Card Captor Sakura Fan Fiction ❯ Junto a ti ❯ Capítulo 22 ( Chapter 22 )
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JUNTO A TI
Por Daulaci Serv
Con los personajes de Card Captor Sakura, Por CLAMP.
Con una especial agradecimiento a Crystal23quien a sido toda una inspiración y un gran apoyo como beta en este fic.
CAPITULO 22
Shaoran iba manejando concentrado en el camino que se abría frente a él y chocando a cada momento que no hubiese ningún auto siguiéndolos.
Después de lo ocurrido a Sakura y todo lo que se podía deducir de lo dicho por Matsagi a esta, Shaoran era consciente de que no podían darse el lujo de equivocaciones.
Todo fue evaluado fríamente por Yue y el mismo para salir de la mansión Daidouji sin alertar a nadie. También decidieron hacerlo de inmediato para no darle tiempo de reaccionar aunque de eso no podían estar 100% seguros.
Lamentablemente era evidente que Sakura había sufrido algunas heridas pero ya habían encontrado la forma de explicarlas: un accidente.
Todos eran conscientes de la minuciosidad con la que trabajaban Matsagi y tu tío Hideyoshi Tokogama. Ahora lo sabían y el hecho de que tuvieran tantos datos sobre Sakura era alarmante.
También era una fortuna que Yue siempre hubiese sido discreto respecto a la relación que tenía con Sakura y esperaban que no se supiera lo estrecha que era esta relación. Con toda seguridad sabrían sobre la familia de la chica y su localización.
Por lo tanto Yue estaba preparando todo para mantener el rancho Kinomoto protegido. El detective tenía contactos por toda la región, gente que le servía bien y que le avisaría sobre cualquier extraño en la zona. También estaba pensando mandar a alguien de su total confianza para que permaneciera en el rancho y por supuesto alertar a las autoridades de la zona.
Shaoran mismo estaba contemplando la posibilidad de dejar a Yamazaki en el pueblo junto con un par de agentes más, los detalles los decidiría más tarde cuando le diera un recorrido a los alrededores del rancho.
Lo único que le daba una ligera sensación de alivio es que Yue estaba más que decidido a encontrar a Hiseyoshi y Matsagi. Ahora era algo personal y el detective podía ser despiadado cuando impartía justicia y más ahora que habían dañado a alguien tan valioso para él. Eso era algo con lo que sus enemigos no contaban.
Shaoran lanzó una mirada a la persona que lo acompañaba en el auto. Sakura se había mantenido callada desde el momento en que salieron. Era una chica valiente, no cabía duda, ejecutó el plan sin chistar y se mantuvo firme todo el tiempo, a pesar de eso Shaoran pudo notar la tensión que se apoderaba de su cuerpo.
-Ya podemos estar tranquilos -dijo Shaoran después de dar un último vistazo por los espejos. Llevaban un buen rato en la carretera y no había señales de otro auto.
-¿De verdad? -preguntó Sakura lanzando un suspiró.
-Si -respondió Shaoran con una sonrisa.
-Que bien -exclamó Sakura estirándose en su asiento-. Ha sido emocionante ¿verdad? -dijo Sakura volviéndose a él.
-¿Emocionante? -preguntó divertido al notar el brillo en sus ojos.
-Claro, admítelo. A pesar de que estabas preocupado porque todo saliera bien no dejó de ser emocionante.
-Yo no estaba preocupado -mintió él.
-Yo se que si -aseguró la chica divertida-. Puedo notar ciertas cosas en ti ¿sabes? No eres el único que se da cuenta.
Shaoran solo sonrió. No quería admitir que se había preocupado pero prefería disfrutar del poco tiempo a solas que tendría con Sakura y su alegría no solo era contagiosa sino refrescante.
-Cuéntame Sakura ¿cómo es el rancho? -cambiando el tema.
-Es maravilloso -respondió suspirando-. Nada de ruido, ni contaminación, puedes mirar en cualquier dirección y todo es verde y puedes disfrutar del verdadero azul del cielo. Hay un riachuelo colina abajo de la propiedad.
-“El verdadero azul del cielo” -repitió Shaoran en silencio, para él el cielo era estar con ella.
-Podemos ir a cabalgar y te mostraré muchos sitios -continuó Sakura con entusiasmo-. tAmbién podremos ir a la fiesta de compromiso de Yukito y Mina.
-Finalmente conoceré al famoso Yukito -dijo Shaoran fingiendo celos cosa que hizo reír a Sakura.
-Y a Mina -recalcó la chica-. Mina y yo somos amigas desde la infancia.
-Y tú la ayudaste para que atrapara a Yukito -la chica asintió.
-Es algo que Yukito tendrá que agradecerme toda la vida.
-¿Y Mina no?
-No, creo que soy yo la que le debe más a ella.
-¿Por qué?
-Ah bueno, porque ella me ayudó en muchas ocasiones.
-¿Para conocer a alguien? -preguntó con fingida seriedad.
-No, para escapar de mi hermano -aclaró sonriendo.
-¿De tu hermano? ¿Y de tú papá?
-Mi papá siempre sabía donde estaba y con quien… pero mi hermano... es otra cosa- suspiró pensando en lo que ambos se enfrentarían a su llegada: el temperamento de Touya.
-Ah, entiendo.
-No creo que lo entiendas hasta que lo conozcas -Sakura meditó un momento antes de continuar-. Hablando de mi hermano… yo creo que debo advertirte que no será fácil.
-Yue ya me había comentado algo -dijo Shaoran recordando lo dicho por el detective.
-Lo que te haya dicho Yue es poco. Es decir, seguro suavizaría las cosas dado que él, Yukito y mi hermano eran compinches. Pero Yue secundaba a mi hermano con respecto a mi y los chicos. Mi hermano es muy complicado, y seguramente te hará la vida difícil. Creo que debo darte una disculpa por adelantado…
-No debes disculparte por nada, menos por lo que haga tu hermano.
-Gracias… Shaoran -dudando un instante-. ¿Puedo pedirte que seas paciente con él?
-Lo seré -prometió el lanzando una rápida mirada a Sakura.
-No le hagas caso, a nada de lo que diga o haga.
-Está bien. ¿De verdad crees que tu hermano se ponga tan pesado?
-¡Peor! -exclamó algo indignada-. Y no perderá ninguna oportunidad para serlo. Es la primera vez que llevo a alguien a casa -confesó sonrojada.
-¿En serio?
-Si.
-¿Soy el primero? -preguntó con orgullo.
-Si.
-Y el único -afirmó con calidez.
-El único -repitió Sakura en el mismo tono.
Continuaron en silencio pensando en la importancia de lo que habían dicho y en lo sincero de sus palabras.
-¿Y porque no habías llevado a nadie antes? -preguntó Shaoran terminando con el silencio.
-Bueno, durante mi adolescencia salí con un par de chicos pero ninguno tuvo el valor de visitar la casa por miedo a Touya.
-¿Y tú padre no intervenía?
-El dice que Touya siempre se ha preocupado por mi. Y aunque actuaba como mediador, cuando podía advertía a Touya sobre la llegada de este momento.
-¿Y que momento es ese?
-Cuando estuviera lista para enamorarme y encontrar a alguien que me quisiera tanto que no le importaría enfrentar a Touya.
Shaoran volteó unos segundos a ver a Sakura quien sonrojada sonreía y él hizo lo mismo para después obligarse a volver la vista a la carretera.
-¿Y como te ayudaba Mina?
-Una vez para que yo pudiera salir con un chico ella aceptó la invitación de otro y así ir en parejas -explicó con ternura-. Claro que ella estaba enamorada de Yukito desde entonces y eso fue todo un sacrificio. A veces, me ayudaba a “escapar” de casa, bueno escapar de Touya porque papá y Yukito sabían donde estaba.
Shaoran reía imaginando la escena, por supuesto, no fue difícil formar una imagen en su mente de Sakura escapando por la ventana o algo así.
-Hubo un tiempo en que no fue tan difícil, pero no lo disfrute tanto.
-¿Por qué?
-Fue cuando Touya empezó a salir con Nakuru, ella siempre estaba dispuesta a distraerlo, pero yo no quería que fuera ella quien lo hiciera.
-Ya veo. Así que tú también eres una hermana celosa.
-Tal vez -admitió ella orgullosa-. Pero sin embargo, yo siempre le he buscado una chica adecuada. Y Nakuru Akizuki no es esa chica -declaró con un puchero al pensar en la empalagosa joven.
Así continuaron durante gran parte del trayecto, Sakura le contaba sobre todo lo que a tenido que hacer para encontrarle una novia “adecuada” a su hermano y sus continuos fracasos al respecto, hasta que llegaron a la intersección que daba a la propiedad de los Kinomoto. Empezaba a oscurecer y Shaoran encendió las luces del auto.
-Entonces debo suponer -dijo Shaoran dando la vuelta y entrando al camino que llevaba al rancho-, que tu hermano no me dejará ni a sol ni a sombra.
-Así es -respondió Sakura apenada.
-Y que no nos dejara solos.
-Pues si supongo que así será -admitió Sakura con cierta tristeza pues no había reparado en esa posibilidad. De repente se sorprendió al ver que Shaoran se orillaba para detener el auto-. ¿Qué pasa? -preguntó al verlo apagar el vehículo.
-Pasa que si no dejaran que estemos solos debemos disfrutar de los últimos minutos que tenemos.
Sakura observó fascinada el rostro de Shaoran iluminado levemente por los faros del auto, sus mechones rebeldes que caían con simpleza sobre su frente y sonrió mientras él la tomaba entre sus brazos.
-¿Te parece bien? -preguntó con una sonrisa y le besó la comisura de la boca-. Sakura asintió conteniendo el aliento-. Primero repíteme que me amas -murmuró al besarle la punta de la nariz, luego los ojos y continuó con una serie devastadora de besos por la sien, la oreja y la línea de la mandíbula hasta regresar a su boca-. Quiero oírtelo decir otra vez.
-Te amo, Shaoran -jadeó sobre su boca.
-Yo también te amo.
-Entonces, las palabras se desvanecieron largo rato mientras se besaban hasta quedar mareados y sin aliento.
*******************
Mientras tanto en el rancho todos esperaban ansiosos la llegada de Sakura y “su novio”.
Tomoyo se había esmerado esa noche en sus artes culinarias, ahora mismo se encontraba en la cocina checando los últimos detalles de la cena mientras era acompañada por Mina que también había sido invitada para recibir a su amiga y claro “conocer al novio”.
-Vas a tener que compartir conmigo algunas de tus recetas -pidió Mina aspirando el delicioso aroma del horno-. Tú comida ha sido siempre un éxito en esta casa.
-¡Claro que si! -respondió Tomoyo luchando contra los nervios que se apoderaban de ella.
-¿Dónde están los demás? -preguntó Mina-. Yukito fue a cambiarse, lo sé pero y…
-¿Touya? -dijo Tomoyo con una sonrisa-. Él ya debe estar listo pues un poco antes de que llegarás con Yukito oímos que se encerraba en el estudio.
-¿Todavía está molesto?
-Si.
-¿Y crees que se comporte?
-Si, me lo prometió.
-Y si no, ahí estarás para controlarlo -añadió Mina riendo-. Ya me imagino cuando Sakura se entere.
-¿Crees que le moleste? -preguntó Tomoyo de repente al darse cuanta que no había contemplado esa posibilidad.
-¡Por supuesto que no! -exclamó Mina negando con vehemencia-. Si estoy casi segura que eso quería que pasara.
-No lo creo, es decir, no fue por eso que me recomendó para el trabajo.
-Yo estoy segura de que prefirió no comentarte ese detalle. Conozco muy bien a Sakura. Hemos sido amigas desde siempre y puedo asegurarte tanto como que Yukito me ama que ella planeó en parte esto entre ustedes... -sonriéndole-. ¿Y el señor Fujitaka?
-También subió a cambiarse. Insistió en ayudarme con la cena y…
-Es cierto -la interrumpió-. ¿Cómo te sientes? Todavía te ves un poco pálida.
-Estoy bien. Touya dijo lo mismo, casi puso el grito en el cielo cuando me vio en la cocina esta tarde. Tuve que convencerlo para que me dejara estar aquí. Y su padre tuvo prácticamente que arrastrarle fuera de la cocina.
-Se nota que te quiere mucho.
-Tal vez -suspiró Tomoyo.
Mina iba a objetar pero en ese momento fue interrumpida por Yukito quien entró corriendo a la cocina.
-¡Ya llegaron! -gritó entusiasmado y alargo el brazo hacia Mina quien enseguida tomó su mano-. ¡Vamos Tomoyo!
-En un segundo -dijo Tomoyo tratando de quitarse el delantal con manos temblorosas-. Adelántense, ahora estoy ahí.
Después de dudarlo un momento Yukito y Mina fueron hacia el recibidor.
Tomoyo terminó de quitarse el delantal, pero antes de salir de la cocina aspiró profundo y caminó tratando de aparentar serenidad.
Al llegar al recibidor la puerta estaba abierta, Mina y Yukito ya habían salido a saludar a los recién llegado y se oían sus voces claramente. Yukito se ofrecía a ayudar con las maletas. El señor Kinomoto bajaba por las escaleras y por el otro lado Touya aparecía y se cruzaba de brazos lanzando un gruñido.
Tomoyo hubiera querido ir hacia él y abrazarlo para una vez más pedirle que se comportara, pero sus pies no se movían.
En ese momento Sakura entraba por la puerta y el señor Kinomoto la abrazó levantándola del suelo.
-Mi pequeña -dijo Fujitaka a Sakura con ternura-. ¿Cómo estás? ¿Bien? -preguntó sin soltarla, sintiendo un nudo en la garganta.
-Si, estoy bien -asintió Sakura conmovida.
Por fin Fujitaka soltó a su hija y ambos se volvieron a mirar atrás a las personas que contemplaban la escena.
-Recuerdas a Shaoran ¿verdad? -dijo Sakura a su padre-. Mi novio -dijo muy bajito consciente de la presencia de su hermano.
-Claro que lo recuerdo -dijo Fujitaka extendiendo su mano para estrechar la del hombre-. Bienvenido.
-Gracias señor Kinomoto, es un placer volver a verlo.
-Gracias a ti por traer a mi hija a salvo -dijo Fujitaka apretando un poco más la mano, con una mirada sincera y feliz en sus ojos.
Shaoran no sabía que contestar consciente de lo que había querido decir, y agradecido al no ver ningún reproche en la actitud del padre de su novia.
-No me tiene que agradecer nada -replicó con seriedad y mirándole fijamente a los ojos.
Sakura se sentía feliz al ver la escena, pero de inmediato sintió una figura a su lado y se volvió.
-¡Hermano! -exclamó Sakura y lo abrazó.
Touya no dijo nada pero le devolvió el abrazo. Después se retiró un poco y la observó con cuidado sin dejar pasar ningún detalle en la chica.
-¿Cómo estás monstruo? -preguntó reparando en los moretones-. Te dije que ese edificio era pésimo.
-¡Hermano! El edificio está bien -replicó molesta porque Touya usaba el apodo de siempre sin importarle la presencia de Shaoran-. Solo tuve mala suerte -dijo bajando la mirada incómoda por la mentira.
En ese instante se tensó el ambiente pues había llegado el momento de que presentara a Shaoran.
Touya te presento a mi jefe Li Shaoran -y dicho esto Sakura le dio un puntapié que todos notaron para obligarlo a extender la mano a Shaoran.
Los dos hombres se estrecharon las manos a regañadientes, midiendo cada uno a su adversario.
-Ah si -dijo Sakura en un arrebato de rebeldía que atrajo la atención de todos-. También es mi novio.
De inmediato Touya apretó la mano de Shaoran con más fuerza tomándolo por sorpresa, por lo que tuvo este último contuvo una exclamación de dolor y apretó los dientes.
Todos observaron la escena con una gota en la cabeza hasta que…
-¡Tomoyo! -exclamó Sakura distrayendo a los presentes y corrió hacia la chica par abrazarla.
Shaoran aprovechó la oportunidad para soltarse del apretón y frotar su mano adolorida. Vio a Touya directo a los ojos quien en ese momento le lanzaba una advertencia silenciosa; “Cuidado con mi hermana”.
-Lo siento mucho -decía al oído Tomoyo a su amiga.
-No fue culpa tuya -respondió Sakura de la misma manera, sin dejar de abrazarla.
-Pero… -trató de hablar conteniendo el llanto.
-¡Nada! -ordenó Sakura separándose de ella para verla a la cara-. Estoy bien ¿vez? Hablaremos más tarde -finalizó guiñándole un ojo.
-Está bien -dijo Tomoyo con los ojos nublados.
Touya, Yukito y Mina observaban la escena confundidos ¿Por qué parecían tristes? Fujitka al notar esto habló para llamar su atención.
-Yukito porque no acompañas al señor Li a su habitación, seguramente querrán asearse antes de la cena.
-Si -dijo Yukito sonriendo y tomo las maletas de ambos-. Sígame señor Li.
-Yo acompañaré a Sakura -ofreció Mina, y las dos subieron las escaleras detrás de los hombres.
Tomoyo había aprovechado el momento para desaparecer a la cocina. Seguida por Fujitaka.
-¿Estás bien? -preguntó Fujitaka al entrar a la cocina.
-Si, gracias, solo estoy emocionada eso es todo.
Touya entró a la cocina en ese momento y los dos fingieron estar ocupados en algunas labores, cosa que no paso inadvertida para él.
-Será mejor que vayamos llevando esto -dijo Fujitaka al tomar lo que sería la entrada de la cena-. Ayuda a Tomoyo con lo que falte Touya, no tardarán en bajar.
-Si -respondió Touya sin apartar la vista de la joven quien deliberadamente le daba la espalda para revisar el horno.
-¿Qué pasa? -preguntó Touya suavemente mientras la tomaba por los hombros para obligarla a volverse.
-Nada -respondió Tomoyo evitando su mirada para que no viera sus ojos enrojecidos por las lágrimas-. Lo siento, soy una tonta, me emocioné eso es todo -dijo parpadeando.
-No eres tonta -replicó Touya levantando su rostro y le dio un suave beso en los labios.
-¿No?
-No -respondió antes de repetir el beso.
-Gracias -sonrió Tomoyo-. ¿Cómo me veo? ¿Se me nota mucho? -preguntó refiriéndose a sus ojos.
-No se te nota nada. Y estás hermosa como siempre -la abrazó por la cintura para besarla profundamente.
-Touya -dijo Tomyo contra sus labios-. Touya -repitió apartándose un poco más-. Sabes que me encantaría estar así toda la noche -Touya sonreía-. Pero nos están esperando en el comedor, los demás deben estar por bajar.
-Que esperen -dijo Touya reacio a soltarla.
-Touya -sonrió la chica-. Además debes quitarte el lápiz labial antes de irnos -y finalmente se separó de él y le dio una servilleta para que se limpiara-. Regreso en un segundo -y desapareció por el pasillo a su cuarto; cumpliendo lo dicho volvió con los labios retocados con brillo labial-. No querrás que todo mundo sepa lo que estuvimos haciendo.
-Qué más da, que se entere todo el mundo -replicó Touya y la abrazó de nuev para darle un beso en la mejilla.
Los dos todavía sonreían cuando entraron al comedor.
*******************
La cena transcurrió con altibajos, pero nada de gravedad, pues ya todos esperaban que Touya hiciera uno que otro comentario ácido, mismos que de alguna manera eran interrumpidos por Tomoyo quien lo distraía tomándole la mano por debajo de la mesa o lanzándole sonrisas y miradas soñadoras para calmarlo.
La conversación giró por supuesto alrededor de Shaoran pues todos estaban interesados en conocer más acerca de ese hombre. Habló sobre sus raíces en China, su familia y su profesión.
Sakura lo miraba con adoración mientras él hablaba y sonreía radiante. Cosa que molestaba a Touya sobremanera pues se daba cuenta de lo profundo de los sentimientos de su hermana hacia el tipo.
Tomoyo sirvió el postre que para aligerar un poco el ambiente y mejorar el humor de Touya, se trataba precisamente del favorito del hombre. Sakura consciente de eso al ver el postre sonrió a Tomoyo agradeciendo la acción.
En efecto, Touya se dispuso a guardar silencio feliz por el detalle de Tomoyo al tomar en consideración su gusto a pesar que su noche no era precisamente su favorita.
Poco después del postre, Mina tuvo que despedirse, Yukito la llevaría a su casa. Tomoyo mientras tanto se dispuso a recoger la mesa y muy inteligente le pidió a Touya que la ayudara.
En tanto los demás despedían a Mina en la puerta.
-Mucho gusto en conocerlo señor Li -decía Mina.
-Llámenme Shaoran por favor -pidió incluyendo a Yukito y Fujitaka.
-Está bien, Shaoran, gracias -dijo Mina-. Espero verlos en la fiesta.
Y diciendo esto, se despidió de todos y salió acompañada de Yukito.
Después de unos minutos Fujitaka también se despidió dando las buenas noches y dejó a Shaoran y Sakura solos para que aprovecharan la oportunidad antes de que Touya apareciera.
-Fuiste todo un éxito -dijo Sakura pasando los brazos por el cuello de Shaoran.
-¿Tú crees? -preguntó respondiendo el abrazo.
-¡Claro que si! -aseguró la chica feliz-. Le caíste muy bien a todos.
-Casi a todos -corrigió Shaoran.
-Bueno, si, casi a todos -admitió Sakura sonriendo y lanzando una rápida mirada a la cocina agregó-: No crees que deberíamos aprovechar este momento.
-Eso mismo iba sugerir yo -respondió serio y fue bajando lentamente la cabeza hasta tocar los suaves labios de la chica.
-Touya ¿qué haces? -preguntó Tomoyo por segunda vez mientras lavaba los platos. Pero ella sabía muy bien la respuesta Touya estaba cerca de la puerta y aguzaba el oído.
Nada -respondió Touya quien ayudaba a Tomoyo secando-. Está todo muy silencioso -dijo molesto mientras caminaba de regreso al fregadero-. No me agrada… no me agrada nada…
-Es natural -dijo Tomoyo reprimiendo la risa-. Ya deben haber subido a descansar… -se detuvo al notar que Touya estaba otra vez junto a la puerta-. Ven aquí -ordenó con suavidad.
Touya obedeció a regañadientes y continuó con su labor.
-¿Y bien? ¿Qué te pareció?
-¿Qué cosa? -preguntó el fingiendo que no sabía a lo que se refería.
-Pues él. Li Shaoran.
-Ah… pues, es… -dijo entre dientes y gruño molesto pues no le había gustado nada.
-Se nota que Sakura lo quiere mucho ¿no?
-Tal vez -admitió con sequedad.
-Y estoy segura que él siente lo mismo.
-¡Tomoyo!
-¿Qué? No te da gusto por Sakura -Touya no contestó y terminó de secar los últimos platos-. Cariño -dijo ella obligándolo a mirarla-. Creo que es hora de que te vayas haciendo a la idea. Me parece que Li será parte de tu vida de ahora en adelante. Es bueno... que esté con alguien que sepa valorarla... ¿no es verdad?
Touya no contestó, pero Tomoyo sabía que él se daba cuenta que lo que decía era verdad, y ahora se libraba una batalla en su interior. Lo abrazó por la cintura y recargó la cabeza en su pecho sintiéndolo respirar.
Así estuvieron unos segundos hasta que Touya se relajó y también la abrazó y acarició el largo cabello aspirando su aroma.
-¿Qué haría sin ti? -susurró contra su cabello y ella levantó la cara para verlo a los ojos y sonreírle-. Bésame -le ordenó con un gruñido.
Tomoyo sintió que su corazón latía con fuerza al notar la intensidad de su mirada, lo miró un par de segundos y después subió las manos hasta su cuello para atraerlo hacía ella, se levantó de puntitas y alcanzó sus labios. De inmediato Touya respondió al beso apasionadamente, sin necesidad de que él lo pidiera Tomoyo abrió los labios para dejar acceder a su lengua.
Touya profundizó el beso con una pasión intoxicante que la dejó sin aliento, instintivamente se pegó más a él y acarició su cabello y su nuca, provocando el mismo efecto en él.
Así continuaron hasta que tuvieron que detenerse para tomar aire. Sin aliento Touya pegó su frente a la de ella y la abrazó con fuerza. Tomoyo se sentía tan feliz que casi podía jurar que le dolía. Estuvo a punto de decirle que lo amaba, se mordió el labio para contenerse, no podía hacerlo, no hasta que supiera toda la verdad.
*******************
Tomoyo estaba recostada en su cama con el camisón y la bata puesta y suspiraba emocionada mientras pasaba los dedos por sus labios que aún conservaban las huellas de los besos de Touya.
Escuchó unos ligeros toques a la puerta y se incorporó de inmediato en la cama.
-¿Quién?
-Soy yo, Dakura -respondió una vocecita.
Tomoyo saltó de la cama y corrió a la puerta para abrirla y encontrar a Sakura detrás de ella, también vestida con su ropa de dormir y con un sobre en las manos. La abrazó de nuevo antes de invitarla a pasar.
-Pensé que ya no vendrías -dijo cerrando la puerta.
-Lo sé, tarde mucho, lo siento -se excusó Sakura-. Quería esperar a que todos estuvieran dormidos, pero creo que mi hermano hará de vigía toda la noche,
-¿Por qué lo dices?
-Creo que ante el mínimo ruido, asoma la cabeza por la puerta. Lo escuchaba abrir su puerta, incontables ocasiones. Finalmente me desespere y salí, claro que en cuanto puse un pie afuera él ya estaba ahí -explicó algo molesta ante su divertida amiga.
-¿Qué hizo?
-Nada, solo pregunto “¿A donde vas?” -dijo Sakura imitando a su hermano.
-¿Y qué le dijiste?
-La verdad, cuando se pone así no hay de otra, le dije: “Voy a ver a Tomoyo”. “Ella ya debe estar durmiendo”, dijo él cruzando los brazos -Sakura seguía su relato-. Y le contesté; “No porque quede de ir a verla”. “Porque no esperas a mañana, ella esta muy cansada” “Porque no quiero” le grité y baje corriendo.
Las dos reían con fuerza y hasta que por fin pudieron serenarse continuaron hablando.
-Pobre Touya, la está pasando muy mal.
-¡Pobre Touya! -exclamó indignada-. ¡Pobre de mi! ¡Pobre Shaoran! -Tomoyo sonreía sonrojada-. Ahora vas a decirme que hay entre mi hermano y tú.
-Pues él y yo… -dudo encogiéndose de hombros. ¿Qué era lo que tenían? Exactamente no lo sabía, pero de algo estaba segura, de lo que ella sentía por él, así que levantó la vista y sonrió-. Estoy enamorada de Toya.
-¡Tomoyo! -gritó Sakura dando saltos y la abrazó con fuerza-. ¿Y él? ¿Él también…? -Tomoyo negó con la cabeza.
-No lo sé… no me lo ha dicho y no lo culpo. Hay demasiado interponiéndose entre nosotros, ni yo me he atrevido a confesarle lo que siento.
-Tomoyo.
Las dos chicas se sentaron en la cama y Tomoyo le platicó a Sakura lo que había pasado desde su llegada.
-Mi hermano celoso de Eriol -comentó Sakura sombrada-. No puedo creerlo. O mejor, dicho imaginarlo.
-Si, debiste ver como se puso cuando me reclamó que nos vio besándonos.
-¿Besaste a Eriol?
-Si, pero solo fue un beso de amigos -explicó Tomoyo-. Él estaba muy triste por ver a Kaho con otro y yo me sentía fatal pues me había dado cuenta que me estaba enamorando de Touya.
-Pobre Eriol -suspiró Sakura-. No puedo creer que Kaho lo dejara parecía amarlo mucho.
-Pero te alegrara saber que ahora él sale con Nagissa y se ve muy ilusionado -dijo sonriendo sutilmente.
-¿Nagissa…?
-Si. Una conocida de ustedes. Estuvo aquí años atrás con su padre, haciendo unas investigaciones…
-¡Ya la recuerdo! Usaba coletas y siempre estaba metida en sus investigaciones… -sonriendo imaginándosela-. Tenía más o menos mi edad... la recuerdo. Era muy agradable. Incluso no le temía a Touya y en ese entonces, tenía un temperamento difícil -guardó silencio un instante-. Y ella… ¿Admitió que le gustaba Eriol?
-Bueno… no era muy difícil de saberlo. Eegún me di cuenta, a ella siempre le gustó. Touya le comentó algo de nuestra amistad y ella me preguntó algunas cosas. Había que verla la noche que estuvo aquí. Y luego en la fiesta de cumpleaños de Eriol.
-¿De verdad? No me sorprende mucho, Nagissa ya estaba un poco enamorada de él cuando vino con su padre… pero ¿Eriol?
-Bueno, según entiendo, por lo poco que hemos hablado, Nagissa regresó un poco cambiada… tú sabes más madura y sin Kaho en el escenario.
Tomoyo siguió con su relato mientras le contaba los pormenores de la fiesta de cumpleaños de Eriol y lo que vino después.
-Esa Nakuru -dijo Sakura con un mohín-. Ya sospechaba que era una arpía, pero no creí que jugara sucio. Me alegra tanto que mi hermano la dejara, pero sobre todo que la dejara por ti.
-¿Lo dices en serio? ¿No te molesta que salga con tu hermano?
-¡Claro que no! -exclamó Sakura-. En realidad, tenía la esperanza de que mi hermano se fijara en ti.
-¡Sakura! Ahora entiendo porque la desconfianza de Touya al respecto, ¡tenía razón! -Sakura empezó a reír a carcajadas.
-Cuando propuse mandarte aquí no estaba pensando en eso, lo juro.
-¿Pero, entonces…?
-Sinceramente -dijo Sakura ya más seria-, conforme nos fuimos conociendo me daba cuenta que eras perfecta para mi hermano -Tomoyo se sonrojó sin poder decir palabra-. Pero dadas las circunstancias no podía hacer planes, no era el momento, pero ya estaba decidida a que cuando todo se solucionara te traería de visita al rancho.
Tomoyo suspiró, cuanto había fantaseado ella al respecto, ¿cómo habría sido si ella hubiese llegado al rancho en otras circunstancias?
-Conforme avanzaban los planes para mandarte aquí -continuó Sakura-. No pude evitar pensar en lo que sería si mi hermano se fijara en ti -los ojos le brillaban de emoción-. Pero no podía decirte nada, ya tenías demasiado encima, no me pude contener y por eso…
-¿Por eso…? -Sakura sonrió.
-Cuando preparé tu maleta me aseguré que todo lo que había puesto en ella te favoreciera, sobre todo los vestidos.
-¡Sakura!
-¿A que funcionó? Estoy segura que mi hermano terminó babeando, no solo me aseguré que los vestidos te quedaran fabulosos si no que también le gustaran a Touya, conozco bien sus gustos.
-Eres despiadada -dijo Tomoyo sin aliento y Sakura reía a carcajadas.
-Solo un poco desesperada -admitió divertida-. Sabía que cuando Touya estuviese enamorado me dejaría en paz y creo que tenía razón, me di cuenta como lo tranquilizabas en la mesa, ¡y a veces con solo una mirada! Tomoyo eres estupenda.
-No digas eso -negó con la cabeza-. Además no sabemos si Touya està enamorado, solo se siente atraído por mi eso es todo.
-¡No! Estoy segura que está enamorado.
-Quisiera creer eso.
-¿Por qué no?
-Tengo miedo -confesó Tomoyo entristecida.
-¿Por qué?
-No se como reaccionará Touya cuando sepa la verdad.
-Ah, por eso -dijo Sakura comprendiendo. Dentro de su plan, jamás contempló esa posibilidad. Lo pensó unos segundos-. Él entenderá -declaró con seguridad.
-¿Cómo puedes estar tan segura? -preguntó Tomoyo levantando la vista para mirarla fijamente.
-Porque te ama.
-Sakura no estamos seguras de eso ¿y si no me ama? ¿Me perdonará?
-No tiene nada que perdonarte -aseguró con vehemencia-. En todo caso es conmigo con quien tendría que enojarse, ¡fue mi idea! Solo tiene que entender que no tenías opción. Todos te presionamos para que lo hicieras. Además Touya entenderá cuando sepa en que riesgo estaba tu vida... él sabe priorizar ¿sabes? Tu no te preocupes...
-Ojalá pudiera tener esa confianza.
-Yo se que te ama. Nunca lo había visto así. Nunca había mirado a otra mujer como te mira a ti.
-¿Cómo? -quiso saber Tomoyo buscando un poco de esperanza en sus palabras.
-Con amor, ternura, pasión -dijo Sakura contando con los dedos-. Todo a la vez, no se si me explico.
-Y yo no estoy segura de entenderte… ¿Sakura?
-Si.
-¿Shaoran vino para llevarme de regreso, verdad?
-Si.
-¿No me queda mucho tiempo para estar con Touya? -preguntó notándose su tristeza.
-No lo sé, no lo creo. Shaoran ha estado evitando el tema, no se porque. ¿Cuándo le dirás la verdad a Touya?
-Después de la fiesta de Mina y Yukito, así lo acordamos.
-No nos preocupemos hasta entonces.
-Lo que me preocupa es no tener mucho tiempo después -insistió Tomoyo-. Si todo sale mal, al menos quisiera irme sin rencores.
-Tomoyo eso no pasará.
-No lo sabemos. Ahora que lo conozco más se que si él decide que no puede confiar en mi, no lo hará jamás. Y una relación sería imposible.
Sakura no supo que decir, en eso tenía razón. Touya podía perdonar pero no olvidar.
-Pero… no sigamos hablando de cosas tristes -dijo Tomoyo tratando de parecer animada-. No me has contado nada sobre Shaoran y tú.
Sakura muy alegre le contó lo sucedido y como poco a poco Shaoran se fue abriendo más a ella y aceptando que algo pasaba entre ellos. Como las circunstancias los fueron acercando y al final cuando por fin le dijo que la amaba.
-Cuando me dijo eso -declaró suspirando-. Fue como si nada malo hubiese pasado e hizo que todo valiera la pena.
-Me da gusto por ti Sakura, aunque… lamento que hayas pasado por todo eso, tu apartamento… el secuestro -Tomoyo tembló-. Si no hubieses regresado…
-No digas más -ordenó Sakura-. Nada malo me paso.
-¿Te lastimó mucho? -preguntó Tomoyo pasando la vista por las heridas de Sakura-. Él -no se atrevió a decir su nombre-. ¿Te hizo algo que…? -no pudo terminar la pregunta pero Sakura comprendió.
-Lo intentó -respondió sinceramente, era mejor hablar con la verdad.
Tomoyo sintió una opresión en el pecho y bajo la mirada con los ojos nublados por las lágrimas.
-Tomoyo -la llamó y le levantó la cara para mirarla-. Este es mi trabajo, fue idea mía hacerme pasar por ti, y lo hice consciente de los riesgos y no me arrepiento -le limpió las lágrimas que caían-. Si hubieras sido tú, no habrías podido con él.
Tomoyo asintió, sabía que era cierto, ella no sabía defenderse, no habría podido pelear cuerpo a cuerpo con un hombre.
-No quiero que vuelvas a pensar en eso. Es el pasado, nada malo pasó y solo debemos pensar en el futuro.
-Gracias Sakura -dijo Tomoyo limpiándose las lágrimas-. Entonces… ¿no sabes cuanto tiempo más estaré aquí?
-No, como te dije Shaoran no ha hablado mucho de eso, además seguramente, quiere hablar contigo sobre eso. Mañana nos enteraremos.
-Está bien.
-Estaba tan emocionada por venir a casa, y por Shaoran y por la fiesta de Yukito y Mina que no he tenido oportunidad de pensar en nada más -confesó Sakura.
-No te preocupes, te has ganado toda esta felicidad -las dos chicas sonrieron-. Bueno, ya que hablamos sobre la fiesta supongo que vienes preparada para la misma ¿ya sabes lo que te pondrás?
-Pensé en comprarme algo allá pero…
-No podías salir de la mansión.
-Bueno, pero recordé que aquí tengo algunos vestidos de mamá que nunca he usado.
-¿Ah si?
-¡Si! Un montón de ellos -exclamó Sakura con entusiasmo-. Mamá tenía un gusto exquisito, muchos de sus vestidos son clásicos, nunca pasarán de moda. Ven vamos a mi cuarto ahí los tengo -y se levantó de un brinco para correr a la puerta arrastrando a Tomoyo con ella.
-Pero…
-Vamos, seguro encontraremos algo para ti también -y Sakura recordó el sobre que llevaba-. Casi lo olvido -dijo regresando sobre sus pasos-, tus padres mandaron algo para ti -y se lo dio a Tomoyo.
-Gracias -dijo mirando el sobre-, lo leeré después -y colocó el sobre a un lado. Ansiaba leer lo que sus padres le escribieron, pero algo le decía que no todo lo que leyera sería agradable.
*******************
Sakura se veía tan animada mientras subían las escaleras tratando de no hacer ruido que Tomoyo no pudo evitar sentirse contagiada por ella.
Al llegar a la cima de las escaleras, se dirigieron a la habitación de Sakura pero antes de llegar a ella Touya ya se había asomado por su puerta.
-¡Sakura! No te dije que la dejarás descansar -la reprendió Touya.
-Hermano, no la estoy cansando -replicó Sakura empujando a Tomoyo a su cuarto.
-Ella no ha estado bien, ¿lo sabías? -dijo Touya acercándose a ellas.
-Si lo sabía -contestó Sakura mientras metía a la habitación a Tomoyo quien sonreía divertida-. Solo voy a enseñarle algo, no tardaremos.
-Sakura -dijo Touya en tono de advertencia, pero su hermana no la escuchó pues en ese momento cerraba la puerta.
-Ese Touya, porque no se duerme de una vez -suspiró Sakura contra la puerta con los ojos en blanco.
Después de escuchar que la puerta de Touya se cerraba Sakura se arrodilló al pie de la cama donde se encontraba un enorme baúl.
-Los guardo aquí -explicó Sakura abriendo el baúl-. También era de mi mamá, papá los tuvo mucho tiempo en el desván, esperando por el momento en que pudiera dármelos. Mientras tanto se ocupó que estuvieran bien cuidados.
Empezó a sacar diferentes modelos cada uno con distintos estilos y colores.
-Son hermoso -exclamó Tomoyo admirándolos.
-Si, te dije que mamá tenía buen gusto.
-¡Mira este es fabuloso! -Sakura sacó el vestido y lo admiró-. Parece uno de esos vestidos que usan las modelos en los desfiles.
-Es perfecto para un cóctel o incluso para una fiesta como la que darán.
-Y el color te sentará de maravilla -agregó Sakrua.
-¿A mi? No, no. Deberías usarlo tú.
-Es justamente el vestido que pensé para ti, seguro te sentará de maravilla.
-pero Sakura, no podría.
-¿Por qué no te lo pruebas? -insistió Sakura.
Tomoyo cedió a los deseos de Sakura y se probó el vestido. Su rostro se ilumino al ver el resultado frente al espejo, dio unas vueltas alisando el vestido sobre las caderas.
-¡Me encanta!
-Sabía que te sentaría bien -afirmó Sakura-. Aguarda tengo unas perlas en alguna parte -hurgó en una caja de la cómoda y alzó el collar de hermosas perlas-. Póntelo. Es como si lo hubieran hecho para ti -Sakura observó con ojo crítico.
Tomoyo observó el resultado final. El vestido era genial, se pegaba a su cuerpo discretamente resaltando las formas del mismo, un discreto escote por el frente daba el toque perfecto. El color claro resaltaba el color de sus ojos. Tomoyo tocó las perlas sobre su cuello.
-Es hermoso -Sakura asintió.
-Era de mamá. Papá me lo dio cuando cumplí 18.
-En ese caso es mejor que lo uses tú -afirmó Tomoyo tratando de quitárselo.
-No, por favor úsalo tú -dijo Sakura deteniéndola-. Hay una foto de mamá con este mismo vestido y usaba las perlas con él.
-Sakura, ¿estás segura de esto?
-Estoy segura.
-Pero… ¿qué dirá tu papá?
-Papá estará encantado, ya lo verás.
-¿Y que usarás tú?
Sakura sonrió y siguió buscando en el baúl.
-¡Aquí esta! -exclamó Sakura sacando el vestido-. Es mi favorito.
Era un vestido verde esmeralda que combinaba con los ojos de Sakura. Ella también se lo puso y dio una vuelta para modelarlo a su amiga. La falda arriba de las rodillas era amplia y daba la impresión de flotar sobre las piernas de Sakura, el escote del vestido estaba en la espalda llegando debajo de los omoplatos.
-¿Qué te parece? ¿Qué crees que diga Shaoran?
-Shaoran se irá de espaldas… y tu hermano también.
-Pero ahí estarás tú para distraerlo -dijo Sakura guiñándole el ojo. Las dos sonrieron con complicidad.
*******************
Al regresar a su habitación Tomoyo titubeó antes de decidirse a leer la carta de sus padres. Cuando por fin terminó sentía un nudo en la garganta.
La familia Daidouji saldría del país, con destino desconocido aunque según su padre Li le había asegurado que estarían en un lugar agradable y alejado de todo. Sin el menor riesgo de ser descubiertos.
También le había explicado que era mejor no saber el destino hasta no estar dentro del avión, de esta manera no había forma en que alguien se enterará de los planes.
A pesar del entusiasmo que se leía en la carta por la pronta reunión de la familia Tomoyo no pudo compartir la alegría de sus padres.
La joven durmió poco pensando en lo que pasaría cuando tuviera que irse y sobre todo pensando si Touya entendería sus motivos, si Touya la perdonaría. Detestaba la idea de irse del rancho dejando en malos términos su relación con él.
Y si Touya entendía ¿Cuándo podría regresar a su lado? ¿Cuánto tiempo tardarían ene encontrar a Matsagi y Hideyoshi su tío? ¿Podrían regresar de inmediato? ¿Habría juicio?
Todas estas preguntan daban vueltas en su mente sin poder encontrar respuesta. Tal vez al día siguiente cuando hablara con Shaoran podría él resolver todas sus dudas.
Apenas debió dormir un par de horas cuando el despertador empezó a sonar. Somnolienta se levantó de la cama y de inmediato regresaron su angustia y sus temores.
Después de arreglarse se miró al espejo y vio el reflejo de un fantasma. Dedicó más tiempo de lo común en maquillarse y suspiró resignada al no obtener el efecto deseado.
Ya en la cocina se dispuso a preparar el desayuno en compañía de Fujitaka quien la animó con su conversación. Ella le contaba lo sucedido con Sakura durante la noche.
-Así que por eso te ves tan cansada -afirmó Fujitaka mirándola con detenimiento.
-Pues si, algo hay de eso, pero disfrute mucho platicando con Sakura.
-Es comprensible.
-Señor Kinomoto… Sakura me prestó uno de los vestidos que eran de su esposa… para la fiesta. ¿Le molesta?
-No claro que no -aseguró Fujitaka con una sonrisa sincera-. Ahora son los vestidos de Sakura y si ella te los prestó, por mi no hay problema -y puso su mano en la cara de Tomoyo con un gesto paternal-. Estoy seguro que te veras muy bien, Nadeshilo tenía un gusto exquisito.
-Gracias señor Kinomoto -sonrió Tomoyo poniendo una mano sobre la de este.
Cuando aparecieron Touya y Yukito, el primero también se veía cansado. Los demás sonrieron pues sabían muy bien la razón de su cansancio. La presencia de Li Shaoran en la casa lo tendría inquieto mientras durara la visita.
-¿Y el monstruo?
-Le dije que no tenía que bajar tan temprano a desayunar -contestó Fujitaka-. Seguro los dos necesitan descansar, sobre todo después del viaje.
-Claro -gruño Touya.
Cuando terminaron de desayunar Touya se llevó a Tomoyo aparte.
-Te ves cansada -dijo tomándole la cara con ambas manos.
-Tú también -sonrió la chica.
-No importa -replicó con una mueca-. Tú no has estado bien, Sakura no debió desvelarte.
-Estoy bien -dijo encogiéndose de hombros-. Además yo también quería platicar con ella.
Touya la miraba ensimismado y le acarició el labio inferior con el pulgar hasta hacer que ella abriera los labios, fue bajando lentamente la cabeza para…
-¡Buenos días! -gritó una voz alegre y escandalosa al pie de las escaleras haciéndolos saltar para separarse.
-Tenías que ser tu monstruo -reclamó su hermano con molestia y Sakura notó lo que había interrumpido. Tomoyo estaba sonrojada y su hermano mas molesto de lo habitual.
-Hermano, no me digas así -replicó entre dientes-. Buenos días Tomoyo -saludó en tono más alegre-. ¿Cómo dormiste?
-Mal -se apresuró a responder Touya-. Y muy poco y tu sabes por culpa de quien.
-¿Ah si? -preguntó Sakura ignorando a su hermano y observando a Tomoyo-. ¿No dormiste bien? ¿Te sientes mal?
-No, para nada -sonrió Tomoyo-. Tú hermano exagera.
-¿Ya te vas Touya? -preguntó Sakura queriendo deshacerse del mismo.
-Si -gruñó entre dientes.
-Pues que tengas un buen día -lo despidió la joven.
Touya y Tomoyo se miraron y después de pensarlo un poco y de muy mal humor Touya salió de la casa.
-Eres tan mala con él -dijo Tomoyo.
-No tanto como él conmigo. Además Shaoran no debe tardar en bajar y quiero un desayuno tranquilo. ¿De verdad no dormiste bien?
-Es solo que tuve mucho en que pensar -suspiró Tomoyo-. Pero estoy bien.
Después de eso Sharon bajó saludándoles y esayunaron en compañía de Fujitaka y Tomoyo quienes solo tomaban café.
Al finalizar escucharon el relato de lo sucedido a Sakura y de los avances en la investigación. Por supuesto no dieron demasiados detalles.
Cuando terminó la conversación todos guardaron silencio unos segundos. De repente Fujitaka se puso de pie y tomó de la mano a su hija para que lo imitara y después la abrazo con fuerza.
-¿Qué hubiera sido de mi si…? -susurró Fujitaka visiblemente conmovido.
-Papá -suspiró Sakura contagiada por el humor de su padre.
Tomoyo y Shaoran observaron la escena sintiéndose un tanto culpables, al cabo de unos segundos se miraron y comprendieron lo que estaba pasando por la mente de ambos. Tomoyo hacia preguntas en silencio que a Shaoran le hubiera gustado contestar de inmediato pero decidió esperar.
-Está bien -dijo Fujitaka besando la frente de su hija para después apartarse-. Tengo que salir esta mañana, lo más seguro es que no regrese hasta después de la comida, me disculpo si no puedo acompañarlos.
-No se preocupes señor Kinomoto -dijo Shaoran.
-Shaoran y yo iremos a cabalgar -informó Sakura-. Le mostraré los alrededores.
-Me parece una buena idea.
Después de esto Fujitaka se despidió de todos y salió de la cocina.
-Ahora tú… -dijo Sakura a Tomoyo-, quédate aquí sentada que yo lavaré los platos. ¡Te estás cayendo de sueño!
-Estoy bien Sakura…
-Nada -negó la joven-. Te ayudaré con esto y después de regresar de cabalgar te ayudaré con la comida también.
A Tomoyo solo le quedó obedecer y quedarse sentada, miró a Shaoran y decidió que no habría mejor momento para hablar con él.
-Leí la carta de mi padre -declaró Tomoyo atrayendo la atención de Shaoran.
Shaoran miró a Sakura un momento temeroso de que Tomoyo preguntara por el viaje.
-¿Cuándo nos iremos? -preguntó la joven para alivio de Shaoran.
-No estoy seguro todavía, debo esperar a hacer algunos arreglos.
-Pero… debes tener uno fecha aproximada -insistió la joven.
-Dos días después de la fiesta, no más.
-Ya veo -dijo Tomoyo con tristeza.
-Te ayudaré a secar -ofreció Shaoran y dejó a Tomoyo pensativa.
Los siguiente minutos prosiguieron en calma, Shaoran y Tomoyo escuchaban la plática de Sakura quien hacia planes sobre los lugares que mostraría a Shaoran.
-Ya terminamos -anunció Sakura con entusiasmo-. ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte?
-No, nada gracias -sonrió Tomoyo-. Será mejor que se preparen para salir.
-Porque no te adelantas Sakura -dijo Shaoran-. Hay algo que quisiera conversar con Tomoyo antes de irnos.
-Claro, iré a preparar los caballos que llevaremos -exclamó entusiasmada-. Volveré cuando todo este listo -y salió de la cocina en dirección a los establos.
-Lamento no haber sido más preciso hace un momento -se excusó Shaoran-. Es solo que hay cosas que prefiero que Sakura no sepa todavía.
-No comprendo -Tomoyo parpadeó sorprendida y Shaoran suspiró.
-Sakura no sabe que voy a sacarte a ti a tu familia del país.
-¿Por qué?
-Porque ella se quedará aquí. No va a regresar con nosotros -explicó con la mirada apagada y Tomoyo comprendió.
-Prefieres alejarla de todo.
-Si, Yue apoya la idea.
-Entiendo.
-Yue está preparando todo para que el rancho este protegido -explicó Shaoran sentándose a la mesa-. Matsagi sabía demasiado sobre Sakura. No podemos descuidarnos.
Tomoyo sintió un vuelvo en el corazón al comprender la gravedad de lo que escuchaba.
-Quieres decir… -pasó saliva temblorosa-, qué podrían venir aquí a buscarme.
-Es posible.
-Pero entonces, deberíamos irnos cuanto antes -exclamó Tomoyo poniéndose de pie.
-Calma -pidió Shaoran tomándola de la mano para que se sentara otra vez.
-Pero si vienen aquí es peligroso para todos.
-Lo sé, pero por eso estamos preparando todo. Voy a recorrer los alrededores para familiarizarme con el terreno. Ya he estudiado los planos de la propiedad, Yue me los facilitó. También he pensado dejar algunos hombres para proteger a los Kinomoto, aún debo decidir donde los dejaré para que no sospechen. Además, la salida de tu familia no será un secreto después de abandonar el país, eso los distraerá y espero que dejen a Sakura en paz.
Tomoyo escuchaba sintiéndose una tonta, era obvio que Yue y Shaoran pensaran en todo. Después de todo prácticamente los Kinomoto eran la familia de Yue y Yukito y este último aún vivía aquí.
En cuanto a Shaoran se trataba de proteger ala mujer que amaba y a su familia.
-Si en algo te ayuda… -dijo Tomoyo-. Después de la fiesta pienso decirle toda la verdad a Touya.
-¿Toda la verdad? ¿A Touya?
-Si -asintió Tomoyo bajando la mirada-. Él y yo… yo lo amo -confesó-, y creo que el siente algo por mi. Lleva tiempo sospechando que algo pasa, bueno, creo que desde que llegué sabe que algo no esta bien y supongo que Yukito también sospecha algo.
-Entiendo -dijo Shaoran sorprendido, no esperaba algo así.
-Si no hubieran secuestrado a Sakura y a mi padre -suspiró con tristeza-, esa misma noche le habría confesado la verdad a Touya.
-Por eso quieres saber cuanto tiempo más estaremos aquí, porque quieres tiempo para hablar con él e irte tranquila.
-si.
Si he de ser sincero -dijo Shaoran tomando su mano sobre la mesa-. Yo espero lo mismo. Sakura no estará contenta con quedarse aquí y es capaz de seguirnos, quiero asegurarme que eso no suceda.
Los dos guardaron silencio unos segundos, Shaoran se dejó caer contra la silla con cansancio y suspiró.
-Ahora tal vez pueda dejar a un hombre en el rancho y a otros dos en el pueblo, o en los alrededores -se frotó la cara frustrado-. Hay tanto que pensar…
-Gracias Shaoran -dijo Tomoyo con una sonrisa-. Por todo lo que haces por mi y por mi familia. Se que no debo agradecerte lo que harás por los Kinomoto porque lo haces por Sakura. Pero ahora se que puedo irme tranquila sabiendo que estarán protegidos.
-Es mi trabajo -contestó Shaoran pero después sonrió con ternura-. Y ella es la mujer que amo.
-Ya regresé -anunció de repente Sakura al entrar por la puerta algo agitada-. ¿Estás listo?
-Cuando tú quieras -dijo Shaoran poniéndose de pie, llevaba puestos unos vaqueros y una camisa de manga corta.
Sakura también llevaba unos vaqueros desgastados con una camiseta de algodón y sus botas de montar.
-¡Espera! -exclamó Sakura-. Olvidaba algo -y salió corriendo hacia las escaleras.
Regresó al cabo de un par de minutos, llevaba un sombrero que la hacía ver muy tierna y otro más para Shaoran.
-Esto es para ti -dijo Sakura al ponérselo sobre la cabeza-. Te queda muy bien, es de Yukito, se lo tomé prestado.
-¿No se molestará? -preguntó Shaoran quitándoselo para verlo detenidamente.
-No, estoy segura que él mismo te lo hubiera ofrecido de haber sabido que saldríamos a cabalgar -hizo una pausa-. Es mejor que tomar uno de los de Touya.
-Este está bien -se apresuró a decir Shaoran y se colocó el sombrero.
-Y esto… es para ti -dijo Sakura a Tomoyo, entregándole una bolsa grande de plástico.
-¿Para mi? ¿Qué es? ¿Ropa? -preguntó al asomarse a la bolsa, aunque también notó que estaba algo pesada-. No necesitó más ropa Sakura.
-La necesitarás -aseguró Sakura-. Es por si sales a cabalgar, ¡ah!, y también puse un par de botas de montar.
-Pero… no voy a salir a cabalgar.
-Tú confía en mi -le guiñó el ojo y tomó de la mano a Shaoran-. No tardaremos.
-Vuelvan cuando quieran -se despidió Tomoyo y volvió a ver el interior de la bolsa-. “¿Qué estas tramando Sakura?
En ese instante el teléfono de la casa sonó llamando la atención de Tomoyo. ¿Quién llamaría a esa hora? Sabían que casi todos salían de la casa. Pensando que era Mina, contestó llevándose una sorpresa.
-¿Tomoyo? Habla Nagissa.
-¡Nagissa! ¿Cómo estás? Hace unos días que no se de ti... -preguntó contenta de escucharla.
-Lo sé y lo siento -replicó la muchacha. Tomoyo escuchaba como la chica hablaba con un tono de voz más alegre y soñador-. He estado ocupada... entre las investigaciones...
-Y Eriol -completó la muchacha.
Tomoyo no podía saber que Nagissa se había sonrojado
-Y él... -admitió dándole la razón-. Oye, Mina me comentó que te has sentido mal...
-Ya estoy mejor... solo tuve un pequeño desmayo. ¿Viste a Mina?
-Si. Estuvieron aquí, en el campamento, para invitarme a la fiesta de compromiso. Y bueno, Mina me lo contó y me preocupé bastante. ¿Ya te sientes mejor?
-Si. Te digo que no era nada...
-Que bueno. Bueno era una de las razones por la cual te llamo. La otra es para agradecerte...
-¿A mi? ¿Por qué?
-Gracias a ti es que todo esto ha pasado... me refiero a Eriol -Tomoyo sonrió-. Estoy muy feliz Tomoyo... jamás pensé que él me haría caso...
-¡Ay Nagissa! Eres preciosísima... inteligente, todo lo que a Eriol le gusta en una mujer...
-Conocí a su padre ayer... -y le contó todo lo ocurrido en el almuerzo con los padres de Eriol concluyó-. Creo que le simpatizo.
-¿Y a eso le llama Eriol “Tomar las cosas con calma”? -preguntó riéndose ante la historia.
-¡Eso mismo le dije cuando me comentó que su padre quería conocerme! Pero después, me confesó, que tenía que agradecerte... pues tú le diste el empujoncito para que se acercara a mi aquella noche. Después todo ha pasado tan rápido. No creyó que recuperaría la felicidad tan pronto... -sintiendo algo de nostalgia en su voz.
-¿Qué pasa?
-Es que, soy feliz también... pero...
-¿Qué?
-¿Qué pasará cuando vuelva a ver a Kaho? Es decir, era el amor de su vida Tomoyo... no fueron una ni dos ocasiones que los veía juntos años atrás... además...
-¿Qué puede pasar? Tú tranquila. Te aseguro que Eriol ha olvidado por completo a Kaho. Ahora él está interesado en ti. No en ella -haciendo una pausa-. ¿Además que?
-Bueno, tengo que presentar un reporte completo al comité de patrocinio de la Universidad... tengo que ir en una semana. Duraría máximo tres días, pero...
-¿Cuál es el problema?
-Pues, si ellos aprueban el patrocinio tendré un puesto como investigadora... pero Tomoyo; será allá, en la universidad... incluso me incluirían en unos seminarios que dictaría en varias universidades del país... entrevistas con revistas que tratan el tema. Incluso me aseguran en menos de un año un viaje a Estados Unidos -scuchando la urgencia en sus palabras-. Es el puesto que siempre deseé... pero como jamás pensé que me lo darían, me conformaba con lo de la dirección de investigaciones aquí. Antes lo deseaba... soñaba con esto... pero ahora...
-Eriol -dijo entendiendo su dilema.
Dudó un segundo. ¿Qué haría ella en su lugar? Miró a su alrededor, pensó que ella misma tendría que dejar a Touya en poco tiempo.
-¿Qué es mas importante para ti? -preguntó después de tomar aire-. ¿El puesto o Eriol? Analízalo. Es una gran oportunidad allá, serás famosa... y también muy respetada... pero ¿es lo que quieres o a tu novio?
-Ese es el problema; Eriol no me ha dicho que es mi novio. Llevamos la cosas con calma... o eso creo yo... pero una relación formal no tenemos... la pasamos bien juntos y me ha confesado que es feliz... pero de ahí a decir que estamos involucrados mas formalmente...
-Nagissa, te aseguro que si Eriol y tú hablan las cosas y lo que pasará con tu puesto, no te dejará ir... o no querrá dejarte ir. Y si lo hace, irá por ti.
-¿Lo crees?
-Conociéndolo, estoy segura.
*******************
El resto del tiempo la pasó ocupada. Recordaba la llamada de Nagissa. Sabía que tomaría la decisión correcta; aquella que hiciera feliz a su corazón. Y Eriol no la dejaría por Kaho. Su intuición femenina se lo decía. Pero en esos momentos también pensaba en lo dicho por Sakura cuando le dio aquella ropa de montar. ¿Qué querría decir con eso?
A media mañana lo descubrió. Tomoyo se encontraba en el cuarto de lavado pasando la ropa a la secadora.
-¡Tomoyo! -la llamó Touya desde lejos.
Tomoyo extrañada por la visita se dirigió a la cocina.
-Aquí estoy -respondió al ingresar a la misma pocos segundos después también lo hacia él-. ¿Qué haces aquí?
-Se me olvidó algo.
-¿Ah si? ¿Qué cosa? -preguntó mirando a su alrededor, no había dejado nada ahí.
-Esto -y dicho eso la abrazó por la cintura levantándola del suelo para besarla largamente.
-Ojalá tuvieras estos olvidos más seguido -dijo Tomoyo al terminar el beso mientras se mordía el labio al tiempo que pasaba las manos por su cabello.
-¿Si? ¿Te gustaría? -Tomoyo asintió y volvió a besarlo.
Al final la puso en el suelo y luego miró alrededor.
-¿Dónde está Sakura? ¿Y dónde está “ese”?
Tomoyo imaginó su reacción y suspiró resignada antes de contestar.
-Sakura y Shaoran fueron a cabalgar.
-Con que “Shaoran” -Tomoyo sonrió a modo de disculpa-. Cámbiate -ordenó de repente encaminándola a su cuarto.
-¿Por qué? ¿No te gusta como me veo? -preguntó Tomoyo con inocencia señalando su vestido.
-Me encanta como te ves… siempre -dijo dándole un beso fugaz al llegar a la puerta de su habitación-. Pero eso no te servirá si vamos a cabalgar.
-Pero Touya… -la silenció poniéndole un dedo en los labios.
-Nada de peros, cámbiate.
-Touya -lo regañó ella quitando su dedo-. Tengo muchas cosas que hacer, aun no termino de poner la ropa en la secadora y…
-Lo haré yo mientras te cambias -y abrió la puerta.
-¡Touya!
-Cámbiate -ordenó sonriendo-. O tal vez quieres que te ayude.
-Ah eso te gustaría ¿verdad? -dijo Tomoyo sonrojada por las imágenes que vinieron a su mente-. No gracias, yo puedo solita -y entró en la habitación, Touya ya se alejaba y antes de cerrar agregó-: Nunca pensé que tendría un jefe tan considerado. ¿Qué pasó con el dictador que estaba aquí cuando yo llegué?
-Te mostraré donde esta el dictador si no te das prisa -amenazó Touya con voz ronca y Tomoyo riendo se apresuró a cerrar la puerta.
Continuará…