Card Captor Sakura Fan Fiction ❯ Junto a ti ❯ Capítulo 14 ( Chapter 14 )

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JUNTO A TI
Por Daulaci Serv
Con los personajes de Card Captor Sakura, Por CLAMP.
Con una especial agradecimiento a Crystal23quien a sido toda una inspiración y un gran apoyo como beta en este fic.
 
CAPITULO 14
 
Al siguiente día por la noche Tomoyo se encontraba frente al espejo dándose los últimos toques de maquillaje. Dio una última mirada a su apariencia. Debía agradecer que Sakura fuera tan precavida y empacara un par de vestidos, los dos sencillos y elegantes, aunque para su gusto demasiado cortos. El que llevaba puesto para esa noche era el más discreto, con las mangas tres cuartos, el cuello redondo, sin mostrar demasiado, a excepción de las piernas, la falda le llegaba un poco por arriba de las rodillas.
 
Aspiro profundo, se sentía algo nerviosa esperando la hora en que Eriol pasaría por ella. Afortunadamente no hubo grandes problemas para salir esa noche.
 
- Flash Back -
Esa mañana…
 
Tomoyo estaba en la cocina preparando el desayuno, absorta en sus pensamientos. Todavía debía encontrar la forma de mencionar a todos que había aceptado salir con Eriol esa noche. Si era sincera consigo misma era solo la opinión de una persona en particular la que le preocupaba.
 
-Buenos días -saludo Fujitaka al entrar a la cocina.
 
-Buenos días señor Kinomoto -respondió la chica sonriendo.
 
-¿Los muchachos no han llegado? -preguntó extrañado.
 
-No, todavía no -respondió Tomoyo consultando el reloj de la pared.
 
-Parece que esta vez se les hizo un poco tarde -dijo Fujitaka imitando a la chica.
 
-Así parece, pero tampoco ha pasado mucho tiempo.
 
-Tal vez anoche abusamos un poco, la velada fue un poco larga.
 
-¿Le parece? -preguntó Tomoyo tratando de no darle importancia-. “Un poco larga, ¡yo diría que interminable! -pensó con burla.
 
Fujitaka se quedó callado un buen rato y observó a Tomoyo sin animarse a hablar, pero poco después…
 
-Lamento mucho si Nakuru no se portó muy amable contigo.
 
-No se preocupe señor Kinomoto -respondió ella sin saber que más decir, no esperaba una disculpa por el comportamiento de la novia de su hijo.
 
-Al parecer la joven se sintió amenazada.
 
-¿Amenazada? -exclamó Tomoyo dejando de momento lo que hacía-. ¿Por mi?
 
-Cualquiera se sentiría amenazada frente a una chica tan hermosa.
 
-¡Señor Kinomoto! -dijo Tomoyo sonrojada-. Ella es una mujer muy hermosa, yo no creo…
 
-“Ella” carece de muchas cualidades que a ti te sobran. Por favor, no hagas caso de sus insinuaciones. Se muy bien que Nakuru Akizuki puede ser una molestia cuando se lo propone.
 
-No lo haré -aseguro Tomoyo-. Muchas gracias por preocuparse por mi.
 
Fujitaka sonrió con amabilidad y se dispuso a ayudar a Tomoyo poniendo la mesa.
 
-Por supuesto también hay otras personas que si aprecian tus cualidades -dijo Fujitaka con toda intención y observó a Tomoyo con cuidado.
 
-¿Ah si? -preguntó ella más sonrojada lanzando una mirada rápida a Fujitaka.
 
-¡Claro! Fue una fortuna que Eriol viniera anoche. Hizo la velada más llevadera.
 
Tomoyo solo pudo asentir, el señor Kinomoto tenía razón, no sabía que hubiera hecho sin Eriol en la cena. La noche tal vez habría sido un verdadero desastre.
 
-Por cierto… mmm -dudó un momento-. Eriol me invitó a salir esta noche y yo… acepté. Espero que no haya ningún inconveniente.
 
-Claro que no -aseguró Fujitaka un tanto triste. Pensó en Touya, si su hijo no se daba prisa alguien más podría ganarse el corazón de Tomoyo.
 
-Por supuesto pienso dejar la cena preparada para ustedes -agregó regresándole la realidad-. No crea que voy a dejarlos sin comer… -dijo Tomoyo volteando y guiño el ojo tratando de bromear.
 
-¿Por qué habrías de dejarnos sin comer? -preguntó Yukito muy serio desde la puerta, imitando el tono de voz de Touya. Cuando Tomoyo se volvió a verlo Yukito guiñaba el ojo indicando que participaba en la broma.
 
Tomoyo trató de sonreír y se volvió fingiendo que empezaba a servir los platos mientras se llevaba una mano al pecho y dejaba escapar un suspiro, por un momento creyó que era Touya quien había llegado.
 
Fujikata le explicó a Yukito que Tomoyo saldría esa noche. Los dos se lanzaron una mirada de entendimiento. Habían pensado lo mismo: ¿Quién se lo diría a Touya?
 
-Por mi no te preocupes Tomoyo -dijo Yukito después de un corto silencio-. Le prometí a Mina llevarla al cine hoy así que no estaré por aquí para cenar.
 
-Muchas gracias Yukito.
 
En ese momento entró Touya a la cocina, parecía muy serio y sobre todo cansado.
 
-Buenos días -saludó Touya con fría cortesía.
 
-Buenos días hijo. ¿Te sientes mal? ¿Pareces cansado? ¿No dormiste bien? -preguntó preocupado.
 
-No, no dormí bien -respondió Touya lanzando una mirada rápida a Tomoyo.
 
El desayuno transcurrió tranquilamente, Touya permaneció callado la mayor parte del tiempo y nadie se atrevió a mencionarle la salida de Tomoyo esa noche.
 
Touya desayunó sin saborear nada de lo que Tomoyo había preparado, por un momento observó las delicadas manos de la chica y recordó la escena de la noche anterior con Eriol tomándole las manos. Se sentía furioso y frustrado, ganas no le habían faltado para quedarse, decirle que “ella no estaba disponible para él”, y meter a Tomoyo a la casa en un segundo, pero con Nakuru a un lado, no se podía hacer nada. Se encontró toda la noche preguntándose ¿qué podía haberle dicho Eriol mientras le tomaba la barbilla?, ¿cómo es que la chica permitía tal confianza? ¿Hacia donde iba esa amistad?
 
Todavía peor fue para él descubrir que lo mataba la idea de que alguien que no fuera él la besara.
 
Touya pensaba esto sintiendo un nudo en el estómago y levantó la vista buscando a Tomoyo y centró su mirada en los labios de la chica.
 
De repente se puso de pie sorprendiendo a todos.
 
-Ya terminé -anunció indiferente.Le desesperaba aquel sentimiento amargo en la boca del estomago y la cabeza le daba vueltas. Con su estrepitoso levantamiento, sorprendió a los comensales-. Gracias por la comida.
 
Se dirigió a la salida y se detuvo en la puerta.
 
-Esta noche no cenaré en casa -informó y sin más salió de la cocina.
 
Todos en la mesa habían contenido la respiración un momento y después de un segundo sonrieron y terminaron con el desayuno. En especial Yukito que sabía que tenía que alcanzar a Touya. Agradeció el desayuno y salió de la cocina.
 
-Bueno… a pesar de su actitud, eso estuvo bien. Digamos que hasta perfecto debido a la ocasión ¿no es así? -dijo Fujitaka ayudando a recoger la cena-. Parece que eso lo soluciona todo, solo seré yo para la cena y puedo encargarme de eso yo mismo. Así que puedes salir sin ningún problema.
 
-Pero cenará solo -se lamentó Tomoyo.
 
-No te preocupes, creo que puedo sacarle provecho a esta noche y disfrutar de la casa para mi solo.
 
-¿Está seguro? Porque puedo llamar a Eriol…
 
-Nada de eso -negó Fujitaka con la cabeza y tomó a la chica por los hombros para mirarla a los ojos-. Creo que es hora de que salgas una noche a divertirte.
 
-Gracias señor Kinomoto.
 
- Fin Flash Back -
 
Tomoyo suspiró y se animó a si misma pensando que el señor Kinomoto tenía razón. Ya era hora que tuviera tiempo para divertirse y debía sentirse muy feliz por que fuera con Eriol. Tomó su bolso con decisión negándose a pensar en cualquier otra cosa. Miró el reloj y vio que era la hora. Eriol prometió ser puntual, y ella no quería hacerlo esperar. Salió de su cuarto y se dirigió a la sala para esperar ahí. Se escuchó el timbre y Tomoyo se apresuró, seguramente era Eriol.
 
Antes de llegar a la puerta se encontró a Touya que bajaba las escaleras con rapidez, aunque distraído ocupándose de arreglar el cuello de la camisa.
 
Los dos se dieron cuenta de la presencia del otro casi al mismo tiempo. Tomoyo se detuvo al pie de la escalera y Touya disminuyó el paso bajando lentamente uno a uno los últimos escalones.
 
Tomoyo se obligó a respirar pausadamente mientras lo veía descender. Llevaba una chaqueta negra de piel, las piernas largas envueltas en pantalones negros, el cabello húmedo, lo tuvo frente a ella consciente del olor de la loción que usaba y toda esa virilidad irresistible.
 
Touya no se percató del escrutinio del que era objeto ocupado él mismo en recorrer cada detalle en el atuendo de Tomoyo. Llevaba el pelo suelto, tenía cierto rubor en las mejillas. El vertido era corto y dejaba ver sus preciosas y delicadas piernas.
 
Una exquisitez delicada estaba frente a sus ojos. No pudo evitar el lanzar otra mirada para nada disimulada.
 
Antes de que alguno pudiera decir palabra el timbre empezó a sonar de nuevo. Tomoyo se sobresaltó recordando que debía ser Eriol bajo la vista, reunió fuerzas y obligándose a caminar se dirigió a la puerta, apenas camino dos pasos cuando Touya la atajo.
 
-¿Vas a salir esta noche? -preguntó Touya entre sorprendido y molesto.
 
-Si - respondió Tomoyo dando un paso a un lado y Touya volvió a atajarla.
 
El timbre sonó de nuevo.
 
-¿Con algún admirador?
 
-Con un amigo -repuso ella con énfasis.
 
-¿Con Hiragizawa? -rugió Touya y se volvió a escuchar el timbre.
 
-Debe ser él -fue la respuesta nerviosa de Tomoyo afectada por la proximidad de Touya y la intensidad de su mirada. Trato de esquivarlo pero nuevamente él se interpuso en su camino-. Déjame pasar Touya tengo que abrir la puerta.
 
-¿Con Hiragizawa? -repitió la pregunta.
 
-Si, con él -respondió molesta-. Pero eso es algo que a ti no te incumbe.
 
-Tu vida íntima es asunto tuyo -asintió él con aparente frialdad ignorando la ahogada exclamación femenina-, pero se vuelve de mi incumbencia cuando tiene lugar bajo mi propio techo.
 
Tomoyo lo miró enfadada.
 
-¿Cuándo tengo la oportunidad de hacer otra cosa bajo tu techo que no sea limpiar, pulir, guisar y fregar? Y además todos saldrán y mis labores del día de hoy están hechas.
 
-Estoy consciente de que tu trabajo en la actualidad no tiene fallas -concedió con una mueca-. Pero cuando mencioné “bajo mi techo”, quise decir, por supuesto, mientras vivas en mi casa. Soy responsable de tu comportamiento, el cual… -dijo con énfasis-, según mi propia experiencia, puede ser… bastante desinhibido en ocasiones.
 
-¡Como te atreves! -Tomoyo agrandó los ojos en forma desmesurada-. Fuiste tú… tú quien…
 
-No adoptes ese papel de dama ultrajada -la interrumpió irónico-. Y no trates de decirme que tu amante casado no te enamoró en una forma mucho más… íntima que yo.
 
-¿Mi qué? -Tomoyo lo miró estupefacta.
 
-¿Lo olvidaste tan pronto? ¿No te importa el ego masculino?
 
-¡En lo más mínimo! No tienes idea de lo que hablas -repuso ella tajante-. Y ahora, ¿me permites pasar?
 
El timbre sonó una vez más.
 
-No -dijo Touya con rudeza, sorprendiendo a Tomoyo-. Tu no…
 
Tomoyo ya no supo lo que él iba a decir pues en ese momento Fujitaka salió por una puerta y al mismo tiempo Yukito bajo las escaleras. Los dos con la misma intención de abrir la puerta. Los dos hombres fueron conscientes de la tensión en el ambiente.
 
-Pensé que nadie iba a abrir la puerta -dijo Yukito bajando y ajustándose los puños de la camisa, pues, al igual que Touya también se había bañado y estaba casi listo para salir.
 
No hubo ninguna respuesta y el señor Fujitaka se adelantó a abrir la puerta. Eriol se encontraba detrás de esta y sonrió radiante saludando a todos los presentes. Tomoyo pudo notar que se veía atractivo con el traje azul que llevaba, la chica se adelantó a saludarlo mientras sentía la penetrante mirada de Touya fija en ella.
 
-¡Te ves como modelo de concurso de belleza! ¡Ya me imaginaba algo así! -dijo acercándose al oído de Tomoyo, pero lo bastante alto, para disgustar un poco al hombre de ojos negros presente- Me dan ganas de no volver contigo esta noche -declaró Eriol con entusiasmo y la tomó de ambas manos.
 
-Si hubiera sabido que opinarías eso, ¡nunca hubiera aceptado tu invitación a salir! -sonrojándose sutilmente ante aquel cumplido. Era la primera vez que escuchaba tal halago para su persona. Bastante ingeniosa pensaba ella, y un poco atrevida a la vez.
 
-Despreocúpate -rió él divertido-. No me atrevería.
 
Sin soltar las manos de la joven. Eriol volvió la cabeza hacia las escaleras donde Touya permaneció mirándolos, enigmático.
 
-¿Nakuru y tú saldrán esta noche?
 
-Si
 
-¿A algún sitio especial?
 
-Quizá al mismo que ustedes -repuso Touya con frialdad-. No tenemos tantos sitios especiales para cenar -y diciendo esto, se aproximó a ellos con los brazos cruzados para evitar el aplastarle la nariz a quien minutos antes consideraba su amigo. Ahora pensaba en él, como en una plaga. Peligrosa plaga -. Es probable que nos encontremos.
 
-Seguro -declaró Eriol sonriendo, él era el único de los presentes que parecía disfrutar de la escena, soltó las manos de Tomoyo para mirar el reloj-. Creó que será mejor irnos.
 
Después de esto le ofreció el brazo a Tomoyo y se despidieron de todos.
 
-Cuídala mucho Eriol -pidió el señor Kinomoto desde la puerta mientras Eriol llevaba a Tomoyo hacia el jeep.
 
-No se preocupe señor Kinomoto, cuidare muy bien de este bello ángel.
 
-¡Eriol! -exclamó Tomoyo sonrojada mientras la ayudaba a subir al auto.
 
El señor Kinomoto cerró la puerta y se volvió expectante para observar a su hijo que seguía en el mismo sitio apretando los puños. Sin decir nada se dirigió a las escaleras y las subió apresurado.
 
-La está pasando mal -dijo Fujitaka a Yukito cuando Touya desapareció al final de la escalera-. Tiene todos los síntomas del hombre que esta apunto de enamorarse y lucha con todas sus fuerzas para evitarlo. Un día de estos, explotará -volviéndose a mirar a Yukito- y tal vez cuando lo haga, la habrá perdido.
 
Yukito asintió con ojos brillantes.
 
-Me imagino que está en la fase terminal -dijo Yukito riendo.
 
-Solo espero que se de cuenta pronto -dijo Fujitaka suspirando.
 
*******************
 
Eriol mantenía su atención en la carretera, se mantenía silencioso pero había un brillo de satisfacción en sus ojos que al parecer no se molestaba en ocultar.
 
-Pareces muy contento -dijo Tomoyo haciendo plática.
 
-Pues a decir verdad si -contestó Eriol y la miró de forma fugaz antes de continuar-. Touya parecía realmente enfadado ¿verdad?
 
-¿Te parece? -respondió con incomodidad.
 
-Claro que si. Es más que obvio que está interesado en ti -comentó y enarcó las cejas cuando escucho la risa de Tomoyo.
 
-¡Claro que no! Soy la última en quien tiene interés -declaró con mofa-. Opina que soy incompetente e indigna de confianza -sin embargo, en silencio añadió que últimamente en un par de ocasiones le dijo que su trabajo había mejorado.
 
-¿Indigna de confianza? -Meter frunció el ceño-. ¿Cómo es eso? ¿Acaso te ha dado por tomar los objetos de plata de la familia o algo parecido?
 
-¡En absoluto! No, es sólo que… bueno, no tiene importancia.
 
-¿Es que no confías en mi? -preguntó él fingiendo tristeza.
 
-No, no es eso. Lo que pasa… -Tomoyo dudo suspirando-. Bueno… Touya piensa que Sakura me envió para alejarlo de Nakuru. Cosa que no podía ser mas falsa. Pero te aseguro que no siente los mínimos celos en lo que a mi respecta -se apresuró a decir-. Además se casará con tu prima, y si hace esto es porque la ama ¿no es así?
 
-Touya ya me había mencionado lo de Sakura pero… no lo sé -contestó él con lentitud mientras maniobraba para cruzar el puente-. En ocasiones creo que nunca perdonará a Nakuru por haberlo desilusionado rompiendo el compromiso para “ir a recorrer el mundo”, como dijo ella en aquella ocasión. Lo que necesita Touya es una buena esposa, y mi prima esta muy lejos de llegar a convertirse en eso. Además el no es de los que perdonan y olvidan con facilidad.
 
Tomoyo calló y se dedicó a mirar los árboles a ambos lados de la carretera, luchando contra la opresión que sentía en el pecho. Eriol se unía a la lista de personas le decía que Touya no perdonaba con facilidad. ¿Touya la perdonaría a ella cuando descubriera la verdad? Trató de sacar a Touya de su mente o al menos lo intentaría durante el resto de la noche.
 
-¿Adonde vamos? -preguntó Tomoyo al darse cuenta que daban la vuelta en dirección contraría al pueblo.
 
-Es una sorpresa -dijo Eriol sonriendo.
 
-¿Crees que Touya y Nakuru también vayan al mismo lugar?
 
-Lo dudo mucho -respondió él riendo-. Verás, esa es la idea. Sólo dejé que Touya pensará que era posible.
 
-No entiendo.
 
-Lo entenderás cuando lleguemos allí.
 
Tomoyo se sentía realmente intrigada, más aún cuando salieron de la carretera y tomaron un camino de terracería.
 
La chica se volvió a Eriol asombrada pero este seguía sonriendo y solo le guiño el ojo. Después de 10 minutos el camino terminaba en un claro, Tomoyo pudo ver que se trataba de una especie de mirador desde el cual se podía apreciar el pueblo entero.
 
-Eriol esto es hermoso.
 
-Muchas gracias. ¿Quieres sentarte? -ofreció señalando hacia un lado donde se veía una mesa y una banca de madera.
 
Después de dejarla sentada Eriol regresó al auto y del maletero sacó una canasta con lo que sería la cena.
 
-Pedí al ama de llaves que preparara algo especial.
 
Y así fue los dos disfrutaron de una comida deliciosa acompañada de un poco de vino.
 
-Muchas gracias Eriol todo esto es maravilloso.
 
-Es un placer.
 
-¿Hace cuanto que conoces este lugar?
 
-Ya hace tiempo -dijo Eriol pensativo.
 
-¿Trajiste a tu novia aquí? -preguntó cautelosa.
 
-¿Ah Kaho? -Eriol suspiro-. Si un par de veces.
 
-Lo siento, no debí preguntar.
 
-No, está bien ¿sabes? Me doy cuenta que a pesar de todo no éramos tan afines.
 
-Touya asegura que volverás con ella.
 
-Si lo sé, también me lo ha dicho a mi. Y se porque lo dice. Hubo un tiempo en que ella y yo fuimos la pareja perfecta, pero con el tiempo todo eso cambio, nos ganó la monotonía y la costumbre. Ahora lo entiendo. Al final, me costó aceptarlo, pero en verdad, tal vez el gran tiempo que teníamos juntos fue lo que nos presionaba a un compromiso -mirando al cielo-. Ahora, desde una manera un tanto extraña, agradezco que me haya dejado.
 
-Lo siento mucho.
 
Pasaron largo rato en silencio cada uno absorto en sus pensamientos. Después de un momento Eriol comenzó ha hablar de lo que fue su relación con Kaho, Tomoyo le escuchó sin interrumpirlo pues se daba cuenta que él necesitaba hablar sobre el tema, se sintió muy conmovida al darse cuenta de que alguien confiara en ella de esa manera, sin apenas conocerla.
 
-Gracias por confiar tanto en mi Eriol -dijo la chica tomándole la mano. Eriol solo sonrió y le estrechó la mano con fuerza.
 
-Agradezco tu interés en escuchar. En verdad, necesitaba desahogarme. No que me aconsejaran. O que alguien además de Touya o Yukito me escuchara, alguien que pudiera ser objetivo.
 
Al terminar de comer Tomoyo ayudó a Eriol a guardar todo y se quedaron un momento a observar el paisaje. Tomoyo se abrazó así misma al sentir un poco de frío.
 
-¿Tienes frío? Tondo de mí, debí advertirte que trajeras algo. A esta hora y a esta altura refresca un poco -decía mientras se quitaba el saco y se lo colocaba en los hombros. La chica le agradeció con una sonrisa.
 
Después de un rato en que observaron por última vez el paisaje Eriol le tomó la mano y se encaminaron al jeep donde la ayudó a subirse.
 
-El tiempo se me ha pasado volando -dijo Eriol mientras se subía al jeep-. Llegaremos un poco tarde a la galería.
 
-¡La galería! Es cierto, lo olvide por completo.
 
-Eso lo tomaré como un halago. Ahora se que no te aburres conmigo -le sonrió con sinceridad.
 
*******************
 
Llegaron a la galería muy rápido. Se podía ver que el lugar estaba lleno desde afuera, era un local con enormes ventanales, algunas de las obras también se podían apreciar desde afuera. Antes de entrar Tomoyo le devolvió su saco a Eriol, este volvió a tomarle la mano para entrar.
 
Mucha gente saludó a Eriol en el interior y él presentaba a la chica como si fueran amigos de toda la vida. Todos parecían apreciar a Eriol y se alegraban de verlo contento, nadie se atrevió a preguntar por Kaho. Y más aun cuando le vieron en tan placentera compañía.
 
Poco a poco se fueron acercando al grupo de gente donde estaba Fiori el pintor. Tomoyo se sentía un poco nerviosa pues recordaba la promesa de Eriol de presentarle al artista. Tomoyo observó que Fiori era un hombre alto y corpulento, aparentaba cierta brusquedad, pero sabía que eso era solo apariencia, pues sus obras transmitían una gran paz y profundidad. Además Fiori era conocido por ser un hombre de decisiones firmes, un hombre serio y con metas muy definidas. Ahí el porque de su éxito.
 
La emoción de Tomoyo se apagó al darse cuenta que en el grupo de Fiori estaban Touya y Nakuru. Touya la miraba fijamente cosa que la puso nerviosa.
 
-Buenas noches -saludó Eriol-. Disculpen la tardanza.
 
-Eriol Hiragizawa! -exclamó Fiori-. Pensé que no vendrías, aunque Nakuru aseguraba lo contrario.
 
-No me perdería esto por nada. Mira Fiori te presento a una amiga muy querida: Tomoyo Matsube.
 
El pintor estrechó su mano admirando a la chica que tenía frente a él.
 
-Ahora veo porque el retraso y no puedo culparte -declaró el pintor-. Es un placer conocerla señorita Matsube.
 
-Ella es una gran admiradora tuya -dijo Eriol-. Además Tomoyo también es una gran artista.
 
-¡Eriol! -exclamó Tomoyo avergonzada-. No le haga caso por favor él exagera.
 
-¡Ah, una colega! Tendrá que darme su opinión sobre mi obra señorita Matsube.
 
-Cuidado Fiori -advirtió Eriol en broma-. Recuerda que ella viene conmigo. Por cierto… no vienes con nadie. Es raro verte solo.
 
-No -dijo Fiori tensándose un poco-. Esperaba ver a una “amiga” aquí, pero ella está ocupada -y lanzó una mirada rápida a Nakuru.
 
Nakuru quien extrañamente estaba muy callada se puso blanca como papel en ese momento. Fiori no dijo nada más y se llevó a Tomoyo consigo para recorrer el lugar. Touya estaba demasiado ocupado notando el cómodo lenguaje corporal de Tomoyo y Eriol, para percatarse de aquello. Eriol parecía menos tenso y más sonriente desde la última vez que hablara con él y hablaran sobre su rompimiento con Kaho.
 
-Me disculpan un momento -dijo Nakuru después de observar a la pareja alejarse y se marchó por el lado contrario. Con esto, dejó a Touya y Eriol a solas.
 
-Dijiste que llevarías a Tomoyo a cenar -dijo Touya fríamente tomando un sorbo a su copa de vino-. Se tardaron demasiado. Incluso se perdieron del brindis.
 
-Y eso hice. Fuimos a cenar y se nos pasó el tiempo. Es una mujer encantadora el tiempo se paso sin que me diera cuenta -dijo Eriol sonriendo para fastidiarlo-. Si me disculpas voy a alcanzarlos. Y diciendo esto se alejó de Touya quien mantenía la mirada fija en la chica y el pintor.
 
Tomoyo se veía emocionada y no perdía palabra de lo que el artista decía mientras observaban cada una de sus obras. Touya pudo distinguir un brillo de admiración en los ojos de la chica. Cuando Eriol llegó hasta ellos le susurró a Tomoyo algo al oído cosa que la hizo sonreír de esa manera tan especial en ella.
 
Touya sintió una opresión en el estómago y bebió de la copa que apretaba con fuerza. Repentinamente se dio cuenta que si seguía ahí observando no podría controlarse y haría una escena. Dejo su copa y salió del lugar.
 
Caminó varios metros, solo lo suficiente para asegurarse que nadie dentro de la galería pudiera verlo. Caminaba de un lado a otro como león enjaulado. Se pasó una mano por el cabello desesperado. No quería sentirse así y mucho menos quería admitir que se sentía así celoso sumamente CELOSO.
 
Después de recoger a Nakuru esa noche se habían dirigido al lugar que Eriol acostumbraba para sus citas y se sintió frustrado cuando se dio cuenta que no estaba ahllí. En la primera oportunidad se disculpó con Nakuru y se dirigió al teléfono para llamar a los otros dos lugares donde podrían estar, pero en los dos le informaron que “el señor Hiragizawa no hizo reservación esta noche”.
 
Cuando llegaron a la galería y fue más que obvio que Eriol y Tomoyo no llegarían para el momento de los discursos y la inauguración estaba desesperado. Estuvo al pendiente de la puerta sobre todo después de escuchar a Nakuru decir: “No lo puedo creer, Eriol aseguro que estaría aquí. ¿Qué puede estar haciendo en este momento, que sea más importante?”.
 
Por lo tanto Touya vio cuando llegaron. Y fue testigo del momento en que la chica le devolvió el saco a Eriol. Se preguntó que se sentiría ponerse un saco que conservaba su calor. Sus celos se dispararon cuando vio que Eriol la tomaba de la mano ¡y ella lo permitía!
 
Tenía que admitir que había permitido que Nakuru le calentara la cabeza. Ansioso por saber las intenciones de Eriol con Tomoyo, no se preparó para escuchar algo que pudiera no gustarle.
 
- Flash Back -
 
-¿De verdad no crees que Eriol y Kaho regresen? -preguntó Touya mirando fijamente a Nakuru.
 
-Estoy tan sorprendida como tú -respondió la chica y dio un sorbo a su café-. Todos en casa pensábamos que no era más que otra de sus peleas, pero ya han pasado varios días de aquello y ella no ha llamado y él no la menciona en lo absoluto. ¿No crees que era para que a estas alturas Eriol ya hubiera corrido a la ciudad a buscarla?
 
-Tienes razón -admitió Touya observando su tasa de café intacta.
 
-Además, se de buena fuente que Kaho esta saliendo con alguien más.
 
-¿Ah si? ¿Y quien te lo dijo?
 
-Mmm -dudo incómoda Nakuru, no se había dado cuenta de su imprudencia, no podía decirle a Touya que fue un “amigo” el que se lo dijo. Un amigo con el que mantiene una comunicación constante desde que regresará de su último viaje a la ciudad-. Una amiga… si… una amiga con la que hable hace poco me lo comentó. Vio a Kaho y muy bien acompañada si me permites añadir.
 
Para alivio de Nakuru, Touya no pareció interesado en saber más sobre la supuesta amiga.
 
-Claro que lo peor de todo es que Eriol parece estar muy interesado en tu ama de llaves -agregó con malicia.
 
-¿En serio?
 
-¡Si! No te has dado cuenta. Todas esas lecciones de equitación ¡por favor! Te apuesto lo que quieras a que lo menos que han hecho es montar a caballo.
 
- Fin Flash Back -
 
-¡Touya!, ¡Touya! -gritaba Nakuru desde la puerta.
 
-¿Qué pasa? -preguntó este molesto mientras caminaba hacia ella.
 
-¿Cómo que qué pasa? Te he estado buscando por todas partes.
 
-Solo salí a tomar aire fresco.
 
-bueno, ¿y ya terminaste? -preguntó con ironía.
 
-No -respondió él molesto por el tono de Nakuru.
 
-No te entiendo, toda la noche has estado molesto por algo. Yo diría que hasta ausente. ¿Qué es lo que te pasa?
 
-Nada. Además no soy el único que se ha comportado extraño esta noche -acusó él-. Desde que llegamos aquí pareces estar nerviosa y cada vez que puedes te desapareces. No puedes esperar que yo este todo el tiempo, como un paje, esperando a ver cuando regresas.
 
La discusión se volvió más acalorada. A Touya no le importaba lo que pasara con Nakuru y no le interesaba saber el porque de su actitud. Pero, al fin había encontrado la válvula de escape para su frustración y molestia de esa noche.
 
En un momento fue evidente para algunos de los que estaban adentro la discusión que tenía lugar entre la pareja.
 
Eriol y Tomoyo se encontraba escuchando una anécdota de Fiori sobre un cuadro en particular, cuando la atención del pintor se volvió hacia la pareja que discutía afuera. Los dos siguieron la mirada de Fiori y sorprendidos observaron la escena.
 
-Permítanme un momento -se disculpo Eriol y se dirigió a la puerta.
 
-Disculpen -casi gritó Eriol a la pareja para atraer su atención-. Creo que deben dejar esta “charla” para después. Han atraído la atención de mucho allá adentro -dijo señalando con el pulgar.
 
-Qué me importa -dijo Touya cruzándose de brazos.
 
-Eres insoportable -exclamó Nakuru y entró en la galería.
 
Eriol se dio cuenta que Touya no estaba para bromas y que apreciaría más estar solo. Así que se volvió a meter y empezó a buscar a Nakuru.
 
Cuando Fiori vio que Nakuru entraba y se dirigía a la parte posterior de la galería se disculpó con Tomoyo y discretamente fue en la misma dirección de la chica.
 
Eriol caminó hacia Tomoyo.
 
-¿Viste por donde se fue Nakuru? -preguntó buscando entre la gente.
 
-No, no me fijé.
 
-Voy a ver si está bien. Vuelvo enseguida.
 
-No te preocupes, toma el tiempo que necesites.
 
-Gracias, eres un ángel -y sin decir más se volvió para desaparecer entre la gente.
 
La gente seguía murmurando pero Tomoyo optó por centrar su atención en las pinturas y se dirigió hacia una a la que nadie prestaba atención en ese momento.
 
Touya entró a la galería y descubrió a Tomoyo sola en un extremo del lugar y de inmediato se dirigió a ella.
 
Tomoyo pudo ver de reojo que alguien se acercaba y ni siquiera se molestó en volverse a ver de quien se trataba absorta en la apreciación de la obra de Fiori.
 
-Si algún día pudiera hacer algo así -señaló la pintura suspirando-. Definitivamente esta es mi favorita. No crees que es… -se interrumpió cuando descubrió que era Touya el que estaba junto a ella.
 
-Es una pintura hermosa -agregó él con naturalidad ignorando la expresión de la chica-. Y si, creo que es la mejor de toda la exposición.
 
Tomoyo estaba boquiabierta él había adivinado lo que ella iba a decir con respecto a la pintura. Ella empezó a sentirse incómoda y volteó hacia atrás para ver si aparecía Eriol pero no había señales de él.
 
-Tal parece que haz hecho muy buena amistad con Eriol -dijo fingiendo que veía el cuadro.
 
-Así es -no tenía caso negarlo.
 
-Es asombroso considerando el corto tiempo que llevan de conocerse -dijo esto mirándola fijamente-. Parece saber “casi” todo de ti -dijo haciendo énfasis en lo último.
 
-Bueno él y yo… -¿Qué podía decir? Qué de alguna manera se había acercado, que sentía cierta afinidad por él por la situación en la que ambos se encontraban, que amaban a alguien que no los correspondía. Aunque Eriol parecía resignado en cuanto a su separación con Kaho. Pero ella amaba al hombre que tenía delante- …él y yo tenemos algunas cosas en común.
 
-¡Ah si! ¿Cómo cuales? -el tono de Touya era exigente.
 
-Pues… con él puedo hablar de muchas cosas, como la pintura y… me ayuda a aprender a cabalgar, charlamos mucho...
 
Tomoyo ya no continuó consciente del elevado sonido de los murmullos que se escuchaba en el lugar se volvió y vio que una pareja se abría paso saludando a los presentes.
 
-¡Kaho! -exclamó Touya asombrado.
 
-¿Ella es…? -Tomoyo no terminó la pregunta consciente de cual sería la respuesta. Ella era una mujer muy hermosa, elegantemente vestida aunque sin llegar a ser demasiado llamativa, lo cual revelaba su buen gusto. Iba del brazo con un hombre que aunque visiblemente mayor aún conservaba su vitalidad y sonreía complacido-. ¡Oh Eriol! -gimió Tomoyo preocupada por su amigo.
 
Touya escuchó aquello. ¿Se lamentaba por Hiragizawa y la presencia de Kaho? ¿Qué clase de amistad era la que llevaban? Se sentía cada vez más aturdido y confundido.
 
*******************
 
Ajeno a todo esto Eriol aún buscaba a Nakuru por el lugar. Aunque no aprobara el comportamiento de ella la mayor parte del tiempo, no dejaba de ser su prima y consideraba que debía apoyarla en ese momento. Ya se había dado por vencido cuando encontró una puerta tras la cual se encontraban ocultas unas escaleras. Las subió pensando que si no encontraba a Nakuru arriba regresaría con Tomoyo. Al llegar arriba camino unos pasos y se detuvo al escuchar unas voces, siguió caminando lentamente y reconoció la voz de su prima detrás de la segunda puerta.
 
-¡No lo puedo creer! -exclamó Nakuru con sorna-. ¿Tú celoso?
 
-Si, estoy celoso -explotó Fiori-. Vine aquí para darte gusto, pero jamás esperé que me restregarías en la cara a tu novio.
 
-Por favor -pidió Nakuru burlándose-. ¿A ti que te puede importa lo que yo haga? Además acordamos que lo nuestro sería sin compromisos, sin ataduras.
 
-He cambiado de opinión.
 
-No puedes estar hablando en serio.
 
-Claro que si.
 
-No estoy interesada.
 
-“Eres increíble Nakuru -pensó Eriol tras la puerta.
 
-No lo creó -aseguró Fiori dando un paso hacia ella-. En la ciudad te veías bastante interesada.
 
-Te equivo…
 
Nakuru ya no pudo decir nada pues Fiori la besaba con urgencia, ella intentó empujarlo pero él la abrazo más fuerte. No fue necesario luchar pues ella se dejó llevar por él casi de inmediato. El beso continuó hasta que ella soltó un gemido. Fiori levantó la cabeza y con las manos le apretó la cintura, manteniendo el control.
 
-Creo que no estoy equivocado -declaró sarcástico. La respiración de ambos era ágitada.
 
-Maldito…
 
-A fin de mes -hablo el interrumpiéndola-, me voy a Europa con algunas de mis pinturas. Estaré fuera algunas semanas. Si quieres puedes acompañarme -y la soltó lentamente.
 
-¿Qué te hace pensar que yo…?
 
-Si no estas ahí -advirtió apuntándole con el dedo-. Si no estás en el avión conmigo, lo nuestro se acabó.
 
Eriol consideró que era el momento adecuado para interrumpir la conversación antes de que Nakuru pudiera decir algo de lo cual se arrepintiera más tarde. Tocó a la puerta y abrió.
 
-Lo siento -se disculpó al entrar, los dos lo veían sorprendidos e incómodos pues sabían que habían sido descubiertos-. La gente empieza a preguntar por Fiori -y se volvió hacia este.
 
-Es que yo… -dudó un momento y miró a Nakuru fijamente-. A fin de mes, si no estas… -y salió sin decir nada más.
 
-Tal vez quieras arreglarte un poco antes de regresar allá abajo -sugirió Eriol al notar la apariencia de su prima.
 
Ella se arregló lo mejor que pudo y retocó su maquillaje, se sentía molesta y miraba a Eriol de soslayo esperando a que empezara con sus burlas.
 
-¿No vas a decir nada?
 
-Yo creo que ya te han dicho suficiente por una noche -dijo él sin el menor asomo de burla en su voz.
 
Nakuru se mordió el labio avergonzada.
 
-Ya estoy lista.
 
Los dos salieron del lugar y se dirigieron hacia abajo sin imaginar lo que les esperaba.
 
*******************
 
Tomoyo buscaba a Eriol por el lugar, Kaho estaba en ese momento en el otro extremo del salón.
 
-¿Por que te preocupa tanto? -preguntó Touya a su lado.
 
-Tu sabes porque.
 
Fiori salió de la nada y pasó junto a ella casi sin verla, a los pocos minutos Eriol aparecía junto a Nakuru a quien notó diferente.
 
-¡Eriol! -exclamó Tomoyo aliviada.
 
-¡Hola! -dijo con una sonrisa-. Veo que me extrañaste.
 
-No, bueno si, pero es que yo… -Tomoyo lo miraba angustiada, no sabía como decírselo.
 
-Creo que tienes que saber… -se escuchó la voz de Touya detrás de ella, también quería advertirle sobre la presencia de Kaho.
 
-¡Kaho Mizuki! -exclamó Fiori a lo lejos-. No esperaba verte aquí.
 
Tomoyo había sujetado a Eriol del brazo y percibió el instante en que él se tenso.
 
-Si -susurró Tomoyo-, ella esta aquí. Eriol avanzó un paso, pero Tomoyo lo detuvo-. ¡Eriol! -exclamó la chica para que la mirara-. No viene sola.
 
Eriol pasó saliva y aspiró con fuerza, otra vez miró hacia donde estaba Kaho y la vio aunque no pudo ver a quien la acompañaba. Miró a Tomoyo y trato de sonreír, ella tomó su mano para darle apoyo.
 
-Tú estás conmigo, ¿verdad ángel? -dijo Eriol, mirándola a los ojos. Tomoyo comprendió y asintió sin dudar, entrelazó sus dedos con los de él, Eriol le besó la mano y susurró al oído-: Eres la mejor amiga que alguien pueda tener -se volvió a Touya y sin apenas mirarlo dijo-: Discúlpanos.
 
Los dos se alejaron caminando en dirección a Kaho, Eriol pasó el brazo por los hombros de Tomoyo. Touya presenció todo esto sintiendo una opresión en el pecho, pensó que nunca había sentido un dolor tan grande.
 
-Quisiera irme Touya -pidió Nakuru junto a él-. ¿Podrías llevarme a casa?
 
-Si, vamos -respondió él con la voz ronca-. Ya no hay nada más que hacer aquí.
 
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Tomoyo iba en el jeep con Eriol, los dos iban muy callados. Ella pensaba en todo lo sucedido momentos antes. Eriol se presentó ante Kaho con la misma sonrisa de siempre. Las presentaciones fueron hechas. Mientras conversaba, Eriol abrazaba a Tomoyo por la cintura, pero sin ninguna pretensión, ella sabía que en ese momento era la única manera en que él podría sentirse apoyado. Todos en el lugar lanzaban miradas al grupo, nadie se perdía detalle, pero nada más sucedió. Tomoyo pidió a Eriol que la llevara a casa y pudo ver el alivio en sus ojos cuando la miró agradecido.
 
Después de despedirse de todos con la misma alegría que había mostrado al llegar se marcharon. En cuanto Eriol entró al jeep, lanzó un suspiró, Tomoyo tomó una de sus manos y la apretó. Eriol sonrió y beso la mano de la chica: “No se que hubiera hecho sin ti”, eso fue todo lo que dijo, no hablo más durante todo el trayecto.
 
Llegaron al rancho de los Kinomoto, Eriol la ayudó a bajar y la acompaño hasta la puerta.
 
-Muchas gracias por todo, Tomoyo -dijo Eriol con tristeza, ya no era necesario aparentar.
 
-¿Qué vas a hacer ahora? -preguntó ella preocupada.
 
-No lo sé.
 
-¿Por qué no entras?, puedo preparar café y si quieres podemos hablar -ofreció ella conmovida.
 
-No, no lo creo. Prefiero estar solo.
 
-Pero Eriol…
 
-¿Estas preocupada por mi? -Tomoyo asintió, Eriol le tomó las dos manos-. No tienes que estarlo -aseguró él.
 
-Pero es que…
 
-No te preocupes, no voy a hacer nada extraño, no voy a hacer nada como la última vez.
 
-Lo prometes.
 
-Lo prometo -dijo colocando su mano derecha en el pecho-. Si, no que me parta un rayo -dijo tratando de bromear pero bajo la cabeza ocultado la mirada.
 
-Eriol -dijo la chica conmovida y lo abrazo.
 
-Esa noche, solo quería olvidar. Olvidar por un momento, sabía que el alcohol no solucionaría nada… pero no quería pensar… no quería sentir.
 
-Yo lo sé -dijo ella susurrando-, yo lo entiendo.
 
Eriol se aparto un poco y miró los ojos angustiados de la joven por un momento y después declaró visiblemente conmovido.
 
-Entonces ¿es verdad? Te has enamorado de Touya.
 
Tomoyo se sentía aturdida para discutir el punto, y asintió mientras una mirada mezcla de compasión y enfado iluminó sus ojos. Eriol la abrazó una vez más y ella apoyó la cabeza en su pecho.
 
-Oh, Tomoyo -suspiró-, ¡no podías haber elegido a alguien peor que él para enamorarte! -dijo Eriol incapaz de decir otra cosa-. Aparte de Nauru, quien ha estado en su vida desde que yo recuerdo, él cree que Sakura te envió para apartarlo de ella. Y no se dejará vencer por Sakura, como tampoco lo hizo antes con las otras jóvenes que ella mandó.
 
-¡Pero Sakura no me envió por ese motivo! -un brillo iluminó los ojos de Tomoyo-. Yo… yo estaba… yo tenía…
 
Las lágrimas brotaron de sus ojos y Eriol la oprimió más mientras la miraba, compadecido. Ambos parecieron percatarse al mismo tiempo que el abrazo se volvía más íntimo.
 
-¿Tomoyo? -musitó él, sorprendido.
 
Tomoyo se sentía como hipnotizada cuando la boca masculina tocó sus labios con cuidado. En ese momento sintió agradecimiento, Eriol era tierno, gentil y considerado.
 
Cuando el beso terminó los dos se miraron y sonrieron.
 
-¡Que par de tontos somos! ¿Verdad? -exclamó Eriol, recuperando su buen humor, Tomoyo asintió-. Mejor pareja no podíamos ser -Eriol la abrazó de nuevo y después le dio un beso en la frente.
 
-Será mejor que te vayas a descansar, yo haré lo mismo -dijo él dándole un empujoncito hacia la puerta-. Tal vez mañana cuando no estemos tan deprimidos te acepté ese café y podamos hablar.
 
-Si, ¿por qué no? -dijo la chica abriendo la puerta. Ella espero a que Eriol subiera al jeep y vio como se alejaba.
 
A unos metros de ahí y junto a un árbol estaba Touya quien había presenciado toda la escena, desde donde estaba no pudo escuchar nada de lo que hablaban pero no era necesario para él, había visto lo que esperaba. Vio que Tomoyo entraba a la casa y encendió un cigarrillo. Hacia tiempo que no fumaba pero lo necesitaba, lo necesitaba más que nunca.
 
Tomoyo entró en la casa y notó que las luces de la sala estaban encendidas, camino hacia ahí y se encontró con el señor Kinomoto, quien al ver a la chica se puso de pie de inmediato y caminó hacia ella.
 
-Yue llamó.
 
Continuara...
 
Nota de la autora: ¿Qué tal? ¿Qué les pareció? La verdad no esperaba que saliera este capítulo así, lo de Kaho me salió de repente. Ya sé, parece que Eriol y Tomoyo fueran a ser pareja pero NO, esto sucedió en un momento en que los dos necesitaban consuelo, de alguna manera Tomoyo se vio reflejada en Eriol y los sentimientos que sentía, por eso Eriol se burla porque los dos comprenden perfectamente lo que sucede. Así que tanto para los que me han expresado su preocupación porque no hubiera romance entre ellos dos y para los que por el contrario quisieran que hubiera algo: NO, no va haber nada entre esta pareja (aunque a mi me encanta), y aunque estoy segura que esto crearía montón de situaciones, prefiero no recurrir a esto pues me saldría mucho del contexto de la historia, además ya voy muy adelantada y no hay modo de meter algo así dentro de la trama en este momento. Pobre Touya, se que lo estoy haciendo sufrir mucho y se que lo estoy haciendo mucho de emoción, pero de apoco poquito es más emocionante, creo yo. Ya se que el capítulo esta muy pequeño, pero prometo compensarlos en el siguiente. Creo que a partir de este capítulo todos tienen algo que me encanta, así que prometo mucho romance. Sigan leyendo yo seguiré escribiendo. Hasta la próxima.