InuYasha Fan Fiction ❯ De Amigos y Amantes ❯ En la telaraña del enemigo ( Chapter 3 )
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Capitulo III: En la telaraña del enemigo
Inuyasha suéltame- le pidió Kagome un poco asustada al ver los ojos de su amigo.
Tu no te puedes casar con Bankotsu, no después de lo que paso entre nosotros- le dijo rozando sus labios con los de ella.
Inuyasha por favor- le pidió ella empujándolo un poco con su mano derecha. Que demonios había pasado unos minutos antes. Si Bankotsu no hubiera llegado, hubiera cometido un gran error. Inuyasha era su mejor amigo y no cosas como eso para perderlo, pero era tan excitante tenerlo enfrente sin camisa y tan…
Deja de pensar estupideces Kagome- dijo ella pegándose en la cabeza con la pared.
No te pienso dejar- le dijo Inuyasha tomándola con fuerza del rostro- tu no amas a tu prometido- le recordó.
Yo no amo a Bankotsu- estupida. Solo a ella se le ocurría revelarle eso a Inuyasha. Ahora como lo miraría en le trabajo.
Sentía que las marcas que dejo en su cintura ardían en pasión. Lo necesitaba dentro de ella como nunca antes había necesitado sentir a un hombre. Era una virgen excitada. Genial, el primer orgasmo y con el amigo de toda la vida.
Bonita manera de terminar el desfile- pensó
Inuyasha- Kagome suspiro- déjame ir, hablaremos de esto después- le prometió
No- le contesto el pegándola mas a la pared. Estaba cegado por los celos y deseo ni cuenta se estaba dando que sus dedos estaban dejando marcas en el rostro de Kagome.
Es tu amiga- una voz en el interior le recordó. Entonces dejo de respirar. Estaba siendo un animal. La soltó de golpe y le dio la espalda.
Kagome solo suspiro aliviada y se sobo la mejilla.
Perdóname- dijo el- no sabia lo
No te preocupes, yo también me disculpo- dijo ella.- me deje llevar por…- un silencio abundo en la habitación.
No había razón para disculparse- pensaron ambos.
Quizás si las cosas hubieran sido diferentes entre ellos cuando eran adolescentes, todo seria mejor, pero no. el play boy del colegio se tenia que acostar con la recién lanzada a la fama Kikio Takahashi. Y para colmo dejarla embaraza. Aunque por cuestiones del destino perdió al bebe al caerse de unas escaleras. Inuyasha sabía que lo había hecho apropósito. No pretendía dañar su carrera como modelo por un maldito mocoso.
Creo que es mejor que te vayas- dijo Kagome temblorosa mientras se dirigía a la puerta.
Espera- dijo el sujetándola del brazo. Una corriente de aire frió paso por la espalda de Kagome e hizo que su estomago se contrajera de un manera salvaje.
Kagome yo…- tenia la garganta seca, carraspeo un poco y trago saliva para humedecerla… nada...seguía seca.
Kagome parpadeo unas cuantas veces, y sintió como el deseo de besar a Inuyasha se intentaba apoderar de su cuerpo nuevamente, pero no. se controlo no podía hacerlo.
yo me enamore de ti- confeso- no se como paso ni cuando pero te has metido en mi vida mas de lo que deberías y simplemente no puedo ni quiero sacarte de ella.- Inuyasha dio un respiro.
Inuyasha, yo…yo- Kagome necesitaba las palabras adecuadas para decirle a Inuyasha que no podía estar juntos. Les era imposible estarlo. Por mas que Inuyasha dejara a Kikio, ella tenia a Bankotsu y sabia que si lo dejaba por Inuyasha la mataría y lo mataría a el al mismo tiempo.
Te amo Kagome- le confeso una vez mas- te amo nunca ame a alguien en mi vida. te deseo, quiero tocarte, hacerte el amor, entregarme a ti y quiero que me ames igual, de la misma manera- le dijo
Pero yo no puedo- le dijo ella.- Inuyasha, Bankotsu me acaba de pedir matrimonio y yo…-
Tu nada!- le grito Inuyasha- tu no te vas a casar con Bankotsu, porque si lo haces le diré lo que ha sucedido entre nosotros- le amenazo
No te atreverías- dijo Kagome arrugando el entrecejo.
No me tientes- le contesto el- recuerdas cuando te hablaba de Kikio y de lo mucho que me gustaba y de cómo quería que ella fuera mía- le dijo- y lo conseguí, no soy feliz pero lo conseguí y soy capaz de tenerte a ti también así me toque mentir mil veces- le aseguro.
Inuyasha vete-dijo ella bajando su mirada- vete- le repitió
Tu no te casaras con Bankotsu- dijo el- de eso me encargo yo.- un portazo se escuchó en el pasillo y varias modelos vieron salir a Inuyasha como alma que llevaba el diablo. se notaba que había peleado con la señorita Higurashi dieron un suspiro y siguieron haciendo sus cosas.
-.-
Vi a Inuyasha salir muy enojado del edificio- comento Bankotsu mientras tomaba un poco de vino.
Kagome guardo silencio- ¿acaso discutieron?- pregunto
Ella se llevo un trozo de pollo a la boca para poder estar en silencio un poco mas en su mente podía ver las imágenes de lo que había sucedido después del desfile. Pasaban como una película ante sus ojos.
ni se detuvo a saludarme- comento
Si, discutimos- dijo ella finalmente tragando la comida y tomando un poco de agua. - Inuyasha estaba muy enojado cuando me vio el anillo de compromiso- dijo ella.
Por que?- pregunto Bankotsu estirando su mano para alcanzar la de ella y acariciarla. La piel de Kagome se erizo y pensó sentir las manos de Inuyasha tocándola lentamente.
No- susurro ella retirando su mano con rapidez.
¿Que sucede?- pregunto Bankotsu al ver la reacción de Kagome.
Nada- contesto ella rápidamente- estoy un poco cansada- mintió
Creo que es mejor que te deje en casa- le sugirió- mañana saldremos en la tarde, quiero que veas tu vestido de novia y elijas los anillos- dijo el.
Pero yo no te he dado mi respuesta- contrario ella.
Yo se que si te quieres casar conmigo, no hay motivo por el cual te quieras oponer a hacerlo- comento con cinismo mientras se levantaba y dejaba el dinero sobre la mesa- ¿nos vamos?- pregunto ofreciéndole el brazo a Kagome par caminar como realeza. La verdad es que los Higurashi serian la ganilla de los huevos de oro para el. Y Kagome la estupida mas estupida de todas las estupidas… fácil de controlar y fácil de jugar con la mente.
Y a ese Inuyasha lo quería fuera de su camino. Muy lejos. Y de eso se encargaría el en la mañana.
-.-
Descansa princesa- se despidió de Bankotsu y rápido beso en los labios y corrió hasta su apartamento. Tenia que pensar y mucho.
Necesitaba respuestas a todas sus preguntas. no entendía el porque ni como ni cuando ni de donde le había nacido toda esa pasión dentro de ella que la cegó con deseo y se olvido por completo que Inuyasha era su amigo y se antojo de tener sexo con el y entregársele. Sintió como sus pezones se irguieron y la sed de tocarlo le raspo la garganta.
Deja de pensar en eso- se dijo Kagome dándose un golpe en la cabeza.
Pero era algo imposible, son con el hecho de imaginarse a Inuyasha entrando y saliendo de ella con ese miembro tan grande que aparentaba tener.
Ah- suspiro Kagome, podía jurar que sentía las manos de Inuyasha estimulándola de una manera única llevándola al cielo para traerla a la tierra lentamente. Paso su mano pos sus senos aun estaban calidos.
Maldito Inuyasha- susurro.
La lengua del ojidorado había hecho milagros en el cuerpo de ella, nunca pensó en que estar excitada fuera tan abrumador e inquietante y mas cuando eras una virgen y el que te excitaba era tu mejor amigo.
Se quito el abrigo y lo dejo en la cama, abrió la llave de la ducha para que la bañera se comenzara a llenar con agua caliente. Por Kami como le gustaría que Inuyasha estuviera ahí para que le diera un masaje en los hombros y la acariciara, pasara su ágil lengua sobre los pezones y los succionara como si se estuviera amamantando.
Y la chispa que habían creado sus dedos en el interior de ella, el orgasmo fue lo mejor, sentía que el alma se le arrancaba del pecho y que la garganta era consumida por la sequedad.
Se quito la camisa y la falda quedando desnuda, primero metió sus largas piernas y después su tronco. Por ultimo el agua la tapo hasta los senos.
Cerro los ojos y dejo caer su cabeza sobre la pared de la bañera. Demasiado tentador. Tenia ganas de correr y buscar a Inuyasha para que terminara lo que había empezado pero no podía.
Maldito Bankotsu- dijo ella ahora maldecía al “hombre de su vida”
Sumergió su mano hasta que esta toco el fondo de la bañera y tomo la esponja de baño.
El paso por sus brazos y por sus hombros cuando llego a sus caderas sintió un dolor.
Que…- Kagome se detuvo a pensar.
Inuyasha- susurro ella. La había marcado mientras se besaban. Había algo muy particular en Inuyasha. El marcaba todo lo que hacia o bueno la mayoría de las cosas, actuaba como un animal, de acuerdo a sus insititos eso siempre le fascino a Kagome. Se levanto un poco para observar ese rojo que estaba casi en carne viva que tenia los dedos de Inuyasha pintados y tenia un calor peculiar.
Que has hecho Kagome?- pregunto preocupada. Esa noche seria larga, eterna e intrigoza…pues para todas sus respuestas solo había una respuesta
Deseo.
-.-
Llámala estupido- se dijo Inuyasha mientras tenia el teléfono inalámbrico en las manos y contaba hasta diez. Necesitaba hablar con Kagome, decirle que tenia que dejar a Bankotsu y que intentara tener una nueva vida con el. Pero era difícil y era casi imposible solo con el hecho de que el imbecil de Bankotsu le había pedido matrimonio todo era mas complicado.
Era cierto, algo muy dentro de el le decía qué Kagome no iba a dejar a su amado Bankotsu por algo que solo tenia forma de aventura.
¿Y que si se aburría de el como pareja? se pregunto. Eran amigos, pero tenían enfrentamientos muy grandes y ni hablar de las manías que tenia el. Kagome no lo soportaba… entonces eso quería decir que… ¿no había oportunidad para ellos?
Dio un suspiro ahogado. Y sintió como si entrepierna le dolió, y dolió mucho.
Maldición- dijo Inuyasha tocándosela.- pero Kagome es la mujer perfecta para mi- pensó el.
Miro sus manos y se imagino la piel de Kagome. Era seda, calida, suave, y ni hablar de su sabor. Era como estar en el paraíso.
Un palpitar, la piel de Inuyasha se erizo y cerró los ojos. Tenia la sensación de los labios de Kagome sobre los suyos dándole calidos masajes y su lengua recorriendo cada parte de la boca de el.
Kami- susurro el en voz ronca y sin querer paso su mano por su miembro erecto.
Recordó el cuerpo de Kagome haciendo una pequeña danza alrededor de su hombría al mismo tiempo que este se endurecía y el deseo de hacerla suya crecía dentro de el. Esa mujer lo estaba matando en ese camerino y no precisamente de un infarto.
Necesita tenerla con el, cerca, muy cerca. Tanto que pudiera sentir su corazón palpitar, su respiración y su sangre correr por sus venas. Era una obsesión.
¿Y si la secuestro?- pensó. Si secuestrarla era lo unico que la retendría a su lado, solo con el.
Entonces el teléfono lo saco de sus pensamientos.
¿Alo?- contesto el inmediatamente.
Inuyasha- dijo la voz de una mujer al otro lado del teléfono. Era Kagome.
Kagome- dijo el chico sonriendo- ¿que sucede?- pregunto preocupado.
Nada, solo…- dijo ella también necesita una respuesta- solo quería saber en ¿donde estabas?- pregunto
Estoy en casa de Sango y Miroku- contesto el. Estaba preocupada por el.
Ya veo- susurro Kagome- bueno, tengo que irme- le dijo dispuesta a colgar.
Espera Kagome- dijo Inuyasha- necesitamos hablar-
Inuyasha yo…- Kagome se quedo sin hablar.
Kagome, yo te confesé lo que sentía por ti- le recordó- necesito saber si tu me amas- le dijo- Kagome yo te necesito conmigo
Pero Inuyasha yo no te puedo corresponder- le dijo ella- Bankotsu
Ya te dijo que no me interesa el- dijo con rabia- déjalo, veámonos lejos, muy lejos, solo los dos- le pidió
Inuyasha yo…- un sonio bastante fuerte vino de afuera, tanto que era un poco ensordecedor. Un trueno.
¿Bueno?- dijo Inuyasha al no sentir tono al otro lado del teléfono- bueno..Kagome!- pero nada, todo era silencio.
Maldita sea- dijo tirando el teléfono
Inuyasha ¿todo esta bien?- pregunto sango
Si- contesto el- hermana, siempre has dicho que entre Kagome y yo pasaría algo además de amistad- dijo el.
Si, ¿que pasa con eso?- pregunto ella sentándose mientras se sobaba la barriga.
Pues, tarde me di cuenta que me enamore de Kagome- dijo el viendo como una sonrisa se formaba en los labios de su hermana.-
No la dejes ir con Bankotsu- dijo ella- mucho menos si no esta enamorada de el.- sango se levanto- ese es mi unico consejo.- y salio del cuarto.
Inuyasha miro al suelo, podía escuchar como la tormenta de afuera iba tomando fuerza, soluciones… eso era lo unico que necesitaba.
-.-
Cinco minutos más- dijo Kagome mientras se ponía la almohada en la cara para tapársela.
El fastidioso sonido del despertado se escucho por toda la habitación.
Ya, ya- dijo ella levantadose rápidamente.
El día paso lento y aburrido. Demasiado trabajo, no había tiempo ni para respirar, con demasiadas cosas en la cabeza y la noche anterior… entre esas.
-.-
¿Inuyasha Taisho?- preguntaron en la recepción del edificio de sango
Déjeme llamar- dijo el vigilante
¿Alo?- contestaron el piso seis del edificio
Joven Taisho- dijo el vigilante- aquí lo busca alguien en la recepción- dijeron
¿Quien?- pregunto extrañado
Un joven- comento
En un momento bajo- contesto Inuyasha para colgar el teléfono y ponerse un abrigo, era demasiado extraño, casi nadie sabia en donde vivía su hermana y mucho menos que el estaba ahí.
Bajo por el ascensor rápidamente, y salio a buscar a la persona que lo esperaba y ahí estaba el. Maldito desgraciado que le estaba arruinando sus chances con Kagome. Bankotsu, como provocaba estrangularlo ahí mismo con solo pronunciar su nombre. Inuyasha se controlo un poco. Lucia ¿preocupado?
Kagome- pensó el
¿Que haces aquí?- pregunto enseguida
Inuyasha que bueno que estas aquí- dijo Bankotsu con tono de preocupación
¿Que sucede?- pregunto el ojidorado alarmado
Es Kagome- Bankotsu tomo aire- esta muy grave en el hospital
¿Que demonios le sucedió idiota?- le pregunto tomándolo del cuello de la camisa
Kikio fue a la casa de ella y tuvieron una discusión, Kagome estaba en el segundo piso del apartamento trabajando y Kikio la empujo en un ataque de rabia.- le contesto
¿Y tu como sabes eso?- pregunto
Yo llegue cuando Kagome estaba cayendo de las escaleras- finalizo.
¿En que hospital esta Kagome?- pregunto Inuyasha.
En el Hospital Central de Inglaterra- dijo el- he venido a buscarte porque se que tan importante eres para Kagome.- dijo mintiendo
Iré para allá.- contesto Inuyasha dejando a Bankotsu tirado en la recepción-
Idiota- susurro
Tengan todo listo, va para allá- dijo Bankotsu por un celular- hora de sacarte mi vida.
-.-
¿Que demonios le sucede a Kikio?- se pregunto Inuyasha mientras manejaba a una alta velocidad por las calles de la ciudad. Se paso semáforos en rojo, ignoro señales de transito y por poco atropella a un joven en una bicicleta.
Por Kami, si algo le pasaba a Kagome mataba a Kikio con sus propias manos y era de creer que ganas no le hacían falta.
Parqueo su carro en el estacionamiento subterráneo, caminando rápidamente se aproximo al elevador, entonces sintió un dolor en su cabeza y después un golpe en su rostro. ¿Que demonios?
La vista la tenía nublada y sentía una fuerte presión sobre su cabeza, diviso una mano con dificultad mientras algo lo sujetaba por detrás.
¿Indefenso Inuyasha?- pregunto alguien
¿Que quieres?- pregunto el chico recuperando un poco la postura
Quiero que dejes a mi prometida en paz, y que salgas de nuestras vidas de una maldita vez- le respondió
Eso jamás- contesto Inuyasha al tiempo que recibía un golpe en el estomago y escupía un poco de sangre- jamás- dijo el sin aire.
Bueno entonces lo vamos a negociar- dijo la voz- ¿a los cuantos golpes dejaras lo que es mío quieto?- pregunto
Ni lo creas Bankotsu, amo a Kagome, y me puedes dar con garrotes, piedras, palos y demás pero jamás la voy a dejar sola.- le respondió
Pues bien, que empiece la diversión.- dijo Bankotsu par ver como los dos gorilas que tenia por guardaespaldas le pegaban fuertemente en el rostro, cabeza, abdomen, espalda, piernas y brazos a Inuyasha.
Le encantaba verlo sufrir, adolorido y lleno de sangre, pero necesitaba que pidiera misericordia.
No mas- dijo Bankotsu- tengo un tiquete de viaje que sale hoy a las nueve de la noche. Quiero que te largues de Inglaterra para siempre y no regreses y si te acercas a Kagome, creedme que la paliza no la contaras.- dijo el pelinegro.
Se alejo a paso lento dejando a Inuyasha tirado en un charco de sangre frente al elevador del hospital.
Miro el suelo y tomo el tiquete. No sentía su cuerpo, su cabeza lo estaba matando, se levanto con dificultada y pesadez, tenia sus piernas dormidas y la vista demasiado borrosa.
Kagome- se susurro a si mismo. Necesitaba las fuerzas que solo ella le podía dar.-
Camino lentamente, y después de unos minutos llego a su carro en donde tomo un pajuelo y limpio un poco la sangre de su rostro. Le ardía.
Encendió el carro y manejo lentamente y con cuidado, hasta llegar al edifico las Animas. Subió por el elevador de los empleados hasta llegar al último piso. Entendió que todo había sido una trampa hecha por Bankotsu para asustarlo y alejarlo de Kagome. Pero ese niño rico estaba muy equivocado.
Toco con desesperación.
Ya voy- gritaron desde adentro.
Kagome tenia una bata de seda puesta y su expresión cambio cuando al abrir la puerta se encontró con el rostro de su mejor amigo golpeado y lleno de sangre.
Inuyasha- chillo ella en susto y corrió a sostenerlo.
Kagome- dijo el
No hables- le pidió ella tomándolo del brazo para ponerlo alrededor de su cuerpo y dirigirlo a su alcoba.
Kagome- Inuyasha tosió un poco de sangre- Kagome quiero que seas mi esposa- dijo Inuyasha finalmente antes de caer desmayado.
Inuyasha!- fue lo último que dijo Kagome.
…