Yu-Gi-Oh! Fan Fiction ❯ Show me Love ❯ Chappy 7 ( Chapter 7 )
Las calles se encontraba atestadas de puestos donde vendían cosas artesanales. Había luces de colores, adornos, y muchas otras cosas. Malik caminaba tomado de la mano de su espíritu, fascinado. Había tantas cosas que ver y comprar. Había olvidado que ese fin de semana había una feria artesanal en las calles. Paseaban de puesto en puesto, mirándolo todo. Malik se había llevado la mitad de sus ahorros, que era una suma de dinero considerable. Últimamente había estado ahorrando, por si las dudas.
Ryo se encontraba en la mesa de la cocina, adivinando con sus cartas del Tarot. Bakura se le acercó por detrás, mirando, apoyando su mentón en la cabeza de su hikari.
-¿Qué haces, pequeño?
-Sólo adivinando.
-mmm...veo...-dijo mientras veía como colocaba las cartas en sus sitios correspondientes.-¿Adivina qué, hikari?
-¿mmmm?-preguntó Ryo, sin prestar mucha atención.
-Que por si no lo recuerdas, dentro de dos días cumplimos un mes.
-Si...¡¡¿¿UN MES??!!-dijo gritando y volteándose hacía su espíritu.
-Pues claro, mi ángel. ¿No me digas que lo olvidaste?
-...Si...-respondió tímidamente.
-¿Qué haré con tu pésima memoria?-preguntó al aire, pasándose la mano por el cabello.
-...¬¬*
Malik salió de una heladería con su helado. Mientras paseaban, miraban los puestos que les quedaban por ver. Marik veía como su hikari comía su helado, pero se fijaba más cómo la lengua de este lo lamía. Marik tragó saliva, y comenzó a sudar levemente. "Rayos..." maldijo en su mente. Su hikari paró en seco, mirándolo preocupado. Su Yami se disculpó y le siguió la marcha. Malik sonrió divertidamente. Su plan estaba funcionando. Los consejos que le dio Ryo, le estaban sirviendo de mucho. Una vez que terminó su helado, se detuvieron en el parque, para poder descansar, y ver lo que compraron. Malik comenzó a sacar las cosas una a una, observándolas detenidamente a cada una. Marik lo observaba con felicidad, al ver la cara de alegría de su hikari. Pero por una razón, no podía mantener su vista apartada de los labios de Malik, como si fuera un movimiento automático. Veía como esa boca, se curvaba en las sonrisas que su hikari hacía por la alegría que poseía al ver las cosas, curvándose y dándole un toque sensual, como si estuviera pidiendo a gritos que se la besara. Marik volvió a tragar saliva y sacudió su cabeza, mirando al suelo. Malik lo observó de reojo y sonrió maliciosamente. Si todo salía bien, probablemente esa noche, sería la noche.
Yugi salió del baño, con una toalla a la cintura y sus mejillas sonrosadas por el vapor. Yami lo esperaba en frente, recargado en la pared. Le sonrió y le entregó una nota del abuelo para él. Yugi la leyó y dio un grito.
-¡¡¡¡¿¿¿¿DURANTE TRES MESES????!!!!
-Aja...-tomó a Yugi y lo arrinconó en la pared, atrapándolo con sus brazos.-¿Qué podríamos hacer en esos tres meses, mi hikari?
-Esto es una pesadilla...-murmuró Yugi, para sus adentros.
-No es ninguna pesadilla.-respondió, a la vez que comenzaba a besar y mordisquear el cuello de Yugi.-Todo lo contrario. Un sueño.
-Pues si es un sueño, NO quiero despertar.-acotó, abrazando a Yami y besándolo apasionadamente en los labios, al la vez que sentía que era cargado y llevado a su habitación, para mayor comodidad.
Luego de pasar casi dos horas caminando, entraron a un café, para poder beber algo. Malik se pidió una malteada al igual que su Yami. El mozo les sirvió y Malik pagó por adelantado, como era su costumbre. Su hikari dio un suspiro, y comenzó a beber. Dio unos tragos e hizo una exclamación de alivio para su garganta. Volvió a tomar el sorbete con sus labios y comenzó a beber nuevamente. Marik, nuevamente, fijó su vista en la boca de su luz. Ahora, no solo sudaba levemente y tragaba saliva, sino que se estaba desesperando. Cerró sus piernas fuertemente, ya que veía como la boca de Malik bebía, haciendo movimientos muy leves, pero que el percibía bien, y eso le estaba dando deseo hirvientes de poseer a Malik en esos momentos. Marik terminó su malteada rápidamente, mientras que su hikari la terminaba poco después que él. El moreno joven, se relamió los labios, con lentitud y suavidad, dando un toque provocativo irresistible. Marik sintió un calor enorme en su entrepierna, mientras que volvía a tragar saliva y sudar más. "Por Ra..."se dijo. Su hikari le hacía hervir en deseo, a la vez que este decía "¡Delicioso!". "Si, delicioso. Tu cuerpo es delicioso, mi hikari. No. No es delicioso. Es exquisito. Quiero, deseo probarlo "pensó para sus adentros. No soportaba esos deseos de poder tocar todo el ser de su hikari. Sacudió su cabeza violentamente, y le pidió a Malik si podrían regresar a casa. Este le asintió y preguntó el por qué.
-No me siento bien.
-Es extraño. A ti te gusta mucho este tipo de cosas. Pero si te sientes mal, volveremos a casa.
Pasaron por la galería donde se encontraba el pequeño peluche de Ra. Malik le dijo entusiasmado a su espíritu que le sobraba dinero para poder comprarlo. Marik recordó que lo había comprado. Quiso detener a su hikari pero este ya había empezado a correr hacía el local. Marik lo alcanzó y vio como a Malik le salían lagrimas largas y blancas.
-¿Qué ocurre, mi hikari?
-¡Se lo llevaron!
-¿Qué cosa?
-¡El peluche de Ra!-se tiró de rodillas, tapándose los ojos con uno de sus ante brazos, a la vez que salían de sus ojos como si fueran cascadas las lagrimas.-¡Yo lo quería! ¡Hoy tenía el dinero pero se lo compraron antes que yo! ¡No es justo!
-Tal vez traigan más.
-¡No! ¡El dueño me dijo que él ya no los pediría!-se levantó y comenzó a alejarse del local tristemente.-T-T
-Pobre de mi pequeño hikari no tenshi...Bueno, por lo que vi hoy...-se despeinó con ambas manos y añadió.-¡Bien Marik! ¡No lo alargues más! ¡Dile que lo sientes y hazlo con él! ¿¡Tan difícil es?!-pensó unos momentos y dijo-¡¡SIIIII!! i-i
-¡¿QUÉ ESPERAS YAMI!? ¿¡QUE PASE TU CARRUAJE?!
Este miró para su alrededor y alcanzó a su hikari.
Ryo se tiró en su cama boca arriba, pensado en qué le regalaría a su Yami por su mes de aniversario juntos. Era difícil. Bakura era un espíritu, además de que era agresivo. Le gustaban las cosas antiguas, como cuchillos, dagas, todo lo referente a armas antiguas, en especial de su pueblo, le gustaban. Por ahí podría conseguir algo de Egipto en alguna casa de antigüedades especializada, pero costaría mucho dinero, y no tenía mucho y no podría ahorrar mucho en un día solo.
-¡AHHH! ¡¿QUÉ PUEDO HACER!?
Se sentó y abrazó su almohada fuertemente. ¿Qué tal si le preguntaba a Bakura si ya tenía su regalo? Posiblemente algo se le ocurriría. Tomó su sortija y le dio una suave caricia, haciendo que el objeto brillara levemente. Bakura se materializó fuera del articulo, sentado frente a su hikari, mirándolo profundamente.
-¿Pasa algo, mi ángel?
-Como sabes bien, soy muy curioso.
-Si, lo sé. Lo sé muuuuuuuuy bien.-
-¿Quisiera saber que tienes pensado para regalarme?
-O.O I...Yo...bueno...-dijo, desviando la mirada.
-¿No lo tienes?-preguntó enojado Ryo.
-Si...lo tengo...pero...
-¿Pero?
-Es secreto. No te lo diré.
-Bueno...no se que darte...
-Yo me conformo con que estés a mi lado. Eso me basta.
-Si...-se inclinó y besó a su Yami profundamente en los labios y luego se separó.-Tu regalo, ¿Será lindo?
-Más que eso. Será fantástico.
-Ya no puedo esperar. ¡Quiero verlo!-dijo entusiasmado Ryo.
-No, no, no. Debes esperar hasta pasado mañana.
-¡No quiero!
-¡Vas a esperar!-gritó Bakura enojado. Ryo apartó la mirada, disculpándose por haberlo hecho enojar.-Lo siento, mi pequeño. Aún me cuesta acostumbrarme.
-Lo sé. Es mi culpa. Soy demasiado ansioso.
-¿Y? Eso me gusta. Que seas ansioso, me encanta.
Al entrar, Malik dejó todas las compras sobre uno de los sillones y se dirigió rápidamente a la cocina. Sobre el mármol se encontró con una bandeja llena de su platillo preferido al igual que el de su espíritu. Marik entró y se colocó a su lado, y vio como se relamía como la vez anterior, pero en esta ocasión, con más sensualidad. Marik no lo soportó y abrazó fuertemente a su hikari, besándolo fuertemente en los labios. Lo empujó hasta que quedó contra la pared, acorralado. Deslizó sus manos debajo de las ropas de él, tocando su espalda, sin dejar de besarlo con fuerza. Malik lo abrazó también, dejando que su espíritu explorara su boca con su lengua, haciendo que gimiera muy bajo. Marik clavó sus uñas en la espalda de Malik, haciendo que gimiera de dolor. Le arrancó la remera lila que llevaba, tocando su pecho con ambas manos. Sus caricias eran violentas, pero suaves, sin llegar a lastimarlo. Malik gimió fuertemente ante el tacto de este. Había conseguido seducir completamente a su espíritu, para que no se resistiera a su cuerpo y labios. Ahora su Yami, dirigió su atención al pantalón, sacando el cinturón, desabotonando la prenda y bajando el cierre de este. Malik apretó con fuerza la espalda de su espíritu al sentir la mano de este que se dirigía lentamente a su entrepierna, a la vez que abría sus piernas, pidiendo más. Marik se separó y comenzó a besar y mordisquear el cuello de él, a la vez que bajaba cada vez más su mano a la entrepierna de su hikari. Malik gimió fuertemente, incitando y excitando cada vez más a su Yami. El moreno joven, le quitó la remera a su espíritu, sintiendo la piel de su pecho en el suyo y los mordiscos placenteros que le daba. Estuvieron media hora así. Malik sintió que Marik, no avanzaba con su mano a su entrepierna y esto lo desesperaba. Tomó su mano, y la fue deslizando lentamente a su entrepierna, sintiendo como Marik lo mordía con fuerza, haciendo que gritara de dolor.
-¡No me muerdas tan fuerte!
-Tu cuerpo es más exquisito de lo que imaginé...-dijo, sin darle mucha atención a la exclamación de su hikari.-Deseo probarlo a fondo...
-Marik...-exclamó su hikari, con un hilo de voz, mostrando placer.-Aaaahhhh...Marik...mmmm...
Su espíritu llegó a acariciar la entrepierna de su hikari, haciendo que reaccionara con un gemido fuerte. Sacó la mano de la entrepierna, y comenzó a besar el pecho de Malik, mordisqueando y lamiendo, bajando más y más, llegando a su ombligo. Abrió sus piernas un poco más, pidiendo aún más. Su espíritu volvió a subir, mirándolo a los ojos.
-No...no debo...-comenzó a decir lentamente.
-Si...quieres y debes...tu me deseas...y yo también...y no sabes cuanto...-le susurró Malik, dulcemente.
-No se si estas listo...no quiero dar un paso en falso...No...¡NO!-se tiró de rodillas, tomándose la cabeza, apretando sus ojos fuertemente.-Tu eres...tu tienes...
-¡NO DE VUELTA! ¡YA ESTOY ARTO! ¡SI NO ME AMAS, VETE AL INFIERNO DE DONDE VIENES MARIK!
Malik tomó sus ropas saliendo de la cocina corriendo, subiendo las escaleras para encerrarse en su habitación. Marik quedó estupefacto. Comenzó a llorar de dolor por aquellas palabras. Era como si el pasado regresara, para atormentarlos nuevamente.