Card Captor Sakura Fan Fiction ❯ Junto a ti ❯ Capítulo 3 ( Chapter 3 )

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JUNTO A TI
Por Daulaci Serv
 
Conlos personajes de Card Captor Sakura, Por CLAMP.
 
 
CAPITULO 3
 
Tomoyo se despertó muy temprano por la mañana, estaba amaneciendo, miro el reloj, las 6.30; apenas había dormido un par de horas, se sentía cansada y hasta un poco mareada, un dolor de cabeza amenazaba con aparecer.
 
Toda la noche estuvo pensando en lo que acababa de confesar su padre. Un estremecimiento recorrió su cuerpo al pensar en lo que hubiera pasado si la noche anterior lo hubiesen secuestrado.
 
Ya antes habían amenazado a la familia, la última vez fue hace varios años cuando Tomoyo era una niña y su abuelo aún vivía. Entonces ambos habían sido el centro de las amenazas. Tomoyo fue llevada fuera del país durante un año. La mantuvieron en un internado suizo. Su estancia ahí no fue tan terrible, pero el estar alejada de su familia no le permitió disfrutar del lugar, incluso sus calificaciones bajaron pero todos parecían entender su situación. Trato a muchas niñas pero el tiempo no fue suficiente para hacer amigas; y cuando por fin regresaron por ella paso mucho tiempo para que su madre se sintiera en confianza de dejarla tratar a otras personas y conocer gente nueva. El hecho de estar rodeada siempre por guardaespaldas (todas ellas mujeres), asustaba a algunos y a la mayoría los alejaba tarde o temprano.
 
¿Qué pasaría ahora? De una cosa estaba segura, esta vez no dejaría que la sacaran del país. La incertidumbre no la dejaría en paz. Ese hombre Li parecía saber lo que estaba haciendo. Incluso impresionó a su madre y eso es mucho decir.
 
Dijeron que empezarían hoy muy temprano con las mejoras de seguridad. También entrevistaría a todos los empleados de la casa.
 
No tenía caso seguir en la cama, así que Tomoyo decidió tomar un baño, esperanzada en que tal vez así podría relajarse y alejar el dolor de cabeza. Al terminar se vistió y arreglo evitando cualquier pensamiento negativo.
 
Para las ocho de la mañana ya estaba lista. Las personas que se encargarían de la seguridad habían llegado y comenzaban a hacer su trabajo. Se entretuvo viendo por la ventana lo que hacían en la parte exterior. Li estaba con ellos dando órdenes. Solo eran tres pero parecían muy eficientes y silenciosos, el ruido que hicieron fue mínimo. Poco después apareció la asistente de Li, Sakura Kinomoto, lo seguía a todos lados tomando notas aquí y haya, cargaba una especie de portafolios muy practico que podía colgarse al hombro con una correa, después de un momento Li se percato de ella y la tomo para quitársela a Sakura y llevarla él. A pesar de la distancia Tomoyo pudo darse cuenta que la chica se sonrojo un poco y sonreía; daba la impresión de estar entusiasmada por todo lo que pasaba. A Tomoyo le pareció una persona agradable.
 
Después de un silencioso desayuno que compartió con sus padres, los cuales observaban de vez en cuando a su hija como si fuera una especie de bomba a punto de estallar, Tomoyo regresó a su habitación, se había esforzado tanto por parecer tranquila y disfrutar el desayuno que se sentía cansada. Trato de no pensar mucho al respecto para relajarse, pero no pudo. Después recordó que tenía que entregar el itinerario sobre sus actividades. Empezaba a organizar su mente al respecto cuando tocaron a su puerta.
 
-Adelante -dijo Tomoyo automáticamente mientras volteaba a la puerta. La chica llamada Sakura asomó su cabeza.
 
-Buenos días, señorita Daidouji, ¿me permite un momento? -dijo Sakura tímidamente.
 
-Claro, pasa -respondió Tomoyo sonriendo para darle confianza y pensó que era imposible no sentir simpatía por esa chica.
 
-Venía a preguntarle si ya tenía su lista de actividades.
 
-¡Oh! Lo siento, apenas me iba a poner a trabajar en ello -se disculpo Tomoyo señalando el pequeño escritorio en su habitación.
 
-No se preocupe, normalmente esto sucede, acabo de pasar por el despacho y su madre acaba de empezar el suyo. Quise venir a recordárselo antes de que Li lo pidiera.
 
-Es usted muy eficiente.
 
-Solo cumplo con mi trabajo -dijo Sakura apenada-. Volveré más tarde por el.
 
-¡No espera! Tal vez podrías explicarme exactamente que es lo necesitan saber.
 
-Con gusto la ayudaré señorita Daidouji -sonrió con calidez.
 
-Llámame Tomoyo por favor, tanta formalidad me pone nerviosa.
 
-No lo sé -dudo Sakura un momento-. El señor Li es muy estricto en cuanto al trato con los clientes.
 
-Oh, ya veo -dijo Tomoyo sin poder ocultar su desilusión.
 
-Bueno… tal vez… -dijo Sakura al notar el malestar de la chica, cosa que la hizo sentirse muy mal-. Tal vez solo cuando nos encontremos solas… -sugirió Sakura con un guiño.
 
-Me parece bien -contesto Tomoyo recobrando su entusiasmo.
 
-Entonces… puedes llamarme Sakura.
 
Después de esto las dos chicas se pusieron a trabajar en el itinerario de Tomoyo.
 
Sakura se sorprendió al darse cuenta de que Tomoyo no frecuentaba a ninguna persona fuera de Keiju. Prácticamente ella no tenía más amigos, tampoco había parientes cercanos o lejanos con los que pudiera convivir. Tuvo que reconocer que ella era una chica afortunada pues en su vida había muchas personas; su papá, su hermano, Yukito, Yue; ahora claro estaban Shaoran y Yamazaki, incluso la novia de este Chiharu.
 
Mientras tanto Tomoyo se daba cuenta de lo mismo notando con tristeza el resultado del recopilado de sus actividades. No se había dado cuenta de la monotonía que imperaba en su vida, aunque debía reconocer que en parte era debido a que antes no le había importado. Aparte de las tres clases de arte que tomaba en la universidad, el resto de su tiempo lo invertía en la empresa de sus padres. Trataba de mostrar interés en los negociosos de la familia, pero no le encontraba sentido. Sabía que tarde o temprano tenía que hacerse cargo de los negocios, pero también estaba segura que a menos que sucediera algo para cambiar drásticamente su modo de sentir y pensar, ella tomaría la decisión de dejar a otros el manejo de la empresa.
 
Por otro lado estaba su pasión por la pintura. Hasta ahora que había podido desarrollar su talento. Pero por alguna extraña razón algo le faltaba a sus pinturas; su profesora la señora Seiko le había dicho que le faltaba vida y sentimiento a sus obras, en su opinión Tomoyo aún se encontraba en un caparazón.
 
*******************
 
Las cosas no fueron tan sencillas para Tomoyo en los siguientes días. Por un lado no había podido hablar con total confianza con Keiju y explicarle lo que había sucedido el día que salió del restaurante. En primera por que todas las llamadas que llegaban a la casa eran monitoreadas y segundo Sakura le había dicho por petición de Li que no le diera muchas explicaciones al joven hasta que lo hubieran investigado a fondo.
 
Tomoyo jamás se hubiera imaginado que las cosas irían tan lejos. No solo investigaron cada detalle de la vida de Keiju, sino de sus compañeros de clase. Cuando Tomoyo se dio cuenta de lo que sucedía ya tenían muchos datos del grupo de 15 alumnos de la profesora Seiko, incluso de ella misma; lo cual le pareció vergonzoso a la chica. Entonces fue que decidió dejar las otras dos clases hasta que todo terminará, no quería someter a nadie a semejante escrutinio. Ya era bastante difícil volver a salir acompañada todo el tiempo por dos guardaespaldas y un chofer, como para tener que soportar la vergüenza de ver investigados a cada uno de los compañeros de clase que tenía.
 
La única clase que no se ánimo a dejar fue la de la profesora Seiko, necesitaba ese par de horas de pintura para poder alejarse de casa y encontrar de alguna manera la forma de pensar en lo que estaba ocurriendo a su alrededor.
 
Lo único favorable de todo esto era la amistad que empezaba a formar con Sakura. La chica era alguien muy agradable y las conversaciones con ella eran cada vez más íntimas a pesar del poco tiempo que llevaban de conocerse.
 
Ese día eran pasadas las 5 de la tarde cuando las dos chicas se encontraron en el jardín y comenzaron a platicar.
 
-Dime Sakura, te falta mucho por terminar.
 
-No, en realidad no, solo espero a que Sha… a que Li -corrigió la chica con rapidez-, termine de revisar algunos papeles para mandarlos por fax y eso será todo por hoy.
 
-¡Qué bien! -dijo Tomoyo con entusiasmo-. Entonces tal vez te gustaría acompañarme a tomar algo, así podríamos platicar un poco.
 
-Me encantaría -aceptó Sakura con el mismo entusiasmo.
 
-Entonces… -decía Tomoyo antes de ser interrumpida por una voz masculina que se escucho venir detrás de Sakura
 
-Sabía que te encontraría aquí -decía Li antes de percatarse de la presencia de Tomoyo-. ¡Oh! Perdone usted señorita Daidouji, no me había dado cuenta que estaba aquí. Kinomoto me permites un momento -y haciendo una reverencia con la cabeza a Tomoyo se dio vuelta sobre sus pasos sin esperar respuesta de ninguna de las dos.
 
-Es muy estricto ¿verdad?
 
-¿Te parece? -dijo Sakura viendo alejarse a Shaoran y después volverse a Tomoyo-. No, la verdad es que no lo es tanto.
 
-Si tú lo dices -dijo Tomoyo en un tono que sonrojo un poco a Sakura-. Entonces te espero adentro.
 
-Bien, no creo que tome más de 20 minutos.
 
Las dos chicas se despidieron y se marcharon en direcciones opuestas.
 
 
*******************
 
 
Sakura se dirigió a la oficina de seguridad que se encontraba al fondo del jardín. Se le notaba muy contenta cuando entró en esta.
 
-Ya estoy aquí -anunció la chica.
 
Shaoran estaba sentado detrás de un enorme escritorio donde se podía observar una computadora, un par de teléfonos y el fax. A un lado se encontraba una enorme pared en la que se podían observar varios monitores por donde se veían distintos lugares tanto dentro como fuera de la mansión Daidouji.
 
El edificio contaba con todos los servicios, dentro de la misma oficina se podía ver una mesa en la que se servían el café y otros alimentos que los chicos del equipo de Shaoran habían llevado, también se podía ver un amplio sillón donde alguno de ellos se acostaba a descansar si podía hacerlo (de preferencia no en presencia de Shaoran). Al fondo había una puerta que daba a una escalera para llegar a la parte de arriba donde se encontraba lo que Sakura llamaba “el pequeño departamento”, que en esos momentos ocupaba Li quien prácticamente se había mudado ahí, pues la mayor parte del tiempo se la pasaba vigilando que todo estuviera en orden. Por las noches lo suplía alguien más generalmente Yamazaki y un par de hombres más que gozaban de toda la confianza de Li, pero aún así el supervisaba todo incluso por las noches.
 
Por esta misma razón Sakura había tenido unos días de trabajo muy pesados, iba de las oficinas a ese lugar a veces más de una vez al día, aunque a ella eso no le había importado mucho, el jardín de ese lugar era hermoso y Sakura había encontrado una banca techada cerca de las oficinas donde a veces se ponía a trabajar. Además, la oficina se sentía muy sola sin Shaoran. También estaba el hecho de que repentinamente varios de los agentes que trabajaban en el lugar pasaban por ahí tratando de hacer conversación con Sakura bajo cualquier pretexto, cosa que nunca antes había sucedido.
 
Shaoran había notado que Sakura llegaba desde mucho antes que ella pusiera un pie adentro. Era raro, pero ahora que no pasaban tanto tiempo juntos, cuando la tenía cerca tenía una sensación extraña. Cuando la veía llegar sentía como si recién empezara el día y cuando se iba quedaba con un extraño malestar.
 
-“Absurdo” -se regaño a si mismo, obligándose a volver a la realidad-. Aquí están los papeles Sakura, ya puedes mandárselos a Yue.
 
-Esta bien -dijo tomando los papeles-. Y que hay de estos otros -señalando hacia el escritorio.
 
-Se los entregaremos en mano, no quiero que nadie más toque esos papeles.
 
-¿Quieres que yo se los lleve? -dijo Sakura entusiasmada con la idea de ver a Yue-, puedo hacerlo a primera hora mañana.
 
-No sé -dudo un poco Shaoran-. No, creo que prefiero que lo haga Yamazaki.
 
-¡Oh! mmm… esta bien -dijo Sakura con cierto malestar, Shaoran siempre había confiado en ella.
 
Li adivinando lo que pasaba por su mente se apresuro a decir.
 
-La verdad… es que no creo que sea conveniente que te vean entrar y salir con tanta frecuencia de la mansión y menos aún que te vean llevar documentos a Yue.
 
-¿O sea, que ya no quieres que venga para acá? -preguntó Sakura con cierta angustia.
 
-¡No! -carraspeo un poco Shaoran-. No, no quiero decir eso, lo que quiero es que ahora vengas a trabajar aquí todo el día.
 
-¡Contigo! -exclamó Sakura dando un pequeño salto hacia delante, acercando un su cara a la de Shaoran, tanto que este pudo percibir el olor del cabello de la chica sintiéndose ligeramente mareado por su proximidad. Fueron unos segundos apenas, pero él hubiera jurado que fue mucho más.
 
-Claro que conmigo, con quien más -dijo Shaoran con lentitud, pero apartó la vista casi en seguida para recuperar el control. Frunció el seño y trato de recuperar la cordura. Cordura que estaba siempre a punto de perder cuando ocurría una impulsiva proximidad entre ambos.
 
-Esta bien, -el entusiasmo de Sakura no tenía limites en ese momento y no le permitió ver la incomodidad que mostraba Shaoran en ese instante-. ¿Cuándo quieres que lo haga?
 
-Mañana mismo si es posible. Antes quiero que arregles que todas las llamadas importantes se transfieran aquí.
 
-¿Y que hay de la correspondencia?
 
-Eso ya lo arreglé con Yamazaki, lo dejaré a cargo de la oficina.
 
-Eso le habrá gustado.
 
-No sabes cuanto -aseguro Li recordando el entusiasmo de su amigo.
 
-¿Y si hay un nuevo caso?
 
-Sabes bien que no tomo ningún caso nuevo hasta que termino con el primero. Y este va llevarnos algo de tiempo.
 
-¿No hay ninguna pista? -preguntó Sakura notando la preocupación de su jefe.
 
-Ninguna, nada después del atentado en el estacionamiento.
 
Sakura se dispuso a mandar el fax pensando en aquella noche. Siempre se preocupaba por Shaoran; sabía que él se arriesgaba en muchas ocasiones. Se volvió a mirarlo mientras trabajaba en la computadora. Siempre tan serio, tan seguro de si mismo. Se dijo a si misma que debía tener la confianza de que él sabía lo que hacia, después de todo él era el mejor.
 
Shaoran escucho que Sakura suspiraba y le lanzó una mirada rápida, aunque volvió completamente su vista a ella cuando se dio cuenta de que lo miraba a él. Cuando Sakura salio de su ensimismamiento y notó que observaba a Shaoran con detenimiento y que este se había dado cuenta.
 
-¡Oh! -se sobresalto Sakura, dejando caer un par de hojas, cosa que aprovecho Shaoran para volver su atención al monitor-. Bien -dijo Sakura tratando de conservar la calma-, ya termine -paso saliva-. ¿Se… se te ofrece algo más?
 
-No… no, nada. Que descanses.
 
-Tu también, hasta mañana -y sonrojada salió rápidamente del lugar.
 
-Hasta mañana -suspiro de alivió un sonrojado Shaoran.
 
Después de verla partir la sensación de malestar regresó a él. Y hoy todavía más que cualquier otro día, sobre todo después de lo que le dijera esa mañana Yamazaki.
 
- Flash Back -
 
-Buenos días Li -saludo el joven al ver entrar a Shaoran a la oficina de seguridad en la mansión Daidouji.
 
-Buenos días Yamazaki. ¿Todo bien?
 
-Todo tranquilo jefe -contesto Yamazaki lanzando un bostezo.
 
-Puedes irte, entonces.
 
-¡Que bien! -dijo Yamazaki recogiendo sus algunas de sus cosas y encaminándose a la puerta.
 
-¡Espera! -lo detuvo Shaoran, antes de que saliera-. Un último favor.
 
-Lo que sea jefe.
 
-Le llevarías esto a Sakura a la oficina -y le tendió unos papeles-. Ella sabe que hacer con ellos.
 
-Esta bien jefe. De paso iré a espantarle algunos moscorrofios a la chica.
 
-¿Cómo? -dijo Shaoran sobre su hombro, ya estaba acostumbrado a las exageraciones de Yamazaki.
 
-Si, últimamente la oficina esta muy solicitada.
 
-¿Ah si? ¿Y porque razón? -preguntó Shaoran, Yamazaki contaba ahora con toda su atención.
 
-¡Si! -exclamo Yamazaki al darse cuenta que estaba siendo escuchado-. Cada vez que paso por ahí hay alguien hablando con Sakura, a veces he tenido que entrar y correr al que se encuentre, pues ella ya no haya como sacarlos de ahí. El otro día hasta las gracias me dio, pues ya tenía que salir para acá.
 
-¿De verdad? -dijo Shaoran más serio que nunca.
 
-Bueno, hasta mañana jefe.
 
-¡Oye Yamazaki! -lo detuvo Shaoran se le había ocurrido algo.
 
-¿Crees que podrías encargarte de la oficina en los próximos días?
 
- Fin de Flash Back -
 
-Malditos -dijo Shaoran en voz alta-. Con que muy solicitada… chasco que se van a llevar -sonrió sutilmente ante la gran decepción que se llevarían por la ausencia de la joven ojiverde.
 
 
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Sakura que para ese entonces ya había llegado donde Tomoyo le daba la buena noticia.
 
-¿Qué te parece? -pregunto la chica de ojos verdes-. Ahora podré estar aquí de tiempo completo.
 
-Que bueno Sakura, ya me parecía que era demasiado complicado para ti.
 
-Bueno si un poco… pero eso a mi no me importaba mucho.
 
-Si me imagino… -titubeo antes de seguir-. ¿Te puedo hacer una pregunta Sakura?
 
-Adelante.
 
-He notado que a veces llamas Shaoran a Li ¿Por qué? Es decir, porque no llamarlo Shaoran todo el tiempo.
 
-Ah eso -dijo Sakura un poco apenada-. ¿puedes guardar un secreto?
 
-Si
 
-Bien, pues… poco tiempo después de que Sha… -titubeo un poco-. Shaoran me contratara comenzamos a llamarnos por nuestros nombres. Pero Shaoran es muy serio en su trabajo y prefiera que en la oficina cuando no estamos solos o delante de los clientes lo llame Li y él me llama Kinomoto.
 
-Ah, entonces eso quiere decir que son amigos.
 
-Si a mi me gusta creer que si -aceptó Sakura tomando un sorbo de su té, después probó un poco del pastel que le había servido Tomoyo-. Este pastel esta delicioso -dijo tratando de cambiar el tema.
 
-¿Te parece? -dijo Tomoyo entendiendo que Sakura no quería hablar del asunto-. Yo lo hice.
 
-¿De verdad? Esta buenísimo.
 
-Gracias.
 
-¿Donde aprendiste a cocinar así?
 
-En uno de los colegios a donde me mandaron mis padres.
 
-¿Qué colegio?
 
-Un colegio suizo -dijo Tomoyo con cierta tristeza.
 
-¿En el extranjero? ¿Por qué tan lejos? ¡Oh! perdón -se disculpó Sakura-. No quiero parecer entrometida.
 
-No te preocupes, no lo eres -y Tomoyo se dispuso a contarle a Sakura lo que había sucedido años atrás.
 
-¡Oh! cuanto lo siento -dijo Sakura sinceramente-. Debió ser difícil para ti.
 
-Si lo fue -aceptó Tomoyo triste pero con la sensación de alivio por al fin haber podido hablar de ello con alguien-. Y dime Sakura, ¿Dónde esta tu familia? -ahora era ella quien cambiaba el tema.
 
-Mi familia tiene un rancho a unas 5 horas de la ciudad.
 
-Estas muy lejos de ellos.
 
-Si lo sé -suspiró-. Pero tuve que venir a la ciudad a demostrarle a mi hermano que no era un monstruo inútil -dijo Sakura con una expresión infantil.
 
-¿A tu hermano?
 
-Mi hermano Touya, actualmente él es quien está al frente del rancho.
 
-¿Y tus padres?
 
-Mi madre murió cuando yo era pequeña.
 
-Lo siento -dijo Tomoyo con sinceridad.
 
-No te preocupes. Aún tengo a mi padre. Él es arqueólogo.
 
-¡Arqueólogo! Y como fue que decidieron tener un rancho.
 
-En realidad era el sueño de mi madre. Después de morir su padre siendo ella su única familia le heredo todo lo que tenía. Así que mi madre lo utilizó para comprar el rancho. Ella quería educar a su familia alejada de la ciudad. Poco tiempo después ella murió. Mi padre queriendo respetar los deseos de mamá conservó el rancho. Le resultó difícil al principio, tuvo que dejar de lado su profesión unos años. Mi hermano se involucró casi de inmediato, el quería mucho a mamá; como es un poco mayor que yo conservo más recuerdos de ella.
 
-¿Cuántos años te lleva?
 
-Siete.
 
-Y, ¿dices que ahora el esta al frente del rancho?
 
-Si, mi padre lo convenció de estudiar en la universidad, le dijo que debía tener más conocimientos para manejar el rancho y hacerlo prosperar. Pero inmediatamente después de terminar regreso y se dedicó por entero a él.
 
-Y entonces tú padre ahora se dedica a su profesión.
 
-Así es. Actualmente va de excavación en excavación y es tan bueno que algunas veces va a congresos a exponer temas -finalizó Sakura con orgullo.
 
-Entonces, ¿no te llevas bien con tu hermano?
 
-No es eso, yo lo quiero mucho. Pero siempre anda detrás de mí, vigilándome y espantando a cuanto hombre se me acerca.
 
-¡Ah! Bueno, tal vez es porque se preocupa por ti.
 
-Es lo que dice Yukito.
 
-¿Yukito?
 
-Yukito Tsukishiro -Sakura lanzó un largo suspiro-, el mejor amigo de mi hermano y actual capataz del rancho. Lleva muchos años con nosotros, él y Yue.
 
-¿Yue? ¡el detective Yue Tsukishiro!
 
-Si son hermanos… ¡Oh no! -exclamó Sakura llevándose una mano a la boca.
 
-¿Qué pasa?
 
-Es que no debí decirte nada sobre Yue, no creo que a Shaoran le guste que otros sepan la relación que tengo con él.
 
-No te preocupes, nada saldrá de mis labios.
 
-Gracias -dijo con alivio.
 
-¡Quieres ver una foto de mi familia! -tomando su portafolio. -Siempre llevo una foto de ellos conmigo a todas partes... -sonrió a la chica-. ¿Dónde estará?
 
-Si claro -aceptó Tomoyo entusiasmada, toas esa información le había dado curiosidad.
 
-Siempre llevo una foto de ellos conmigo a todas partes... -sonrió a la chica-. ¿Dónde estará? ¡Aquí esta!
 
La fotografía había sido tomada recientemente, en lo que parecía ser la parte exterior de la casa en una especie de terraza. Sakura estaba en ella sonriente como siempre y se encontraba rodeada por hombres.
 
-Este es mi papá -dijo Sakura señalando a uno de ellos.
 
Era un hombre de cabello castaño como el de Sakura a excepción de algunas canas que apenas alcanzaban a verse, era alto y usaba anteojos. Tenía un aspecto bondadoso y rodeaba con el brazo los hombros de su hija.
 
-Este es Yukito -señalo a la derecha.
 
Tomoyo pudo ver a un joven de una apariencia apacible, sonriente y muy atractivo, le dio la impresión de que era alguien confiable con quien fácilmente se puede entablar una amistad.
 
-Y mi hermano Touya.
 
Tomoyo centro su atención en este último; un poco más alto que los otros dos hombres se encontraba a la derecha de Yukito, recargando el antebrazo en el hombro de este, con la otra mano en la cintura, se podía ver la confianza en si mismo que reflejaba. Llevaba unos jeans ajustados, una camisa de manga corta a cuadros sin abrochar y desfajada, debajo de esta, una camiseta blanca que contrastaba con la piel dorada por el sol. Se veía delgado pero fuerte y tenía los hombros anchos. Tenía una cara muy particular con facciones muy definidas, nariz arrogante y una boca sensual. A penas alcanzó a ver el cabello negro oculto tras un sombrero de ala ancha.
 
-¿Qué tan malo puede ser que alguien se preocupe por ti? -preguntó Tomoyo en un suspiro señalando al hermano de Sakura.
 
-No conoces a Touya -y comenzó a caminar de un lado al otro- ¡Mi padre tuvo que convencerlo para que me dejará venir a la ciudad! -dijo empezando a contar con los dedos-. Cuando encontré apartamento ¡él vino a dar su aprobación! A mi padre le encantó, pero a mi hermano… - dijo echando los ojos hacia atrás, cosa que divirtió a Tomoyo.
 
-Sigo sin ver lo malo -defendiendo al atractivo joven de la fotografía.
 
-Touya tiene una forma de presionar -siguió el conteo-. En especial a los hombres que me interesan. Un par de meses en el rancho y puede reducir a cualquiera al tamaño de un pigmeo. Todo el tiempo me llama monstruo y cosas por el estilo… Y además…
 
Tomoyo seguía escuchando la larga lista de defectos de Touya Kinomoto y al mismo tiempo contemplaba la fotografía del mismo.
 
-No puede ser tan malo -dijo para si misma.
 
 
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Sakura salía por la puerta principal de la mansión de los Daidouji después de la conversación con Tomoyo. No estaba segura de haber hecho lo correcto al hablarle sobre Yue, aunque Tomoyo era muy discreta y no comentaría nada.
 
-Buenas Noches -escuchó Sakura a un lado suyo y vio que se acercaba a ella la sombra de un hombre.
 
-Buenas noches -contestó al reconocer al chofer del señor Daidouji. Era un hombre no muy alto, rubio, muy agradable que siempre la saludaba cuando se veían.
 
-¿Apenas termina?
 
-Bueno, si, algo así -no podía decirle que había estado platicando con Tomoyo.
 
-La vi salir de la casa y no pude evitar acercarme a saludar.
 
-¿Apenas va llegando Matsagi? -preguntó la chica cortés.
 
-Si, acabamos de regresar de la oficina. Pero por favor no me hables de usted que me haces sentir viejo.
 
-¡Oh! no era mi intención -rió Sakura.
 
Shaoran estaba dando una vuelta por el lugar para cerciorarse que todo estaba en orden, sobre todo ahora que todos los miembros de la familia estaban en casa. De repente un sonido llamo su atención, una risa bastante familiar. Camino unos pasos hacia donde se oían unas voces y al dar una vuelta puedo ver a Sakura que platicaba animada con el chofer de Daidouji.
 
Ese hombre se inclinaba hacia Sakura con demasiada confianza y lo que era peor a ella parecía no molestarse. Claro que Sakura era demasiado inocente para darse cuenta que eso podría estar mal y era precisamente esa inocencia lo que la hacia más atractiva. Se acercó a ellos con paso decidido y alcanzó a escuchar un fragmento de la conversación.
 
-¿Ya te vas para tu casa? -preguntó Matsagi-. Porque si es así tal vez yo podría llevarte.
 
-¿No tienes que estar aquí? Podrían necesitarte.
 
-No de momento he terminado aquí. Además si se presenta algo, hay otros dos chóferes en casa ¿recuerdas? Entonces, ¿que dices?
 
-No lo sé… -dijo Sakura pensando en lo que podría pensar Shaoran al respecto.
 
-Para mi no sería ningún problema -insistió Matsagi.
 
-¡Kinomoto! -se escucho la profunda voz de Shaoran-. Pensé que ya te habías ido -se dirigió únicamente a ella ignorando por completo al chofer.
 
-Eso hacia -respondió la chica con una sonrisa.
 
-No lo parece -casi gruño Shaoran más para Matsagi que para Sakura.
 
-Pensaba recoger algunas cosas en mi casa. Puedo llevarte a la tuya de camino -lo que parecía una sugerencia sonó como una orden, pero eso no le importó a Sakura que estaba encantada con la idea.
 
-¡Si claro!
 
-Bien, entonces vámonos -y sin más la tomo por el brazo para escoltarla hacia su auto.
 
-Hasta luego -se despidió Sakura lanzando una mirada atrás a un sorprendido Matsagi.
 
Mientras Shaoran ayudaba a Sakura a subir a su auto, activo el radio para avisar que saldría un par de horas.
 
Parece que te llevas bien con ese sujeto -dijo molesto Shaoran que guiaba el auto fuera de la propiedad.
 
Bueno… -dudó Sakura un momento apenas se percataba del estado de ánimo del joven-. En realidad apenas he cruzado algunas palabras con él.
 
-Mmmmm -fue todo lo que salió de Shaoran.
 
-¿Te molesta que haga amistad con él?
 
-No es que me moleste -dijo Shaoran un tanto incómodo con la idea-. Es solo que no creo que sea apropiado.
 
-Y… ¿también te molesta que haga amistad con la señorita Daidouji?
 
-No -relajando su tono de voz.
 
-¿En serio? ¿Por qué?
 
-Creo que ya te has dado cuenta que no tiene muchos amigos.
 
-Si
 
-Bueno, creo que ella necesita una amiga, sobre todo en estas circunstancias.
 
-Eso es muy tierno de tu parte Shaoran -murmuró ella sonriendo a su jefe.
 
-Bueno, no importa -dijo incómodo apretando el volante del auto con fuerza-. Además creo que a los señores Daidouji no les importa. Tú les agradas.
 
-¿Si? ¿Porque crees que sea eso?
 
-Tú le puedes agradar a muchas personas Sakura -y se volvió hacia ella aprovechando un semáforo en rojo.
 
-Gracias -y le dedicó una de sus mejores sonrisas.
 
-De nada -carraspeó nervioso-. ¿Ya cenaste?
 
-No
 
-¿Querrías acompañarme a cenar? -dijo muy serio, aunque notó que las manos le sudaban.
 
-¡Claro! -aceptó Sakura pesando que este debía ser su día de suerte hacía siglos que Shaoran no la invitaba a cenar.
 
-“Ella es mi responsabilidad.” -pensó el estricto joven-. “Y no le conviene nada ese Matsagi eso jamás”.
 
 
Continuara…
 
Nota de la autora: Espero que les haya gustado este capítulo, en especial para los fans de Touya porque hay una pisquita de él. Espero les gustara esta parte pues a mi me costo varios días poder dar con una descripción aceptable de Touya. Antes de que lo olvide debo decir que trataré de actualizar más o menos cada dos semanas.