capaz de amar?

Shaina toco una de las heridas que Milo le provoco -Tu sabes mejor que nadie lo que he pasado, los rechazos y las heridas… - Y todo por amar a quien esta fielmente atado a ella, y que nunca me corresponderá porque no le es permitido. Por ello digo que es preferible la muerte a este dolor. Y hablo por todas las que como yo han pasado por este sufrimiento. Dime ¿Tu no sufres por lo mismo?

Marín guardo silencio porque Shaina tenía razón en ello.

-Es por eso que tanto Artemisa como yo le daremos su castigo a Athenea - Shaina continuo.

-¿Prefieres vivir vacía como Artemisa?

“Ella no ha sufrido como nosotras, por eso no lo entiende…” -Le dijo Artemisa a Shaina.

Shaina apretó su puño al escuchar a la diosa y respiro profundo -Si eso quieres creer Marín, si; prefiero vivir como ella, sola de manera que ya nadie más me lastime.

-¿Estas dispuesta a eso? - Pregunto Marín - Porque sabes bien que si le sigues al corriente a Artemisa te enfrentaras a quienes consideraste tus amigos toda tu vida.

-¿Amigos? -Replico con tristeza - Tal vez solo tuve uno en mi vida y ya me demostró del lado de quien esta. Si el fue capaz de herirme yo no me detendré cuando tenga que enfrentarme a el.

-Creo que solo estas alardeando Shaina - Marín replico.

-No Marín, a cualquiera que me enfrente, le irá muy mal antes de morir. Así que si no quieres seguir a Artemisa puedes irte. Nada ni nadie te ata a este lugar.

-No me iré hasta que te convenza de que estas equivocada.

-Haz lo que quieras, yo voy a comer y luego iniciare el entrenamiento de Misha - Replico y salio del refugio.

Marín supo que Shaina estaba más herida de lo que creyó por lo que seria más difícil de lo que pensaba el convencerla.

 

 

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Hera regreso con su esposo, estaba furiosa pero Zeus la miro sin inmutarse.

-¿Por qué le concediste su capricho? - Ella pregunto.

-Porque es necesario.

-Ella se cree necesaria ¿Qué no te das cuenta? Solo conseguiste que se creciera mas y le estas dando armas para que se vuelva en contra tuya una vez mas.

-No lo hará porque no tendrá oportunidad.

-Pero…

-¡Cállate! - Zeus la interrumpió - Ya tengo suficiente con los berrinches de Artemisa para encima soportar los tuyos. Tengo controlado a Apolo con esa debilidad que tiene por su hermana; esta dispuesto a hacer cualquier cosa para evitar separarse de ella nuevamente. Así que le hice una oferta que acepto de inmediato, y se convertirá en mi mejor arma contra Athenea por ello.

-¿Qué le ofreciste? - Hera lo miro extrañada.

-Lo que siempre ha deseado y no ha logrado tener.

Hera lo miro preocupada al entender lo que su esposo le dijo - Primero ella nunca aceptara… ¿Y qué harás si Athenea resulta nuevamente vencedora? Ella se fortalecerá más. Además también es peligroso que gane Apolo, Artemisa se enfurecerá al enterarse que la excluyeron y de nuevo dará problemas.

-Cualquiera que sea el resultado ninguno de ellos podrá hacer mucho ante mi, porque dependen demasiado de los humanos y esos mortales que siguen tanto a mis hijos son orgullosos, pero inútiles y fácilmente influenciables como lo demostraste hoy. Hasta ellas mismas se dejaron llevar por los arrebatos y terminaron apartándose una de la otra. Y Apolo en su desesperación por ayudar a su hermana esta haciendo justo lo que ella mas odia. En cuanto se entere de lo que le han hecho se enfurecerá si, pero ella nunca piensa con claridad cuando esta enojada lo que siempre ha sido su debilidad. Con este trato gano de cualquier manera, eso los mantendrá separados, esta vez no podrán unirse en mi contra.

-Divide y vencerás ¿Verdad?

-Así es esposa mía - Replico el y la beso bruscamente Hera lo beso con la misma pasión que el le mostró.

-Entonces es hora que hable con los daimones y decirles que sigan adelante con los planes - Dijo cuando al fin la soltó.

-De inmediato Hera.

 

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Cuando Athenea ya no obtuvo mas respuesta de su hermana se desilusiono, supo que era su palabra final. Observo la armadura de su hermana y mando llamar a todos lo caballeros dorados. Ellos fueron pronto y una vez que estaban reunidos frente a Athenea, ella fue directa.

-Los mandé llamar porque hay un asunto que atañe directamente a ustedes. Mi hermana no aceptara una conciliación primero se negó escucharme luego me hizo una petición que de aceptarla seria perjudicial para todos en el santuario. Artemisa solo aceptara hablar conmigo luego que le entregue su armadura.

Shaka dijo entonces: Espere, eso significa que le dará los recursos para lastimarla, no es recomendable su alteza.

-Pero eso no es todo, dos caballeros dorados deberán entregarla, Kanon y Milo.

Un pesado silencio quedo en el lugar los demás caballeros dorados les vieron fijamente.

Athenea continuo hablando - Kanon ayer estabas demasiado ofuscado por lo sucedido y te agradezco que regresaras cuando te pedí no ir a Delos antes de que sucediera una tragedia mayor. Ahora te pido que vayas y te controles ¿Podrás hacerlo?

El asintió con la cabeza aunque supo que seria difícil.

-Milo ¿Estas dispuesto a ir a pesar de los riesgos?

El no respondió de inmediato.

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Cuando Até regreso a su guarida se encontró con una malherida Oizis y una furiosa Neikea. De inmediato supo que habían desobedecido sus órdenes.

-Neikea... te prohibí regresar al santuario. ¿Por qué lo hicieron?

-Lo siento hermano - Replico ella temerosa - Pero no fue mi culpa, yo solo fui para impedir que Lete ayudara a Athenea.

-¿Qué dijiste? - Grito furioso y se dirigió hacia el mencionado. Lete no mostró arrepentimiento ni emoción alguna, desde que fue con Athenea supo que algo así pasaría. Pero el no podía permitirse faltar a su palabra aunque esto le implicara un gran problema con sus hermanos.

-De nuevo tú Lete, parece que insistes en acabar con nosotros, haciendo tratos con el enemigo.

-Solo hacia lo que consideré correcto. No nos conviene enfurecer a Athenea lo sabes bien.

Até lo ataco pero no importo, logro ayudar a Hyoga, pero no sabia por cuento tiempo podía resistirse a su hermano. Por desgracia estaba débil, su decisión de no devorar las memorias de los caballeros de bronce le impedían enfrentarse en contra el, de lo contrario sus fuerzas serian equitativas. Y Até parecía darse cuenta de ello.

-¿Qué te pasa Lete? - Se burlo Até. - Ya no eres tan fuerte como antes.

El daimon observo la memoria de Shiryu, era realmente difícil no devorarla en ese momento pero resistió. Por fin Horcos detuvo a Até.

-Ya basta, no te ataca porque no quiere. Lo sabes bien.

Até lo dejo en paz antes de irse a sentar -Maldita sea… ¿Qué no te das cuenta que Hera nos aplastara sino nos fortalecemos? Debemos seguirle el juego mientras se pueda.

-No solo ella, Athenea cuenta con poderosos guerreros esta vez. Capaces de resistir nuestra influencia. - Dijo Oizis.

-No necesitan repetirme eso - Replico Ate recordando su falla con Ikki - Pero si en ellos no tenemos control, ya habrá en quien.

-¿Ya no habrá mas amazonas por influir? - Pregunto Oizis decepcionada -¿Por qué?

-Con ellas ya terminé, actuaran a nuestro favor cuando llegue el momento adecuado, Apolo se encargo de ello y Artemisa se creyó todo lo sucedido. Athenea realmente no espera lo que esta por sucederle.

-Ella esta preparada para lo que Hera intente hacer- dijo Lete - No le subestimes.

Ate se acerco a su hermano - No Lete, no lo esta, ella aun confía en su hermana.

-Si la muy tonta aun confía en ella - Recalco Hera entrando al lugar.

“Hera…. Esa maldita.” - Pensó Até.

-Lo mismo pienso de ti Até - dijo la diosa - Pero no se preocupen por Artemisa ella se unió a nosotros. Ya no será un problema ni una molestia.

Horcos pregunto entonces - ¿Cuando terminaremos nuestro trabajo? Su alteza…

-El rey de los dioses ha hablado, tienen camino libre para atacar los lugares que deseen, pero les sugeriría un pueblo que esta bastante alejado del santuario. Un lugar al que no podrán llegar a tiempo para salvar a los que vivan ahí. Y deseo que se cercioren de que nadie quede vivo.

-¿En serio? - Pregunto Neikea emocionada.

-No dejen a nadie sin atacar - les dijo Hera - Con esto se fortalecerán muchísimo.

Los daimones sonrieron, pero no así Lete, quien supo que si quería mantenerse al nivel de fuerza de sus hermanos debía atacar a varios humanos, por desgracia no le quedaba más opción.

 

 

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En cuanto Artemisa llego donde entrenaba Misha, noto que la chica estaba dispuesta a mejorar por la cantidad de escombros que había en el lugar.

-Tranquila Misha ya hay suficientes ruinas por aquí.

-Su alteza…

-Vamos a caminar- Le dijo con una sonrisa.

La amazona obedeció mientras se concentraba en olvidar lo que sucedió el día anterior. Caminaron un largo trecho hasta que Artemisa dijo -Misha… ¿Ahora si me dirás la razón de tu resistencia al entrenamiento?

La chica bajo al cabeza y tardo unos segundos a responder - Supe que me preguntaría eso.

-No nos queda mucho tiempo, se que es difícil pero...

-Soy una persona que no merece su consideración. - Respondió Misha sin titubear

La sonrisa en el rostro de Shaina era un reflejo de Artemisa también - Misha, yo decido en quien tener consideración o no. Además el que Cagglio te haya elegido para entrenarte como amazona implica que debes ser muy capaz, no te menosprecies. Así que no te culpes por lo que sucedió ayer

-Pero es que... es verdad es mi culpa que usted…

La diosa no dejo que la chica hablara ansiosa de que aprendiera a liberar su cosmos.

-No me digas mas, ahora necesitas liberarte de tus problemas para poder liberar tu cosmos. ¿Puedes hacerlo?

La chica se armo de valor, no podía seguir mintiendo aunque fuera castigada: Su alteza debo decirle que…

-Artemisa necesito hablar contigo - Apolo llego en ese momento mientras veía fijamente a Misha, y todo el valor de la amazona desapareció al verlo.

-Pareces ocupada regresare luego. - Dijo el dios a su hermana.

-No es necesario - Respondió la diosa - Misha regresa con las demás. - Pero trabaja en ser mejor amazona, esa debe ser tu prioridad. Quiero que lo hagas, necesito que lo hagas.

-Pero hermana creo que ella es la menos fuerte de todas… - Interrumpió Apolo desesperada por alejarla de ahí.

-No lo escuches Misha porque sino te esfuerzas al máximo ¿Cómo sabes cual es tu limite?

La chica la miro fijamente, Artemisa merecía saber la verdad.

-Esta vez me esforzare al máximo - Respondió y salio corriendo.

Artemisa dijo orgullosa. -Se que ella mejorara, solo tengo que ayudarle a que descubra sus cosmos. Además mis amazonas decidieron quedarse Apolo ¿No es grandioso?

-Artemisa hay cosas mas importantes de que hablar. - dijo Apolo

Las palabras de su hermano y la preocupación en su rostro desaparecieron su sonrisa. Los ángeles también se retiraron y la diosa pregunto - Nuestro padre trama algo ¿Verdad? siempre no me dará las armaduras que pedí.

-No es eso, ya le ordeno a Hefesto realizarlas, lo que no se es si estarán listas a tiempo. Nuestro padre me dijo que en dos días planea terminar con Athenea.

Artemisa se sorprendió y Shaina también, se suponía que tendrían mas tiempo - Es muy poco tiempo… Pero no importa, para entonces ya la habré castigado

-¿Por que dices eso?

-Athenea hablo conmigo, desea que siga con nuestro trato y le dije que para escucharla tendrá que enviarme mi armadura con un par de caballeros dorados esos que me lastimaron a mi y mis amazonas.

-¿Estas loca? Ellos te atacarán - Dijo preocupado porque podrían descubrirlo.

-No, no lo harán porque en primer lugar mi hermana no se arriesgara a enviarlos sabiendo que los castigare por lo que me hicieron y segundo sabe que si me envía la armadura puedo destruirla con ello.

-Pero… ¿Y que tal si acepta tus condiciones y los envía?

-Entonces los castigare y me quedare con lo que me pertenece, pero eso no sucederá, no es tan tonta como para quedar desprotegida. Solo le quedan la mitad de sus caballeros dorados vivos, si envía a dos quedara de lo mas vulnerable y no se arriesgara a ello. Ahora dime, ¿Hay una manera de apurar a Hefesto para que me entregue las armaduras más pronto?

-Iré con Hefesto y lo convenceré de que se apresure Artemisa. Relájate me encargare de todo.

-Gracias - Respondió Artemisa y lo abrazo - Descansare mientras tanto, debemos guardar fuerzas.

Apolo sonrió mientras acaricio su cabello y la apretaba fuertemente mientras recordaba las palabras de su padre.

“No te emociones tanto estúpido, ella te traicionara Apolo…. Artemisa esta contigo ahora porque necesita consuelo. Pero tan pronto se le pase el berrinche se olvidara de ti y regresara a sus antiguas costumbres y lo lamentaras. Recuerda que Artemisa se fue con el primero que logro conquistarla, puede hacerlo de nuevo.”

-Hermano…eres el único que me entiende - dijo Artemisa - Gracias

Apolo respondió: Es porque estamos destinados a estar juntos.

-Si… y estoy feliz por ello- dijo Artemisa.

- Ahora es tiempo de descansar - Le respondió Apolo y mientras caminaba la observaba con detenimiento. Aun dentro de esa mortal era hermosa, si por alguna razón no lograba liberarla por completo podía mantenerla a su lado de esa forma. “Y esta vez Artemisa, nadie te arrebatara de mi lado… nadie.”

 

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Marín y June conversaban acerca de Misha, el hecho de que Kanon le lastimo a propósito aun no les cuadraba del todo. Ahora ambas estaban seguras que algo extraño pasaba ahí y tenían que averiguarlo.

-Yo pienso que Artemisa la esta manipulando - June murmuro - Y que todo esto lo planearon desde el principio.

Marín dijo entonces -No se… es posible que ignore lo que paso, pero en quien no confió es en Cagglio, será mejor que permanezcamos en alerta, si ella nos vigila haremos lo mismo.

-Pero también están esos ángeles… - June le indico - Uno de ellos me siguió cuando quise irme. No se cuanto tiempo estarán aquí.

Marín volteo y los observo analizándolos con cuidado, el dios Apolo llego y parecía darles algunas instrucciones, entonces susurro - Uno de ellos me parece conocido.

June pregunto: ¿Quién?

-El de cabello castaño… - Touma entonces volteo a verla fijamente - Pero creo que estoy imaginando cosas.

-¡Icarus, no te distraigas! - Grito Apolo al darse cuenta que Touma observaba a Marín y a el no le quedo mas que obedecer aunque sonreía.

Esa sonrisa enfado a Odiseo y le reclamo -¿No habrás hablado de más otra vez Icarus?

-Claro que no - Replico Touma con enfado - ¿A que hora si te has pegado a mi como chinche?

Apolo replico - ¡Silencio! Más vale que se comporten, porque estarán aquí largo rato, sigan vigilando a las amazonas.

-¿Es necesario? - Dijo Teseo - Ya no intentaran huir, decidieron quedarse.

-Sabes porque lo digo Teseo - Añadió Apolo - Yo debo ver a mi hermano Hefesto y ustedes deben vigilar expresamente que ningún caballero de Athenea se acerque y hable con ellas a riesgo de delatar mis planes.

-¿Cree entonces que alguno si se atreva a llegar hasta acá?

-Si. Athenea puede enviar a varios y cuando eso suceda, deberán encargarse de ellos.

Apolo desapareció mientras Teseo y Odiseo veían fijamente a Touma.

-Icarus… escuchaste a nuestro señor. Te permitiremos acercarte a esa amazona pero deberás cerrar la boca. ¿Puedes hacerlo sin estropear todo?

Touma acepto la condición sería una buena oportunidad para hablar con Marín.

 

 

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Athenea observaba el atardecer, Seiya se acerco sin decir palabra, ella lo miro y sonrió dulcemente antes de preguntarle.

-¿Estas bien Seiya, como les fue con el entrenamiento con Shaka?

-Bien… creo. Aunque me duele la cabeza luego de tantas pruebas a los que nos sometió. Pero no solo por eso estoy aquí, sino por Shiryu, el… se fue ayer temprano, no ha regresado y…

-El tiene una vida lejos de aquí Seiya - Le interrumpió - Recuerdo habértelo dicho.

-Lo se, pero al igual que cualquiera de nosotros en cuanto siente que estas en peligro acude aquí de inmediato y luego de todo lo que ha pasado es extraño que no haya llegado aun. Presiento algo grave le paso.

Athenea sabía que sus sospechas eran ciertas, pero ¿Como explicarle que decidió mantenerle al margen de ese conflicto luego de la visita de Lete? Seiya podía ser muy cerrado, pero eso no significaba que no apreciara a Shiryu.

-Mira Seiya voy a decirle algo, pero espero que reflexiones muy bien antes de actuar. Porque estaré hablando de la felicidad de Shiryu.

-Esta bien Saori.

Athenea sonrió luego dijo - Shiryu ya no recuerda su vida como un caballero.

-¿Por qué? Acaso… ¿Le paso lo mismo que a Hyoga?

-Si, pero…

Seiya se apresuro a la puerta -Entonces debo traerlo aquí para que puedas ayudarlo.

-No puedo hacer eso - Replico Athenea - El esta tranquilo, y merece seguir así, es mi decisión darle la oportunidad de vivir como cualquier otro joven de su edad, junto con Shunrei.

-Lo siento Saori, pero creo que esa decisión solo la toma el. Voy a hablar con el.

-Pero no te recordara.

-Pues lo ayudare a recordar - Respondió y se dirigió a la salida.

-¡Seiya espera!

 

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Las amazonas conservaban su distancia respecto a los ángeles y al menos Odiseo y Teseo no trataban de acercarse. Pero Touma estaba ansioso por hablar con Marín y le siguió por largo rato mientras ella caminaba junto con June. No era muy discreto porque ella se dio cuenta que les seguían. Por fin harta de su acecho se atrevió a enfrentarlo.

-¿Que quieres metiche? - Le pregunto mientras lo veía furiosa.

-Perdona, solo quise asegurarme de que esta mejor - Le sonrió - Supe que mi señor la sano de la influencia de ese daimon.

-Parece que todo mundo se entera aquí de lo que sucede. Pues no es de tu incumbencia - Replico y siguió su camino.

-El es importante para usted ¿Verdad? Porque estaba sin mascara frente a el.

Marín se detuvo al oírlo y Touma, supo que llamo su atención.

-Tú estuviste ahí…

-Exacto - Le respondió a Marín.

-Sabes si el… ¿Si lo lastime mucho?

Touma respondió con una sonrisa - La herida no fue muy grave, porque llegue justo a tiempo.

-Gracias… - dijo Marín.

-No necesita agradecérmelo, porque yo tuve que dormirla para que se calmara y al también lo herí para que no me siguiera.

-¿Qué dijo? - Ella se sorprendió al oír esto.

-Antes de que se enoje le aviso que solo cumplía órdenes - Touma recalco - Y ya que me cerciore que se encuentra bien, me retiro. Por cierto su equipaje quedo en el barco.

Mientras se alejaba Marín escucho una campanilla que de pronto le regreso a un momento de su niñez. Pero ese breve lapso de recuerdos desapareció tan rápido como llego y se pregunto si Artemisa no estaba jugando con su mente.

 

 

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Cagglio no estaba contenta con el hecho que Artemisa aun le guardara tantas consideraciones a Marín y June tenia ganas de matarlas. Pero tampoco podía hacerlo sin levantar sospechas, pero recordó que si no lo había notado hasta ese momento ya no lo haría. Entonces se dio cuenta de la presencia de Apolo a su lado.

-¿Preocupada? - Le pregunto Apolo.

-Usted… ¿Porque sano a Marín? Ella no lo merece

-Eres directa, no ocultas tu aversión hacia ella ¿verdad sanguijuela? - Respondió en voz baja el dios.

-Si le odio… -Dijo Cagglio - Ella solo le ha causado problemas a su alteza, esperaba que le castigara no que le dejara ir y peor aun no esperaba que se quedara.

Apolo escucho a la amazona y se rió -No te preocupes, porque no estará libre de la influencia de Neikea porque no me conviene, así como tu alumna no dirá lo que en verdad pasó ayer porque no te conviene a ti.

-¿Que dijo? - Ella se sorprendió de sus palabras.

-Cagglio debo felicitarte porque has sido una excelente actriz hasta ahora, si Hera no me lo hubiera dicho no lo habría sospechado.

La amazona se sonrió - Usted sabe bien que el permanecer al lado de Athenea le perjudicaría mucho, por eso lo hice.

-Si, has sido capaz de todo. Desde mentir hasta usar a tu alumna como carnada para inculpar a uno de los guerreros de Athenea. Solo que no esperabas que tu alumna saliera de tu control ¿verdad? Pero ¿Que harás cuando decida gritar la verdad sobre lo que hiciste?

-Ella nunca la dirá, me tiene tanto respeto, para ella soy como su madre y no tiene porque suceder lo que dice.

-Vaya hasta te crees tus propias mentiras - dijo Apolo burlón.

-La verdad es que si Misha intenta traicionarme, me encargare de ello al igual de aquel idiota que no murió.

-Eres tan rencorosa como mi hermana Cagglio. Tal vez tengas tu oportunidad - Apolo sonrió y desapareció.

La amazona no supo a lo que se refería mientras camino hacia la costa, Artemisa estaba ahí observando el atardecer. Estuvo largo rato vigilando sin acercarse a ella cuando el sol se oculto por completo en el horizonte ella de pronto identifico el cosmos de Kanon.

-No puede ser… - dijo y corrió hacia la costa. Los ángeles también pero Cagglio estaba mas cerca y llego primero.

-¿Qué haces aquí maldito? - Se acerco Cagglio.

-Estoy aquí por órdenes de Athenea… tengo un mensaje que entregar - Fue su respuesta y señalo la caja con la armadura a sus espaldas.

La seguridad con que le respondió inquieto a Cagglio; nunca creyó que el fuera hasta allá con la armadura de su diosa. Algo tramaba Athenea y no podía permitirle avanzar más.

-Yo puedo hacerlo en tu lugar - Dijo Cagglio - Será mejor que dejes lo que le pertenece a Artemisa y te largues.

-Es un mensaje personal y no confió que tú puedas entregarlo, no eres de confianza Cagglio - dijo Milo.

-Tampoco lo harás tú, porque no te permitiremos avanzar más - Interrumpió Teseo.

-Eso lo veremos… - Le respondió Kanon con una sonrisa en los labios.