InuYasha Fan Fiction ❯ Un principe enamorado ❯ preambulo ( Chapter 27 )
Capítulo 27
Preámbulo
……………………… ……
Cuando ella despertó Sesshoumaru no estaba. Aún somnolienta Rin se quedó un rato más con la almohada de Sesshoumaru sobre su rostro aspirando su varonil aroma. Con los ojos cerrados trataba de recordar más de su sueño pero era inútil. No era capaz de ver más allá que la piel desnuda y abundante cabellera de la misteriosa mujer.
Se llevó la mano a su hombro, recordando las palabras de Sesshoumaru. Se iba a quedar congelada en el tiempo una vez que compartieran algo más que una noche de sueño.
(Cambiaré de alguna forma? Creo que podría preguntarle a Kagome…me quedaré bonita…jaja ja me dijo que soy preciosa…no estoy soñando Siii!)
Se sentó en el futón y admiró su cuarto a la luz del día. Bajó la mirada y con suavidad pasó los dedos sobre su kimono nuevo. Era tan suave y lo mejor, era un kimono que hacía juego con el de su pareja. Sonriente se aferró a la suave tela y se rió en silencio.
"Princesa? Estás despierta mi niña?"
Sukime asomaba la cabeza por la pared con una amplia sonrisa. Rin se acomodó el cabello detrás de su oreja y le dio los buenos días a su nana. Detrás de la mujer venía un sirviente con todo para preparar el baño, seguido por Jaken que llevaba el báculo en alto. El sirviente se detuvo y la saludó con una reverencia que a Rin le pareció excesiva, cuando estuvieron solo los tres Rin miró a Jaken.
"Jaken-sama no es necesario que obligues a todos a saludarme con tanta reverencia!"
"Pero eres la princesa del castillo!"
Rin volvió a ver a Sukime que torció los ojos.
"Sapo ridículo, que la saluden como siempre, con respeto y cariño!"
"Sukime-sama te agradecería ocuparte de tus asuntos, que es atender a la chiquilla y yo…!"
"Por favor no se pongan a pelear. Jaken haremos un trato…saludo como siempre y haré mi mejor esfuerzo por ser una digna princesa para tu amo bonito!"
Jaken la miró con los ojos entrecerrados. El pequeño demonio sabía que ella era la mejor pareja para su amo, pero era más entretenido atormentar a su amiga; por lo que solo dijo un `mocosa malcriada y consentida' entre dientes.
Una vez que el baño estuvo listo, Jaken salió detrás del sirviente dejándolas solas. Viendo a Sukime enfrascarse con recoger su ropa y revisar que todo estuviera en orden, Rin aprovechó para decirle algo que había notado tan solo ayer.
"Suki-nana, no estás cansada de ayudarme?"
"Pero acaso no deseas mi ayuda?"
"N-no por supuesto que no, es solo que…no quieres descansar como para ocuparte de cosas más interesantes...digamos…cierto youkai robusto y alado?"
La youkai se puso tan roja que Rin se mordió el labio y tomó a su nana de la mano, viéndola a los ojos con ternura.
"Nana!"
"Como te diste cuenta?"
"Mm! Se les nota por la forma como se miran!"
"…jajaja y que opinas?"
"Que es maravilloso, hacen una pareja hermosa!"
"Mi niña muchas gracias!"
"Pero desde cuando? Cuéntame Nana!"
"Se puede decir que es tu culpa!"
"Ah? Yo que hice?"
"Cuando te fuiste yo no tenía mucho que hacer y como estaba triste y deprimida empezamos a pasar mucho tiempo juntos…tu sabes!"
"Ja ja ja claro que lo sé. Esto es genial, quien más lo sabe?"
"Suponemos que nadie más, le dirás al Amo?"
"Cuando me den permiso!"
"Je je hablaré con él…Rin yo nunca creía que esto iba a pasarme a esta edad!"
"Suki-nana el amor no tiene edad!"
"Pero me preocupa Kali!"
"Todo saldrá bien, yo te ayudaré en lo que pueda!"
"Sabía que podía contar contigo!"
"Entonces? Dejarás de ser mi nana para ser una amante?"
"RIN!!!"
"Queee? Yo solo lo decía para que tuvieras el día libre para dedicárselo a tu novio!"
Sukime no le contestó, le empujó la cabeza dentro del agua con la mano al tiempo que se carcajeaba por la picardía de Rin. Cuando Rin sacó la cabeza del agua Sukime le dijo que Meilin le ayudaría con sus cosas bajo su supervisión.
"Siii vas a dedicarle tiempo a tu novio!! Oye Suki-nana, por casualidad sabes donde está el mío?"
"Je je je Salió desde temprano dijo que volvería después del almuerzo!"
"Ah bueno entonces desayunaré en el ala sur!"
Rin estaba terminando de vestirse cuando Sukime se separó de ella, y luego escuchó como la llamaba desde el otro lado de la habitación.
"Rin! Ven por favor!"
Cuando Rin salió del baño Sukime la esperaba acompañada por uno de los ayudantes de Folken y su esposa. El hombre sostenía algo en su mano y ambos se notaban nerviosos pero felices.
"Dime Nana? Buenos días!"
"Buenos días princesa…ahem! Queríamos entregarle un regalo estábamos esperando que estuviera recuperada!"
"Un regalo para mí? Ay que emoción!!"
A Rin se le iluminó el rostro y se acercó hasta el youkai con una sonrisa, el hombre le entregó un pequeño peine que cabía en la palma de la mano. Era un semi círculo y cuando Rin lo acercó para inspeccionarlo se dio cuenta que la parte por donde se agarraba tenía un labrado, era una luna menguante con una rosa.
"Es una luna menguante…!"
"Si señorita, es la representación de los príncipes! Le gusta?"
"Es el primer regalo que tengo donde estamos representados los dos…g-gracias!"
Rin contuvo las lágrimas y apretó el pequeño peine contra su pecho. El sirviente miró a Sukime y a su esposa que se aferraba a él emocionada. Ambos salieron de la habitación con una gran sonrisa.
"Suki viste? un peine donde estamos los dos!!"
"Si mi niña lo hicieron con mucho amor!"
Rin se cepilló una vez más con el peine nuevo lo dejó con cuidado junto a los demás y salió en dirección al ala sur.
……………………...
Ya habían almorzado y Rin estaba jugando a las cosquillas con Van y Kali, los dos niños sobre ella en un ataque de cosquillas dobles. Rin se reía a carcajadas contagiando a los niños. De pronto Rin sintió una punzada en el hombro y les pidió a los pequeños que se detuvieran.
"No, estás haciendo trampa!"
"Ja ja ja no pequeños es que ya llegó Sesshoumaru!"
"En serio adonde?"
"No sé, pero ya llegó!"
Los dos pequeños levantaron la vista y lo vieron, caminaba despacio hacia ellos.
"Buenas tardes!"
"Hola!!"
Ambos niños se abalanzaron sobre él preguntándole a donde había ido toda la mañana, Sesshoumaru levantó la ceja ante las interrogantes pero no les contestó. Sentada en el pasto Rin lo miraba con una sonrisa. Los ojos se le iluminaron al ver como se arrodilló frente a los niños y de la manga sacó una flor y se le entregó a Kali.
La pequeña tomó la flor feliz y se acercó para darle un beso dándole las gracias. Van se paró frente a él impaciente por ver su sorpresa.
"Y yo? Que me trajiste Tío?"
"Mmm! Que te parece esta rama de sauce? Puedes hacer un arco muy resistente, dile a Yoro que te ayude, trabaja con Folken!"
"Siii, eres el mejor Tío del mundo!"
Desde la casa Kagome observaba la escena maravillada y esperó a que los niños llegaran a mostrarle sus regalos. Por el rabillo del ojo vio a Rin desaparecer bajos los brazos de Sesshoumaru.
……………………
El abrazo pareció infinito y Rin sintió que se habían separado hacía mil años.
"Cómo estás Princesa?"
"Mm! Ahora bien pero…no te despediste de mí!"
"Tuve que salir muy temprano, estaba buscando algo muy importante!"
"Y lo encontraste?"
"Sí afortunadamente…toma!"
Sesshoumaru le entregó un ramillete de flores silvestres y la besó en la boca con ternura.
"Eres un amor! Me trajiste flores!...por cierto hoy recibí un regalo muy especial!"
"Ah si? Y se puede saber quien te lo dio?"
Sesshoumaru no pudo ocultar el enojo en sus palabras imaginándose quien podría haberse atrevido a hacerle un regalo. Rin se dio cuenta inmediatamente de su incomodidad y se rió suavemente.
"Fueron Yoro y su esposa, es un peine tallado con una luna menguante y un rosa, es una representación de nosotros dos!"
La expresión del youkai se suavizó completamente, más al ver la felicidad de Rin y sentirse cautivado por la noción de `nosotros dos'.
"Yoro?...vaya! A mi nunca me han hecho regalos!"
"Jajaja es que yo soy adorable!"
"Disculpe princesa, está insinuando que su devoto príncipe no es agradable?"
"Jajajajajaja! Eres el ser más maravilloso que yo he conocido"
El youkai dejó que ella se acurrucara en su pecho y le dio muchos besitos en la cabeza. Estuvieron un rato así hasta que los niños llegaron a buscarla para seguir jugando.
Se levantaron y Sesshoumaru le dijo a Rin que estaría cerca mientras ella se divertía con sus amiguitos.
"Gracias pero ahora iremos al patio principal!"
……………………… ……
Sesshoumaru los veía desde el pasillo afuera de su habitación, imaginando como serían sus cachorros con Rin. El castillo era diferente, estaba lleno de vida, los juegos infantiles eran cosa de todos los días. Kagome se acercó sin hacer demasiado ruido.
"Hola Sesshoumaru!"
"Kagome-chan, cómo estás?"
"Bien gracias…!"
"Sucede algo?"
"Nada, solo me estaba imaginando lo ruidoso que será este lugar cuando haya más niños!"
Sesshoumaru no dijo nada audible, era como si su cuñada adivinara sus pensamientos, desvió los ojos para evitar a Kagome y que viera su emoción.
"Sesshoumaru, cuantos hijos te gustaría tener?"
"Todos los que ella quiera…Kagome cuantos hijos puede tener una mujer sin que le pase nada malo?"
Kagome se llevó la mano al pecho sorprendida, Sesshoumaru sin duda era un ser único y diferente de la persona que ella había conocido hacía tanto tiempo. Era la personificación de la preocupación marital y ella se sintió honrada de que le preguntara algo tan vital.
"Um! Pues bueno…eso depende de la mujer. Mi abuelo me contaba que antes las familias eran numerosas, supongo que cinco o seis…además la salud de Rin es excelente gracias a la sangre que le diste!"
Kagome sonrió al ver la expresión de Sesshoumaru, de total felicidad. Solo podía imaginar lo que el youkai estaba pensando.
(Cinco o seis cachorros…mis cachorros, míos!!! Con mi esposa, tendré una familia propia gracias a mi pequeña!)
Después de una breve pausa Sesshoumaru se volvió hacia Kagome, ella tenía una cálida expresión que despertó la curiosidad del príncipe.
"Muy amable de tu parte…tendrás más hijos con tu esposo?"
"Ja ja ja eso me gustaría mucho!"
Kagome permaneció junto a él en silencio viendo a sus hijos jugar. Sesshoumaru fijó su atención en Rin, estaba sentada debajo de un árbol hablando con Jaken y Kali. Una cálida sensación le recorrió todo el cuerpo al verla. Estaba sonriente y vestía un kimono color rojo con pequeñas flores blancas.
Vio como Folken la llamaba, Rin se levantó y caminó hasta llegar a donde el viejo youkai.
"Mi niña solo quería decirte que luces hermosa!"
"Aww! Gracias Folken-sama!"
"Llevarás a A-UN de paseo?"
"Hai!"
"Iré a prepararles algo para el viaje!"
"Gracias!"
Folken la abrazó brevemente, podía sentir el peso de la mirada de su amo a la distancia, vigilando los movimientos de Rin, con un solo movimiento Sesshoumaru saltó desde el balcón hasta el patio. Cuando Folken se apartó le dio un beso en la frente y se encaminó al establo.
Rin empezó a caminar hacia Sesshoumaru pero se distrajo con la tierna escena no muy lejos. Moru le llevaba un ramo de flores a Keiko, que las recibía con una sonrisa y una mirada tierna.
Los dos se sonreían mutuamente como si no hubiera nadie más en el jardín, era realmente una escena romántica que se veía amenazada por la efervescencia del hanyou resoplando en las ramas de un gran árbol.
Rin se detuvo y observó como Inuyasha bajaba del árbol con los ojos como dos calderos y rabiando. Buscó rápidamente a Kagome y vio la angustia de su amiga, que anticipaba una desagradable escena por parte de su esposo. La princesa viró para interceptar a Inuyasha.
"Ahem!! Hola Inuyasha, podrías decirme adonde vas?"
"Rin!"
"Es una pregunta simple, dime por favor!"
"Ya sabes…Rin quítate!"
"No!"
Inuyasha dejó de ver a su hija para fijar su atención en la mujer frente a él, cruzó los brazos sobre el pecho con su característica arrogancia y entrecerró los ojos.
"Mira enana…haz el favor de hacerte a un lado. Ese infeliz! Porque rayos le lleva flores, quítate!!"
"No quiero!"
"Pero Rin!!"
La princesa sonreía tiernamente mientras que Inuyasha miraba por encima de su hombro para ver a su hija mayor que estaba cautivada por el joven youkai. Ni siquiera se había dado cuenta que su padre se acercaba porque estaba absorta conversando con el objeto de su deseo.
"Inuyasha cálmate y mira a Keiko. Acaso la habías visto más feliz que ahora?"
"Grr! Pero Rin solo tiene 14!"
"Y? Moru tiene como 25 o que? Me vas a decir que te vas a poner con esas cosas ahora…saquemos cuentas Kagome tiene 35 y tu….!"
"Sssh! Ya entendí, pero ella es mi hija!"
"Y Moru es un youkai bueno, trabajador y muy tierno!"
"Tierno…few!!"
"Es huérfano y sabe tratar a una mujer con cariño además es muy protector!"
"Y tu cómo sabes tanto…demonios mira la está tomando de la mano…Rin!"
"El y yo crecimos juntos siempre me trató con cariño, te lo juro es buenísimo y si la hace sufrir yo te ayudo a castigarlo!"
Inuyasha bufó hastiado, no era tan tonto para no darse cuenta que lo que Rin decía era verdad y secretamente sentía algo de celos por ver a su hija con un semblante tan radiante.
"Tiene 25 estás segura?"
"Casi, somos como de la misma edad, ustedes los monstruos no envejecen, mírame yo tengo 26 y tu hermano…mejor no saco cuentas. Moru es buenísimo, si ahora haces una escena Keiko se va a enojar contigo y vas a quedar como un monstruo sin tacto…y probablemente te den un abajo!"
"Maldición!!"
"Ja ja ja ves? Eres un papá excelente, tus hijos te aman…si sigues berreando me veré forzada a derribarte!"
"Que dijiste mocosa, derribarme tú?"
"Tengo un brazo muy fuerte!"
Ella lo empujó con el brazo herido y aunque Inuyasha no se movió, la fuerza de Rin lo impresionó. El hanyou no dijo nada solo sonrió y la sujetó por los hombros con delicadeza. No muy lejos de ahí Sesshoumaru estaba inquieto con Van a su lado.
"Grr!"
"Tío?"
"Dime enano?"
"Estás celoso de que mi papá esté hablando con tu esposa?!"
Sesshoumaru se volteó de golpe a ver a su sobrino, pasmado por la franqueza del niño y feliz por la noción de que Rin era su esposa.
"Celoso yo?"
"Aja!"
"No lo creo!"
"Entonces porque estás apretando los dientes?"
"Van porque haces tantas preguntas?"
"No sé, quiero saber!"
"mmm!"
"Tío?"
"QUE?!"
"Ja ja ja sí estas celoso!"
"…"
Sesshoumaru parecía un perro rabioso maldiciendo entre dientes, Van se alejó con una gran sonrisa prometiéndose a sí mismo no ser un hombre mitad bestia que se dejaba llevar por los celos una vez que encontrara la mujer de sus sueños.
De pronto las maldiciones del youkai cesaron al ver que Rin guiaba a A-Un hasta el centro del patio. Van y Kali se despidieron de sus respectivos padres y corrieron hasta donde ella los esperaba.
Jaken permanecía junto a ella hablando animadamente mientras Rin respondía a sus palabras sonriente y feliz. Mientras se acercaba maldecía a todos los que se arremolinaban alrededor de su princesa.
"Se puede saber a donde vas?"
"Ah hola! Iremos a dar un paseo, A-UN necesita hacer ejercicio!"
"Y quién te dio permiso para salir del castillo?"
"Disculpa no necesito permiso para ir de paseo!"
El tono de Rin era despreocupado, vocalizando cada palabra con suavidad; transformando su voz en un terciopelo para los oídos. Dándole la espalda ayudó a Kali a subir al animal, Van la siguió con un ágil salto. Luego acarició al dragón y se dispuso a tomar a Jaken y subir ella también.
Sesshoumaru se interpuso entre ella y su mascota sujetándola por la muñeca con firmeza, lo suficiente para llamar su atención. Rin lo miró extrañada y al ver el brillo en los ojos del príncipe presionó todo su cuerpo contra él.
Cuando la tuvo así Sesshoumaru pudo sentir el movimiento de su pecho al respirar, haciendo que sus senos rozaran su pecho, enviando descargas de energía por su piel, que reclamaba a gritos la de Rin y desataba el ardor bajo su cintura.
Los ojos de Rin eran lagunas de amor y deseo y él anhelaba ahogarse en las profundidades de su mirada; olvidar todo y a todos y solo concentrarse en saborear su piel y su esencia. Tomar ese cuerpo virgen y hacerlo suyo tantas veces como fuera posible.
"Sesshoumaru que sucede?"
"Que rebelde estás!"
"Ah?"
"Adonde piensas ir con tu mascota y tus amiguitos?"
"No sé, A-UN adonde quieres ir precioso?"
Sesshoumaru no sabía porque Rin le hablaba con aquella voz tan sensual pero definitivamente le encantaba. El dragón movió la cola cuando oyó su nombre, levantando una leve nube de polvo
Con una sonrisa Rin soltó las amarras del animal para acariciar a Sesshoumaru en la mejilla. Sentir aquella caricia era delicioso fue aún mejor cuando con un solo dedo delineó con ternura y suavidad el contorno de sus labios que se morían por besarla.
"Me vas a soltar?...por favor, iremos cerca!"
LA voz femenina más que palabras era una seda, el youkai tragó saliva en silencio, que lo acariciara de esa forma tan seductora era simplemente irresistible. La dejó ir apartándose hacia un lado, Rin le sonrió y montó en A-UN.
"Niños despídanse de Sesshoumaru!"
Los dos pequeños sonrieron al mismo tiempo mientras agitaban la mano y hablaban al unísono.
"Sayonara!"
"Sayonara enanos!"
"Ja ja ja!"
"Nos vemos más tarde mi amor!"
Rin se lo dijo acariciando su rostro con devoción. La risa infantil y que lo llamara mi amor a plena luz del día era refrescante, un recordatorio inevitable de lo diferente que era su vida ahora. Sesshoumaru no pudo esconder su diversión cuando Rin ayudó a Jaken a subir y lo depositó entre los dos niños; el sapo era la viva imagen de la felicidad y diversión.
En cuanto Rin se lo pidió, el dragón se elevó. Mientras el animal dejaba el suelo Rin le sopló un beso al demonio que la miraba como hipnotizado, Sesshoumaru reaccionó cuando A-UN estaba lejos y no se distinguía.
(Nos vemos más tarde…pero que se ha creído esta niña??? Parece que tengo que recordarle a esta princesa quien manda aquí!!...mi amor??? Yo soy su amor…y ella el mío!)
…………………
Inuyasha y Kagome se fueron tomados de la mano, al pasar frente a Moru y Keiko, el hanyou les lanzó una mirada furiosa pero se distrajo con su esposa que tiraba de su manga para que siguiera caminando.
"Inuyasha ya, no están haciendo nada!"
"Few! Porque la apoyas?"
"Porque sí, se ve muy feliz déjala!"
"Grr!"
"Me encanta cuando te pones a gruñir!"
El humor del hanyou cambió súbitamente y atrajo a su esposa hacia él sujetándola por la cintura.
"Así que te gusta que gruña?!"
"mmm! me fascina!"
"Pues entonces ven conmigo para que me oigas rugir!"
"Ja ja ja!"
Inesperadamente Kagome salió corriendo en dirección al ala sur, Inuyasha soltó la risa divertido con la actitud juguetona de su esposa. Tres zancadas fueron suficientes para darle alcance y cuando lo hizo, la alzó en brazos y se la llevó.
Sesshoumaru sintió un escalofrío por la envidia, no era necesario ser un genio para saber lo que iban hacer mientras su pequeño estaba lejos. Sin decir nada las energías del youkai formaron una esfera de luz a su alrededor que tomó el trayecto del dragón de dos cabezas.
…………………
El viento sobre su rostro se sentía maravilloso. Rin iba con los ojos cerrados recordando el roce de sus cuerpos, haciéndola sentir tibia y húmeda en su interior mientras deslizaba sus dedos sobre la herida de su cuello.
El viaje fue corto y pronto estuvieron en un agradable bosque lleno de árboles y con un arroyo que invitaba a darse un chapuzón. Cuando tocaron tierra los niños salieron corriendo fascinados por estar en un lugar tan hermoso y dándole las gracias a Rin brincando de alegría.
"De nada pequeños ahora jueguen con cuidado. Llevaré a A-UN a que coma algo!"
Dejando a su mascota en un claro Rin se puso a caminar entre los árboles tranquila porque Jaken le aseguró que él se encargaría de cuidarlos. Ella los vio alejarse sonriendo para sí misma. Aquella felicidad tan tangible era su sueño hecho realidad. Perdida en sus pensamientos no escuchó como se acercaban a ella por detrás.
Sesshoumaru la sujetó por la cintura con firmeza, clavando sus garras con delicadeza a forma de caricia. Con la otra mano cubrió la boca de Rin que estaba entreabierta por la sorpresa.
Al sentir que la abrazaba por detrás todas sus fantasías de sexo y pasión con Sesshoumaru desfilaron frente a sus ojos en cuestión de segundos. Rin cerró los ojos con fuerza cuando Sesshoumaru le habló al oído con los labios pegados a su oreja.
La boca del príncipe era suave y su lengua húmeda se movía sobre la curvatura de su lóbulo excitándola.
"Te crees muy lista dejándome solo en el castillo?!"
"Pero…!"
"Eres una niña muy grosera y voluntariosa. Yo soy tu amo TU ERES MIA! Necesitas mi permiso para todo!"
"S-sesshoumaru yo…!"
"Sabes lo que es emparejarse con un demonio? Son noches interminables de pasión y sexo. Los monstruos no somos como los humanos, una vez no es suficiente…tomamos el cuerpo de nuestra pareja y lo consumimos, recorriendo cada parte de su piel, devorando su esencia, impregnando nuestro aroma en su piel para que ningún otro macho se le acerque, para que el resto del mundo sepa a quien pertenece. Estás escuchando bien pequeña?"
"Aja…!"
"Cuando menos lo esperes voy a llevarte fuera del castillo a un lugar donde nadie nos moleste y hacerte mía hasta el cansancio, penetrarte una y otra y otra y otra vez hasta que tu cuerpo y el espacio entre tus piernas se amolde a mí!"
"…!!!"
"Me quedaré dentro de ti por horas, las marcas en tu espalda harán juego con las de mis colmillos…esas marcas me resultan tan deliciosamente provocadoras…Rin tienes un cuerpo sensual, firme y jugoso. Tu piel es cremosa y siempre está tibia, puedo oler tu deseo y lujuria, me vuelvo loco cuando hueles así…como ahora!"
Rin casi no podía respirar las palabras de Sesshoumaru eran como un delicioso puñal que cortaba su piel. A medida que hablaba Sesshoumaru movía la cabeza hacia su cuello para besarla haciéndola temblar. Rin se estremeció por completo mientras inclinaba su cabeza exponiendo más de su piel a los feroces y posesivos labios. Con cada beso sentía el roce de la lengua sobre su piel provocándole escalofríos.
La mano sobre su boca comenzó a moverse sobre las costuras de su ropa y ella sintió que iba a perder el conocimiento porque las manos fuertes y experimentadas se abrían paso hacia su piel. La mano en su cintura subió hasta su hombro con lentitud, tomándose el tiempo para dejar sus senos al descubierto y acariciarlos con suavidad.
Sus pezones se endurecieron al contacto con las garras que la acariciaban como una dulce y estremecedora tortura carnal. Rin jadeaba completamente dominada por el deseo, era demasiado tiempo esperando por algo así, por más que trató no pudo hablar.
Sesshoumaru gruñía desesperado mordisqueando la piel de su cuello sin dejar de acariciar sus senos, con la boca apartó el borde del kimono que cubría el hombro cicatrizado y empezó a rozar su lengua por la herida que él mismo había cosido.
Con las manos libres Rin buscó la larga cabellera plateada entrelazando sus dedos con los sedosos mechones, podía sentir a Sesshoumaru totalmente erecto a sus espaldas.
Quería tocarlo pero estaba tan inmersa en su propio deleite que se dejó llevar, como pudo alargó la mano hasta tocarlo, cuando el youkai sintió la caricia de Rin todo su cuerpo se sacudió.
"Rin!!"
"Ahh! Sesshoumaru!!"
"No hagas eso, todo a su tiempo…!"
Pero Rin no lo escuchaba seguía acariciándolo cada vez con mas intensidad, Sesshoumaru quería hacerla llegar a su punto máximo con sus propias manos, experimentar cada posibilidad por separado pero si ella seguía tocándolo de esa forma se iba a transformar en un animal en celo.
"Pero que niña más terca…obedece Rin!!"
Al escuchar como la llamaba niña, ella se detuvo un instante tensando su pulsante cuerpo. Quería gritarle que ya no era una niña que estaba lista para ser su mujer en todo el sentido de la palabra, pero complacerlo sonaba tentador y resignada retiró la mano y trató de hablar, lo que le salió fueron palabras casi inaudibles.
"Ya no soy una niña!"
"Eso ya lo sé…tu cuerpo es el de una mujer…eso es lo que quieres verdad? Que yo te haga mi mujer?"
"Si, si, si!"
La emoción en la voz de Rin le aceleraba los latidos y su sangre de monstruo hervía en sus venas enloquecido por el aroma de Rin. Ya casi podía saborear la delicia de verla llegar al orgasmo estimulada por sus manos.
La tomó por los hombros y la hizo girar hasta estar frente a frente, con las manos libres Rin terminó de quitar el kimono que cayó a los lados dejando su torso desnudo para el placer y deleite de Sesshoumaru.
Al verla así entregándose a él, complaciendo sus deseos el youkai deslizó ambas manos por la piel descubierta de Rin, tomó sus senos y con desesperación los probó con la boca y cubriéndolos de besos, acariciándolos con su lengua, jugando con sus pezones mientras ella dejaba que sus gemidos fueran la declaración de su placer.
Con una mano alrededor de su cintura Sesshoumaru deslizó la otra bajo la parte del kimono que cubría las piernas de Rin, ella gimoteó y se aferró por la espalda al youkai mientras separaba las piernas, deseosa de sentir las garras en su interior.
Cuidando de no lastimarla desbarató la tela dejándola completamente sin nada que le impidiera penetrarla con su mano, solo el kimono atado a su cintura y pidiendo a gritos caricias. Con delicadeza Sesshoumaru la acostó sobre el pasto, Rin se dejó acostar con los ojos cerrados y al sentir la hierba rozando la piel de su espalda los abrió, solo para ver que los rodeaba un aro de energía brillante.
"Y eso?"
"No quiero que nadie nos moleste!"
"…"
Sesshoumaru estaba a cinco centímetros de su cara y los ojos le decían a gritos que la deseaba con locura, Rin no quería quitarse el kimono para que sus piernas quedaran al descubierto estaba a punto de decir algo cuando los labios de Sesshoumaru la silenciaron, pero eso era solo una deliciosa distracción porque el youkai alargó sus garras para acariciarla entre sus piernas.
En el instante que tuvo la mano sobre ella, apartado pliegues de suave y tibia piel, Rin dejó escapar un grito, al tiempo que todo su cuerpo pulsaba excitado. Suavemente Sesshoumaru recorrió la piel escondida entre sus piernas, estaba húmeda y cálida y ese aroma tan dulce y seductor que era la esencia de su mujer se le metía por los poros enloqueciéndolo.
Ella nunca había experimentado semejante éxtasis y cuanto más la acariciaba más quería seguir disfrutando de aquella burbujeante sensación que invadía cada parte de su cuerpo. Acariciándola Sesshoumaru se sintió abandonar toda conciencia, solo para concentrarse en ella y en todos los gestos y gemidos que hacía, su rostro transformado por el placer pidiendo más caricias.
Sesshoumaru la besaba todo su pecho desnudo sin dejar de mover sus dedos dentro de ella, todo su cuerpo pulsaba y sus sentidos youkai agudizados para percibir la maravillosa respuesta de Rin a sus roces y caricias. En cuanto a él mismo, recurrió a todo su autocontrol y fuerza para no dejarse arrastrar, tenía y quería soportar solo para disfrutar el placer de complacerla con sus propias manos.
"Sesshoumaru…!"
"Grr!"
Sesshoumaru gruñía en su oído. Era un sonido grave, lascivo que se formaba en la en la boca de su estómago y subía por la garganta, como si se estuviera transformando en un animal que despertaba de un largo sueño y estaba listo para entregarse a sus instintos más salvajes y desenfrenados.
Sin saber realmente si todo aquello era un sueño o no, Rin movió sus manos sobre el pecho de Sesshoumaru acariciando su torso, diciendo su nombre con una voz corrompida por el deseo, sintiendo cada vez más los efectos de aquellas manos experimentas dejando huella sobre su inexperimentada y virgen figura.
El príncipe podía respirar el orgasmo de Rin en su aliento y en su piel la respiración entrecortada y la forma como templaba su cuerpo casi al borde de la máxima expresión de placer físico y emocional, el primero de muchos. Un segundo Rin se aferraba a Sesshoumaru gritando su nombre y al siguiente sentía una corriente eléctrica sacudir todo su cuerpo y cada uno de sus sentidos.
Rin dejó que aquella energía se asentara en su cuerpo por etapas, los dedos de Sesshoumaru fueron disminuyendo la intensidad de sus movimientos complacidos por haber logrado su cometido. Sesshoumaru retiró lentamente su mano de ella, podía sentir sus garras cubiertas por la cremosa esencia de Rin, que lo miraba hipnotizada por el placer y la vergüenza de encontrase semi desnuda en el pasto.
Sonriendo sostuvo los dedos frente a sus labios y con la punta de la lengua llevó aquel sabor penetrante y maravilloso dentro de su boca, saboreándolo con tranquilidad. Al verlo Rin se ruborizó a más no poder haciendo que Sesshoumaru soltara la risa cautivado por su inocencia, luego con el sabor aún en sus labios la besó largamente y con ternura.
Estaba tan feliz y satisfecho que se acostó de lado sobre ella para escuchar los latidos de su corazón. Era un sonido fuerte y continuo que reflejaba vitalidad y rebosaba de vida. Rin se sentía liviana y movía sus dedos sutilmente por entre la melena plateada, perdida y sumergida en el placer.
Ninguno decía nada disfrutando de la proximidad de sus cuerpos. Un suave ronroneo arrullaba a al princesa que se abrazaba como queriendo fundirse con Sesshoumaru, mientras él le mordisqueaba la oreja y lamía su cicatriz como todo un cachorrito.
Con suavidad acomodó el kimono de Rin no sin antes darle un beso, luego le quitó el cabello de la cara y se sentó atrayéndola a la seguridad de su regazo. Ella observó como la energía se disipaba a su alrededor revelando el verde paisaje que los rodeaba.
La princesa aún sentía los efectos de las caricias de Sesshoumaru y se contentaba de no ver a los niños o a Jaken por ningún lado, sin darse cuenta empezó a quedarse dormida abrazada a Sesshoumaru.
"Te dormiste pequeña?"
"mmm…casi!"
Sesshoumaru no decía nada, solo la sujetaba contra su pecho disfrutando la agradable sensación de tenerla entre sus brazos. Ella estaba literalmente en las nubes de la felicidad. Su herida pulsaba esparciendo una sensación de bienestar a cada rincón de su piel. Se quedaron así lo que pareció una eternidad, sin hablar, sin moverse. Solo abrazados, entregados al momento de intimidad y amor.
Abrazado a ella con los ojos cerrados, Sesshoumaru resopló con fuerza al escuchar que los pequeños y Jaken se acercaban a toda velocidad, llamándola a gritos. Rin se acomodó junto a él para recibirlos. En cuanto la vieron abrazada a Sesshoumaru los tres se sintieron aliviados. Jaken se adelantó agitando el báculo en el aire.
"Estás con el Amo bonito, nos podrías haber avisado pensamos que algo malo te había pasado!"
"Disculpen es que no pensé que se iban a preocupar!"
"Ay Rin que susto nos diste, acaso no escuchaste cuando te llamamos?"
"Je je je…ahem no!"
Kali le dio un codazo a Van y le dijo algo en secreto, que Sesshoumaru escuchó claramente `estaban haciendo cosas para tener bebés' El youkai escondió su diversión y admiración por la agudeza de la niña y fijó su mirada en Van que abría sus dorados ojos sorprendido y con una amplia sonrisa.
"Que bueno que viniste Tío!"
"Gracias pequeño!"
Como toda una princesa obediente Rin le dijo que iría al arroyo para refrescarse con los niños. Una vez que llegaron al agua ella dudó un segundo. Por alguna razón sus moretes la seguían atormentando, pero cedió feliz cuando, adivinando su sentimiento los niños la jalaron, uno de cada mano, para que entrara al agua.
"Ya Rin…son solo moretes, nosotros te amamos igual!"
Rin se volvió para ver a Sesshoumaru que le sonreía desde la sombra de un árbol cercano; sus ojos eran cálidos haciéndola sentir segura y protegida. Con cuidado subió su kimono hasta un poco más arriba de las rodillas y se refrescó junto a los niños que intentaban atrapar los peces que nadaban en la corriente.
Después de una tarde de juegos y diversión Rin salió del agua y se sentó junto al dragón en el claro, recostada al animal y bajo la mirada atenta de Sesshoumaru se fue quedando dormida. Van y Kali hicieron lo mismo acurrucados junto a ella. A-UN enroscó su cola alrededor de los tres y descansó su cabeza en el pasto.
Jaken se alejó de ellos y se detuvo en el árbol donde se encontraba su amo. Sesshoumaru se movió con gracia y en silencio hasta estar más cerca de ellos. Se apoyó en una roca que le permitía ver todo el panorama frente a él.
De pronto observaba el mundo con otros ojos y una actitud completamente distinta. Escuchaba los sonidos a su alrededor y todo parecía nuevo y hermoso, se distrajo al escuchar a Rin murmurar su nombre en sueños. La forma como lo amaba, con tanta devoción y ternura era su nueva razón para vivir.
Una vez que oscureció Sesshoumaru se acercó a los pequeños y los despertó, al sentir que el animal se movía Rin abrió los ojos y sin pensarlo se aferró a Sesshoumaru para poder levantarse.
"Hola!"
"Dormiste bien?"
"Como nunca!"
"Hola Tío que rico dormimos, nos cuidaste?"
"Aja!"
"Tío, Kali y yo tenemos hambre!"
"Entonces suban ya, tu también Jaken!"
Sesshoumaru sujetó a Rin de la mano mientras las energías formaban una nube alrededor de los dos.
………………………
Cuando se aproximaron al castillo ya todo estaba iluminado por las luces de los corredores. Sentado de espaldas a una columna del castillo Shippou los esperaba lanzando pequeñas bolas de fuego al aire. Cuando los vio los recibió con una sonrisa apagada pero Rin no fue capaz de ver la tristeza de su amigo, estaba demasiado feliz.
Shippou la miró un instante. Rin estaba radiante tomada de la mano de Sesshoumaru, como toda una princesa y a pesar de su tristeza era motivo de felicidad. Levantándose concentró su atención en los niños.
"Hola enanos!!"
"Hola Shippou!!"
Al bajar de A-UN los pequeños se lanzaron hacia el kitsune que les extendía los brazos.
"Como la pasaron?"
"Muy bien!!"
"Shippou donde están todos?"
"En el ala sur princesa!"
"Jejeje Shippou no es necesario que me digas así, somos amigos!"
"Pero tu eres una princesa sin lugar a dudas!"
"Gracias!"
Rin no comprendió del todo el significado que para Shippou guardaban aquellas palabras pero no tuvo tiempo de preguntarle nada. El joven youkai tomó a Kali en brazos y a Van de la mano y empezó a caminar en dirección al ala sur.
El príncipe observó como se alejaban mientras ambos niños, le contaban al mismo tiempo, todo lo que habían hecho. Alcanzó a oír como Kali le decía que los príncipes eran una pareja muy linda, la respuesta de Shippou fue un resignado `ya me di cuenta!'.
……………………… …
Caminaron en silencio hasta la habitación. Rin no había dejado de pensar ni un instante en las palabras de Sesshoumaru y a pesar del placer que había sentido en la tarde y deseosa por más, aún se sentía como una insignificante e inexperta niña de 6 años emparejada con un demonio que era la experiencia personificada. Quería hablar alguien y estaba segura que Kagome le ayudaría mucho a sentirse menos tonta.
Una vez dentro de la habitación Rin escuchó la voz de Meilin y salió a recibirla.
"Princesa desea que le prepare el baño?"
"Hola Meilin…si te lo agradezco!"
Al ver a los mujeres entrar al baño Sesshoumaru le dijo a Rin que pronto volvería. El baño fue rápido y muy revitalizador. Una vez que estuvo lista le dio las gracias a Meilin y salió corriendo en busca de Kagome antes de que Sesshoumaru volviera. El youkai estaba con Folken y sintió el aroma de Rin acercarse y luego desviarse al ala sur.
……………………
Encontró a Kagome fuera de la casa viendo el cielo estrellado. Cuando su amiga la vio la recibió con una gran sonrisa.
"Hola Rin!"
"Kagome-chan…necesito hablar contigo!"
Al ver la excitación en el rostro de Rin, la sacerdotisa supuso que era muy importante y relacionado con Sesshoumaru. Se fueron a sentar bajo uno de los árboles más alejados en busca de algo de privacidad, aunque ambas sabían que con tantos youkais alrededor eso era prácticamente imposible.
"Y bien Rin que pasa?"
Rin dejó caer la cabeza por la pena, si le daba tanta vergüenza hablar de eso solo podía imaginar lo petrificada que iba a estar con Sesshoumaru. Ella sabía que después de aquella tarde, donde ella había gritado como un animal en celo. Ya no tenía excusa para no compartir con Sesshoumaru una noche de amor literal y físicamente hablando.
Por un instante recordó sus gritos y gemidos y se ruborizó aún más, quizás no era tan tonta como ella pensaba y Sesshoumaru le había demostrado con creces que ella era una mujer deseable.
"…es que Kagome tu sabes que yo nunca he estado con nadie y hoy Sesshoumaru y yo…!"
Kagome abrió los ojos y la boca dejando escapar una risita al tiempo que la tomaba de las manos.
"En serio?"
"No, no es lo que tu crees…más bien él a mí!"
Kagome se mordió el labio y evocó sus propias experiencias y placeres a manos de Inuyasha, ella también había perdido su virginidad con Inuyasha y comprendía las reservas de Rin a la perfección. Aunque la diferencia entre Inuyasha y Sesshoumaru era abismal.
"Awww! Con sus manos? Seguramente fue celestial!"
"…jejeje si! Nunca había sentido algo parecido!"
"Jaja y eso no es nada aún te falta la mejor parte…estás preocupada por eso?"
"Mucho!"
"Y acudiste a mí por consejos?"
"Obvio a quien más le iba a preguntar…Kagome que hago yo no sé nada!"
"Eso es lo de menos, tu solo déjate llevar por tus instintos, el amor por Sesshoumaru es tu mejor guía!"
"Tu crees?"
"Claro eso fue lo que yo hice. Claro que al principio fue muy incómodo y…!"
Kagome dudó un momento si decirle que también sería doloroso, se cubrió la mano con la boca al pensar en las dimensiones de su robusto esposo y solo pudo imaginar que Sesshoumaru sería algo parecido o más dada su condición de youkai puro. Ruborizada como un tomate Kagome se carcajeó incontrolablemente bajo la mirada extrañada de Rin.
"Kagome…termina lo que me ibas a decir incómodo y que??"
Kagome se acercó a su amiga y no estando muy segura si había alguien espiando o no. Le dijo que los monstruos generalmente eran muy robustos y fuertes y que al principio podría ser un poco doloroso pero le aseguró que era un dolor placentero que se disfrutaba con la práctica.
Rin su puso roja de golpe y recordó las palabras de Sesshoumaru de que el espacio entre sus piernas se amoldara a él. Como pudo Rin le dijo lo que Sesshoumaru le había dicho en la tarde y como dos niñas traviesas empezaron a carcajearse.
"Kagome en serio crees que voy a estar bien, digo que no lo voy a decepcionar?"
"Por supuesto que no! Eres hermosa y tienes un cuerpo espectacular!"
"Pero es que yo estoy llena de…!"
"De cicatrices, y?"
"B-bueno es que…pero no es solo eso, tengo unos moretes muy feos y algunos me duelen!"
"Dudo mucho que eso le importe tanto como tu crees!!"
"…pues!"
"Rin si le hubiera importado no hubiera hecho nada hoy, él te ama por lo que tu eres!"
El razonamiento de Kagome era alentador y le daba confianza, haría como su amiga le decía. Se dejaría guiar por su amor y deseo por el hombre de su vida. Iba a seguir hablándole cuando su hombro pulsó y Rin supo que Sesshoumaru se aproximaba.
"Ya nos encontraron Kagome!"
"Ah?"
Rin no tuvo que decir nada Sesshoumaru se aproximaba por entre los árboles, viendo a la princesa como si fuera una presa. Fue claro para Kagome que la urgencia de Rin por hablar con ella era bien fundada.
"Rin, Kagome que hacen aquí, tan lejos de la casa?"
Detrás de ellos Kagome escuchó el tono agresivo de su esposo y se levantó sacudiendo sus ropas y lista para aplacar a su explosivo marido.
"Tonta! Que rayos estabas haciendo?"
"Nada mi cielo! Solo estaba conversando con Rin!"
"Few! Conversando porque tan lejos ah, ah…oye Kagome no me dejes con la palabra en la boca, tonta mujer! KAGOME!"
Kagome iba de regreso a la casa se había despedido de Rin con un beso en la mejilla dejando a los príncipes a solas. Junto a Sesshoumaru Rin trataba de no verlo a los ojos sintiéndose incómoda tratando de no desviar la mirada más abajo de su cintura. Tenía que resistir a su curiosidad o de lo contrario Sesshoumaru sabría.
Una vez solos Sesshoumaru la tomó de la barbilla para obligarla a que lo viera a los ojos. Los latidos de Rin eran acelerados y su aroma llegaba hasta su nariz como una amenaza a su autocontrol.
"Rin? Que estabas haciendo aquí con Kagome, si querías hablar porque venir tan lejos?"
"…err! Mmm! bueno lo que pasa es que yo necesitaba…no te puedo decir!"
"Ah? Que significa eso, porque no me puedes decir?"
"Es que no puedo eso es todo, era una conversación privada!"
"Privada…como que privada?"
"De mujeres mi amor!"
Rin no pudo evitar sonreír ante la frustración de Sesshoumaru que la miraba con los ojos muy abiertos y a punto de perder la compostura. Se acercó más a él, hasta juntar sus cuerpos y alargó su mano para acariciar la oreja escondida entre los cabellos plateados. Deslizó sus manos delineando las puntiagudas y suaves orejas.
Otra vez le decía mi amor y eso lo enloquecía casi o más que sus pequeños y tersos dedos acariciando sus orejas. No dijo nada más al suponer que clase de conversación era, probablemente lo que Kagome le hubiera dicho sería para su beneficio. La sujetó por la cintura estrechándola contra él; quería sentir otra vez el sabor de la piel de Rin en sus labios.
"Entonces quieres cenar…?!"
"Si, pero tu y yo solos en nuestra habitación!"
Sesshoumaru levantó una ceja y torció los labios en una sonrisa a medias, había algo levemente diferente en la actitud de Rin. Algo que lo seducía y le sacudía el cuerpo. Lo que fuera que Kagome le hubiera dicho definitivamente tenía un efecto maravillosamente positivo y sugerente en su mujer.
"Sus deseos son órdenes Princesa!"
"Ja ja ja!"
Caminaron tomados de la mano y a mitad del camino se encontraron con Meilin que se encargó de llevar el mensaje a la cocina de que la princesa cenaría en su habitación.
(Muy bien Rin, olvídate de tus cicatrices y moretones y disfruta. Si! Ha pasado mucho tiempo quiero ser su mujer…!)
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