Yu-Gi-Oh! Fan Fiction ❯ Show me Love ❯ Chappy 6 ( Chapter 6 )

[ T - Teen: Not suitable for readers under 13 ]

La mañana estaba nublada, caían con furia las gotas de lluvia y los trozos de granizo eran tan grandes como una canica. Ryo se encontraba sentado en su cama, mirando a través de la ventana cómo la tormenta desataba su furia sobre la ciudad. Un relámpago cruzó el cielo, iluminándolo por completo. Ryo se cubrió la cara, evitando que la luz lo lastimara, aunque supiera que no lo iría a hacer. Bakura se sentó a su lado, arqueándose levemente para abrazarlo por la cintura, y poder darle un beso en el cuello desnudo de él. La temperatura había bajado mucho, a pesar que se encontraban en verano. El espíritu abrazó más fuerte a su hikari para darle calor, ya que vio que su cuerpo estaba frío. El granizo golpeaba la ventana fuertemente y parecía que la rompería en cualquier momento. Ryo se recostó en la cama, sin ser soltado ni por un segundo por Bakura, quien se arrimó más al cuerpo de él. Comenzó a besar a Ryo apasionadamente, mientras que recorría su pecho bajando cada vez más...Por lo que vio, su hikari no se dio cuenta. Pudo deslizar toda su mano debajo del pantalón, y estaba a punto de hacer lo mismo con la ropa interior de Ryo pero este le retiró la mano rápidamente, dejando escapar un gemido.

-Con esto, veo que estas a punto...-dijo Bakura.

-Si...pero todavía no...

-¿Me dejas, al menos, tocarte?

-...Sólo por esta vez, te dejaré calmar esos deseos hirvientes que tienes sobre mi cuerpo. Pero...-agregó al ver la cara de su Yami.-Sólo te dejaré tocarme. Nada más que eso.-se puso de lado mientras que su Yami hacía lo mismo, colocando una mano en el pecho de su hikari.-No te emociones...Si veo que te pasas, te detendré. Si tengo que usar la fuerza, lo haré.

-De acuerdo.-lo besó y añadió.-No sabrás cómo vas a gemir...lo harás tan fuerte que tendré que taparme los oídos.

-Ja, ja, ja...-dijo Ryo, dando un aire enojado.-Tú también gemirás, así que creo, que yo también tendré que taparme los oídos.

Bakura se rió y besó nuevamente a su hikari. Este lo abrazó fuertemente, mientras que dejaba la entrada a la lengua de su espíritu dentro de su boca. Su Yami comenzó a bajar lentamente su mano por el pecho de él, hasta llegar al botón que su hikari había abotonado nuevamente. Lo sacó de su ojal, bajando el cierre del pantalón, deslizando su mano dentro. Sintió la piel de la entrepierna de su Ryo, y este dejó escapar un gemido en medio del beso en el cual se encontraban. Bakura comenzó a tocar la entrepierna de su hikari, haciendo que este rompiera el beso, para poder gemir con intensidad, ante el placer que eso le causaba. Al principio las caricias eran suaves, pero poco a poco se fueron intensificando. Ahora Bakura, apretaba la entrepierna de Ryo, haciendo que diera un grito de placer. Sintió como en su mano caía un líquido, que provenía de su hikari. Para aumentar la "diversión" de su hikari y suya, le susurró a Ryo.

-Mueve tu cadera, y siente mi mano en tu cuerpo.

Ryo vaciló unos momentos, pero hizo lo que su espíritu le pidió. Bakura dejó de mover su mano, y comenzó a sentir como su hikari movía su cadera con su mano, haciendo que ambos gimieran en son de placer. Esa era la primera vez que Ryo oía a su espíritu gemir de placer. Su hikari flexionó una pierna, mientras se acercaba al cuerpo de Bakura, para apoyarla sobre la cadera de él mientras dejaba escapar un fuerte grito, al sentir cómo su espíritu lo apretaba con suma fuerza, causándole dolor y placer. Luego de tener media hora de "diversión", Ryo sacó a la fuerza la mano de su espíritu de su entrepierna. Sus respiraciones se normalizaron y se miraron fijamente a los ojos. Bakura se encontraba medio sonrosado pero Ryo estaba totalmente rojo. Rió y besó a su hikari, abrazándolo.

-No me digas que no te gustó.

-...Me encantó...-dijo Ryo, cansado.-Quisiera, pero ahora no...Ten paciencia mi Yami, yo estaré listo en menos tiempo del que crees.

-Eso espero.-dijo Bakura, dando un bostezo.-Cuando lo hagamos, ¿Quieres amor o sexo?

-¡¡¡¡¡¡BAKA NO HENTAI!!!!!!-gritó Ryo, más rojo de lo que estaba.- ¡¡TE ESTÁS CONTAGIANDO DE MALIK!!-gritó nuevamente, para desatar su furia.

-...-

-...Prefiero que al ser la primera vez sea con amor y no con sexo...-dijo tímidamente su hikari.

-¿Pero?

-...Sólo porque...bueno...si quieres, porque yo quiero también, en cierto sentido...tener...

-...¿Mmmm?-gimió Bakura, sabiendo a la perfección lo que diría Ryo.

-Tener...algunas veces...se...sexo...y otras...amor...-finalizó, más rojo que la vez anterior.

-Es tu decisión. Yo no haré algo que no quieres.

-Eso me alivia.-entrecerró sus ojos, susurrando a Bakura.-Te diré algo, mi Yami. Pronto conocerás, como soy en realidad.

-Mmmm...un reto. Me fascinan los retos.-besó a su hikari y añadió.-Me muero de curiosidad al saber cómo eres.

-Ya verás, mi Yami, ya verás.

Hacía la tarde, la tormenta calmó y el cielo estaba más calmo. Isis y Rashid se fueron dejando a Malik y Marik solos en la casa. El espíritu se encontraba recostado en la cama, durmiendo, de lo cansado que estaba. El día anterior se habían quedado despiertos hasta muy tarde en la madrugada jugando con las cartas. Malik tomó el teléfono y llamó a Yugi. Tardó un rato en contestar, pero lo hizo. Su voz sonaba cansada, y cuando el moreno preguntó el por qué, notó como la voz de Yugi cambiaba de cansancio a nerviosismo total. "Ya me imaginó lo que hicieron ustedes dos", le dijo el moreno, mientras oía cómo su amigo le gritaba por el tubo del teléfono, al momento que lo apartaba de su oído. Le preguntó si se podían reunir los tres en el café de la vez anterior, para hablar del problema que seguía teniendo. Yugi le asintió a la pregunta y le dijo que llamaría a Ryo. Este se lo agradeció y fijó la hora.

Eran las cuatro de la tarde, y los tres chicos se encontraban el café. Pidieron sus órdenes como de costumbre y comenzaron a hablar. Malik les contó todo y les pidió algún consejo.

-Si lo que más le gusta es tu boca, hazla resaltar.-dijo Yugi.

-¿Cómo?-dijo el moreno, bebiendo un sorbo de su malteada.

-Fácil.-dijo Ryo.-Lo que tienes que hacer, es esto.

Le hizo una seña para que se acercara y este lo hizo. Ryo comenzó a murmurar en la oreja de Malik todo lo que tenía que hacer, mientras este asentía. Yugi se había colocado en medio, para no perderse de nada que fuese importante. Al terminar, los tres se miraron y adoptaron una mirada y sonrisa perversa a la vez que se reían.

-Espero que funcione.-advirtió Malik.

-Si no, tendrás que tomar la iniciativa.

El albino y Yugi se cruzaron de brazos, cerraron sus ojos y asintieron.

El moreno regresó a su casa para ver que su espíritu se encontraba sentado en uno de los sillones de la casa, puliendo el cetro del milenio de lo aburrido que estaba. Malik se le acercó con sigilo, y para su suerte, su espíritu no se dio cuenta. Su luz se le tiró encima haciendo que ambos cayeran al suelo. Marik se encontraba sobre el cuerpo de Malik, mientras que este lo abrazaba fuertemente, al ver y sentir sus rostros tan cerca el uno del otro. Malik besó a su espíritu dulcemente en los labios, a la vez que este le respondía de la misma manera. Marik dejó a un lado el cetro, para poder abrazar a su hikari con fuerza, atrayéndolo a su cuerpo lo más que podía. Malik abrió sus piernas flexionándolas, haciendo que Marik se acomodara perfectamente a su cuerpo. Luego, las entrelazó con las de él, mientras que las movía lentamente, incitando y excitando a su Yami, para hacerlo. Posteriormente, comenzó a frotar su pelvis y su entrepierna con la de su espíritu haciendo que este comenzara a sudar. Marik se separó un poco a la fuerza del beso, para mirar a Malik que le devolvía la mirada, un poco enojado e indignado.

-Hikari...

-Si, ya sé. No tienes que decírmelo. Soy un niño.-apartó a su espíritu, para poder ponerse de pie.-Tengo una mentalidad infantil. No soy maduro. ¿Para qué te hablo si sé que todo lo que te diga no servirá?

-Hikari no tenshi...escucha.-se levantó dirigiéndose hacía él, abrazándolo por la cintura.-Escucha. Recuerda. Soy un espíritu. Yo no haré nada, si sé que mi amo o mi compañero no es lo suficientemente maduro, aunque lo parezca, porque yo no sé si él lo está o no. Imagínate, ¿si lo hubiera hecho a contra de tu voluntad, pensando que estabas listo? Tu me odiarías, y yo no quiero eso.

-Me tratas como un niño y no soy ningún niño tanto física como mentalmente.-dijo molesto.

-Lo sé pero...

-¿¡PERO QUE?!-dijo Malik apartándose del abrazo de su espíritu para mirarlo a los ojos fijamente.-¡¿QUÉ SABES QUE NO SOY UN NIÑO PERO ME TRATAS ASÍ POR ESE MALDITO INCIDENTE EH?!

Las lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y fue corriendo a su habitación para encerrarse en ella. Marik lo siguió, pero no pudo entrar ya que su hikari cerró la puerta con llave. Escuchaba como su luz lloraba sobre la cama, con enojo, por lo ocurrido.

//Mi hikari no tenshi.../ comenzó Marik.

-¡¡¿¿QUÉ QUIERES MARIK!!??-le respondió gritando Malik, con furia.

//Déjame entrar//

-¡¡¿¿PARA QUE??!! ¡¡¿¿PARA QUE ME SIGAS DICIENDO QUE TODAVÍA SOY UN NIÑO Y QUE NO TENGO LA MENTALIDAD PARA HACERLO??!! ¡¡PREFIERO QUE TE CALLES!! ¡¡AHORA VETE MARIK!! ¡¡NO QUIERO OIRTE!!

//Lo que tú quieras, mi pequeño.// dijo, mientras se retiraba de la puerta.

Bajó las escaleras, dirigiéndose hacía el living, dejándose caer en el sillón donde anteriormente se encontraba puliendo su cetro. Malik nunca lo llamaba por su nombre. Siempre le decía, amorosamente, "Yami no tenshi". Pero ahora, que estaba furioso, lo llamaba por su nombre. Eso no le gustaba, pero debía aguantarla, por tener esos pensamientos y decirle esas las cosas que él pensaba que eran ciertas.

Malik estuvo llorando media hora. Se calmó y se quedó recostado en su cama, con la cara hundida en la almohada, toda mojada por sus lagrimas. Se levantó y se dirigió a su ventana, mirando como la ciudad estaba a oscuras. Las luces de los edificios iluminaban la oscuridad para poder ver. Sintió suaves golpes en su puerta, seguido de la voz de su espíritu que le pedía dolidamente que lo dejara pasar. Malik se dirigió a su puerta y la destrabó, permitiendo que su espíritu pasara. Marik miró su cara y sus ojos rojos por el llanto que estuvo dando durante media hora. Lo abrazó acariciando su espalda, mientras que este lo abrazaba por la espalda también, acomodando su cabeza en su pecho. Su espíritu comenzó a acariciarle su cabello suavemente, y besó su cabeza, pidiendo disculpas, a su manera. Con gestos, y sin palabras.

-No.-dijo Malik, todavía enojado.

-No sé que hacer, mi hikari.-dijo Marik, entre sollozos.-No quiero que me odies, como en el pasado. Pero...-sus lagrimas comenzaron a recorrer sus mejillas.-Simplemente, no lo sé. No sé que hacer, para poder cambiar mis pensamientos de ti...

-Deja...cállate...no quiero oírte...

-Si. Lo que quieras, mi pequeño.-dijo Marik, llorando más fuerte.

-Perdón. No quise decirlo para que te ofendas.-lo separó de su cuerpo, y se entristeció al ver la cara de su Yami.-Algunas veces me pongo muy irritable. Eso lo admito. Cuando peleo con Rashid...bueno...tu lo sabes. Nuestras peleas, algunas veces, se van de la mano, y comenzamos a pelear en serio. Yo una vez lo empujé, lo tiré al suelo, me puse sobre él y le golpeé en la mejilla. En esos momentos me encontraba realmente furioso. El se colocó una mano en su mejilla, y me miró sorprendido. Yo me calmé al instante. Lo miré y comencé a llorar. Le dije que lo sentía. Rashid se sentó, y yo lo abracé, hundiendo mi cara en su pecho, llorando fuertemente y gritándole que lo sentía mucho.

-Si...lo recuerdo. Luego de eso, tu viniste y me lo contaste, aunque yo lo supiese. Me quedé despierto toda la noche por ti. No podías conciliar el sueño, pero te amaba y te sigo amando. Mi hikari, mi hermoso y pequeño hikari, yo haría cualquier cosa por ti, pero...en ciertas ocasiones, no lo sé.

-¿Quieres dar un paseo?-interrogó Malik, intentando aliviar la tensión que se generó en ese espacio.-Mañana no tengo clases. Podemos quedarnos afuera hasta la hora que queramos. ¿Te parece?

-Si eso es lo quieres, lo haremos. Todo por ti, mi pequeño.-contestó Marik, besando a su hikari dulcemente en los labios.