Yu-Gi-Oh! Fan Fiction ❯ Show me Love ❯ Chappy 5 ( Chapter 5 )
Malik telefoneó a Ryo, para pedirle si él podía hablar con él, en el parque.
Este le asintió y fijaron la hora.
El albino esperaba a su amigo sentado en un banco del parque leyendo un libro. Vio cómo se acercaban Malik, acompañado de Yugi. Los dos lo saludaron y el chico albino les devolvió el saludo. El moreno invitó a los dos a ir a tomar algo en un café que conocía muy bien. Sus amigos aceptaron, y los tres se encaminaron hacía allí. Al llegar, Malik los condujo hasta la mesa más apartada, diciéndoles que era un asunto entre ellos. Tomaron asiento, y cuando terminaron de hacer sus pedidos y que el mozo se hubiera ido, Malik comenzó a contar lo ocurrido con su Yami, hacía más de una semana. Yugi y Ryo oyeron atentamente, sin interrumpirlo, ni hacerle preguntas después de que hubiera terminado. El mozo llegó y entregó a cada uno sus pedidos. Malik pagó por adelantado, así luego podrían dejar el café sin preocupaciones.
-No tengo idea de cómo arreglar este mal entendido.-dijo Malik.-Mi espíritu ahora me ve como a un niño...sólo por esa maldita pesadilla o sueño o predicción...como sea...-añadió en tono de irritación.
-Entonces hazle saber que no lo eres, demostrándole que quieres hacerlo.-dijo Ryo.-Si quieres que Marik vea que no eres un "niño", como el cree, compórtate de manera tal, que él perciba lo que le quieres decir.
-¿Cómo?-dijo, mientras bebía un sorbo de su malteada.
-Es fácil.-acotó Yugi.-Resalta lo que a Marik más le atrae de ti.
-¿Qué es lo que más le gusta de ti, Malik?-preguntó Ryo.
-...No lo sé...nunca se lo he preguntado.-dijo, bebiendo otro sorbo de la malteada.-Creo que debo preguntárselo, ¿Verdad?
-Lo más natural.-dijo el albino.-¿Por qué no salen juntos algún día? En alguna ocasión le puedes preguntar qué es lo que más le atrae de ti.
-Luego podemos reunirnos después del colegio o acá, para darte algunos consejos de cómo realzar esa cualidad.-explicó Yugi.
-Si, es buena idea. A propósito...-dijo con algo de curiosidad el moreno.
-¿Si?
-¿Por qué les dijeron a sus espíritus que vayan a pasear con Marik?
-O.O I-sus dos amigos no sabían que decir, dejando a Malik con una rabia y confusión total.
Los tres espíritus se encontraban caminando por las galerías de la ciudad, buscando algo para obsequiarles a sus hikaris. El único que no había podido conseguir un obsequio, fue Marik. El sabía que era lo que anhelaba su pequeño hikari no tenshi, pero no lograba encontrar la tienda. Por otra parte, Bakura y Yami lograron encontrar algo para Yugi y Ryo. El psicópata albino encontró unos peluches de un ángel y un diablito, que tomaban entre sus manos un corazón, mientras que Yami había conseguido un collar mejor para Yugi. Un "collar de perro", como decía Bakura, burlándose. Entraron y salieron de varias galerías, pero Marik no logró dar con el objeto que quería Malik. Entraron a la que sería la última, y el moreno sintió que se encontraba en terreno conocido. Pronto divisó el cartel del local en el cual estaba aquel objeto. Les hizo una seña a los otros dos y ambos le siguieron el camino. Se acercaron a la vidriera y en ella, lo que más se destacaba, era un pequeño peluche del Dragón Alado de Ra, en versión miniatura. (N/A: O si quieren, "versión chibi o petit")
-¿Eso es lo que le gusta?-preguntó Bakura.
-Tienes que ver su cara cada vez que pasamos por aquí.-dijo el moreno, con felicidad.-Se le ilumina el rostro de tan sólo verlo. Siempre pasamos por esta galería para ir a casa. Siempre dice que se lo va a comprar, pero, da la casualidad que gasta todo el dinero que tiene y nunca pudo comprarlo.
-Bueno, ahí lo tienes.-dijo el Faraón.
-Pero...-dijo Marik, recordando el incidente.
-¡OH, vamos psicópata! Tú sabes bien que Malik no tiene mentalidad infantil.-Marik desvió la mirada.-Eso quiere decir que lo sabes. Bien. Entonces, por qué no te disculpas.
-...-
-Basta de discusión. Cómpralo e intenta disculparte con él, diciéndole que no lo tratarás nunca más cómo un niño.
-Mmmm...ustedes ganan.
Todavía era temprano cuando Malik regresó a su casa. Su espíritu se encontraba leyendo un libro en una de las sillas de la cocina. Al ver a su hikari, le sonrió amorosamente y le indicó que se acercara. Este así lo hizo, para recibir un cálido beso de su Yami. Marik se corrió e hizo que Malik se sentara en su regazo. Su hikari apoyó su cabeza en el pecho de su espíritu, sintiendo cómo le acariciaba su cabello. Ninguno decía nada. Marik seguía teniendo la mentalidad de que su hikari tenía mente infantil, pero fue su luz, quien rompió el silencio fúnebre que se había creado.
-¿Quieres ir de paseo conmigo?-dijo alegremente.
-¿Ahora?-contestó, medio cansado.
-No, ahora no. ¿Qué te parece si lo hacemos en la noche?
-Bien. Me parece buena idea. ¿A dónde iremos?
-Ohhh...por ahí.-acotó con una sonrisa y mirada divertida.
-De acuerdo. Entonces, ¿Qué te parece si vamos a dormir una pequeña siesta, para tener más energía para la noche eh?
-¡¡¡GOOD IDEA!!!-gritó alegremente Malik, en inglés. (N/A: "Good idea" es "Buena idea", y se pronuncia = "GUD AIDIA")
Ryo entró en su casa para ser recibido cálidamente por su espíritu, que inmediatamente le entregó el obsequio. Este lo tomó y preguntó si podía abrirlo. Bakura le asintió y su hikari comenzó a desenvolver con entusiasmo el envoltorio. Al ver lo que era, se le iluminó el rostro. Se sonrosó levemente, esbozando una sonrisa y cerrando sus ojos. Abrazó a su espíritu besándolo y haciéndolo girar diciendo "¡Gracias, gracias, gracias!" alegremente. Bakura paró en seco, besando a su contraparte en los labios dulcemente.
-Me agrada mucho que te gustara.
-Cómo no puede gustarme, Bakura.-dijo mirando el obsequio.-¡Es hermoso!
Yugi terminó con toda su tarea y su espíritu entró en su habitación, escondiendo algo detrás. Su hikari lo miró desconfiadamente, pero sólo recibió una cálida sonrisa de su espíritu. Este se le acercó por detrás y le dejó sobre el escritorio el obsequio. Yugi lo miró y Yami le asintió con una
sonrisa de punta a punta. El más chico comenzó a quitar el envoltorio lentamente. De la caja sacó un collar con pinches. Este lo miró con gran alegría. Definitivamente era mucho mejor que el otro. Se quitó el que tenía puesto y se colocó el que le acabaron de regalar. Se levantó y se fue al baño para ver como le quedaba, seguido de su espíritu. Daba vueltas para ver como le quedaba. Realmente le quedaba estupendo. (N/A: Sería mejor que en la serie le colocaran un collar de pinches, antes del que tiene) Yami se le acercó por detrás, abrazándolo por la cintura, mientras le ociqueaba en el cuello. Se pinchó con una de las tachas y, diendo un leve gruñido, besó a su hikari en la mejilla.
-Este collar me molesta...-dijo, un poco molesto.-Te hubiera traído otra cosa, en lugar de esto.
-Lo siento. A mi me gusta, y pienso usarlo todo el tiempo.-dijo Yugi.
-No mientras duermes. A demás...-añadió con tono sexy.-Por si no te diste cuenta, tiene para poner correa...
-¡¡¡¡PERVERTIDO!!!!-gritó Yugi, totalmente rojo, ya que sabía a lo que su Yami se refería con eso de "correa".
-¡No pude resistir! No te preocupes. Si quieres, tu puedes ponerme la correa a mi. Yo no la usaré en ti.
-¿¡Quién dijo que usaremos correa eh?!
-...-
-Creo que te prohibiré las salidas con los otros dos.
-¿Por qué?
-Porque creo que Marik y Bakura son mala influencia para ti, en especial en esa parte.
-¿Cómo la mala influencia de tus "amigos"?-dijo Yami, por lo bajo.
-No quiero hablar de eso ahora.-contestó Yugi, mientras salía del abrazo de su Yami para dirigirse hacía su habitación.
Malik y Marik habían vuelto de su paseo. Ambos se dirigieron a su habitación para poder descansar. El menor se tiró en la cama boca arriba, dando un largo suspiro. No compraron nada, puesto que no había nada interesante para comprar. Marik se sentó en la cama, mientras le acariciaba el cabello de su hikari y sus mejillas. En esto, Malik rió por las cosquillas. Colocó una mano sobre la de su espíritu, y lo miró directo a los ojos, soñadoramente. Su Yami se inclinó y lo besó, a la vez que se acomodaba al lado de su hikari.
-Yami no tenshi, ¿Puedo preguntarte algo?
-Claro.
-¿Qué es lo que más te gusta de mí?
-Tu boca, tus labios...-dijo, mientras lo besaba.-Es lo que más me agrada, aunque también me gustan tus ojos, tu risa...Eres realmente hermoso, mi pequeño hikari no tenshi.
-Tú también...-agregó, medio sonrojado.
Joey no tenía tantos ánimos para hacer su tarea. Había estado pensando en lo que pasó hace unos días. No el sueño, sino cuando lo contó.
-Comienzo de FlashBack-
En el primer receso, Joey les pidió a todos que se reunieran para hablar, sobre algo que tenía que ver con ellos y en especial con Yugi, Ryo y Malik. Todos se sentaron en torno de Joey, para oír sobre lo que tenía que decir. Este empezó a contar su sueño lentamente, y con un poco de miedo. Mientras contaba, veía cómo Malik, Ryo e incluso Yugi, miraban al suelo, como si no les importase en lo más mínimo lo que le ocurría a Joey. Al terminar, sonó el timbre. Lo que más impresionó a todos fue que Yugi, el mejor amigo de Joey, tomó su silla, encaminándose hacía su pupitre, sin decirle nada de nada al rubio. Pasó a su lado, ignorándolo. Ryo y Malik lo imitaron, ya que el profesor había entrado. Al finalizar el día, todos se reunieron a la salida, cuando los tres portadores de los artículos se hubiesen ido.
-Ni siquiera me dijo cómo me sentía.-dijo el rubio, llorando.-Sólo pasó junto a mi, como si nunca me hubiera visto. Cómo si nunca hubiéramos sido amigos.
-Tienes razón. Tampoco nos ha hablado en todo el día.-dijo Tea.
-Se la pasó todo el tiempo con Ryo y Malik.-Tristán parecía tan dolido como Joey, pero mostraba furia en lugar de llanto.-Creo que Bakura esta haciendo algo con nuestro amigo.
-Pero no sabemos exactamente qué, Tristán.-Ojos Azules se unió a la conversación, puesto que ahora sentía a Yugi como un amigo.
-Creo que deberíamos tomar la sortija de Ryo y...-continuó el rubio.
-...Acabar con él.-finalizó Seto.
-Fin del FlashBack-
Era muy fácil decirlo, pero no hacerlo. Tendrían que ir a una tienda de magia negra para poder dormir a Bakura junto con Ryo para poder traer la sortija, o simplemente noquearlo. Tendrían que tenderle una trampa, y que este cayera en ella, cosa que sería difícil con el espíritu, ya que en su vida anterior, había sido un ladrón y, cabía la posibilidad de que conocieras ese tipo de trampas.