Yu-Gi-Oh! Fan Fiction ❯ Decisiones ❯ Capitulo 6 ( Chapter 6 )

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Ambos siguieron caminando silenciosamente hasta llegar a la entrada del parque, al llegar ahí buscaron un lugar que les fuera cómodo para poder almorzar y estar tranquilos al mismo tiempo. Después de una corta búsqueda, encontraron un lugar cerca de un árbol de cerezo rodeado de un campo de rosas rojas. Kikyou puso una manta en la tierra y se sentó en ella, en cambio Kaiba se apoyó en el árbol.
-Tuviste una buena idea Kikyou, lo necesitaba desde hacia tiempo- dijo tranquilamente Seto.
-Gracias oni-chan, yo también quería hacer esto hace tiempo, además quería pasar tiempo contigo- respondió Kikyou.
-Si lo sé, en verdad necesitaba esto-. Sonrió Kaiba
Kikyou sonrió tiernamente, se sentía muy feliz a ver a su hermano sonreír y le gustaba tener a éste feliz y relajado. Su hermano también se sentía feliz viendo a su hermana sonreír, ella era una luz dentro de su vida y haría lo que sea por mantenerlo así hasta el día de su muerte.
-¿Oni-chan?- preguntó inocentemente.
-¿Qué pasa Kikyou?-.
-Sabes, he querido que me sigas enseñando a jugar duelo de monstruos, porque quiero ser tan buena como tú, oni-chan- preguntó Kikyou.
-Por supuesto, pero olvidé mi baraja- respondió con amabilidad. -Por otro lado como te conozco tan bien, se que tu lo hiciste ¿estoy en lo correcto?-.
Kikyou se rió suavemente.
-Está bien, juguemos una partida para medir tus habilidades- dijo Kaiba.
Y así estuvieron jugando casi todo el mediodía, a pesar que su hermana no era una de las mejores, él pasó un buen rato adiestrándola y aconsejándole cómo jugar de manera efectiva, esto si costó muchas derrotas para ella. Kikyou aunque era derrotada cada juego por su hermano, se sentía muy feliz de estar en tan hermoso paisaje y además pasando el tiempo con su hermano . Ahora era el momento para tratar de conquistar el corazón de su hermano. Estaba decidida a enamorarlo y para ello tendría que dar todo de sí misma para hacerlo. Ella tenía cambiar la manera que Seto la veía, no más como su hermana, sino que como su amante.
Mientras tanto los hermanos seguían jugando.
-Usaré polimerización para fusionar a mi Dama del Perdón y a Mary el Ángel caído y poder convocar a St. Joan (2800/2000), ahora atacaré a tu Juez....- dijo emocionadamente.
-Un momento Kikyou, activaré mi Anillo de la Destrucción para destruir a tu monstruo y acabar con tus puntos de vida- respondió tranquilamente Kaiba.
-Pero tu también los perderás oni-chan-.
-No tan rápido hermanita, ahora activaré mi carta de anillo de defensa: que me protegerá del daño hecho por mi carta trampa. Al parecer he ganado de nuevo Kikyou..
-ooooohhhhh....- susurró amargadamente- Nunca seré una buena duelista como tú así como voy- Kaiba sonrió levemente.
-No te preocupes Kikyou, con el mejor duelista del mundo a tu lado te juro que te convertirás en una gran duelista.- Kaiba no podía dejar de notar cierto orgullo en sus palabras.
-¡¿Lo dices en serio?!- gritó llena de esperanza.- Estoy muy contenta, de verdad gracias oni-chan-.
-Lo eres todo para mi, lo menos que puedo hacer es verte feliz-.
Kikyou se ruborizó.
-Otra cosa, no me había dado cuenta de lo bien que te ves con ese kimono, en verdad te ves muy hermosa.- Kikyou se sonrojó aún más -¿Kikyou qué te pasa? ¿Estás bien? Pareces como si estuvieras enferma - Kaiba se rió sutilmente.
Kikyou estaba vestida con un Kimono amarillo, con flores blancas en casi todo el frente de este. Ella se fascinó con la historia de su país, además su madre real solía usar kimonos, entonces ella se acostumbró a usarlos diaramente .
-mmm...mmm..¿quieres almorzar oni-chan?- respondió nerviosa.
Kaiba asintió, a él siempre disfrutaba ver a su hermanita sonrojada; se veía muy linda.
Kikyou rápidamente sacó todo lo necesario para la merienda y se dispuso a servirle la comida.
-¿Qué vamos a comer, Kikyou?- preguntó curiosamente.
-Ramen, oni-chan-.
-¿Cuándo aprendiste a cocinar comida japonesa? Me siento curioso de saberlo, puesto que cuando vivíamos con nuestro padrastro comíamos siempre comida occidental y eso no fue hace mucho-.
- Desde que nuestro padrastro te tenía todo el días estudiando y yo sólo iba a la escuela en la mañana, por las tardes después de almorzar una cocinera que trabajaba en la mansión me enseñaba a preparar comida japonesa, me dijo que para ser una buena esposa debía saber cocinar bien y darle muchos hijos a mi esposo- respondió Kikyou un poco apenada.
-Ya veo, parece ser que no perdiste el tiempo y es bueno que aprendas nuestras costumbres, yo también me siento muy atraído a estas y es por eso que siempre trato de investigar para ser un buen japonés, aunque muchas veces no lo demuestre como tu sabrás hermana, y a ti veo mucho más dedicada a ello por lo que puedo apreciar. Pero en todo caso, te aseguro que encontrarás a un buen hombre al que harás feliz-.
-Ya lo he encontrado- pensó un poco triste, ya que él sigue mirándola como su hermana- Gracias oni-chan, pero siempre yo te he considerado como un samurai, porque eres leal con los que amas, eres trabajador y darías la vida por protegerme, siempre te he admirado por eso, además soy muy afortunada por tener un hermano así y cada día doy gracias por eso. Te conozco muy bien hermano y sé que nuestro padrastro te cambió mucho, pero nunca hiciste algo que pudiera alejarnos, siempre eres bondadoso y amable para conmigo, sé que tienes que trabajar duro y que no confías mucho en la gente, pero jamás has desconfiado de mi y es por esto que siempre estaré a tu lado. Te amo y quiero agradecerte por todos los sacrificios que has hecho por mi-. Kikyou ya no pudo contener las lágrimas, pero su hermano la abrazó, se sentía muy feliz por las recientes palabras.
-Yo también debo agradecerte, no sólo porque siempre has estado a mi lado en las buenas y en las malas situaciones, también porque todos los días me regalas una sonrisa que me impulsa a trabajar duro y hacer todos los sacrificios que tu mencionaste. Asimismo jamás me sentí capaz de lastimarte de ninguna manera, porque al verte triste mi mundo se derrumbaba, eres todo lo que tengo en el mundo y del mismo modo estoy agradecido por tenerte. Ya una vez te vi llorar de tristeza cuando murieron mis padres, pero fue eso también que me impulsó a hacer la apuesta con Gozaburo. Tu felicidad es lo más importante para mi y con gusto mi vida daría para que por lo menos te viera sonreír una última vez. Eres tierna e inocente, una verdadera mujer.- Kaiba se sintió un poco sorprendido por las palabras que salieron de su boca, además parece ser que las cosas estaban cambiando.
Por otro lado, Kikyou estaba llorando de felicidad y más por el discurso de su hermano que emocionó su frágil corazón.
- Además yo también te amo, Kikyou-.