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Capítulo 6

La convivencia

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2 semanas después...

Era viernes por la noche y Rin trataba de abrir la puerta sosteniendo los libros, la cartera y unas cuantas cosas para comer que había comprado en el camino. Cuando los libros se le cayeron no se movió para recogerlos hasta que finalmente pudo girar la llave abrir la puerta y dejar los paquetes adentro, una vez que dejó su cartera sobre la cama regresó para levantar los libros y dejarlos sobre la mesa.

Mientras cerraba la puerta llamó a Sesshoumaru pero al no obtener ninguna respuesta supuso que estaría en la biblioteca estudiando y por lo tanto tenía el apartamento para ella sola.

Vivir con él había resultado divertido porque no solo lo veía todos los días sino que continuaban peleando constantemente y a pesar de la mala impresión que tuvo de él por su encuentro en el aeropuerto, la verdad era que disfrutaba mucho de la compañía de aquel hombre serio y aparentemente frío.

Sesshoumaru era ordenado, cuidadoso y ayudaba con las labores de limpieza, jamás se hubiera imaginado que aquel hombre serio y taciturno fuera tan buen roommate después de todo.

Después de guardar las compras en la pequeña despensa, guardó los platos del desayuno lavados tomó un refresco y entró a su cuarto para meterse al baño. Se tiró unos minutos en la cama solo en ropa interior cansada por el día tan ajetreado que había tenido.

Se quitó su ropa interior frente a la puerta de la ducha y esperó a que la temperatura del agua fuera de su agrado. No era un baño demasiado grande pero si tenía espacio para guardar paños, jabones y cremas. El espejo sobre le lavamanos era un regalo de Deborah.

Al abrir la ducha se sintió de maravilla, el agua resbalando sobre su piel la renovó por completo, sabía que estaba viviendo una época muy feliz y gratificante en su vida rodeada por su familia y amigos.

…………

Subió las escaleras en silencio y estornudando, estaba cansado y tenía un molesto dolor de cabeza, sin embargo se alegró al ver que en el apartamento había luz porque eso significaba que Rin estaba ahí.

Quería disfrutar de su agradable compañía que le alegraba la existencia, oler su perfume, sentirla cerca y escuchar la forma como lo llamaba doctor. Verla en pijamas era su recompensa de todos los días. Abrió la puerta con cuidado, dejó sus libros en el sofá frente al televisor y entró a su cuarto, una vez que se cambió de camisa abrió la puerta del baño distraído con sus preocupaciones de estudio.

Sesshoumaru abrió la boca ligeramente presa del asombro, Rin estaba de pie frente al espejo secándose el cabello con una toalla y cubierta únicamente por una bata de baño que apenas le llegaba más abajo de los glúteos. Suspiró en silencio, aquella mujer le encantaba y no podía evitarlo, desviando la mirada se excusó.

"Disculpa no me di cuenta que estabas aquí!"

"Ya terminé, no te preocupes!"

"…puedo lavarme las manos?"

"Por supuesto!"

Sesshoumaru no podía apartar su mirada de Rin, ladeaba la cabeza para poder ver el cuerpo cubierto por la diminuta tela de flores que se ceñía a sus curvas. A su lado Rin se cepillaba el pelo como si él no estuviera ahí, pero rápidamente el peso de la mirada junto a ella la hizo caer en cuenta que la estaba viendo ensimismado. Se volvió con una sonrisa a medias, pero aquella sonrisa fue reemplazada por una expresión de preocupación en un instante.

"Que pasa Rin?"

"Doctor te encuentras bien? Estás muy pálido!"

Al contemplar el pálido semblante Rin prácticamente se había abalanzado sobre él, pegada a su pecho y con una mano en su mejilla quiso comprobar que no tenía fiebre. Sesshoumaru estaba inmóvil aquel repentino contacto le hizo sentir un escalofrío en la nuca pero esperó pacientemente a que su recién bañada roommate terminara su inspección.

Fueron tan solo un par de minutos que estuvieron de esa forma, prácticamente abrazados; pero fue suficiente para que Sesshoumaru pudiera disfrutar del aroma a jabón de Rin. Fue muy agradable poder sentirla tan cerca ligeramente húmeda y oliendo a limpio.

Complacida porque él no tenía fiebre Rin se separó apenas un poco, lo suficiente para poder verlo a los ojos.

"No te sientes mal?"

"Estoy algo cansado!"

"Tienes hambre?"

"Un poco pero…!"

"Pero nada doctor, me cambio y prepararé algo para los dos!"

Desde la puerta de su cuarto Rin le dedicó una gran sonrisa, en el instante que la puerta se cerró, Sesshoumaru pudo dejar de contener la respiración, no se explicaba porque ella, que no era su tipo de mujer lo hacía sentir incómodo con tanta facilidad.

……………………

Rin lo observaba complacida, Sesshoumaru devoraba la comida casi sin respirar. Mientras comían postre Rin le dijo que le gustaba estar en Japón estudiando, cerca de su padre y viendo a Kagome todos los días.

Tratando se ser amable y cediendo a su propia curiosidad, Sesshoumaru le preguntó sobre su vida sentimental, días atrás la había visto botar a la basura una foto de ella abrazada a un hombre joven, en aquella ocasión Rin le había contestado que ese era su ex novio dejándolo con mucha curiosidad.

"Entonces estás feliz de estar aquí?"

"Si mucho!"

"Y no dejaste a algún hombre llorando?"

Rin se quedó viéndolo y murmuró las palabras `hombre llorando' al borde de las carcajadas.

"Un hombre llorando por mí ja ja ja claro que no, que te dio esa idea? …Ahh me lo preguntas por la foto…ese fue mi último novio más o menos serio, pero eso fue hace…mmm! hace como 2 años wow que montón…!"

Sesshoumaru la observó perderse en sus recuerdos y pensó como alguien tan encantadora y atractiva como ella podía pasar dos años sola. Después como si saliera de un trance Rin se volvió a verlo con una gran sonrisa.

"No importa, Kagome dice que llevó mucho tiempo sola pero estoy segura que algún día encontraré a mi persona especial!"

"Persona especial?"

"Si alguien maravilloso solo para ti, Susan es tu persona especial verdad? Que afortunados!"

"…"

(Susan es mi persona especial? Si debe ser porque ella será mi esposa…un momento quiero saber que es para esta gatita una persona especial)

"Serías tan amable de explicarme pequeña como es eso de tu persona especial?"

"Bueno alguien que me quiera como yo soy, con quien me sienta a gusto y me haga reír. Un hombre que le guste tenerme a su lado y a quien yo pueda mimar y abrazar, que yo lo haga vibrar...ja ja ja bueno tu me entiendes!!"

"Claro pequeña!"

Se quedó con las palabras de Rin dando vueltas en su mente y mientras llevaba los platos para lavarlos el recuerdo de Susan se avivó en su mente. Después de escuchar a Rin, no estaba tan seguro que él y su prometida eran esa persona especial que con tanto fervor describía la pequeña.

Sonrió para sí mismo, cautivado porque Rin no había mencionado ningún requerimiento de apariencia física, aparentemente su roommate se fijaba más en las cualidades de la persona que en su físico.

(Claro, tiene sentido si ella misma parece tan poco consciente de sus propios atributos…pero debe haber algún tipo de apariencia que le guste en particular…quisiera saber!)

Una vez que terminó con los platos se secó las manos, tomó una revista y se puso a hojearla sentado junto a ella, que parecía ver la televisión ensimismada. Sesshoumaru no prestaba atención ni a la revista ni a la televisión, más bien seguía pensando en Susan.

Su prometida era una mujer muy deseable con todas las cualidades que cualquier hombre pudiera desear. Además de hermosa era muy inteligente, una triunfadora. Sin embargo las palabras de su roommate lo hicieron reflexionar y cuestionarse sobre su propia relación.

Las risas de Rin lo distrajeron de sus reflexiones y se concentró en ella, para su deleite ya estaba metida en una de sus sugestivas pijamas. Ser roommates resultaba ser un placer completamente inesperado haciendo de su vida de estudiante una experiencia agradable.

Cada día sentía que la conocía un poco más pero al mismo tiempo no necesitaba saber demasiado sobre ella para disfrutar su compañía. No lo admitía demasiado pero le encantaba pelear con ella, que le cocinara y que se preocupara por él lo suficiente para tomarle la temperatura con la mano pegada a su pecho. La vio alargar el brazo para tomar su computadora, abrirla sobre su regazo y emocionarse porque había recibido un correo de su hermano menor Kai.

"Ay me encanta recibir correos de mi hermanito!"

"Hum!...y dime es un pequeño igual que tú?"

"Baka! Para tu información Kai es tan alto como tú!"

"Ahhh! la pequeña de la familia!"

"Necio! yo no soy pequeña, tú eres muy alto!"

"Alto y guapo querrás decir!"

"Ha ha ha ya te dije que yo tengo buen gusto!"

"Oye!!"

"Pero que presumido eres, que te importa lo que yo piense? Estoy segura que en la facultad de medicina debe haber un montón de ciegas"

"mmm...oye vas a ir mañana con Kagome e Inuyasha a pasar el día en el club?"

"Si, y tú?"

"No. Me quedaré para estudiar!"

Con una cara de desolación Rin lo sujetó por el brazo dejando la computadora de lado para suplicarle que no dejara de ir con ellos.

"Pero tienes que ir para no estar sola porfavooor!"

Sesshoumaru parpadeó con tranquilidad, sentirla recostada a su costado era absolutamente electrizante, solo le bastaba mover un poco el brazo y la tendría abrazada a su pecho…cortó esos pensamientos de golpe y la miró a los ojos dispuesto a no ceder ante los encantos de Rin, pero le fue imposible, la idea de un día de piscina y sol junto a ella era irresistible.

"mmm!…está bien"

"Ayy! Gracias. Puedes ser agradable cuando quieres!"

"…como digas pequeña Rin!"

"je je je eres un necio estoy segura que cuando conozcas a Kai se llevaran muy bien, molesta tanto o mas que tu!"

Rin se separó de él con una sonrisa que le iluminaba todo el semblante y no lo dejaba pensar en nada más. Sesshoumaru se revolvió en su lugar, cuando Rin le sonreía de esa forma le daba una punzada en la boca del estómago que le sacudía las entrañas.

"Entonces seguramente me gustará tu hermano!"

"…tonto, me caes mal!"

"No mientas gatita!"

Sesshoumaru soltó una risita burlona mientras Rin lo miraba de reojo, sin dejar de verla y con naturalidad le puso la mano sobre la cabeza alborotándole el cabello como queriendo aplacar la furiosa mirada que le recordaba a una gatita y la hacía verse hermosa. Rin se levantó y fue hasta la cocina y desde ahí le preguntó a que hora se iban.

"Doctor a que hora nos vamos?"

"8.30"

"En ese caso me voy a dormir, hasta mañana grandulón!"

"Hasta mañana...pequeña!"

"…"

Sesshoumaru Se quedó un rato más frente al televisor después y en silencio revisó que la puerta estuviera cerrada, apagó la luz y se fue a dormir. Los dos se quedaron dormidos casi al instante.

…………