Yu-Gi-Oh! Fan Fiction ❯ Decisiones ❯ Capitulo 2 ( Chapter 2 )
[ A - All Readers ]
Después de un viaje bastante callado y tranquilo, los hermanos llegaron a la escuela. Para Kaiba no había nada de nuevo, puesto que su vida escolar no era muy relevante, además no esperaba mucho de ella. Por otro lado, Kikyou le gustaba estar en la escuela y estar con sus amigas, las había visto un par de veces en el verano, ya que ella y Seto siempre les gustaba ir a una casa de campo durante todo el periodo.
-Que tengas un buen día Kikyou- dijo sonriendo.
-Tu también oni-chan- respondió Kikyou.
Ambos se separaron dentro del pasillo.
Cuando Kaiba llegó a su salón, vio que Yugi Motou y sus amigos estaban jugando duelo de monstruos, Yugi lo saludó pero él no respondió. Al ver esto Katsuya fue a hablar con Kaiba.
-Oye, no oíste que te hablaron ricachón- replicó Katsuya.
-Si no quieres empezar una discusión innecesaria, es mejor que te vayas y no me molestes- amenazó.
-¿Me estás amenazando?- preguntó.
-Tómalo como quieras y no me hagas perder mi tiempo, puesto que tengo cosas más importantes que hacer que estar en discusiones inútiles. Así que te pediría que te vayas a molestar a otro lado Katsuya- respondió seriamente.
En ese momento llegó Tristán, le dijo a Joey que se tranquilizara y que ya habrá otros tiempos para pelear. Kaiba solo se sentó en su puesto y empezó a leer un libro. Su vida de joven empresario no le da mucho tiempo, además que debe cuidar de su hermana , uno de sus pocos gusto es la lectura y cada rato que tiene solo para él lee. No solo lee para aprender sino que también para relajarse un rato del estrés del trabajo. Diez minutos después llegó el maestro.
- Buenos días alumnos, espero que hayan disfrutado sus vacaciones- saludó el maestro.
Cuando llegó Kikyou a su salón trató de buscar a sus amigas, y las vio en el centro del salón , se acercó a ellas y las saludó.
-Buenos días Kikyou, tanto tiempo sin vernos- dijo amablemente.
- Es verdad Ayame, es bueno verte de nuevo- respondió.
Ayame era la mejor amiga de Kikyou desde que llegó a la escuela, ella era pelirroja, con hermosos ojos verdes. Kikyou tenía el pelo negro largo, ojos café y piel blanca, ambas eran muy buenas amigas, sin embargo una de ellas tenía un oscuro secreto que tal vez pueda poner en riesgo su amistad.
Después de una grata conversación la maestra apareció en la puerta
- Buenos días estudiantes, es reconfortante verlos de nuevo.
Unas horas después en el salón donde se encontraba Kaiba, el maestro tenía que realizar una diligencia y llegaría más tarde. En el ínter tanto Yugi y sus amigos como es usual jugaban cartas y Kaiba leía; sin embargo algo importante iba a ocurrir.
- He ganado por tercera vez Joey- dijo alegremente Yugi.
- Bien hecho Katsuya, y tu también Yugi- declaró Anzu.
- Ja ja ja ja, parece que Katsuya no tiene talento para esto- se rió Honda.
- No te burles, no ves que recién estoy empezando a jugar- respondió Katsuya.
-¿Joey por qué no vamos a la tienda de cartas de mi abuelo después de la escuela? Tal vez nos deje ver su carta súper rara.
En ese momento Kaiba no pudo evitar escuchar la conversación.
-¿Será acaso la carta que he estado buscando?- pensó Kaiba.
En la hora del almuerzo Kaiba se dirigió al árbol donde acostumbraba comer siempre, no podía dejar de pensar en la posibilidad de encontrar el cuarto ojos azules, para adherirlo a su colección de cartas. Se quedó meditando en el árbol sobre esa posibilidad; un momento después llegó su hermana para almorzar junto a él, cuando lo encontró vio que estaba muy pensativo y que pareciera ser que algo le estaba pasando. Se acercó a él y lo llamó por su nombre varias veces y solo despertó después de un tiempo.
-Lo siento Kikyou, estaba pensando- dijo confusamente.
-Oni-chan te he visto muy distraído estos días, algo te está pasando- respondió angustiadamente.
-En serio no es nada, solamente he estado pensando en cómo conseguir el último ojos azules, nada más- dijo Kaiba.
Kikyou se sintió aliviada, pensaba que era algo más grave; no obstante para Kaiba si era importante y estaba determinado a conseguirlo a cualquier precio.
Kikyou le sonrió tiernamente a su hermano y le dijo.
- Vamos almorzar oni-chan-.
- Está bien, hermana- respondió Seto.