Slayers Fan Fiction ❯ Emociones Difusas ❯ Tres Quimeras ( Chapter 16 )
Capítulo Decimosexto
Tres Quimeras
Fue una tarde como cualquiera en la que Dolphin me llamó, para visitar su laboratorio. Me resultó curioso, porque la ultima vez que había entrado allí había sido largo tiempo atrás, cuando conocí a Ichi. Usualmente solo me quedaba en la puerta, o en la entrada.
Dentro del laboratorio aquellos tres tubos que había visto tanto tiempo atrás albergaban ahora a tres seres que yo no conocía.
- Aoi-chan!! Mira mi ultimo proyecto! - Me dijo con una sonrisa.
- ...?
- Tres quimeras, Ese es Kaze - Me dijo señalando al joven que reposaba en silencio - Tres quintos Ryuu, un quinto humano, un quinto mazoku - Mama golpeó el vidrio con una uña, y el chico levantó la mirada clavando sus ojos dorados en ella, y mantuvo la mirada hasta que mama se alejo.
- Y cual es su función?
- Ninguna en realidad, simplemente un sanador... - Me respondió - Ella es Kurenai - señaló a la más pequeña de los tres - Dos tercios humana, un tercio mazoku, será mi futura general, y se especializará en la magia negra - Una vez más mama golpeó el vidrio y dos ojos de rubí se clavaron en ella - Esos son los ojos de Lei-sama - Me dijo con una sonrisa traviesa.
- General... - Murmuré por lo bajo.
- Y por ultimo, Kaiiki, o Kai, uno de mis proyectos mas ambiciosos junto con Ichi - Me dijo - Aunque no podemos hablar de eso ahora. - Agregó, guiñándome un ojo.
Me acerqué y miré a la quimera, no pude más que ver a Yui reflejada en la apariencia pacífica de la quimera de cabello azul. Al golpear el vidrio levantó la vista y clavó sus ojos en mi. Moví un dedo a lo largo del cristal, y ella extendió la mano siguiendo el movimiento.
- Mama... Porque ella se mueve?
- Kai-chan? Ah! Es que está casi pronta...
- Si?
- Sip.
- Crees que pueda criarla yo...?
- Porqué no? Después de todo hiciste un buen trabajo con Ichi...
- Gracias! - Le respondí con una sonrisa.
- Aoi-chan...
- Si?
- Sabes que el puesto de general está vacante cierto?
- Si.
- Que te parece? "Sacerdotisa-general"... Kai-shinkan suena bien ne?
- Uh...?
- Vamos!! Toma la chance!! - Me animó - Después de todo necesito un general, y quien mejor que tu para ello mientras preparo a mis quimeras?
- De acuerdo...
- Será divertido ne? - Me dijo mientras disimuladamente me guiaba a la salida.
- Seguro mama - Le dije, dándole el gusto y saliendo de ese hueco de maquinarias al que mama solía llamar Laboratorio.
Al ver a aquella quimera tan parecida a Yui, recordé que aquella familia, la familia mortal de mi hermana, seguía en alguna parte. Los busqué, para descubrir que vivían aún en el mismo pueblo, e inmediatamente intenté los lazos con aquella familia. Otra Yui acababa de morir, a los 21 y su hija Aoi, se mostró sumamente interesada por mi historia.
Era curioso, pero al parecer en todas las generaciones nacía una Aoi o una Yui, las Yui no vivían mas de veinticinco años, y las Aoi vivían mas de cincuenta. Las Yui eran siempre iguales que mi hermana, alegres y dulces, y las Aoi solían ser mas calladas y se interesaban por la literatura y otras cosas asi.
Aoi me contó de todo su árbol genealógico, y aun a pesar de que su padre no parecía muy emocionado con la idea de que tuviera familiares mazoku, Aoi siempre se las arreglaba para hablar conmigo. La niña me habló de un hombre que las solía visitar, y que decía ser hermano de la primer Yui. No pude más que sentir una profunda curiosidad, puesto que eso querría decir que Naim estaba vivo. La pequeña Aoi me informó que dicho hombre visitaría el pueblo en un día muy cercano, por lo que decidí mantenerme en los alrededores.
Se veía unos cinco años mayor, pero supe que era él inmediatamente. Tenía la misma forma de caminar, y el mismo porte. Vestía a la moda, y llevaba su guitarra a la espalda, sin duda alguna, era él, aún a pesar de los años que habían pasado, era él. Él se quedó mirándome, como quien mira a un fantasma, y así estuvimos durante diez minutos antes de que alguno de nosotros pudiera articular palabra.
- Aoi?
- Niichan?
- Pero tu no estabas muerta...?
- Tu lo deberías...
- Que eres...? - Me preguntó perplejo.
- Mazoku - Le respondí sinceramente, y el no pudo más que largarse a reír mientras me daba un afectuoso abrazo, sonreí, llevaba largo tiempo sin recibir esa clase de afecto.
- Siempre dije yo que mi hermanita terminaría siendo mazoku - Bromeó el.
- Niichan... que haces vivo?
- Ah eso! Me he dedicado a lo mismo que tu - Me dijo como si nada - Me reclutó largo tiempo atrás uno de los sacerdotes de Phibrizo, pero luego de su muerte he quedado mas bien desempleado.
- Entonces tu también...?
- La única que nos faltó fue Yui - Dijo entre risas - Pero tu cuidaste bien de ella.
Yo solo sacudí la cabeza.
- Oh... cierto, Yui me contó sobre la muerte de Imouto... Descuida, no es tu culpa después de todo.
- Lo sé - Dije aun a pesar de que dentro mío no sentía lo mismo.
- Si me permites una confidencia Kai-shinkan - me dijo el en un tono bromista - Un sacerdote de Phibrizo, mi jefe, sigue vivo.
- Uh?
- Pero eso es secreto de estado! - Me dijo entre risas.
- No has cambiado nada - Le dije entre risas.
- Tu has cambiado mucho Aoi-chan...
- Lo se - Le respondí - Y quien es ese para el que trabajas?
- Su nombre antiguo no lo puedo decir - Me dijo seriamente - Pero corre por el mundo bajo el nombre de Luke.
El nombre de por sí me resultó familiar, quizá mama lo hubiese mencionado en alguna de sus predicciones al azar, pero no lograba recordar si era de eso, o simplemente lo había leído en algún libro.
- Ah! Y como te lleva la vida amorosa Imouto?
- Nula, como debe ser - Le dije con una sonrisa forzada.
- Mala suerte ne?
- Como siempre - Respondí tranquilamente, aun a pesar de que los recientes problemas no me dejaban hacer eso con total sinceridad.
- Has tenido mucho trabajo ne?
- Uh?
- Estuve buscando rastros tuyos por siglos - me dijo - pero solo di con Yui - Me explicó - Me imaginé que serías tu cuando Luke me dijo que Kai-shinkan era émpata.
- Imaginé que habrías desaparecido luego del ataque al pueblo.
- Eso estaba en mis planes, hasta que me crucé con Luke y decidí hacer algo mejor con mi vida.
- Ya veo...
- Bueno Aoi-chan! No tengo mas tiempo, espero verte pronto Imouto!!
- Seguro... - El rió, era tan enérgico como lo había sido un siglo atrás.
- Ja!! - Se despidió desapareciendo, mientras yo lo miraba irse perpleja por no decir menos. Eso había sido surreal...
Cuando regresé a Demon Sea, Ichi me miró curiosamente.
- Que pasa mama?
- Me conoces demasiado - Le dije con una sonrisa - Recuerdas a mi hermano?
- El que te enseñó magia?
- El mismo.
- Que pasa con él?
- Está de mazoku - Le dije, como si fuera lo más natural del mundo.
- Si?
Y en ese momento, sin pensarme en secretos, le conté todo a Ichi una vez más, por los viejos tiempos.