Slayers Fan Fiction ❯ Emociones Difusas ❯ Un comienzo ( Chapter 13 )
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By: Kai-chan "En ese momento simplemente sentía que la ilusión que tenía de poder halar con el, sobre la vida, sobre el pueblo, sobre lo que fuera, se desvanecía."
Anime/Manga: Slayers Fan Fiction | Genre(s): Drama / Angst / Romance / | Type: Other | Uploaded On: 02.04.2003 | Pages: 2 | Words: 2.3K | Visits: 162 | Status: Work In Progress
Capítulo Decimotercero Un comienzo
Luego de decir mi línea, esperé a que quien fuera que estaba detrás de la puerta abriera. Quien se asomó fue nada mas y nada menos que Nast, quien abrió la puerta sin fijarse.
- Muchas gracias, no hacia falta que Kai Ou-sama se molestara en... - Hizo una pausa y me miró perplejo - Aoi?
Y sonreí solo por no reírme de su cara.
- Y que esperabas? Que la mandaran sola? - Le dije señalando a Dai, que estaba a mi lado aun fuera de servicio.
- No, no! Pero... pensaba ir yo por ella...
- Es mucho mas simple así... Además no es divertido viajar con ella - Le dije sonriendo, a mi lado, Dai se sintió aludida, porque parpadeó dos veces. Nast la miró.
- Bueno, gracias de todos modos... ehm... no... no les gustaría pasar? - Le dirigí una mirada a Dai, y respondí rápidamente.
- Bueno... tengo varias instrucciones para dar sobre ella, y aquí hace un frío congelante... - No era como si el frío realmente me afectara, pero tenía curiosidad por conocer el palacio de Dynast, y ya que estaba a cierto sirviente.
- Adelante, pasen por favor! - Dijo haciéndose a un lado - Siéntanse como en su casa... - Agregó haciendo un ademán, sonreí para mis adentros, como en casa...
- Muchas gracias - Ya iba a entrar cuando recordé a Dai, y la empujé hacia adelante para que caminara - Vamos Dai, ya buscaremos un lugar para que te sientes
- Dai? - Me dijo parpadeando.
- Dai Grausherra Metallium hasta donde se...
- Vaya, hasta se molestaron en el nombre... - caminó un poco y señaló una habitación - Por aquí por favor... o necesitas hablar con Ha Ou-sama personalmente?
Era gracioso, especialmente considerando lo que mama me había dicho sobre sus tratativas con Dynast, preferí evitar hablarle de una manera disimulada. Además, confieso que tenía ganas de hablar con Nast, quizá de conocerle un poco mas.
-Es lo mismo, mientras las instrucciones le lleguen completas - Le dije mientras me encogía de hombros.
- Yo personalmente me encargaré... - Hizo una pausa incómodo, y siguió - er... me encargaré de que algún mazoku de alto nivel se las de... jeje... pasen, siéntense por favor... - Brillante actuación, no pude mas que arquear una ceja ante la inconsistencia de la historia. Necesitaba unas clases de actuación urgente, eso o estaba nervioso por algo. Dirigí la mirada a Dai que seguía allí impasible, le di un empujón hacia atrás, y ella cayó sobre la silla quedando en posición sentada, luego me senté, y comencé a buscar el frasco con las píldoras en un bolsillo, una vez lo encontré lo saqué y noté que algunas de las cenizas habían quedado en mi bolsillo, aun a pesar de que estaba segura de que nunca las había puesto allí en principio, "Espléndido" fue lo que pensé "Arashi me plaga hasta después de muerto". Sacudí el frasco y se lo extendí a Nast.
- Estas son las necesarias para despertarla, se le debe dar una cada diez años - Le indiqué.
- Una cada diez años... puedo preguntar para que son? - Me dijo mirando el frasco.
- Mantienen su carácter estable, no quieres saber que pasa si no las toma...
- Bien, anotado.
- Siguiente, para despertarla hay que darle dos - Cuando asintió decidí dar un consejo más, porque me sentía amable - Preferentemente con agua, el alcohol puede causar vicio - Aunque eso era de esperarse de un quimera de Zellas "Baka" Metallium...
- De acuerdo... - Me dijo.
- Siguiente, aunque aparente diez años su edad mental es algo mayor, va a crecer bastante rápido durante las próximas semanas, por la salida de la incubación.
- Uh oh... - Fue su murmullo inconsciente, tenía curiosidad por saber en que pensaría.
- No será bueno que la traten como a una niña, o se va a molestar - El asintió con la cabeza una vez más, y yo seguí con mi cátedra por así llamarla - Por ultimo, no olviden que tiene sentimientos, y que si no cuidan bien de ella, puede traicionarlos, o inventar alguna cosa creativa... - Finalicé, el dirigió la mirada a Dai, que seguía en su mundo personal, y asintió.
- Se lo diré a Dy... al mazoku que se lo va a informar a Ha Ou-sama - Otro error más, uno más y estaba fuera...
- Oh, y otra cosa, Dolphin-sama no se responsabiliza mas por las acciones de la quimera, todo depende de ustedes ahora - Especialmente considerando el obsequio que le habíamos dejado a la chica...
- De acuerdo... - Me dijo parecía incómodo, aunque supongo que se lo esperaba, después de todo hablábamos de Dolphin. Busqué en mi bolsillo el papel que mama me había dado, y luego de limpiarle las cenizas, una acción que le extrañó, se lo extendí, con una sonrisa, y reí para mis adentros, al menos no eran las cenizas de Arashi.
- Este se debe entregar a Ha ou.
- Sí.
Miré una vez más a Dai, que no se había movido desde que se había sentado, era un gusto dejarla allí, si veía esa mirada vacía una vez más me iba a volver loca.
- De acuerdo, esta en sus manos pues - Dije encogiéndome de hombros - Yo ya hice lo mío. - Agregué sonriendo.
El sonrió y se puso de pie.
- Muchas gracias, te acompaño a la puerta? - Dijo extendiéndome una mano. Le tomé la mano para pararme, preguntándome porqué ese día me había puesto guantes, y me paré en una actuación que habría puesto orgullosa a mi verdadera madre.
Ya de camino a la puerta, el habló de nuevo.
- Ehm... Aoi... puedo hacerte una pregunta? - Me dijo sin voltear.
- Seguro - Dije, el se giró, y me miró. Miré sus ojos, o mejor dicho, su ojo, el izquierdo, ya que su flequillo le cubría toda la mitad derecha de la cara. Recordé las palabras de Arashi, los ojos son la ventana al alma.
- Tu escribes? - Dijo, sacándome de mis pensamientos.
- Si - Le dije al tiempo que asentía con la cabeza.
- Sobre... empatas y esas cosas?
Asentí una vez más, me pregunté si habría leído alguno de mis libros.
- Y... puedo preguntarte por que?
- Porque yo soy émpata
Sorpresa fue lo primero que noté venir de él, seguramente esa no se la esperaba, y yo no pude más que sonreír.
- Al menos aun no has empezado a mirarme raro - reí, sin ganas, mientras recordaba los tiempos en mi pueblo.
- Eh? No disculpa... además, por que debería hacerlo?
- Pregúntale a algunos de los que lo hacen - Dije encogiéndome de hombros, el sacudió la cabeza.
- Personas ignorantes... por no decir otra palabra... - Por un momento sentí que conectábamos, que podíamos entendernos, pero desterré el pensamiento de mi cabeza, no podía ser débil.
- De esos nunca faltan... - Reí sin ganas de nuevo, pero el se puso serio y se acercó.
- Hay otra cosa q quisiera preguntarte...
- Si? - El se acercó más.
- Tu... tu...? - Yo simplemente lo dejé hablar, cerró los ojos, y los abrió unos segundos después, pero lo noté diferente, superficial quizá - Crees que podrías salir conmigo algún día?? Es que tienes unos ojos divinos!! - Lo primero que pensé fue "Muy sutil... realmente sutil..."
- Oh... - Fue lo que le dije, mientras sonreía amablemente, sin saber que más decir, antes de con un movimiento rápido sacar una de las tantas mesas de mi colección personal y se dársela por la cabeza con todas mis fuerzas - No gracias - El me respondió desde el suelo.
- Itaiiiiii... no podías simplemente decir que no? - No, no podía.
- Si fueras otra persona, seguro
El se puso de pie, indignado.
- Y yo que te he hecho?! Apenas nos conocimos!!
- Conozco a los de tu tipo, - Y especialmente a él - seguro que no me da toda la vida para contar a cuantas le dijiste lo mismo que a mi
- Ah... - Dijo levantando un dedo luego guardó silencio por unos instantes, lo había descubierto - No tienes como probar eso!! - Lo que él no sabía era que yo era testigo ocular... Para que lo supiera le respondí.
- Eso... es lo que tu crees...
- A que te refieres? - Me dijo arqueando una ceja.
- No lo se, adivínalo tu - Dije sonriendo.
- Oh, no soy del tipo que les gusten las adivinanzas, habla - Me dijo acercándose con una expresión que calificaría de amenazante, de no ser porque en ese momento no me sentía exactamente como yo misma.
- No soy del tipo que hablan porque las miran con malas caras - Dije encogiéndome de hombros. Seguramente lo tomé por sorpresa porque se fue al piso.
- Sabes algo? No eres tan linda como aparentas
- Lo siento mucho señor Casanova
- Pues tu te lo pierdes - Me respondió sonriendo.
- Oh, creo que ya me arrepiento - Le dije girando los ojos. Toqué un buen punto, pues el se cruzó de brazos y respondió.
- Pues conozco miles de chicas que morirían por tener un mazoku como yo a su lado.
Oh no, ciertamente no dudo que conozca a miles de chicas, aunque yo iría mas por millones, pero esa ya es otra cosa. En ese momento simplemente sentía que la ilusión que tenía de poder halar con el, sobre la vida, sobre el pueblo, sobre lo que fuera, se desvanecía.
- Todas a la vez? O de a una? - Respondí sarcástica.
- Mira, si hasta sentido del humor tienes!
- Mira, si hasta cerebro tienes!
El tomó aire, como para decir algo, pero se quedó callado.
- Querías decir algo? - Le dije con una sonrisa descarada, el apretó los puños, molesto.
- Oh no, solo que me pregunto si existirá un ser lo suficientemente valiente como para casarse contigo
- Me has herido en el orgullo! - Dije con una cara de tragedia. Se que en otro momento me habría herido, me habría molestado, o incluso me habría traído malos recuerdos, pero no fue así.
- Oh lo lamento tanto, nunca fue mi intención... no espera, en realidad si que lo era
- Oh, que pena que no lo lograste - Le sonreí - Y ahora que lo pienso... no creo que nunca seas capaz de lograrlo...
- No tienes tanta suerte - Dijo sonriendo.
- O tu no tienes tanta inteligencia - Respondí.
- Para tu información soy muchísimo mas inteligente que muchas otros mazokus!!
- Oh! Si tan inteligente eres, podrías haberte imaginado que no puedes engañar tan fácilmente a una émpata!
- Engañar? - Recién ahí note que había hablado en voz alta, estúpidas, estúpidas emociones!
- Olvídalo - Le dije parpadeando.
- No, no, anda dímelo
- Nada
- Dímelo
- Nada
- Habla, prometo no molestarte mas!- Sonaba tentador, pero no era mi parte recordarle las cosas que el no recordaba, o no quería recordar.
- Dije que nada
- Bien, como quieras, no es como si me importara - Me dijo girando los ojos.
- Perfecto - Le dije encogiéndome de hombros. El se quedó pensando sin decir nada, así que me dirigí a la puerta.
- Tengo que irme... Con algo de suerte no nos volvamos a cruzar...
- Eso espero - Caminé hacia la puerta y me giré una vez más.
- Oye! Cierra la puerta no sea cosa de que se te congele el ego!
- Oh no te preocupes... - Dijo él, azotando la puerta, y salvándome yo de un buen golpe por unos milímetros - Oops, lo sientooooo... no en realidad no...
Metí la mano en mi bolsillo, vaciando las cenizas restantes en la puerta con una sonrisa, mientras murmuraba por lo bajo.
- Seguro que Arashi y él se la habrían pasado de maravillas - Y emprendí el camino a Demon Sea, a enseñarle a Ichi como ser educado con la gente.