Yu-Gi-Oh! Fan Fiction ❯ Not Gonna get Us ❯ Chappy 4 ( Chapter 4 )

[ Y - Young Adult: Not suitable for readers under 16 ]

-¿Cuánto tiempo quieren de hospedaje?

-Indefinido. Nosotros pagaremos cuando nos vayamos.-respondió Bakura.

-Bien. Nombre y apellido, por favor.

-Dylan Jones.-respondió el espíritu.

-Muy bien. N° de tarjeta---

-046296df-dijo interrumpiendo al hombre.-Oh, lo siento. Hemos viajado

mucho, y son las mismas preguntas. Ya estamos acostumbrados. Lo siento.

-Descuide, señor. He tenido casos peores. Habitación N° 13, primer piso.-dijo mientras le entregaba la llave a Bakura.

-Se le agradece.-dijo tomándola, y desapareciendo de la vista junto con Ryo.

Mientras se dirigían hacía su habitación, Ryo escuchaba en un discman, un CD de TATU, que había comprado recientemente, además de algunos otros. Tropezó con alguien y se disculpó rápidamente, sólo para darse cuenta que era...

-¡Malik!-exclamó felizmente Ryo. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que se vieron.

-¡Mio amico!-dijo Malik levantándose y abrazando afectuosamente a su amigo albino.

-Lo que me faltaba...Estar en el mismo hotel que estos dos idiotas...-dijo para si Bakura.

-¿Sólo para estar con estos dos idiotas eh?-dijo burlonamente Marik, mientras separaba a Malik y Ryo de su abrazo amistoso.-Muy pegotes ustedes dos y a mí no me gusta que alguien que no sea yo toque a mi hikari...

-Eres muy celoso Marik, ese es tu pequeño defecto.-murmuró Bakura.

-Ohhh....Vamos ladrón...Tu lo eres, pero retienes esas impulsiones de separar a mi hikari del tuyo. Admítelo.-desafió Marik.

-Vete al infierno, Marik y déjanos en paz a mi y a Ryo. Estamos cansados y queremos acostarnos...

-Picarón...

-¡DORMIR IMBECIL! ¡NO---!

-¡SHHHH!-dijo Ryo mientras le tapaba la boca.

-Lo siento. Marik es quien me hace enfadar de verdad.

Los chicos morenos se fueron alejando, pero las risas de Marik resonaban en el pasillo. . Los albinos entraron a su habitación, y así como estaban, se colocaron debajo de las sábanas y durmieron hasta el día siguiente.

-Mmmm...Marik...¿Qué haremos hoy?-dijo curiosa y divertidamente Malik, mientras tomaba del brazo a su espíritu.

-No lo sé. ¿Qué tal si secuestramos a algún niño o adolescente y lo torturamos? Es divertido.

-Mmmm....Llamaría la atención muchos gritos...

-Lo amordazamos.

-Los quejidos y gemidos...

-Me están dando ganas de acostarme contigo AHORA. Esas ideas me abrieron el apetito...

-¿Ah si?-dijo el menor mientras enfrentaba a su Yami, y lo besaba apasionadamente.

-Si...-respondió Marik, mientras encontraban un lugar "privado" para ellos.

Luego de dos horas allí, los morenos salieron despeinados y cansados, pero satisfechos. Marik sacó un dispositivo y miró el número de la cuenta.

100...

-* Gruñido* Que poquitas...

-¿Cien te parece poco? Pues entonces, podemos raptar a alguien y torturarlo...

-¡Pero si acabas de decir que hará escándalo!-protestó Marik, enojado.

-Bueno, bueno...Tal vez sólo exageré...

El despertador sonó a las ocho. Tiempo del desayuno en el hotel.

Bakura lo apagó y se acurrucó junto al cuerpo de su hikari. Murmuró unas cuantas cosas, antes de volver a dormir.

Ocho y media, los dos albinos se encontraban despiertos, vestidos y listos para desayunar. Al terminar, decidieron irse a pasear un rato.

-Mmmm...Necesito buscar la forma de que nos BUSQUEN por homicidios...-murmuró Bakura.

-¿Para qué?

-Para tener más acción. Me aburre estar paseando todo el día...Sin tener que hacer nada de nada...

-Bueno, podemos hacer algún escándalo público...Para atraer la atención de los oficiales---¿QUÉ HACES?

-Haciendo el escándalo público. Es una excelente idea...

El mayor hizo que sus tapados y sombreros aparecieran para poder, encubrir un poco su identidad. Estampó a Ryo contra una pared, haciendo que varias miradas se voltearan, y comenzó a besarlo apasionadamente, y algo salvaje.

-Me lastimas...-susurró débilmente el menor.

-Lo siento...

El dueño de un local, llamó inmediatamente a los oficiales. Tres patrullas llegaron al lugar, rodeando a los dos chicos. Bakura se separó a milímetros de los labios de su pequeño, y gustosamente los lamió, haciendo que gimiera. El espíritu oyó como todos los oficiales apuntaban con las armas.

Pero no sabían que el espíritu era mucho más rápido que ellos...

Comenzando a disparar a todos los humanos y patrullas, Bakura comenzó a reír alocadamente. Mató a la gran mayoría, pero uno había escapado.

Al atardecer, los dos chicos se encontraban paseando por el parque, cuando divisaron dos siluetas conocidas.

-Ladrón, ¿Cómo estas hoy? Espero que estés de un mejor humor que ayer...

-Cállate Marik. Sigo teniendo el mismo humor de siempre.-gruñó Bakura.

-¿Fuiste tú el de esta mañana?-preguntó curioso Malik.

-Si. Tengo pensado en destruir un poco el hotel en dónde nos hospedamos.

-¿A qué te refieres, `Kura?

-Humm...Ya lo verás. Mañana, te lo prometo, o mejor, esta misma noche.

-Disculpen caballeros, ¿Puedo servirles en algo?-preguntó el recepcionista.

-Aquí se identificaron a una pareja de homosexuales. Son estos.-dijo un oficial mientras le mostraba al hombre una fotografía de los recientes clientes de él.

-Oh, entonces discúlpeme. Primer piso, habitación 13.

-Gracias.-volvió a guardar la foto y fue caminando hasta la habitación junto con sus refuerzos.

-Muy bien...Abramos la puerta de un golpe. Seguramente estarán en otras cosas, y no podrán notar que estamos yendo a la habitación.

¿Entendido?-todos los demás oficiales asintieron.-Bien. Un grupo de cinco que nos aguarde a nuestra izquierda y derecha. Ahora.

Al terminar de acomodarse, el líder abrió la puerta.

-¡QUEDAN DETENIDOS---DIOS MÍO!

-¿Qué pensaban? No somos tan estúpidos cómo creen.-dijo Bakura divertidamente, mientras apuntaba con una bazuka.

-¡RETIRADA!

-¡NADA DE ESO!-gritó Bakura, disparando con el arma de fuego.

Una explosión resonó en todo el edificio. El grupo de oficiales que se encontraba en la puerta, murió al instante. El espíritu salió y disparó al grupo de la derecha, para luego virar y hacerlo con el de la izquierda.

Luego, hizo desaparecer la bazuka y reaparecer una metralleta, disparando a las nubes de polvo y al suelo, para impedir que alguien quedase vivo.

Una vez terminado el trabajo, tomó a Ryo en brazos, salió por una ventana y saltó al techo del edificio cercano. Así sucesivamente, hasta hallar un lugar seguro, mientras se oía a lo lejos las sirenas de las ambulancias y bomberos. Una vez seguros en lo alto de un rascacielos, ambos chicos miraban cómo el humo y las llamas del hotel se elevaban hacía el cielo nocturno.

-Me gusta. Es divertido.-dijo Bakura.

-Para ti. A mi no me gusta mucho. Pero estoy acostumbrándome.-dijo

Ryo, mientras abrazaba por la cintura a su espíritu.-Ahora seremos presas de recompensas.

-No. Hace a penas que nos descubrieron. Probablemente, coloquen fotografías de nosotros en todas partes para poder identificarnos. Es lo más seguro. Podemos escondernos en moteles.

-Si...Ahora debemos buscar un lugar dónde dormir.-dijo el menor, mientras acariciaba con sus manos el pecho de Bakura.

-Mmm....¿Dormir? Creo suponer que quieres otra cosa más que dormir...-dijo dulcemente el espíritu.

-Ahhh...Que inteligente...-el menor enfrentó a su espíritu, deslizando sus manos bien abajo.

-Aquí no. Quiero hacerlo en una cama caliente y suave. Después lo haremos en la calle.

-Aburrido...-murmuró Ryo, haciendo enojar a Bakura, sólo un poco.

Ambos chicos se levantaron y pagaron el hospedaje en el motel. Se retiraron y caminaron bajo el manto de la noche. Marik y Malik seguían caminando, sin encontrar algo bueno para comprar. Se metieron por los callejones, buscando algún lugar dónde poder ponerse calientes. En lugar de eso, hallaron a un niño y una chica, jugando con una pelota de tela, haciéndola rebotar contra sus palmas. El espíritu comenzó a emocionarse. Había encontrado dos presas perfectas. Estaba a punto de seguir adelante, cuando Malik lo detuvo.

-¿Qué?

-No los hagas gritar. Será peor.

El niño golpeó la pelota, que rodó hasta los pies de Marik. Este la tomó y la miró. Los dos jóvenes se abrazaron por el miedo. El espíritu quemó la tela, destruyendo el juguete.

-Onii-chan, tengo miedo.-dijo el más chico.

-¿Qué es lo que quieren?-enfrentó la mayor.

Marik rió entre dientes, y con un látigo, separó a ambos chicos. Cada uno de los chicos tomó a una presa, saltando por todos los edificios, hasta hallar una bodega abandonada.

-¿Onii-chan?-dijo el niño, moviendo a su hermana, que se encontraba atada.

-Yuki...Te encuentras bien. Que suerte---

-Ohhh...No te preocupes, linda. No estará tan bien cómo ahora.-dijo divertidamente el espíritu del cetro.-Yuki...Es un lindo nombre. ¿Cómo te llamas, linda?-dijo mientras se acercaba a la chica y levantaba su rostro con el filo de un cuchillo.

-Cosa que no te importa.

-Que ruda. No te servirá conmigo hacerte la chica fuerte. He vivido mucho años más que tú.

-Pareces un adolescente de no más de 16 años.

-Parezco. Pero tengo más de 6000 años...(N/A: Contando los mil años de letargo en el árbol)

-¡Mentiroso!-gritó la chica, apartando con brusquedad el arma.

-Creo que empezaré con Yuki, si no le molesta, claro.

-¡NO! ¡NO LE HAGAS DAÑO!-gritó desesperada la hermana.

-Tus suplicas no servirán.-dijo Malik, mientras abrazaba a su espíritu por la cintura.

-Son repugnantes...

-Veremos quién es el más repugnante de los tres, cuando los haya cortado a cada uno en pedacitos.

-¡NO TE ATREVAS---!

-Claro que lo haré. Tengo sangre fría...

Marik rió a carcajadas, haciendo que el menor se acurrucara contra su hermana sólo para ser apartado con brusquedad por el espíritu, que se lo llevó a una habitación, cerrando la puerta tras de sí.

-¡YUKI! ¡NO!-gritó llorando la chica.

-No te preocupes. Pronto le seguirás.-añadió Malik, jugando con un cuchillo entre sus manos.

-¡SON DESPRECIABLES! ¡SON DEMONIOS! ¡SON INHUMANOS!-gritó furiosa la chica.

-Si, es cierto. No somos humanos.

-¡YUKI!-gritó nuevamente, al oír un grito proveniente de la habitación dónde Marik y el niño había entrado.-¡DEJENLO! ¡ES SÓLO UN NIÑO!

Otro llanto se escuchó, y la chica se acurrucó llorando de dolor, por la lenta perdida de su pequeño hermano.

Luego de tres horas dentro de la habitación, los llantos y gritos cesaron.

Malik levantó la mirada hacía la puerta, imitado por la chica. El espíritu salió comiendo algo que después escupió al suelo.

-¿Qué?-preguntó al ver las caras de su amado y de la chica.

-¿Qué rayos estabas comiendo?-dijo Malik, mirando al suelo y después a su amado.

-Carne. Tiene muchas proteínas.

-¡SON REPUGNANTES! ¿¡CÓMO TE ATREVISTE?!

-¿A qué? Espera preciosa. No me malinterpretes. No soy un caníbal. Es cierto que una vez tuve que alimentarme de carne humana algún tiempo, porque si no moriría. Pero no tiene nada que ver que yo torture a los humanos para luego comérmelos. No señor.

-¡¿ESTAS DICIENDO QUE FUISTE CANÍBAL, MARIK?!-gritó histérico Malik.

-Baja un cambio, amor. Si lo hice, pero hace más de 5000 años. Yo era un niño, va, más que un niño, tenía la misma edad que esa chica. Cuando tienes que sobrevivir, no piensas dos veces, ¿O sí? Fue por eso que soy un psicópata igual que Bakura.

-Para la próxima, cuéntame todo. No quiero que me de un ataque cardiaco.-dijo divertidamente Malik.

-*Gruñido* Bien, que tal si te llevamos a la habitación 5 estrellas, a la que asistió tu hermano.

Malik la cargó en su hombro, y ambos entraron seguidos del Marik. Al dejarla sobre una silla, ella gritó en horror.

-¡YUKIIIIIIIIII!

Cada parte del cuerpo de su hermano, estaban esparcidos por el suelo, y la sangre había cubierto todo el cemento, dándole un tono rojizo. La chica comenzó a llorar fuertemente, mientras que sus lagrimas caía sobre su regazo, y luego al suelo. Marik la recostó sobre una camilla y jugó con su cuchillo, sobre las prendas de la chica, que terminó por arrancar.

-Que hermosos pechos, linda. Pero, ¿Serán tan lindos después de que te los vacíe?-rió maniáticamente, mientras que seguía con su víctima.