InuYasha Fan Fiction ❯ Un principe enamorado ❯ Ultimos dias ( Chapter 10 )

[ X - Adult: No readers under 18. Contains Graphic Adult Themes/Extreme violence. ]

Capítulo 10

Ultimos Días

Rin estaba con Kali en el jardín, la pequeña se separaba de ella únicamente a la hora de la cena cuando la tenía sólo para él. Habían pasado 3 días desde que volvieran y Sesshoumaru deseaba pasar más tiempo con Rin pero la pequeña siempre estaba cerca, abrazándola, tocando su cabello, jugando con ella. Pronto tendría que salir nuevamente y estaba seguro que regresaría con su compañera por lo que decidió no perder más tiempo y salió al jardín.

Las dos estaban tiradas en el pasto bajo un árbol, Rin le hacía cosquillas a Kali que reía a carcajadas sosteniendo a la mujer por el rostro, en un intento inútil porque la soltara. Se detuvo a mirarlas, ambas reían sinceramente, disfrutando de la mutua compañía. La diferencia entre ellas era evidente, los rasgos humanos en total contraste con los de youkai, y sin embargo, no eran tan distintas, al menos no para Rin.

Después de varios minutos de súplica Rin finalmente dejó de hacerle cosquillas, la niña suspiró sonoramente y se dejó caer apoyando su cabeza en el pecho de Rin, mientras dejaba escapar una que otra carcajada atrapada en su garganta. Rin tenía los ojos cerrados y una sonrisa en los labios.

Sesshoumaru no pudo evitar distraerse al ver como las piernas de Rin estaban descubiertas. En el forcejeo para hacerle cosquillas el kimono se había desacomodado, dejando ver más arriba de sus rodillas. Sus muslos expuestos casi en su totalidad eran un bálsamo para la brillante mirada ámbar.

Viéndola así se sintió nuevamente asaltado por los recuerdos de Rin en el río y gruñó para sí mismo; Qué era él? Un maldito pervertido? Porque no podía sacar esos recuerdos de su mente? No ayudaba el hecho que además de su cuerpo desnudo recordaba su delicado aroma, sus brazos alrededor de su cuello y la calidez de su cuerpo acurrucada en su pecho.

Se detuvo sobre sus pasos y cerró los ojos un momento, en un intento de liberarse de las imágenes, respiró profundo y se adelantó hasta estar justo frente a ellas con los ojos fijos en las hermosas piernas, que más bien parecían tentarlo con su suavidad y cercanía.

La primera en notar su presencia fue Kali, que se incorporó casi de inmediato. Rin todavía en el suelo, lo miraba con una expresión que al príncipe le pareció más que adorable, sonreía y sus ojos verdes reflejaban felicidad. Ella estaba totalmente ajena al efecto que esa mirada tenía sobre él.

"Buenas tardes Sesshoumaru-sama!"

"Buenas tardes pequeña"

"Kali ven acá hija" - la voz de Folken venía desde la una ventana a poca distancia. Al oír la voz de su padre Kali sonrío y giró sobre si misma en dirección a su papá. Se despidió con un beso para Rin y una reverencia para el príncipe antes de salir corriendo, dejándolos solos.

Sesshoumaru se sentó junto a Rin bajo uno de los árboles del jardín que ofrecía una fresca y relajante sombra. Ella estaba limpiando las hojas que se habían enredado en su cabello un poco sorprendida que su Amo estuviera sentado tan cerca, estaba segura que como siempre el príncipe no expresaría ni una sola palabra por lo que se recostó con los ojos cerrados contra el gran tronco. Al escucharlo hablar abrió los ojos de golpe pero se quedo inmóvil escuchando.

"Le gusta mucho estar contigo!"

"…si…eso creo" - Rin le habló a media voz mientras le daba una mirada disimulada, como si tratara de adivinar que tramaba su protector. Cuando él le preguntó si ya la pequeña youkai sabía que pronto abandonaría el castillo Rin dejó caer su peso contra el árbol dándole ligeramente la espalda, y la voz le salió como un témpano.

"Aún no, es que no sé como decírselo…no estoy segura si debo hacerlo unos días o unos minutos antes" - Rin tenía un expresión afligida y cerraba el puño sobre su pecho abrumada por la noción de su próxima partida. Junto a ella Sesshoumaru sintió compasión por la joven mujer y decidió no decir nada más.

El youkai sentía el aire cargado, la sombra de la inminente separación se cernía sobre ellos como una pesada cortina imposible de quitar. Miraba en dirección opuesta a Rin, casi dándole la espalda, al sentir que ella se acercaba se volvió para mirarla. Estaban muy juntos y la expresión del rostro femenino era tranquila llena de curiosidad y con una sonrisa afectuosa. Esa expresión siempre lo hacía temblar ligeramente y era feliz de saber que ella jamás lo sabría, menos ahora.

"Que pasa Rin?"

"Nada...bueno en realidad…quisiera saber algo…porque me salvaste?"

Sesshoumaru la miró un momento analizándola, admirándola pero sobre todo tratando de buscar la verdadera razón del porque la había salvado. El no sabía porque pero al verse en reflejado en aquellos ojos tan verdes supo que, parte de sus motivos eran que Rin jamás le había demostrado temor

"Mmm no sé simplemente me pareció justo, te quedaste conmigo!"

"Llevándote comida de humano que odias!"

"Si, pero eso no te detuvo o sí?"

"ha ha No!"

"Porque lo hiciste?"

"Estabas muy mal herido, no podía dejarte solo. Llámalo un impulso!"

"Ahora que lo mencionas, el día que te salvé tenías el rostro todo golpeado, que te pasó?"

"Ah…n-no fue nada… una pequeña golpiza!"

"Exijo saber porque te golpearon!!!"

Rin se sobresaltó al escucharlo, se encogió de hombros, torció los ojos y se dispuso a contestarle, con la palabra `opresivo' bailando frente a sus ojos.

"Muy bien, supongo que ya no tiene importancia...fueron los de la aldea porque me robaba los peces"

"Peces?....Tu...me llevaste peces!"

"Ajá"

"Entiendo"

Sesshoumaru sentía nuevamente una presión en el pecho, comprendió que la única persona que se preocupaba sinceramente por él era Rin, justamente una `débil e inútil' humana.

"Aunque no sepas porque lo hiciste, gracias…Sesshoumaru!"

"De nada!"

*Pero que estoy haciendo, porque regresé? Con el pasar de los días será más difícil abandonar este lugar y a él. Si me quedo sólo estoy retrasando lo inevitable, ni siquiera ha salido y estoy segura que cuando lo haga, regresará comprometido. Debo hablar con Kali, irme pronto y empezar a olvidar, será muy extraño no poder regresar!!*

Rin suspiró y las ganas de llorar parecían dominarla, pensó en levantarse y salir corriendo hasta llegar a la aldea, pero una mano con garras la detuvo. Lentamente bajó la mirada para comprobar incrédula que Sesshoumaru estrechaba su mano con firmeza. Su mano era tan pequeña que se perdía bajo la de él. No estaba segura si estaba soñando o si se había muerto y nadie le había dicho, porque él no decía nada, sólo estaba ahí junto a ella.

Supo feliz que lo que sentía era real, porque su mano sintió los dedos entrelazados con los del príncipe, parecía que trataba de transmitirle todo lo que tenía en su pecho. Con un una sensación que no sabía como calificar recibió aquel gesto como la máxima expresión de afecto que Sesshoumaru era capaz de profesar por un ser humano.

Rin no supo cuanto tiempo pasaron así, al levantar la cabeza Sesshoumaru estaba de pie junto a ella sujetando su mano.

"Ven, está haciendo frío!"

"Hai!"

El príncipe dejó ir la mano de Rin con lentitud rozando sus dedos hasta que finalmente se separaron. La acompañó hasta la puerta de su cuarto, cuando sus miradas se cruzaron los ojos de Rin le devolvieron angustia y dolor, todo mezclado con una sonrisa de resignación que le atravesó el pecho como una daga. Sintió como su corazón se aceleraba cuando Rin se acurrucó contra él un instante antes de desaparecer detrás de la puerta, para poder llorar lejos de la intensidad de la mirada de su amo. El youkai se quedó inmóvil mientras los sollozos de Rin llenaban sus oídos con dolorosa impotencia.

////////////

Esa noche cenaron juntos pero fue una cena incómoda, ninguno tenía deseos de hablar, parecían sumidos en sus propios pensamientos Rin comió rápidamente y se retiró a recorrer con paciencia los pasillos del palacio con la pálida figura a muy corta distancia.

Después de eso Sesshoumaru la miraba cuando ella no se daba cuenta y la seguía en sus paseos nocturnos por el castillo, ni una sola vez se percató Rin de su presencia. De esa forma transcurrieron los días hasta que finalmente Rin tuvo las fuerzas para despedirse de Kali y dejar atrás a su protector.