Yu-Gi-Oh! Fan Fiction ❯ Show me Love ❯ Chappy 14 ( Chapter 14 )
Estaba oscureciendo cuando los tres chicos pasaron por el parque, que a esas horas se encontraba casi vacío, a excepción del que cuidaba las plantas, que luego se fue. Los tres fueron caminando hacía el centro del parque, dónde la energía era más fuerte. Llegaron y comenzaron a mirar en todas direcciones, y no hallaron nada. Se separaron, y empezaron a buscar más a fondo, recorriendo todo el parque. Yugi recorrió la mayor parte del parte que miraba hacía el sur, y no halló nada fuera de lo común. Se volvió y fue hacía el centro del parque nuevamente. Malik tampoco encontró nada raro en la parte oeste. Sólo árboles y más árboles. Resopló y volvió sobre sus pasos. Ryo caminaba cautelosamente, sintiendo que la energía era cada vez más fuerte a medida que se acercaba más y más. Su espíritu le advirtió que estuviera atento a cualquier sonido o cosa rara y Ryo le asintió, lentamente. El menor se percató que en el suelo, no muy lejos de dónde el estaba, había algunas monedas antiguas de oro.
//Kura, ¿Qué son?//
/Parecen ser monedas...¡¡DE EGIPTO!!/ gritó feliz Bakura.
//Eso supones...¡¡¿¿QUÉ ESTAS HACIENDO!!??//
-¡¡Atraparlas!!
El espíritu comenzó a correr, cuando una cuerda le amarró su tobillo, haciendo que cayera de frente al suelo. Gruñó y dejó que Ryo ocupara su cuerpo. Sintió como era arrastrado hacía los arbustos, dónde vio que brillaban un par de ojos rojos. Asustado, el albino intentó ponerse de pie, pero fue inútil. Logró aferrarse a una rama de un arbusto y, comenzando a tironear para intentar no ser arrastrado, se rompió. Esto hizo que Ryo diera un bufido de enojo. Un ser con capa salió de los arbustos, recogiendo la cuerda poco a poco y mirando al albino, el cual se la devolvía, pero amenazadoramente.
-Ni lo pienses niño. Soy más poderoso que tú.-repuso Céfiro, al advertir la mirada de su presa.
-Suéltame.-exigió Ryo, con voz grave y amenazadora.
-Tal vez si me das la sortija.-dijo alegremente, mientras soltaba la cuerda de un tirón del tobillo del chico.
-¿Bromeas?
-No. Si no me la das, tendrás que venir conmigo.
-Eso nunca. ¡¡¡¡¡MALIK, YUGI!!!!!-gritó Ryo, llamando a sus amigos.
-¿Por qué me tuvo que tocar a mí lidiar con este?
-¡Apúrate Yugi! ¡Ryo debe de estar en problemas!
-¡Como si no me hubiera dado cuenta por el grito, Malik! ¡Esta claro que Ryo ESTÁ en problemas!
-¡Cállate y sigue corriendo!
-¡Eso hago!
Ambos chicos pararon en seco cuando un ser saltó de los árboles, con una capa y cargando a Ryo en su hombro, mientras este intentaba bajarse. Céfiro se cansó de los insultos del chico, por lo que lo puso en sus brazos y sacó unos polvos que se los echó al albino, y este quedó dormido a los pocos segundos. "Al menos ya no tendré que oír sus insultos". Malik arrojó su cetro que comenzó a girar para darle en la cabeza a Céfiro, quien soltó a Ryo, al sentirse golpeado. El cuerpo comenzó a caer. Malik comenzó a correr y se colocó debajo de él. Yugi miró preocupado sólo para ser golpeado por el cetro, de donde salió Marik y lo despertó repentinamente. Céfiro salió de entre los arbustos tomándose la cabeza y gruñendo. "Eso dolió...."
-¡¡LOTENGOLOTENGOLOTENG---OHHHHHHHHHH!!!
El cuerpo de Ryo cayó sobre los brazos de Malik, causándole dolor. Este comenzó a parpadear hasta que despertó. Cuando ya estaba completamente despierto, Malik le dijo "Debes hacer dieta Ryo...Eres muy pesado" Ryo lo miró maliciosamente y se bajó de los adoloridos brazos de Malik.
-¡¡ME LAS PAGARÁN!!
-¿Y ese encapuchado?- preguntó Yugi.
-...¬¬...
-Tiene un traje como el de los Cazadores Raros...-dijo Marik, mirando a su hikari.
-...¬¬*...Entonces creo que debería presentarme.
-No nos interesa tu nombre, idiota.
-¡¡¡MATARÉ A ESOS DOS!!! ¡¡¡¡JURO QUE LO HARÉ!!!! Pues si no les interesa...-dijo mientras se acercaba a Ryo y lo tomaba de la muñeca.-...¿Por qué no me entregan la sortija?
-¡Suéltame!-Ryo tironeó y se soltó del amarre de Céfiro.-Ni en sueños te la daré.
-¡NEN AYÚDAME!
-Arréglatelas. Tú quisiste ir. Ahora no te quejes.-con eso, Nen cerró su lazo mental con Céfiro, dejándolo más furioso.
-Bien, entréguenme la sortija ¡AHORA!
-Ahhhhh....¿Y si no quiero?-dijo Ryo, con tono burlón.
-¡Ya verás!
Antes de que Céfiro pudiera hacer algo, una nube de polvo color blanco apareció entre ellos. Nen y su otro compañero se colocaron detrás de Céfiro, que miraba atentamente al igual que sus enemigos. Al disiparse el humo, vieron a Shadi con una alegre sonrisa en su rostro. Los hikaris se miraron con una gotita en la frente. ¿Qué estaría haciendo Shadi en un lugar cómo este? El guardián de los artículos saludó con un leve aventón de mano, sin dejar de sonreír. Los tres encapuchado se miraron, con unas gotitas en su frente.
-Veo que necesitan ayuda con estos tres encapuchados, ¿Verdad?
-¡¡¡NADIE TE LLAMÓ SAHDI!!!-gruñeron los tres espíritus, saliendo de sus respectivos artículos.
-Vamos, esto será muy fácil.-continuó Shadi sin dejar de sonreír.
-¿Y quién se supone que es este tipo?-dijo Nen, con tono sarcástico.
-¿Yo? Soy Shadi, el guardián de los siete artículos del milenio y uno de sus enemigos. Yo ayudaré al ladrón a que ustedes no tomen su sortija.
-¿Shadi, Shadi, Shadi?-comenzaron a preguntarse los encapuchados en voz alta.-¡¡¡Shadi!!!
-Exacto. Él mismo.-añadió, sin dejar de sonreír.
-¡¡¡VAMONOS DE AQUÍ!!!-gritaron a la vez los encapuchados.
-Adiós.-decía el guardián sin dejar de sonreír y saludándolos con su mano mientras veía como los encapuchados escapaban por un portal.
-¡¡¡ME LAS PAGARÁS SHADI!!!-gritó Céfiro mostrando su puño, a la vez que era jalado por sus amigos.
-Muy bien Shadi, creo que nos debes una explicación.-dijo Yami, un poco enojado, mientras salía de su articulo, como los otros dos espíritus.
-Le aseguro que así se hará, mi Faraón.-dijo Shadi, a la vez que se arrodillaba ante él.
Llegaron a la casa de Malik, dónde Isis y Rashid los esperaban sentados en la cocina. Isis corrió al encuentro de su hermano y lo abrazó fuertemente. Este le dijo con dificultad que no podía respirar, ya que su hermana tenía apresada su cabeza contra su pecho. Ella lo soltó y le dio un beso de bienvenida en la frente. Se sentaron todos en la mesa, y Shadi, que se rehusó a sentarse, comenzó a contar el relato.
-Ahhh...¿Sólo por eso?-dijo Bakura sin ánimos.
- Para ti es algo insignificante, pero para ellos les resultó muy duro volver a recuperarse después de eso.-le contestó Shadi enojado.
- *Gruñido* Seh....Cómo sea...-añadió mirando hacía otra parte.
-¡¡¿¿POR QUÉ SIEMPRE TE COMPORTAS DE ESA MANERA??!!-gritó Yami a la vez que lo golpeaba con el cetro del milenio en la cabeza.
-¡¡ESTUPIDO FARAÓN!! ¡¡¿¿QUÉ HICE AHORA PARA QUE ME GOLPEES??!!-le gritó en respuesta, mientras se frotaba el chichón de su cabeza.
-¡¡QUE ERES UN COMPLETO IDIOTA!! ¡¡HACES LAS COSAS SIN PENSAR EN LAS CONSECUENCIAS!!-le gritó, comenzando a desafiarlo.
-¡¡YO NO ESPERABA QUE DESPUÉS DE 5000 AÑOS TODAVÍA ESOS TIPOS ME ESTUVIERAN BUSCANDO!!-Bakura le contestó de la misma manera.
-¡¡PUES HUBIERAS USADO TU CABEZOTA ANTES DE MATAR A TODA SU FAMILIA!!
-¡¡SI TU HUBIERAS ESTADO EN MI LUGAR HUBIERAS HECHO EXACTAMENTE LO MISMO, FAN-FARRA-ÓN!!-añadió con tono sarcástico y de burla, a la palabra.
-¡¡¡¡¡NO SOY UN FANFARRÓN!!!!!
-¡¡BIEN!! ¡¡YA CALMENSEN!!-gritó Marik.
Rashid y Shadi separaron a Bakura y Yami, que no dejaban de mandarse miradas asesinas. Los sentaron a cada uno al lado de sus hikaris, a la vez que ellos los apresaban en sus brazos para evitar que escaparan y comenzaran a pelear nuevamente.
Ya había oscurecido mucho, cuando Yugi y Ryo salieron de la casa de los Ishtar. Los dos chicos se encaminaron hacía sus propias casa, mientras que en el camino hablaban de cosas sin importancia, sus espíritus se miraban con ojos asesinos cada uno.
Malik se sentó en su sofá, al lado de su espíritu. Se sentía algo extraño. Sentía cómo si algo estuviera por ocurrir. Sacudió su cabeza, y la apoyó en el hombro de Marik, tratando de relajarse, pero por más que lo intentaba, no podía.
Ryo estaba cerca de su hogar, cuando sintió que estaba siendo observado. Miró a todas partes. Nada. Siguió su curso, con sus sentidos alerta.
Yugi ya se encontraba frente a la puerta de la tienda. Se quedó ahí, pensando. Tenía una sensación extraña. Miró a su alrededor, pero no percibió nada. Entró en la casa, aún con ese presentimiento.
El albino se sorprendió al ver a Joey. Lo saludó pero el rubio no contestó.
//Está siendo controlado. No te reconoce.// advirtió Bakura.
Desde atrás, Tristán y Seto lo amarraron por los brazos, sin que el chico pudiera defenderse. Joey se acercó a él, mientras que Ryo forzaba para liberarse, sin éxito. El rubio le sacó la sortija del cuello. Esta brilló intensamente, pero Joey le esparció sobre ella unos polvos haciendo que esta dejara de brillar.
Malik se sobresaltó, asustando a su espíritu. Cruzó sus brazos, como si quisiera calentarse a sí mismo. Sentía frío, y no sabía el por qué. Marik lo abrazó, intentando darle calor.
-¿Qué ocurre?-preguntó su espíritu.
-No lo sé...Siento cómo si Ryo...estuviera en problemas...Debe estar en peligro.
-Si lo está, Bakura no dudará en protegerlo.
-Lo sé. Pero...Siento cómo si él no lo estuviera ayudando...
Yugi miró por la ventana, preocupado. Se llevó una mano al pecho. Seguía sintiéndose extraño. No comió nada. Yami le preguntó qué era lo que le pasaba, y este contestó, que simplemente no lo sabía. Que sentía que Ryo se encontraba en peligro.
///¡¡¡MALIK!!! ¡¡¡YUGI!!! ¡¡¡AYÚDENME!!!///
La voz desesperada de Ryo taladró en la mente del moreno y del más chico. Ambos salieron rápidamente de sus casas, siendo guiados por su vínculo de amistad que existía entre ellos, debido a los artículos.